Parte 2

No sabia hasta donde iba a llegar él, pero para ser honesta, me gustaría que no se limitara. Comenzó, con duda, yo sabía en lo que él estaba pensando. No se lo quise asegurar ya que pensar en mi padre en estos momentos seria una perdida de tiempo.

Con una facilidad increíble se libró de mi abrigo, para después continuar con mi blusa. Tener que admitir que estaba nerviosa era como decir que tenía miedo. No, así no era. Era todo lo contrario, quería acercarme más.

Con delicadeza me colocó sobre las hojas caídas de los árboles. Hacia frió, pero al tener su piel contra la mía, no lo notaba.

Mi respiración se agitaba movimiento tras movimiento. Acelerando mi pulso con cada caricia. Mi piel parecía estar envuelta en llamas, en cualquier lugar donde tuvieran contacto sus manos. Si empezaba a quemarme, de seguro no lo notaria.

Sentía su calido aliento en mi cuello, presionando su labios contar mi nuca. Un ligero escalofrió recorría mi espalda de vez en cuando, haciendo que me acercara más a él, lanzando suspiros.

Mis manos recorrían su espalda. Me aferraba a su cintura y en un desesperado intento de zafar su camisa, la rompí. Cosa que no pareció importarle mucho. Al contrario pareció disfrutar de mi sonrojo a causa de mi acto.

Me beso nuevamente pero esta vez con mas fuerza. Sentí su calor, su cuerpo (aún con ropa) junto al mió, desesperada por no notar un avance en las caricias que me daba.

— ¿Acaso tienes miedo Jacob? —Susurré, incitándolo a que avanzara — ¿Tienes miedo de lo que pueda hacerte un vampiro? —noté en sus ojos la ira que esto le producía. Le atine. Me envolvió en sus brazos una vez más. Notando por primera vez lo que yo buscaba. Abrí mis piernas aferrándolas a su cintura. Mientras él me quitaba la última prenda que me cubría de la cintura para arriba.

Me miró y sonrió, encantado por lo que veía, besándome de nuevo, no solo limitándose a mi boca si no también recorriendo cada parte de mi cuerpo al su alcance.

Mi corazón parecía explotar de un momento a otro debido a lo rápido que latía mientras sentía los labios de Jacob por todo mi torso.

Abrase su cintura, besando su cuello y hombros. Sintiendo en mi boca un sabor peculiar que impedía que parar aquello.

Ya luego me las arreglaría para que mi papá y mi mamá no me dejaran viuda antes de casarme.

Se paró conmigo aferrada a su cintura para recargarse en un árbol. Sus manos luchaban por deshacerse de mi pantalón mientras que yo por el suyo, bajándome de un salto para contemplarlo mejor.

Era la primera vez que veía algo así. Y también era la primera vez que yo me mostraba así: desnuda. Me parecía extraño que no sintiera pudor alguno, me sentía en confianza y él también.

Se acerco a mí lentamente, observando mi expresión.

—Parece que ahora la que tiene miedo eres tu ¿No, Nesie? —ignorando su burla lo besé, colocando mis manos en su cintura, sin querer soltarlo jamás. Se separo de mí, me besó el cuello. Succionando mi piel. Tal vez mañana amanecería con un moretón.

—Despacio Jacob —me quejé.

— ¿Qué acaso no eras tú la que pretendía ir mas rápido? —olvidándome de todo por completo me deje llevar, arrojándolo al suelo y colocándome encima de él. Estaba claro que a este juego podían jugar dos.

Al cabo de unos minutos, las caricias subieron de tono, así como también nuestra respiración. Nuestros cuerpos se movían a un ritmo lento, mientras yo sentía como todas mis terminaciones nerviosas estaban al límite de su capacidad.

Había leído aquello hace no mucho tiempo. En ese entonces no tenía curiosidad de probarlo. Pensaba que el sexo sólo era para preservar la especie. Hoy me di cuenta que significa mucho más.

Entonces pronto sentí una leve presión entre mis piernas, invitándome a respirar más agitadamente. Abrace a Jacob con fuerza, mordiendo su cuello en un intento desesperado por no gritar. Sintiéndolo cada vez mas cerca de mi… cada vez mas dentro…

Por primera vez en mi vida sentí como aquello por lo que vivía dentro de mi, fue como si por unos instantes fuéramos uno solo. Mi vida tuvo sentido, lo único que importaba en ese momento solo éramos el y yo.

Un escalofrió seguido de un impulso eléctrico, recorrió mi cuerpo. Sintiendo todo mil veces mas y mejor. La piel caliente de Jacob sobre la mía, su respiración agitada en mi boca, el frió del viento (que en esos momentos me pareció tibio). Eran muchas sensaciones para mi cuerpo, estaba apunto de explotar…

No se exactamente cuanto duramos así, creo que fue mucho. De cualquier manera, eso fue lo mejor que me pudo haber pasado. Me quede dormía en sus brazos. Sintiendo su cálida piel junto a la mía y su pecho que subía y bajaba debido al cansancio. Desperté poco después para poder mirar juntos el crepúsculo, y así, recargada sobre su pecho, ver el inicio de una nueva vida juntos.


Notas de autor:

¡Corregido!

Arreglé errores de ortografía y gramática. La esencia y trama siguen igual.

¿Merece un review?

Lily N.

2.- Puesta de sol. Otoño, 2009.

Corrección: Junio, 2016.