Bleach y sus personajes no me pertenecen, son creación del gran y un poco odiado Tite kubo, yo solo tome a los personajes para hacer esta historia.

Hola! Gracias a todas (os) los que entran a leer el fic, a los que dejan review, y a los que lo ponen en fav o follow

Hola! no me demoré tanto, pero sólo porque es un capítulo cortito, tenía este capítulo pensado desde el principio de la historia, y quedó tal como lo quería, ahora se pone más complicado porque no he decidido como seguir, espero la inspiración acuda pronto a mi, aunque debo decir que mientras pensaba me llegó una idea para otro fic...ajaja lo sé, soy la peor, no termino ni uno y me vienen ideas para otro xD. Así que crucemos los dedos esperando que ahora la iluminación llegue, pero para el fic correcto.

Ahora ¿alguien vio el one shot de la nueva historia de Tite? es...¿extraño? Byakuya mujer, Ichigo pervertido, Hiyori sin Shinji ajajajja son algunos de los comentarios que leí por ahí, y debo decir que tiene algo de razón xD no puedo verlos sin compararlos con los personajes de Bleach. Debo decir que no me convence mucho como para que sea una serialización, pero habrá que esperar a ver qué ocurre. Sin más que agregar los dejo con el capítulo Saluditos.

Frase: "quizás fuera una pesadilla, pero no se trataba de un sueño" Canción de Hielo y Fuego - Juego de Tronos

Capitulo 17

Durante el trayecto a su casa Rukia había enviado un mensaje, por lo que dijo era para decirle a alguien que la fuera a recoger a su casa. No hablaron mucho durante el recorrido, y en un abrir y cerrar de ojos, antes de que se diera cuenta, estaban frente a la puerta de entrada de su domicilio. Mientras en su mente se preguntaba ¿Cómo demonios había llegado a este punto?

-entonces ¿vamos a entrar o no?

-claro-puso la llave en la cerradura, y escuchó como los engranajes se movían.

-espero no importunar a tu familia.

Al escuchar esa palabra todo movimiento de su cuerpo se detuvo, y pudo sentir como una gota de sudor helado corría por su espalda. ¡SU FAMILIA! ¿Cómo había olvidado un detalle tan importante? Debía evitar que la morena entrara, pero cuando pudo salir de su perplejidad, era muy tarde, Rukia ya estaba sacándose los zapatos, dispuesta a adentrarse en las habitaciones.

-espera-casi tropezó al sacarse sus zapatillas

-¿Qué ocurre?-ella lo miraba divertida, con unos ojos que aparentaban inocencia, algo que él no se creía ni por un momento.

-tenemos pantuflas paras las visitas-señaló en mueble al lado de la puerta-búscalas ahí, son de color café.

Ella se acercó al mueble, mientras él agradecía que al menos por una vez ella le hubiera hecho caso, aprovecho que ella estaba buscando en el mueble para pasar rápido a su lado, e ir directo a la sala de estar. Cuando entró en la dependencia la encontró vacía, eso era extraño, normalmente estaba una de sus hermanas viendo algún programa, o su padre durmiendo una siesta.

-ya las encontré-había llegado a su lado-pero me quedan un poco grandes.

La miró; decir que le quedaban un poco grandes era quedarse corto, casi parecían unas aletas de buceo. No pudo evitar soltar una carcajada.

-no te rías idiota-entonces miró a su alrededor-¿y tu familia?

-no lo sé-se acercó a la mesa del comedor y vio una nota.

"Ichi-nii-san, salimos a visitar al tío Kaien, llegaremos después de la cena, pero como tu saliste, supongo que también llegaras tarde, aunque de igual forma Yuzu te dejó algo de comida en el refrigerador. Le dije que hiciere una porción grande, para que puedas compartirla si llevas a alguien a casa.

Karin."

-¿pasa algo?

-no, nada.

Se acercó a él y leyó la hoja sobre su hombro-parece que te abandonaron

-algo así

Un silencio de apoderó del momento, sentía que debía decir algo más, pero no se le ocurría nada. Entonces Rukia estornudó. La miró, y pudo notar que temblaba ligeramente.

-deberías cambiarte de ropa.

-Buena idea-entonces miró a todos lados-¿Dónde puedo hacerlo?

-puedes usar mi cuarto-las palabras salieron de su boca antes de que las pudiera pensar ¿Qué demonios?

-bueno, y ¿Dónde está?

Ya no había forma de que se retractara de lo que había dicho, así que aparentando tranquilidad le dijo que lo siguiera por las escalera. No estaba seguro cómo lograba articular las palabras como si nada, siendo que dentro de él sentía un revoltijo de emociones, ¿Por qué demonios le había dicho su cuarto? ¿Estaba siguiera ordenado? Siempre hacía la cama antes de salir, pero justo ahora no recordaba si la había hecho o no ¿Había dejado las ventanas abiertas? ¿Olería bien? Podría haberle dicho el cuarto de sus hermanas, o el baño ¡DEMONIOS! El baño era el lugar perfecto, ¿por qué no lo había dicho antes?

-que interesante placa

Estaban fuera de su puerta. Nunca supo por qué decidió poner esa placa de madera fuera de su cuarto, tenía una forma extraña, como un pentágono invertido, con una calavera tallada en su centro. Lo había comprado en un santuario, nunca supo por qué, sólo le llamó la atención y no puedo evitar comprarlo.

-claro-bufó

-lo digo en serio descerebrado –miraba la placa atenta-¿De qué es?

Dudo en si responder, pero ella se veía verdaderamente interesada, así que no pudo evitar responder de forma sincera.

- es una especia de insignia que representa a los shinigamis, los…

-Los dioses de la muerte-terminó ella.

Eso le pareció extraño-¿sabes de ellos?

-si, son especies de espíritus que ayudan a las almas a cruzar al más allá.

-¿Cómo conoces esa historia?

Ella lo miró seria, parecía que dudaba en si decirle algo o no, entonces volvió a ver como temblaba. Casi se había olvidado de por qué estaba ahí afuera. Al ser consciente de la situación, de inmediato giró el pomo y abrió la puerta, dando por terminada la conversación. Al prender la luz dio un vistazo rápido para corroborar que todo estuviera en su lugar.

-entra y cámbiate antes de que te congeles.

-gracias.

En cuanto ella cruzó el umbral, él cerró la puerta. Un vez se encontró solo en el pasillo tomó consciencia de lo rápido que latía su corazón. No podía creer que ella estuviera en su cuarto. Cambiándose de ropa. Entonces se percató de algo, no le había pasado nada para que se cambiara, ni una toalla para que se secara. Entonces volvió a abrir la puerta.

-Rukia olvidé darte la ropa para…

Su frase se quedó a medio camino, al parecer ella no se había tomado tiempo para entretenerse, y había decidido quitarse la ropa mojada de inmediato, porque cuando abrió la puerta, pudo ver que su cuerpo ya no estaba oculto bajo su poleron, el que yacía en el piso, y en vez de eso sólo tenía puesta su ropa interior, un sostén de encaje negro, que le daba una bonita forma a sus pechos. Cuando usaba ropa podía parecer que no tenía curvas y hasta plana, pero ahora se pudo dar cuenta que eso no era del todo cierto, pero mientras sus ojos recorría su torso vio algo más que le heló la sangre, acaso eso era…

-¡PERVERTIDO!

Una pantufla fue lanzada directo a su cara, si bien no era un elemento tan pesado, la fuerza que tenía la enana hacía que tuviera un gran impacto en su cara, casi como si lo hubiera golpeado con su puño.

-Rukia, no…-intentó taparse los ojos mientras le explicaba-no es lo que crees…yo solo…

-¡sal de aquí, pervertido!

Gritaba mientras le tiraba lo que tuviera al alcance, su poleron mojado, algunos lápices que encontró en el escritorio, si no hacía algo, lo próximo que le lanzaría serían los libros de su repisa.

-lo siento-dijo mientras buscaba a tientas el pomo de la puerta y la cerraba de golpe.

Una vez fuera del alcance de sus proyectiles, intentó regular su pulso, lo que había visto y el esfuerzo de esquivar lo que le lanzaba le había hecho respirar trabajosamente. Cuando pudo controlarse, se acercó nuevamente a la puerta, y habló a través de esta.

-lo siento Rukia, sólo te quería pasar algo de ropa para que te cambiaras.

-¿sabes que podrías haber tocado antes?

-se me olvido, nunca quise…

-tráeme las bolsas con las cosa que compre.

-claro, pero Rukia…

-¡AHORA!

Ese grito le dio algo de miedo, así que bajó rápidamente las escaleras. Encontró las bolsas con las cosas que había comprado Rukia en el living,sobre el sillón, las tomó y volvió a subir, de nuevo se encontraba afuera de su habitación, pero esta vez recordó tocar la puerta.

-aquí está la bolsa.

-déjalas en el piso y espera abajo a que me cambie.

-Rukia, yo…

-Ichigo, haz lo que digo antes de que pierda la paciencia

Necesitaba decirle algo, explicarle el mal entendido. Sentía que si se iba ahora, si no hablaba con ella, perdería una gran oportunidad, aunque no estaba seguro de que.

-Rukia, creo que…

-Ichigo, por favor-esas palabras fueron dichas casi como una súplica.

Sintió una impotencia gigante recorrer su cuerpo, pero al escuchar esas palabras salir de la boca de ella, algo se rompió dentro de él, su voz había sido tan débil que le quitaba hasta la fuerzas de replicarle, era como si estuviera sufriendo, y aunque él no sabía el por qué, quería hacer algo para cambiar eso, pero a la vez sabía que no podía hacer nada más, si ella le pedía algo de esa forma era porque de verdad no diría nada más, hiciera lo que hiciera, así que derrotado, metió sus manos en sus bolsillos y bajó hasta el primer piso. En medio del la sala se sentía perdido, y con miles de preguntas girando en su cabeza. Cada segundo se le hacía eterno, pero sabía que debía dejarla sola, por ahora sólo tenía que esperar. así que eso hizo, se sentó en el sillón a esperar.

No estuvo seguro de cuánto tiempo pasó hasta que escuchó sus pasos en la escalera. Fue consciente de su presencia detrás de él antes de que hablara.

-Ichigo…

Se puso de pie y caminó hasta quedar frente a ella, haciendo una gran reverencia

-De verdad lo siento Rukia, nunca quise espiarte ni nada parecido, lo juro.

Sentía como si su mundo se hubiera detenido mientras esperaba alguna reacción de su parte. Espero, espero y espero. Hasta que la oyó suspirar, pero no era como de cansancio o de enojo, más bien como si estuviera derrotada.

-lo viste ¿verdad?

Su cuerpo se tensó-no, te juro que no vi nada de tu negra ropa interior de encaje.

-no estoy hablando de eso ¡IDIOTA!

Se encogió pensando que lo golpearía, pero el impacto nunca llegó. Así que levantó la vista y vio sus mejillas rojas y su mirada de odio, era una mezcla de vergüenza y ganas de matarlo. Entonces tomó un gran respiro, como si intentara controlar su temperamento, algo que al parecer le era muy difícil.

-hablo de lo otro-se cruzó de brazos y lo miró seria-¿lo viste?

Sabía exactamente a qué se refería. Quería decirle que no, que no había visto nada más, pero no podía mentirle, ni tampoco podía mirarla a los ojos, así que desvió la mirada al piso y respondió.

-lo vi.

El silencio se hiso presente, podía sentir la tensión apoderarse del aire, era tan fuerte que casi hacía que fuera difícil respirar. Pasados unos segundos no pudo aguantar más, entonces la miró, ahora ella miraba al piso, como si reflexionara sobre algo de suma importancia. Se tomó su tiempo ahí, hasta que sus hombros perdieron la tensión, y desdobló sus brazos, los que cayeron a sus costados, como si fueran un peso muerto.

-¿crees…?-su voz temblaba-¿crees que puedas olvidar lo que viste?-entonces levantó la mirada, sus ojos se encontraron.

No había forma de que pudiera evitarla, ni tampoco podía mentirle. Sentía que la respuesta que saliera de sus labios definiría algo muy importante, tanto para ella como para él ¿de verdad podría hacer de cuenta que no vio nada? La imagen de ella en ropa interior volvió a aparecer en su mente, ya no veía su nívea piel, ni el sostén de encaje, todo lo que podía ver era eso.

-no necesitas responder-la miró extrañado-tus ojos ya me dijeron la respuesta-su celular sonó, ella rompió el contacto y miró la pantalla-ya están aquí.

Vio como ordenaba sus cosas y se dirigía a la puerta. Sus piernas se movieron por cuenta propia hasta la entrada, siguiéndola como siempre. La veía ponerse sus zapatos, pero su mente estaba en blanco. No sabía qué hacer o decir. Su pequeña mano giró la manilla, estaba a punto de irse, y tenía el extraño sentimiento que si ella salía ahora de su casa, si la dejaba irse de esta forma, había una gran posibilidad que también lo hiciera de su vida. Ese pensamiento lo aterró.

-Rukia…-sus hombros se tensaron-…Rukia, yo…lo siento.

Ella se giró lentamente, tenía una expresión muy seria, ¿acaso había dicho algo equivocado? Debía decir algo más, hacer algo más, esto no podía terminar así, pero ella no le dio tiempo de pensar.

-yo también-entonces abrió la puerta por completo-adiós Ichigo.

Luego de que su cuerpo desapareciera por la puerta, supo que debió haber dicho o hecho algo más, algo que evitara que ella se fuera de esa manera, pero ¿Qué podría haber dicho? ¿Qué podía haber hecho? Nada acudía a su mente, solo la imagen de ella, y la gran cicatriz rosada sobre su nívea piel, la cual cruzaba justo por el medio de sus pechos, comenzaba en la unió de sus clavículas y bajaba hasta el final de su esternón. Era algo muy grande como para dejarlo pasar ¿Qué le había pasado? ¿Había sido un accidente? ¿Alguien le había hecho daño? ¿Cuánto dolor había aguantado? ¿Cuánto había sufrido? ¿Cuánto aún sufría? Todas las dudas lo estaban volviendo loco, pero lo que más lo atormentaba era saber que ella nunca respondería sus preguntas. Se había dado cuenta ella le permitía a la gente acercarse solo hasta cierto punto, hasta donde ella decidía que era seguro, por un momento le había parecido que él se había podía acercar más, como si hubiera traspasado una de las barreras que ella ponía, pero a pesar de que había logrado avanzar, ahora sabía que había una línea que ella nunca le permitiría cruzar ¿sería acaso esta a línea? Y de ser así, ¿le permitiría quedarse ahí o lo haría retroceder? Creía saber la respuesta, pero no quería aceptarlo.

Frienzone 0 – Cita menos infinito.


Inverse L. Reena: tal vez si vio los paraguas pero no quiso comprarlos, ajajaj debían haber cosas más tentadoras. Gracias a ti por dejarme un review! Espero te haya gustado este capítulo, y no me quieran matar.

Natsumivat: Hola! si, me gustó como quedó la interacción de la cita, siento que todo fluyó y no salió forzado, ¿lo habrá comprado? =O Ichigo no puede dejar atrás su lado protector. No sé si se esperaban lo que pasó en la casa Kurosaki, pero estaba planeado desde el principio. Es lo peor que estas en la mitad de un fic y te llegue una idea para uno nuevo de la nada ajajaja A mi me pasa igual, todas las ideas son de Ichiruki, son mi obsesión, es que son tan perfectos juntos! El Ichiruki nunca morirá! 3 Saludos