Disclaimer's incluidos.

Bueno después de muchos, muchos meses. Por fin vuelvo a salir de donde estaba ¿Cómo están , todos? Espero que bien, no tengo excusa, lo sé. Y seguramente también se han olvidado de este fic, no los puedo culpar por ello, al final, yo, también lo deje a un lado por un tiempo y pues en esta época es cuando tengo mis horarios más despejados. Deben pensar que soy lo peor...Aunque bueno para no molestarlo más, los dejo con el capítulo 5.

Por cierto, deben darle un enorme aplauso a: Just-Hatsumi. Sin ella, creánme, estariamos en la ollo hirviendo porque no tendría nada decente que mostarles...así que también, denle las gracias (?)

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-Contrastes del dolor-

Capítulo 5. Desde las sombras

"El poder tiende a corromper, el poder absoluto corrompe absolutamente."—Lord Acton

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Tokio, 2012

Era curioso ver y escuchar cómo la gente parecía completamente ajena al dolor, cuando por momentos lo era absolutamente todo. Deberían estar conscientes de que las acciones están regidas por lo que el otro se empeña en hacernos sentir. Deberían saber que las intensiones no son siempre buenas y llega un punto en el que las cosas se desploman a tal velocidad que es imposible no salir herido.

Mentirosos, que devoraban al mundo sin pensarlo dos veces, actúan bajo leyes propias buscando una respuesta para aliviar el dolor latente en sus corazones.

Sin embargo, no todo era lo que se veía por primera vez. Siendo un maestro del disfraz, intercambiaba máscaras y escondía otras tantas facetas que a algunos no convenía revelar. Un mundo donde la historia estaba marcada con sangre y el dolor terminaba siendo su protagonista, tomando poder de todo aquello que caía en sus manos sin poder huir a buscar un escondite. Valentía, nobleza, libertad… ¿Qué era eso a comparación de lo que sucedía en realidad?

Pensaba mirando a través de la ventana. Las calles que parecían hacer el contraste perfecto con el moderno y ajetreado centro de Tokio lo hicieron cuestionarse, como siempre. Que había orillado a todo el mundo al huir de ellos; y en qué momento los valores y la justicia habían pasado a un segundo plano, permitiendo que personas como su tío—y sobre todo él mismo— tuvieran el poder sobre el país. Esto último era un secreto a voces que era conocido perfectamente por todos pero dejado en la ignorancia a conveniencia.

Y la verdad es que todo se reducía a eso. La gente le buscaba por un propósito más oscuro y egoísta, y por eso era tan difícil confiar en el resto. Su yo actual era un reflejo activo de lo que el mundo quiso de él. Sinceramente no se arrepentía de nada, pues los golpes había fortalecido su entereza y dejaron a un lado el niño crédulo que en un pasado fue. Todo tenía una razón de ser. En esos momentos —cuando las cosas ya estaban planeadas y las estrategias de juego establecidas en sus puntos— solo era cuestión de tiempo para que todo finalizara acorde a sus planes.

—Sasuke-sama—le saludaron abriendo la puerta de su coche y haciendo una reverencia larga, mientras él salía de éste y se dirigía al encuentro con su tío Madara.

Fue escoltado en silencio por un largo pasillo hasta el salón principal. Al abrir las puertas se encontró con un hombre de edad avanzada, que estaba sentado sobre una de las sillas que le otorgaban una vista de todo el lugar, demostrando la importancia de su posición y esperando con aburrimiento su llegada. El cabello canoso por los años, el cuerpo ancho y las duras facciones del rostro con cicatrices que adornaban levemente las zonas de las mejillas, junto con unos labios resecos y arrugas alrededor de sus ojos oscuros —negros como la noche advirtiendo peligro—, fueron algunas de las características que Sasuke notó en aquel hombre.

—Tío—murmuró simplemente, caminando hacia la silla opuesta. Tomando el asiento correspondiente, una mujer de vestido tradicional salió de un costado para servir el té y dejar los aperitivos en su lugar antes de volver a la penumbra de la habitación. No dijo ninguna palabra y mucho menos hizo gestos que delataran su presencia.

—Tan puntual como siempre, Sasuke—señaló con una leve sonrisa. Al dar un pequeño sorbo a su té, hizo destacar el dedo meñique mutilado de su mano derecha. Frunció levemente el ceño al verlo—. Por esa razón me agradas muchacho. Lejos del apellido Uchiha, demuestras tu obediencia y grandes estrategias te han ayudado a estar en esa posición: una gran empresa y otras cosas más que aumentan a cada minuto, como los números en tu cuenta bancaria. Y claramente lo resultados también se ven en nuestros asuntos, pues antes parecía más complicado tentar a los oficiales y ponerlos de un lado no tan legal.

Rió con energía entrecerrando los ojos, esperando la respuesta del azabache.

—Gracias, tío.—respondió con simpleza, tomando un poco más del té que le habían servido.

Con los años había aprendido que la respuestas cortas —que ocultaban palabras para resaltar a ciertos miembros— los hacía demasiado feliz. Las supuestas apariencias se presentaban en unas simples frases que podría definir todo lo que eras en un grupo yakuza. Además de los tatuajes, mujeres, el dinero y sus posesiones; el arte de la palabra parecía que resaltaba más que el resto.

Había visto muchas cosas durante esos años. Presenció algunas que se llevaría al más allá, y otras que aún seguían en camino y con los resultados deseados. Había trabajado todo su vida para eso, y nada ni nadie lo haría cambiar de opinión. No se volvería nunca uno de esos cobardes que se retractaban de sus palabras ante el mínimo signo de inseguridad invadiendo su vida y poniendo en peligro lo que le rodeaba.

Al observar por unos segundo suna parte del tatuaje que se asomaba por el cuello del kimono de la mujer, no puedo evitar que una pequeña sonrisa se escapara de sus labios. La cabeza de un Suzaku —también conocido como el "Fénix Carmesí"—resaltaba entre la piel blanca y no pudo evitar recordar las innumerables historias que había escuchado acerca del hombre que estaba sentado frente a él, su antecesor. Podía considerarlo como uno de los pocos Uchiha que sobrevivieron, entre tantas tormentas, aquella masacre que había dado el gobierno sobre su familia hace tantos años. Esto significó la extinción de un legendario clan samurái que se vio obligado a reducirse y a trabajar como mercenarios para el mundo. Estaba consciente de que el significado de aquella criatura tatuada en la piel de la esposa de su tío significaba más que una marca de posesión.

Aquel dibujo era un ave mitológica que representaba el sur y el elemento fuego, y significaba el poder que le había dado el cielo a la emperatriz para poder dar su voto. Aunque todos quieran ir en dirección contraria, ella siempre tendría la última palabra. Era símbolo de virtud y gracia: la unión del yin y el yang.

Dando un pequeño sorbo a su taza, no pudo evitar pensar en el tatuaje que yacía sobre su espalda e incluso alcanzaba su hombro derecho. Él, Sasuke Uchiha, tenía a Taka: un ave grande, viciosa y carnívora. Por muy desesperados que estén, estas criaturas jamás se rebajarían al nivel de comer cereales. Se había hecho ese tatuaje para prometerse a sí mismo que nunca aceptaría dinero o artículos sin razones justificables, pues la gente podría venir buscando otra cosa en un futuro y él no podría hacer nada para evitarlo. El ave estaba posada sobre un árbol de cerezo,pues para sus antepasados éste tenía un significado importante: cuando llegara su final,debería caer con la misma gracia que sus flores .

Conjuntamente, a su costado derecho tenía tatuada una serpiente de color blanco que ascendía con gracia y sin prisa por todo su dorso, hasta llegar a la mitad de su hombro. La serpiente era la mensajera de los dioses; y además, le otorgaba una vida larga y ,con el tiempo, la adquisición de poderes para poder controlar la naturaleza y lograr sus fines. El cumplir sus metas era la única razón que tenía para vivir. Eso se resumía a una palabra: venganza.

—Sasuke—le llamó Madara, mirándolo fijamente—. ¿Cuándo sentarás cabeza, muchacho?

La pregunta fue realizada sin prisa, esperando una respuesta que le satisficiera. Esto tomó a Sasuke desprevenido, porque muy pocas veces tocaban temas de su vida privada. No era precisamente un santo en ese sentido. Había estado con mujeres, pero no eran cosas realmente serias. Ellas solo eran de momento para divertirse y no sentirse tan solo mientras planeaba su venganza. En más de una ocasión usó a algunas para acercase a su objetivo.

—Aún no es tiempo tío. Debo terminar muchos asuntos antes de pensar en ese tipo de cosas.

—Que estupideces dices, Sasuke. Si llegas a morir, debes dejar una descendencia. La mujer que elijas seguirá nuestras tradiciones y costumbres. Portará con orgullo los tatuajes sobre su piel y el apellido Uchiha.

—Lo sé, tío. Pero antes que nada, debo acabar con los culpables de nuestra caída; terminar con quienes se atrevieron a retarnos y pensaron saldrían vencedores; mostrarles quienes somos y que se arrepientan.

—Como buen Uchiha. Defendiendo el apellido y alimentando más rumores desde las sombras que nos ocultan. Creciendo en poder y otorgándolo a aquellos que son convenientes, escalando cada día más alto.

—Tío, tú sabes tan bien como yo que los Uchiha somos esa mala mano de la sociedad Japonesa; ya pesar de ello, la gente busca relacionarse con nosotros para obtener poder. ¿No te parece curioso? Siempre que veo sus ojos, éstos están invadidos por el miedo de que podamos hacerles algo. Aún así, siguen ahí como mansos corderos esperando que les demos un poco de lo que tenemos. Anhelan llegar hasta nosotros,aunque signifique una sentencia de muerte silenciosa.

—Tienes razón en eso, Sasuke—alzó la taza de té hacia él antes de tomar un sorbo—Aunque eso hace que nuestros objetivos sean más fáciles, ¿verdad? —repentinamente, Madara cambió el tema de conversación—.Y dime, ¿cómo va tu misión personal?

—Estoy cerca de alcanzar mi victoria, la venganza que hace tantos años había prometido ejercer sobre ellos. Conocerán el dolor y la humillación, y la soledad los embargará. Nunca debieron haber compartido el sake con un yakuza. O peor aún: creer que podrían salir ilesos de un juramento silencioso.—murmuró, mirando con sus ojos negros fijamente a su tío.

—¿Y los nuevos Kobun? ¿Qué te parecen esos muchachos? Ya estás actuando como todo un Oyabun... —le dijo Madara con orgullo—. ¿Has aplicado algún castigo Sasuke?¿Has tenido que perdonarle la vida a alguien?

—Por el momento, no. Tal vez en un futuro cercano lo haga.

Un atisbo de sonrisa adornó su rostro por breves momentos al pensar en sus objetivos. Estaba saboreando la victoria en su era cuestión de tiempo.

Se observaron fijamente, en una batalla silenciosa de miradas azabaches. Tenían tantas cosas en común pero había tanta distancia entre ellos al mismo tiempo...Sasuke había crecido bajo la tutela de su tío luego de aquella tragedia, después de jurar venganza a la tumba de sus padres. Trabajó durante años para llegar a ser un Oyabun y crear su propio Clan. Para que Susanoo extienda su poder, unió fuerzas con Madara y crearon lo que eran entonces.

Aparte de los honorarios que recibían por la seguridad que brindaban en ciertas zonas de la cuidad y los establecimientos que alquilaban, se habían ido apoderando lentamente de la mayor fuente de ingresos del país: no solo la pesca, sino también de las importaciones y exportaciones en el país. Esto de alguna manera facilitó sus demás tratos no tan ilícitos.

Lanzando un pequeño suspiro, se sacudió una mota en su traje. Le dio una última mirada a su tío, para despedirse de él con una pequeña reverencia. A pesar de que él no mencionaba directamente lo sucedido con sus padres, Sasuke sabía que su tío también deseaba venganza. Su único hermano murió en manos de unos incompetentes que pensaron que eran más inteligentes que él. Le ayudaron con ciertos contactos y llevaron a los enemigos hacia él.

—Ve con cuidado, Sasuke—le advirtió a sus espaldas cuando llegó a la puerta.

—Siempre, tío Madara... —respondió saliendo del cuarto, dando una rápida mirada a los hombres en el lugar.

Se dispuso a salir de la casa para seguir con el trabajo que tenía aquel día. Mirando por unos minutos su reloj de pulso, suspiró con aburrimiento al percatarse de que aún era muy temprano para mandar a sus hombres a cobrar el dinero de los servicios que otorgaba su clan a ciertas zonas de la ciudad. Eran los lugares más concurridos, pero también peligrosos, que en muchas ocasiones ni siquiera lo policías eran capaces de detener el abuso. Sólo ellos podían hacerlo.

Dejando que una sonrisa escapara de sus labios, esperó a que uno de sus hombres abriera la puerta del coche para ingresar. Recordó todo el poder que tenía y lo que estaba haciendo con él para sus propósitos. Sería sólo cuestión de tiempo. Por el momento, seguiría aparentando y trabajando para ocultar lo demás.

—Señorita Nagano—llamó a través del celular.

Señor Uchiha, buenas tardes. ¿En qué lo puedo ayudar?—preguntó Sakura, al otro lado de la línea.

—Dentro de una semana se iniciarán las actividades filantrópicas de la empresa. Si necesita más información, solicítele a la señorita Karin Uzumaki para que la instruya—y colgó antes de siquiera esperar una pregunta de su nueva secretaria.

Miró por unos minutos al exterior y no pudo evitar soltar un suspiro de aburrimiento. La luz del sol era muy molesta, pero aún no llegaba a él y nunca lo haría. Estaba condenado a vivir en las sombras al ser el dueño de un poder que muchos anhelaban; pero que otros deseaban quitarle para destruirlo y hacer pagar sus crímenes. Se trataba de una guerra silenciosa para el resto de la cuidad.


Aquí, punto uno. El sospechoso se encamina a las empresas. Cambio.

Entendido. Informaremos a la agente.

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Continuará.


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Bueno leer también es para dejarte una aprendizaje, a parte del momento de entretenimiento que nos permitimos. Así que por aquí les dejo dos palabritas que seguramente no han escuchado o tal vez si, respecto a la organización de los Yakuza. O otro dato importante, los Yakuza no suelen tatuarse como lo hacen modernamente, sino que utilizan un método más tradicional y doloroso...por eso, cuando un miembro tienen muchos tatuajes, significa que puede soportar una gran cantidad de dolor. El tiempo para que se termine cada pieza es bastante extenso.

Actualemente, hay algunos establecimientos que no dejan entrar a la gente que esta tatuada. Porque en la antiguedad también se usaba para distinguir a un criminal...Realizando unas pequeñas marcas en sus brazos, los cuales, más tarde adornaron.

Bueno, eso me dijo el documental. xDD

VOCABULARIO

Oyabun: tiene el rol del padre

Kobun: Tiene el rol del hijo y debe jurar lealtad al oyabun por medio de una ceremonia de iniciación. De desobedecer o decepcionar al oyabunpuede recibir un castigo, como la obligación demutilarseuna parte del dedo meñique

Lo sé, lo sé. Va un poco lento la interacción SasuSaku y todo lo demás, pero hay que ser un poco pacientes...La verdad, yo no soy la mejor escribiendo el tipo de romance con flores y corazones, me gustaa más la acción, la guerra y ese tipo de cosas...Más ilícitas.

Por otro lado ¿Qué venganza es de la que esta hablando Sasuke? Descubriráa a Sakura? ¿Qué creen que sucederá en el siguiente capítulo?-El cuál ya esta en proceso de escritura-

Bueno hasta aquí llegamos por hoy. Espero les haya gustado, por ahí les tengo guardada una pequeña sorpresa (?) Aunque no tiene título...aún. Que la señora inspiración llegué, y me prenda el foco con un nombre cool.

Gracias por leer, estaré esperando ansiosas sus opiniones de esté capítulo.

Cuídense