Magia vs. Tecnología

Bea abrió los ojos cansadamente y poco a poco fue recobrando sus sentidos. No pudo evitar sonreír cuando se dio cuenta que estaba pegada a una pared con una especie de cera parecida a la que producían las abejas pero mucho más resistente y pegajosa. Eso significaba que los insectos no habían sido capaces de quitarle sus pulseras-escudo ya que de lo contrario estaría inmovilizada con magia además que estaba en una cueva oscura, ¿o acaso sería la colmena de los changelling? Bueno, estaba a punto de averiguarlo así que sólo sonrió, ya era hora de jugar.
La Reina Chrysalis avanzó majestuosamente hacia ella, sola como cosa rara.

—¿Y tus guardias, insectote? — Preguntó Bea como si estuviera preguntando por el clima.

Chrysalis chasqueó la lengua pero se contuvo de dignificar la provocación con una respuesta. En lugar de eso soltó una descarga mágica contra Bea con todas sus fuerzas, como siempre nada pasó pero Chrysalis no parecía preocupada.

—Ah, tu tecnología es genial, es la única razón por la cual te dejo vivir. Pero no te confundas, cuando use mis habilidades para que nos fabriques armas te haré pagar por cada uno de los hijos que me arrebataste, ¿has comprendido Beatrix Peace?

—Ese intento tuyo de tortura falló miserablemente — dijo Bea tranquilamente — ¿A qué tengo que temerle? Además, ¿te parece a ti que es la primera vez que termino en esta situación? Si te fijas mi cuerpo está cubierto de cicatrices, la mayoría son recuerdos de batalla pero muchas de ellas me las hicieron torturadores mágicos mejores que tú. Suerte.

Chrysalis soltó una nueva descarga contra Bea, que ni se inmutó pero le parecía extraño que tampoco lo hiciera Chrysalis. La Reina changelling mantuvo el ataque por unos treinta segundos y luego paró para recuperar aliento, pero igual se encontraba muy tranquila. Fue cuando Bea comprendió, en ese lugar no entraba la luz solar por lo que sus escudos no podían recargarse y si Chrysalis seguía así la batería se agotaría muy pronto. De nuevo sonrió provocadoramente pero no pudo sostener la sonrisa por mucho tiempo.

—Bueno, ante ti me quito el sombrero, claro si tuviera… o si no estuviera pegada a la pared. Como demonios sea, puedes intentar sacarme mi tecnología pero lo único que lograrás son más muertes de tus queridos hijos. En el momento en que deje de respirar, la bomba que está anexada a mi corazón hará trizas todo este panal.

—Créeme: yo sé cómo prolongar tu vida de formas que no imaginas. No te daré la oportunidad niñita, mis hijos merecen justicia.

—Eran soldados, un camino que todos sabemos puede llevar a la muerte — respondió Bea.

Chrysalis materializó un pequeño cuchillo y lo clavó en el casco frontal derecho de Bea, para hacerla callar, pero una corriente eléctrica subió por su propio casco y tuvo que soltar el cuchillo. Gruñendo miró a Bea levantó una ceja.

—¿No recuerdas nuestro último encuentro? Ese brazo lo perdí hace mucho tiempo, lo que tienes ahí es una prótesis robótica pero creo que ya me la descompusiste.

Chrysalis entonces hizo aparecer un cuchillo nuevo y éste lo hundió sí en el costado de Bea, que fue mucho más efectivo, ella retorció el rostro de dolor pero no gritó. No se rebajaría.

—Van a rescatarme y cuando lo hagan me voy a divertir taaanto contigo — dijo Bea una vez Chrysalis retiró el arma de su hombro.

—La princesita de la Amistad no podrá volver a engañarme mocosa, si se acerca…

—¿Sparkle? No, yo confío en mis amigos y ella no es mi amiga, de hecho es una tipa de lo más fastidiosa.

—¿Verdad? — Dijo Chrysalis. — Una académica cabeza hueca que no sabe nada del mundo real y que encima tiene esa moral tan caricaturesca.

—¿Verdad? Todo es blanco o negro, y si algún malo se aparece o le da un discurso o le dispara con su rayo de amor… no, en serio que no sabe nada de la vida. No comprende que hay situaciones en donde la única solución es tomar una vida. Y precisamente eso es lo que harán contigo en cuanto vengan por mí.

Chrysalis le hundió de nuevo el cuchillo, esta vez en el casco izquierdo.

—Te odio — se quejó Beatrix.

—El sentimiento es mutuo.

Entonces se sintió como un temblor en toda la colmena. Eso era debido al exceso de actividad dentro de la misma, los soldados changelling zumbaban amenazadoramente como un enjambre enfurecido listos para recibir el ataque de las fuerzas Equestrianas, que corrieron para abrirles una brecha a los Elementos de la Armonía.

—Ah, parece que to comité de rescate ha llegado querida Beatrix Peace.

Entonces le clavó el cuchillo a Bea por tercera vez.

Fuera, los guerreros guiados por Shining Armor luchaban valientemente tratando de empujar el temible enjambre. No estaban en su elemento, históricamente los ponis luchaban a la defensiva; esto de abrirse una ofensiva para recuperar a un poni capturado por el enemigo era nuevo, pero todos tenían claro qué podía pasarles su Chrysalis ponía sus cascos sobre las armas que ella era capaz de crear.

—¡Bien, todos carguen! — Gritaba Shining corriendo al frente mientras que creaba su escudo alrededor de todos los demás soldados. — ¡Recuerden, debemos recuperar a Beatrix Peace a como dé lugar!

Los changelling se lanzaban contra el escudo una y otra vez, comenzando a darle a Shining una jaqueca pero no por eso se iba a rendir. No quería admitirlo pero realmente admiraba a la tipa aquella a pesar de ser tan grosera con sus compañeros unicornios, y no olvidaba su filosofía: un verdadero líder militar era el primero en atacar y el último en retirarse. Entonces los unicornios de la tropa unieron fuerzas para aumentar el poder del escudo.

—Capitán, no sufra solo — dijeron todos mientras sufrían ataque tras ataque, esta vez acompañado por descargas mágicas.

Mientras tanto el segundo al mando, Flash Sentry sólo gritó:

—¡TODOS, ACTIVEN SUS NUEVOS EQUIPOS! ¡SONICS EN LÍNEA!

Los terrestres y pegasos no se hicieron rogar, cada uno de ellos activó el pequeño dispositivo que había sido diseñado por Bea, los famosos 'Sonics' que ahora habían sido modificados para que la frecuencia sólo afectara changellings. Un agregado que le dio a Bea una gran cantidad de dinero pero eso era lo de menos.

Pronto los changelling comenzaron a chillar y a gritar tratando de escapar del horrible ruido, haciendo que rompieran filas de su enjambre hasta ahora tan bien disciplinado. Y gracias a este movimiento, el equipo de soldados pudo correr libremente al frente para escoltar a las Portadoras hacia la entrada a la colmena.

—Ahora es su turno chicas — dijo Shining.

Twilight le dio un abrazo rápido a su hermano.

—Gracias Shine, te debemos una grande.

—¡Menos charla y más acción! — Protestó Rainbow. — ¡Adelante!

El segundo grupo de changellings, estratégicamente colocado dentro de la colmena para emboscar al enemigo salió listo para la acción. Desgraciadamente las Mane 6 también estaban armadas con los famosos Sonics.

—¡Activar Sonics! — Gritaron todas a la vez.

De nuevo los insectos comenzaron a chillar y a quejarse y a retorcerse, cosa que les dio tiempo a Applejack y a Rainbow a despachar a los que tenían al frente a golpes, los pobres changelling ni siquiera pudieron defenderse debido al horrible sonido.

Chrysalis escuchaba el chillido acercase cada vez más así como los cascos de las Portadoras entrando a toda velocidad por sus cámaras privadas. Entonces Applejack derribó la puerta de una patada dejando pasar al grupo.

—Danos a nuestra amiga Chrysalis — dijo la vaquera.

La Reina permaneció inmutable y le colocó el cuchillo en la garganta a Beatrix.

—Ven por ella si te atreves.

—No te tenemos miedo, gracias a los inventos de Bea le estamos pateando el trasero a tus changelling, estás sola — provocó Rainbow acercando el casco al dispositivo para volver a iniciar el horrible chillido.

Chrysalis apretó más el cuchillo contra Bea.

—Si lo llego a escuchar hundiré de inmediato esto, ¿saben lo que significará, no? Esta idiota está dispuesta a morir pero ¿qué hay de ustedes? ¿Ya les contó lo de la bomba que tiene en su corazón? Si llega a explotar todas menos Sparkle y yo se van al infierno.

Todas pararon. Bea sólo suspiró.

—Lo lamento de verdad todas, no deberían morir por mí. Debieron dejarme llevarme a este insecto con esteroides a mí solita.

—Bea, jamás seremos amigas tú y yo; pero para mis otras amigas eres una persona importante y que nos ha ayudado mucho — dijo Twilight. — Por eso no te abandonaremos, porque sabemos que eres buena poni a pesar de todo.

Bea asintió.

—Lo imagino, gracias Sparkle. De no ser porque usas magia me agradarías mucho, igual no es justo que te lastimes sólo por mí.

—Creí que odiabas la magia — dijo Chrysalis. — ¿No llevarte a algunos usuarios de magia es una ganancia para ti?

—Hay una línea que jamás cruzaré: matar gente inocente. Soldados sí, porque eligieron ese camino, pero los otros jamás.

Chrysalis levantó una ceja, era complicada esta poni pero por lo menos tenía fuertes convicciones así que bajó la cabeza en señal de respeto. Fue cuando un trueno retumbó alrededor de la colmena. ¿Una tormenta? No, Chrysalis cayó de rodillas llevándose un casco al corazón.

—Mis hijos, mis hijos — dijo con la voz entrecortada. — ¿Qué has hecho? ¿Qué has hecho?

Bea se limitó a mirarla a través de sus gafas rojas.

—¿Crees que eres la única que se preparó? Sabía que venías por mí, por eso fabriqué algo para lidiar contigo. No se acerca a las armas que antes tenía pero en serio me voy a divertir viéndola o manejando esa cosa.

Twilight negó con la cabeza.

—¡Bea! ¡La Princesa Celestia te prohibió construir más armas!

—¿Desde cuándo yo soy súbdita de una usuaria de magia, disculpa la pregunta? — Se jactó Bea. — Cambio de juego, insecto.

Un temblor sacudió la colmena entera, y lo que parecía un brazo gigantesco arrancó una buena parte de la colmena revelando el cuarto en donde estaban.

—¿Qué es eso? — Preguntaron Twilight y Chrysalis a la vez.

Un grupo de changellings zumbó contra el armatoste de metal, listos para destruir al robot. No había problema, el tanque-antropoide extendió su cañón y disparó una carga eléctrica de tal poder que el enjambre entero cayó muerto en el instante.

—¡Mis, hijos! ¡NO TE ATREVAS A TOCAR A MIS HIJOS! — Gritó Chrysalis volando contra el arma.

Fue un solo golpe pero al ser realizado por una Nivel 25 fue suficiente para hacer caer al tanque antropoide. Fue un solo golpe pero al ser realizado por una Nivel 25 fue suficiente para hacer caer al tanque antropoide. La estructura de metal se levantó y empujó a Chrysalis de un manotazo. La Reina cayó rodando por la izquierda cuando esa cosa cerró los puños y éstos descendieron a toda velocidad contra la Reina. Chrysalis se tele-transportó lejos del alcance del puño de metal y luego contraatacó con todas sus fuerzas. Los escudos anti-mágicos bloquearon el ataque de la Reina y volvió a su persecución por aplastarla.

—¡Insecto! ¡Le quisiste hacer daño a mi comandante, y por eso te trataré como lo que eres!

—¿A qué te refieres?

—¿Qué haces con los insectos? ¡LOS APLASTAS!

Abajo los soldados equestres observaban horrorizados ese combate. Todo había comenzado mal cuando escucharon las enormes pisadas, pensando que los changellings habían ocultado a una criatura tipo zodíaco, tal vez Cáncer o Virgo o Capricorno, lo que fuera. Pero pronto vino esa descarga eléctrica que literalmente asesinó a decenas de changellings en un instante. Y luego vieron la monstruosidad creada entre Annie y Bea. No había duda de quién había construido eso, ni siquiera necesitaron escuchar la voz de Annie para saberlo. y por lo visto este par de dementes no descansaría hasta eliminar a Chrysalis.

—¿Así de aterradora es la tecnología de tu gente, Beatrix Peace? — murmuró Shining. — La magia en verdad no tendría oportunidad, antes no creía cuando la joven aseguraba que los usuarios de magia habían sido cazados hasta la extinción, pero ahora no tenía problemas con ello.

Y mientras, las Mane 6 terminaban de liberar a Bea pero no parecían felices.

—¿Por qué nos desobedeciste? — Dijo Twilight. — ¡Como Princesas claramente te prohibimos seguir fabricando armas! ¿Cómo pudiste? ¿En serio, cómo? Te teníamos muy bien vigilada.

—Bea, creíamos en ti — dijo Applejack. — ¿Por qué no creíste en nosotras?

Todas miraron a Applejack.

—Si hay algo que me queda claro es que Bea no construyó esa monstruosidad para hacerle algo a Twilight o a las Princesas — se explicó la vaquera. — Lo hizo porque no confía en que pudiéramos protegerla, ¿verdad?

Bea asintió.

—Exacto. Increíblemente he avanzado en mi forma de ver las cosas, ya no odio a los usuarios de magia de aquí, ni siquiera me molestan. Me importan un rábano y eso es mucho decir teniendo en cuenta el tipo de vida que he llevado, incluso Sparkle me desagrada pero no porque usa la magia sino porque su forma de ser tan ingenua me fastidia.

—¡Oye! ¿Cómo que ingenua? — Protestó la alicornio.

Una vez libre, Bea prendió su cigarro, en serio que le hacía falta fumar algo luego de un interrogatorio tan fastidioso.

—¿Me preguntaste cómo construí algo así? ¿Recuerdas todo lo que he estado construyendo estos últimos días? Motos, motos con depósitos de agua, plantas solares y los respectivos búnkers para protegerlos… incluso inicié la construcción de una torre de vigilancia en el Imperio Cristal (encargado por Sentry ya que no me hablo con tu hermano). En esencia cosas que requieren de mucho acero para poder construir esta cosa pasando desapercibida. Conociéndome y con todo lo que te he contado, ¿confiaste ciegamente en que obedecería cuando me ordenaron no crear armas contra Chrysalis?

Twilight no podía creerlo, ¿tan descarada era esta tipa?

—Pero Bea, entiendo que no confíes en Twilight y Rarity, ¿pero qué hay del resto de nosotras? — Preguntó Fluttershy. — ¿No creías que tuviéramos algo para vencer a Chrysalis, no crees en nuestra amistad?

Bea le puso su casco sensible en el hombro.

—Creo en su amistad, no en su capacidad de combatientes.

Rainbow iba a protestar claramente pero no tuvo la oportunidad ya que de un golpe Chrysalis se estrelló justo frente a ellas, creando un enorme cráter en la colmena. Se levantó con un grito de ira y se rodeó de un gran poder mágico con el cual arremetió contra el tanque antropoide.
Annie respondió con una descarga eléctrica de alto poder que la hizo gritar de dolor y caer a los pies del robot.

—No me gusta ensuciar los equipos nuevos pero supongo que no hay más remedio — se rio Annie. — ¡Yo te pisaré!

Un escudo mágico creado por Shining le salvó la vida a la Reina. El enorme pie de acero se tambaleó al pisar el escudo (lo mismo el semental que no se esperaba que la maldita máquina ejerciera una presión de 1300 PSI)

—¿TE VOLVISTE LOCA O QUÉ? — Gritó el guerrero. — ¡PARA ESTO AHORA MISMO! ¡ES UNA ORDEN DEL REY DE CRISTAL!

Desde el robot Annie se rio de forma muy desagradable.

—Yo no respondo a nadie que use la magia, señor Rey.

Chrysalis vio su oportunidad, Armor la había salvado y de paso estaba distrayendo a Annie. ¡Perfecto! Con un rápido movimiento lanzó un ataque mágico con todas sus fuerzas, era magia concentrada esta vez usando su verdadero poder. El golpe hizo que el robot sacara chispas ya que ni sus escudos podían hacerle frente a un Nivel 25 cuando ésta usaba todo su poder y antes que Annie pudiera reaccionar un capullo verde se formó atrapando a la monstruosa máquina. Era el final.

—¡LUNA! ¡CELESTIA! — Gritó Chrysalis. — ¡SALGAN DE UNA MALDITA VEZ! ¿CUÁNTO TIEMPO SEGUIRÁN DEFENDIENDO A ESTA MALDITA? ¡DEBE PAGAR POR LO QUE HIZO!

Shining asintió.

—Beatrix Peace y Annie Lombard habrán actuado mal matando a tus hijos pero si te apoderas de ellas no será bueno para Equestria. Lo siento.

La Reina tronó el cuello.

—Sólo en consideración a que salvaste te noquearé de una, Armor, pero yo…

El capullo tembló cuando un tremendo destello salió de éste, seguido de un sonido como un trueno.

—Tiene que ser un chiste — gruñó Chrysalis.

Humo comenzó a salir del capullo y finalmente el robot emergió en toda su monstruosa gloria.

—¡Lista para hacerte pedazos! — Gritó Annie. — ¡Si querías deshacerte de mí le hubieras apostado a destruir mi arma en lugar de atraparme!

Chrysalis escupió un chorro de veneno al suelo, su idea original era atrapar a Annie y así estudiar la maldita cosa para así usarla contra Luna y Celestia pero no le dejaban otra opción que destruirla.

—¡Como gustes!

Un segundo ataque al máximo poder le dio de lleno al ya debilitado robot haciendo que explotara. El asiento eyector para emergencias logró salvar la vida de Annie pero cayó justo frente a Chrysalis. Ella la tomó del cuello con haciendo aparecer un largo cuchillo.

—Amiga de Beatrix Peace supongo.

Annie no le escupió en el rostro, era todo lo que podía hacer ya que el golpe sí le había afectado bastante. Chrysalis sólo le enseñó los colmillos

—Fue un intento patético, esa cosa no rivaliza con mi poder. ¿Lo sabías, verdad Peace? — Preguntó Chrysalis mirando hacia atrás, en donde las chicas y Bea ya habían llegado a juntarse con Shining. — Lo que lograron fue hacerme enojar… no, no hacerme enojar sino más bien enfurecerme, llenarme de un deseo ponicida. Y no sólo con ustedes, ¡USTEDES DOS SÉ QUE ESTÁN AHÍ! ¿POR QUÉ DEMONIOS NO INTERVINIERON? ¡MIS HIJOS ESTÁN MUERTOS, MUERTOS! ¿NO MERECÍAN SER SALVADOS DE ESTA COSA QUE CONSTRUYERON ESTE PAR DE IDIOTAS?

Chrysalis lloraba de la ira y el dolor, sobre todo el dolor. Eran changelings, ella era la madre de miles de colmenas pero contra lo que cualquiera hubiera adivinado, ella amaba individualmente a cada uno de sus hijos y la pérdida de todos ellos, aunque fueran soldados como aseguraba Bea le torturaba el corazón.

—¡APAREZCAN MALDITAS, APAREZCAN! — Gritaba.

Entonces aparecieron, observando desde un punto alejado en cuanto fuera necesaria su intervención. No habían actuado hasta ahora debido al shock, luego supieron que el robot no era rival para Chrysalis pero no habían llegado a tiempo cuando fue la masacre de changellings por los cañones de la gigantesca estructura.

—Chrysalis, lo siento — dijo Celestia poniendo su casco en el hombro de la Reina.

Ella la apartó violentamente.

—Díselo a los hijos que perdí…

—No llegamos a tiempo — dijo Luna. — No pensábamos arribar hasta que Shining Armor lanzó una señal de auxilio en cuanto vio al robot. Cuando arribamos pensábamos luchar contra ti, pensábamos que habías dominado a nuestros soldados…

—Pero cuando llegamos ya estabas luchando contra esa cosa — siguió Celestia. — Chrysalis, si hay una forma de arreglar esto…

—No lo hay — dijo Chrysalis. — Mis hijos se han ido para siempre y no hay forma que pueda recuperarlos. ¡AHORA SÓLO QUIERO ACABAR CON ESTA MALDITA!

Y se iba a lanzar contra Bea y Annie pero cayó de rodillas, había llegado a su límite luego de destruir el robot tenía tiempo de concentrarse en su dolor. Bea asintió.

—Con gusto te entrego mi vida para que la tomes pero que te quede claro que jamás construiré nada para ti — se limitó a responder Bea. — Y ya has perdido mucho hoy, como buenos soldados tus hijos dieron sus vidas contra un enemigo al que no pueden vencer.

Chrysalis le mostró los colmillos.

—Te voy a hacer pedazos… sí, me gustaría destruirte de una vez y para siempre… pero sé de lo que eres capaz y que sólo mandaría a más de mis hijos a la muerte. Eso sí, nunca tendré tus máquinas pero me aseguraré que vivas el infierno. Tu propio infierno personal. Ustedes, quiero castigarlas a las dos y que me ayuden. ¡Me lo deben por mis hijos perdidos!

Twilight, Luna y Celestia no supieron qué decir pero pronto la alicornio más joven se recuperó y asintió.

—Si quieres nuestra ayuda conoces la política del castigo Equestriano Chrysalis, y también debes tener en cuenta que tú fuiste la que arrinconó a Bea sabiendo que ella viene de un mundo mucho más conflictivo que el nuestro.

—Pero lo que hizo no estuvo nada bien — dijo Shining. — Matar a tantos changelling de un golpe, y también desobedecer una orden directa de no construir armas.

—Sí, abusó de nuestra confianza — dijo Celestia. — De acuerdo, ¿qué sugieres Chrysalis?

La Reina tomó del cuello a Bea, que iba a defenderse pero ante tantas Nivel 25 enojadas no podía hacer nada. Entonces Chrysalis le gruñó.

—Tus escudos nuevos aguantan todo el poder de una de las nuestras, ¿qué hay de dos? ¿tres o cuatro?

—¡No! — Gritó Bea intentando zafarse.

Desgraciadamente Luna había entrado en acción con todo su poder, lo mismo que Chrysalis. Bea gritó cuando los escudos finalmente hicieron cortocircuito y echaron una pequeña nube de humo. Lo mismo Annie cuando entre Twilight y Celestia destrozaron los de ella.

—¿Bien, y ahora qué? — Preguntó Celestia. — ¿O es todo lo que les harás, Chrysalis?

La Reina golpeó a ambas con una descarga mágica, no muy fuerte pero lo suficiente para hacerlas caer de rodillas a ambas.

—Ahora me largo a otra de mis colmenas… algún día nos volveremos a ver, pero mientras tanto asegúrense que este par de idiotas pasen todo su tiempo aprendiendo magia, ahora que no tienen sus preciosos escudos no pueden evitarlo; sólo asegúrense de no quitarles el ojo de encima o volverán a las andadas.

Entonces ella y los otros changelling sobrevivientes se retiraron. Al final sólo quedaron Bea y Annie junto con los soldados de Equestria, las Portadoras y tres Princesas. Beatrix gruñó.

—Déjenme adivinar, ¿vamos a nuestra primera lección de magia?

—Oh ya lo creo que sí — dijo Celestia mostrándose enojada por primera vez desde que Bea la conocía. — Al contrario de las ocasiones anteriores en que nos han desafiado esto ya fue demasiado. Construir armas a nuestras espaldas y luego intentar asesinar a Chrysalis, llevándote con ella a sus hijos. Tienes suerte que convertirte en piedra sea un premio para ti en comparación a aprender magia. ¡Ahora andando!

Bea iba a prender un cigarro pero Luna se lo arrebató con su magia.

—Y como castigo adicional te haremos dejar tu adicción.

Las dos ex solados anti-mágicas gruñeron.

—Como demonios sea — dijeron al unísono.

En la reservación del norte, la capital de los sin-magia en el país de Flarius, el único país que logró exterminar la magia, el gobernador de la ciudad veía las imágenes en su computadora. Gruñendo prendió un enorme cigarro y le dio una calada.
Había sido difícil pero desde que supo que su esposa ocultaba información sobre su hermana, hackeó su computadora y finalmente dio con lo que había pasado entre ella y Annie Lombard. Luego pudo construir un portal rudimentario para comunicar los dos mundos pero no podía pasar, sabía bien que los Espíritus del Cielo no lo iban a dejar pasar y su esposa no lo ayudaría a cruzar a Equestria. De todos modos se esforzaría, por lo menos logró establecer comunicación con el equipo militar de Annie Lombard y ahora recibía una transmisión directa de todo lo que ocurría del otro lado.

—¿Delber? — Preguntó su mujer Janice entrando a la oficina.

—Pude aguantar que mi hermana se convirtió en una maldita usuaria de magia, pero porque era fuerte en sus convicciones y se negó a aprender a usar esa peste pude aguantarlo. Ahora la obligan a aprender, ¿desde cuándo matar usar usuarios de magia es un crimen? Esas Nivel 25 me van a conocer… sí, tal vez no me ayudes pero me las arreglaré.

—Tienes tus talentos — dijo Janice. — Pero no convencerás a los dioses. Ya qué, sólo porque aprecio mucho a Trix te echaré una mano. No quiero que viva ese infierno de aprender magia.


Ah la batalla final, ¿qué les pareció? Bueno, la batalla final contra Chrysalis en todo caso; la batalla principal será contra Delber Peace. Con todo y todo espero les haya gustado y me despediré con el:

Chao; nos leemos!