Vaya, así como así hemos llegado al final de esta primera parte, no tengo nada más que decirles que gracias por haber llegado hasta aquí.

Solo espero que hasta el momento todo haya sido de su disfrute, porque para mí, fue todo un placer haber escrito esta historia y como regalo a ustedes les doy el link de descarga del fic de la primera parte subido en MEGA

" : / / . c o . nz / # ! ! Q U" sin los espacios y las comillas

Y también les doy el link para la segunda parte cuyo primer capítulo verá luz a finales de primavera de este o tal vez antes, todo depende de las circunstancias.

"h :/ / w w w . f a n fi ct io n s /1 0 / 1 / E l – O – d e – l a – % C 3 % A D a – I I – – M u ert e"

Igual que con el anterior es sin los espacios y las comillas pero igual dando click a mi nombre de perfil en la parte superior de la página donde hallan podrán acceder a la segunda parte, esto lo hago con el motivo de evitar que puedan perder el hilo argumental.

Sin más que decir, nos veremos cuando tengamos que vernos.

Les habló Noat y les desa un hermoso comienzo de semana

Carpe diem…

Capítulo IX
Galopemos hasta el atardecer, ahora en nuestro sueño, que apenas acaba de empezar

Algún tiempo después

-Es increíble que los grifos haya aceptado el pacto de paz tan rápidamente

-Ellos no quería guerra Spike. Tuvieron que verse obligados. Salvo por unos que otros pero son solo problemas menores.

-¿Servet? ¿Como esta? ¿Sigue con Luna jugando ajedrez?

-Creo. Pero últimamente ha comenzado a hablar más.

-De todas formas creo deberías hablar con él.

-Sí, igual tengo algo que darle- Spike ríe un momento

-¿Que sucede?

-El dijo exactamente lo mismo. Dijo que fueras bajo el árbol de sauce en el patio trasero cuando comience el atardecer. Dice que es importante

-Entonces iré igual.

Pareciese un solo instante cuando el sol comienza a desvanecerse quedando un crepúsculo que ha sido hecho para un único día, puesto que se halla libre de cualquier imperfección nube o arcoíris que pudiera arruinar aquella pintura; y como un rayo de tenue esperanza que desciende por aquel agradable sol, la princesa camina plácidamente en el patio con una tranquilidad y paz que no había experimentado en siglos. Va silbando una alegre canción mientras, colgando en su pecho lleva un bulto cubierto por sábanas. Avanza tranquilamente. Unos pasos adelante la silueta de un sauce llorón se forma, ella siente una brisa algo gélida pero placentera. Había sido un día caluroso así que supuso que no estaría mal recibir un poco de frescura. Entonces mientras arrullaba al bulto oye unos aleteos constantes que comienza a descender. Su sonrisa coincide con el esplendor absoluto del sol anaranjado el cual comienza a brillar intensamente bañando a los seres escondidos bajo el árbol

-Servet

-Princesa

-Hay algo que tengo que decirle

- Y yo tengo algo para darte. Algo que seguramente te hará feliz.

-Princesa entiendo que trató de salvar a mi hermana en ese entonces. Y comprendo que tuvo que hacer lo que tuvo hacer. Y lo comprendo

-No te preocupes joven Servet

-Pero hay algo que debo decirle. Algo de suma importancia. Mi hermana cuando era poseída y controlaba al Ultimum Judicium había algo dentro de esa cosa que se me hizo familiar

-¿Qué cosa?

-El ser dimensional

-¿Qué cosa?

-Dudaba que lo conociese es una vieja leyenda que avecina destrucción y me temo que algo terrible se cierne sobre Equestria, no, todo el mundo corre peligro nuevamente. Pero no inmediatamente. Quizás mañana, quizás en semanas, años, siglos, milenios o tal vez nunca. De todas formas hay algo que debe saber.

-Antes de eso déjame…

-Por favor permítame. Ahora que detuvimos a mi hermana finalmente debo decirle él porque realmente necesitaba su ayuda

-¿Por?

-Celestia está viva. Y sé dónde encontrarla

La mirada incrédula de la princesa detuvo el tiempo un instante antes de todo volviera a la normalidad pero aun en esa normalidad ya nada iba a ser igual que antes. El sol comenzó a esconderse lentamente pero en aquel lapo inocuo pareciese que se hubiera detenido de forma permanente y con su luz bañaba los rostros de los dos personajes quienes, lentamente comenzaron a alejarse regresando cada uno por su lado a pensar en la vida y la existencia. Mientras miles de interrogantes llenaban la mente de cada uno pero aun así la princesa continuaba arrullando a la pequeña grifo que articula sus primeras palabras

-Ma…Ma… Mamá- La princesa esbozo una sonrisa y miró hacia el cielo y por un instante, tal fuera una eternidad que no duró más ella pudo vislumbrar lo que estaba por llegar. Entonces su sonrisa se desvaneció en el silencio del ocaso que dejaba de ser armonioso comenzado a oscurecerse lentamente y con ello vendría aquella sinfonía que avecinaba la muerte.

Continuará…