Título: Daños colaterales.

Pareja: Suigetsu/Karin

Rating: T

Advertencias: Palabrotas.

Resumen: "Estoy embarazada" dijo ella. Y el infierno se desató.


Daños Colaterales

—Estoy embarazada.

Suigetsu la miró un momento, sonriendo de medio lado.

—Casi cuela, pelirroja. Inténtalo de nuevo.

Karin no cambió su expresión de seriedad, lo cual preocupó un poquito al espadachín.

—Estoy embarazada, gilipollas.

Hubo un momento de silencio, en el cual él esperó verla reírse como una maníaca para después señalarle con un dedo mientras gritaba "¡Has picado!", pero eso no sucedió y Suigetsu empezó a ponerse nervioso. Lo cierto era que Karin no era muy dada a las bromas, y desde luego, jamás había estado de humor como para bromear con él.

¿Podía ser que estuviera diciéndole la verdad?

Ella seguía igual de seria que al principio, con los brazos cruzados sobre el pecho y mirándolo como si los peores crímenes de la humanidad fueran culpa suya. Nada fuera de lo normal, de no ser por la bomba que acababa de soltarle.

—¿Es mío? —se atrevió a preguntar.

La ceja de ella se movió, casi imperceptiblemente.

—Desgraciadamente.

Suigetsu empezó a reírse. Una risita entre dientes, histérica.

Estaba tan jodido…


Se despertó cuando su cara aterrizó contra el suelo, sin duda un lugar muy poco común para aterrizar. Sobándose la nariz, trató de entender lo que acababa de pasar y por qué no estaba durmiendo en su mullidita cama. Un vistazo a ésta le dio la respuesta.

Karin, con una pierna estirada en su dirección, respiraba agitadamente, mientras se acariciaba su hinchada barriga como si eso pudiera calmar sus espasmos. Suigetsu se quedó pálido cuando entendió lo que estaba sucediendo.

—Oh, joder. Joder.

Ella soltó un gruñido gutural y trató de ponerse las gafas.

—Date prisa y llévame al hospital.

No hizo falta que se lo dijera dos veces.


Apenas era capaz de sentirse la mano izquierda, pero estaba satisfecho. Su hijo lloraba a pleno pulmón en los brazos de la enfermera, que se lo tendió a la madre. Sudada y visiblemente desmejorada, Karin sonrió con satisfacción cuando cogió al pequeño entre sus brazos. Suigetsu había leído que las mujeres se ponían sensibles durante el embarazo a causa de las hormonas, así que hizo como que no vio las lágrimas en los ojos rojos de Karin cuando el bebé movió sus manitas en dirección a su madre.

Tras una serie de parpadeos para disipar las lágrimas, Karin se lo quedó mirando fijamente, con el ceño fruncido.

—Más te vale cuidar bien de nosotros, imbécil.

Suigetsu sonrió mostrándole los dientes.

—Tranquila, zorra, es lo que pienso hacer.

Ignorando la cara de pasmo de la comadrona, tanto Suigetsu como Karin se centraron en el bebé que ahora mamaba del pecho de su madre con avidez, ajeno al resto del mundo. Suigetsu no pudo evitar sentirse satisfecho consigo mismo. Muy satisfecho.

Maldita sea, era un cabrón con suerte.


Porque no me parecía justo que sólo Naruto y los demás tuvieran niños, decidí arreglarlo.

Portada de lilithkiss.

Este fanfic es para Hinata12Hyuga, que ganó en el pequeño juego que hice en mi fanfic NaruHina, Almas a Medianoche. Si vosotros también queréis un one-shot de vuestra pareja favorita, no olvidéis pasaros por el fanfic (si os gusta el NaruHina, claro está). Gracias por leerme hoy.

Gracias a mi beta, Claudy Summer, por betear el fanfic.

¡Nos vemos!

Los fanfics se alimentan de reviews, alimenta este fanfic para que crezca sano y fuerte.