Era una noche tranquila en la Aldea Oculta entre las Hojas. Se respiraba una gran paz en el aire. Los shinobis patrullando, los comercios cerrando sus puertas o a punto de hacerlo; en fin, todo era tranquilidad. Bueno, no todo; en la mansión Hokage, específicamente en una de las numerosas habitaciones, podemos apreciar a dos personas, la primera era un hombre rubio y la segunda una mujer pelirroja. Ambos se encontraban acostados, pero algo les molestaba o eso parecía ya que sudaban como si estuviesen teniendo una pesadilla:
— SUEÑO DE MINATO —
Minato Namizake, Yodaime Hokage estaba parado en un campo de batalla, el cielo era iluminado por la luna, se sentía agotado, como si hubiera librado una pelea contra algún ejército, volteo a su derecha y observo a Kushina con leves raspones en su cuerpo.
Cuando un rugido lo obligo a dirigir su vista hacia enfrente observando una criatura tan aterradora como el mismísimo Jūbi que se alzaba contra la bestia ya mencionada, tenía forma de dragón, su cuerpo era completamente color morado, de su espalda sobresalían alas pudo ver eran 3 pares, miro a su rostro, dientes afilados se alcanzaban a apreciar en su boca junto con una especie de mascara dorada que cubría la mitad de su rostro, en sus manos sostenía una especie de esfera de color negro.
Aquella criatura luchaba contra la bestia de 10 colas pero de un momento a otro aquel dragón escupió un fuego de color morado matando al Jūbi con demasiada facilidad.
Nii-san debe haber alguna otra forma —oyó el grito y dirigió su vista a una pelirroja de ojos azules al ver el gran parecido con su esposa dedujo que era su hija quien derramaba lágrimas de tristeza y desesperación
Naruto-kun por favor no hagas esto no quiero perderte ninguna de nosotras quiere debe existir otra forma —fue otra voz que estaba presente en aquel lugar
¿Naruto? —Se preguntó dirigiendo su vista hacia su hijo parado frente a una pelirroja-castaña que lloraba de forma incontrolada—
Minato se asombró con el gran parecido que ambos tenían, observo a su hijo con más detalle. Se veía demasiado cansado, su ropa estaba rota mostrando muchas heridas de las cuales todavía se podía observar que brotaba sangre. pareciera que había peleado con alguien realmente fuerte y esas fueron las consecuencias de la batalla, mas fue su asombra cuando el rubio menor tomo a aquella chica por la cintura y la beso, duraron así unos minutos después de que paso un tiempo se separaron, Minato pudo apreciar como ambos tenían lagrimas cayendo por su rostro como si algo terrible les fuera a pasar fue entonces que Naruto hablo
—lo siento pero es la única manera de derrotarlo no tengo otra opción—
el Hokage tuvo un recuerdo de cuando el Kyūbi ataco de alguna forma fue la misma escena que vivió con su esposa, creyendo que tal vez no regresaría de esa pelea con vida. Pudo apreciar como su hijo se arrodillaba frente a la chica para proceder a levantar su camisa, beso su vientre para luego pegar su frente en el murmurando algunas palabras mientras derramaba lagrimas dichas palabras fueron escuchadas por el Yodaime
—perdóname pequeña, papá no estará para verte crecer, se feliz y cuida a tu madre y hermanos-—
pudo notar el dolor de su hijo al decir aquellas palabras. Se separó de la chica enfilándose a aquella criatura que rugía de forma imponente no titubeo ni un segundo cuando se lanzó al ataque con dos aparatos extraños en cada mano.
Minato no dudo ni un segundo, a pesar de cómo se sentía se lanzó en dirección hacia donde se dirigía su hijo, no iba a dejar que el librara una batalla de estas proporciones solo, cuando se acercaba más una luz envolvió a Naruto cegándolo momentáneamente
—FIN DEL SUEÑO—
Despertó de inmediato con algo de sudor cayendo por su frente noto movimiento en la cama era su esposa moviéndose algo brusca sobre la misma
tal vez tiene una pesadilla —murmuro el rubio sobre la cama—
—SUEÑO DE KUSHINA—
Podemos ver a la pelirroja caminando sobre un paraje desolado, todo se veía como si una gran batalla se hubiera librado en aquel sitio, pudo apreciar sollozos a la distancia, camino más hasta toparse con una versión ya crecida de su hija junto con un rubio que rápidamente reconoció como su esposo, ambos derramaba lágrimas lo cual extraño a la pelirroja mayor, Minato muy pocas veces lo había visto llorar
—Nii-san perdóname— dijo la pelirroja menor abrazada de su padre deseando que sus palabras fueran escuchadas
—Soy un maldito infeliz— está vez fue su esposo el que hablo derramando lágrimas de dolor
La pelirroja estaba confundida ¿porque lloraban?¿qué había pasado? Eran sus dudas hasta que una voz que no había escuchado desde hace mucho tiempo la saco de sus pensamientos.
MALDITA TOMATE —dijo aquella voz haciendo que la pelirroja se enojara—
A quién le dices... —Sus palabras fueron calladas cuando pudo reconocer a la figura que estaba frente a ella—
aquella pelirroja-castaña que rápidamente reconoció como el Kyūbi estaba libre, una cosa que pudo observar era que como la zorra derramaba lágrimas sosteniendo a alguien entre sus manos no pudo reconocerlo hasta que la biju hablo
espero que estés satisfecha —dijo en un tono sarcástico pero se palpaba el dolor en sus palabras— tú y esta maldita aldea siempre se han esforzado en quitarme todo aquello que tenía y me hacía feliz
De que estas hablando —pregunto la pelirroja observando la actitud de la demonio—
Primero la maldita de Mito me encierra privándome de mi libertad en vez de ayudarme claro como soy un demonio para ustedes ¿qué importancia tiene lo que yo quiera? ¿VERDAD? —exclamo furiosa— Después tú me mantienes encerrada para que ni siquiera me saludes, soy liberada por ese estúpido Uchiha que intento controlarme, luego el estúpido de tu marido me separa de mi poder y me vuelven a encerrar, solo para ver como mi nuevo contenedor sufría horrores por esos estúpidos aldeanos —hizo una pausa mientras la pelirroja veía como las lágrimas caían sobre aquella persona en los brazos de la biju— a pesar de todo lo que le hicieron siempre fue muy amable conmigo, jamás me culpó por todo lo que sufrió.
El me dio todo aquello que yo anhelaba. poder volver a sentir el viento en mi rostro una vez más, un amigo con quien platicar, pero lo más importante, —Fue entonces que la biju comenzó a sollozar— un hombre que me hizo la mujer más feliz junto con la otras chicas
Repentinamente atrás de la biju aparecieron varias siluetas de mujeres, algunas nunca las había visto en su vida, otras que reconoció inmediatamente, como su amiga Mikoto junto con su hija, la ex alumna de Orochimaru Anko, la hija del dueño de su restaurante favorito y las hermanas Hyūga. curiosamente solo la castaña la miraba con odio puro mientras que la peli azul solo la miraba con desprecio
Pero el hombre que ame y futuro padre del bebé que crece en mi vientre está muerto —está vez no se contuvo y comenzó a gritar mientras derramaba lágrimas— Y TODO ES TU CULPA KUSHINA
¿Que? —Dijo algo indignada al ser culpada, estaba a punto de reclamar cuando aquella figura que sostenía la zorra se dio a conocer—
Tenía el pelo rubio, aunque su característica más notable eran unas marcas en las mejillas de su pálido rostro. Kushina solo conocía a alguien con ese rasgo tan distintivo.
NO NO NOO — dijo saliendo del shock empezando a derramar lágrimas tratando de convencerse de que no estaba muerto — NARUTO NO PUEDE ESTAR MUERTO, MI BEBE...
TU NO TIENES NINGÚN DERECHO PARA RECLAMARLO COMO HIJO —grito con una expresión de furia marcada en su rostro—TU Y TU MALDITA NEGLIGENCIA Y LA DE TU FAMILIA HICIERON QUE NARUTO PASARA UN INFIERNO EN ESA MALDITA ALDEA
Eso….no…..es verdad —dijo la Uzumaki pues ella creía que así como trataban a su hija, su hijo sería visto como un héroe pero la biju le dijo unas palabras que le agrietaron el corazón—
¿ESO CREES? Y DIME DONDE ESTABAS CUANDO SIEMPRE LO GOLPEABAN HASTA CASI MATARLO —pregunto la pelirroja-castaña— AUN RECUERDO EN SU SEXTO CUMPLEAÑOS LO CRUCIFICARON EN EL BOSQUE DE LA MUERTE SOLO PARA DESHACERSE DE MI
Kushina abrió los ojos ante la revelación, ella no quería creerle, se suponía que ambos eran tratados como héroes fue entonces que la escena cambio. Ahora podemos observar un día gris y lluvioso, mientras una confundida Kushina observaba a la gente a su alrededor y el lugar donde se encontraba, pudo reconocer como todos iban vestidos de Negro lo cual era un mal presentimiento, aquel lugar era nada más ni nada menos que el cementerio de Konoha.
Frente a ella pudo observar un arreglo floral cerca de un ataúd color Negro mientras toda la gente murmurar cosas que apenas alcanzaba a oír.
Perdóname —fueron las palabras de un aldeano que derramaba lágrimas de arrepentimiento— creí que era el demonio que estúpido fui
No fuiste el único amigo —otro de los aldeanos poso su mano sobre su hombro tratando de consolarlo—
Por Kami que hice —fueron las palabras de una aldeana que todavía seguía en shock —
Ella no quería aceptarlo su hijo no estaba muerto no quería creerlo fue sacada de sus pensamientos cuando Sarutobi Hiruzen antiguo Hokage hablo
Naruto fue como un nieto para mí —hablo el hombre de edad avanzada— a veces podía ser un dolor de cabeza por todas sus travesuras y bromas —dijo soltando una leve risa recordando como el pequeño rubio podía burlar a Jōnin , Anbus y Chūnin con gran facilidad escapando rápidamente de ellos— aun así eso no le quitaba el enorme corazón de oro que poseía, junto con esa determinación tan fuerte como el acero y un espíritu indomable. Un digno representante de la voluntad de fuego, algo que la mayoría de los shinobis de esta aldea han perdido
— todos los ninjas incluyendo a Jiraiya, Minato y su hija simplemente agacharon la cabeza avergonzado por las palabras que el Sandaime les dijo—
Siempre sospeche que lo maltrataban por estos aldeanos que alguna vez jure proteger, debido a mi edad me era imposible poder ayudarlo, creí que Kushina o Minato lo notaria y aclararían las cosas —hizo una pausa pues el hombre comenzó sollozar— que estúpido fui, a pesar de todas las atrocidades que esta aldea le hizo el jamás odio a nadie eso me hace pensar en todas las veces que le dijeron demonio, cuando los verdaderos monstruos eran otras personas.
todos los civiles agacharon la cabeza avergonzados por sus acciones contra el rubio menor, algunos se aterraron por el posible castigo por torturar y golpear al hijo del héroe más grande de la aldea.
Kushina pensó que tal vez se trataba de un genjutsu y varias veces trato de disiparlo fue cuando noto que todo era real
- NOOOOOOOOO, MI BEBE, MI NIÑO NO ESTA MUERTO — mirando aquel ataúd su sorpresa fue demasiada al ver a la persona que se encontraba dentro.
pelo rubio, piel pálida debido a la ausencia de vida, unas marcas en cada una de sus mejillas pero lo más notorio era una sonrisa en el rostro como si estuviera feliz de haber muerto fue cuando su esposo se acercó y le dijo unas palabras que terminaron de romperle el corazón
-Kushi-chan, Naruto…. esta muerto….. no hay nada….. que…. podamos hacer —dijo el rubio sollozando, pero aquella pelirroja ojivioleta no podía escuchar otra cosa, en su mente lo único que se repetía era que su hijo estaba muerto observo como era sepultado el ataúd que contenía el cuerpo de Naruto hasta que...
- FIN DEL SUEÑO -
NARUTOOO -despertó respirando de manera agitada, con lágrimas escurriendo por su rostro.
Antes de que Minato pudiera preguntar, se levantó de la cama en donde ambos dormían y corrió a la habitación de sus hijos, una vez llego ahí observo a ambos pequeños dormidos tranquilamente, como si no tuvieran ninguna preocupación en la que pensar.
La pequeña pelirroja estaba muy tranquila así que solo se acercó a ella depositando un beso en su frente, mientras el bebé rubio empezó a gimotear señal inequívoca de que despertaría, Kushina se acercó y tomo al niño en brazos arrullándolo para que se calmara.
En ese preciso momento Minato llega a la habitación observando como su mujer arrullaba a su hijo
¿estás bien? —Pregunto el rubio preocupado por como reacciono su esposa después de ese sueño—
Si eso creo —respondió la pelirroja dudando un poco en su respuesta—
¿Quieres hablar de ese sueño? —Volvió a preguntar Minato recibiendo una respuesta negativa por parte de su esposa—
Kushina era de las mujeres que no se asustaban fácilmente, pero esa pesadilla tuvo que haber sido por demás aterrador para que se despertara de esa forma.
Una vez que el pequeño rubio se calmó, procedió a dejarlo en su cuna, ambos adultos se retiraron a su habitación, internamente le rogaban a Kami-sama el no volver a tener ese tipo de sueños.
Mientras tanto, en algún lugar en el planeta, una oscura deidad reía maliciosamente con una sonrisa perversa adornando su rostro, lanzaba grandes carcajadas que indicaban su regocijo con motivo de su futuro éxito.
—A veces los mortales pueden llegar a ser tan divertidos —dijo a la nada con tono burlesco—. Pero bueno, yo hice mi parte y como ellos ignoraron mis advertencias podré reclamar el alma del niño rubio cuando muera —indicó victorioso—. Oh sí, tú mortal que osaste en desafiarme, tu castigo comenzará pronto, de igual manera tendré su alma —Y volvió a reír, si alguien lo hubiese escuchado lo más seguro es que sus huesos se hubiesen congelado del miedo