El club de la media noche de las CMC.

Capitulo 3.

Era de tarde en Sweet Apple Acres. Se podía sentir un aroma dulce viniendo de la cocina. Apple Bloom entra al lugar, y observa a su hermana sacando un pie de manzana, del horno. La potranca estaba mirando esa comida con deseo, pero en ese momento Applejack habla.

— Ni si quiera lo pienses dulzura. Este pie es para la cena de hoy.

— ¿Puedo darle solo una probada? — dice Apple Bloom haciendo una tierna mirada de suplica

— No. Podrás hacerlo en la cena.

— Pero faltan unas horas.

— No es no.

Applejack deja el pie en la ventana, para enfriarlo, y sale del lugar. Apple Bloom seguia mirando el delicioso pie. No quería esperar para probarlo, así que solo quedaba una cosa por hacer.

Una hora después, Apple Bloom llega corriendo con su hermana, quien estaba revisando unas facturas.

— ¡Applejack! ¡Applejack! ¡Algo terrible pasó!

— ¡Por todos los corrales! ¿Qué ocurre?

— Fue horrible, yo estaba en la cocina cuando, de repente, un mapache entro a la cocina.

— ¿Un mapache?

— ¡Sí! Corrió por toda la cocina, y al salir por la ventana, tiro el pie al suelo. Te muestro.

Las 2 hermanas llegan a la cocina, donde había un pequeño desastre. Applejack observa el lugar, y ve su pie tirado en el suelo. Se acerca a observarlo y suelta un suspiro.

— Bueno. Lo importante es que no te pasó nada — dice Applejack abrazando a su hermana.

— Perdón por lo haber hecho nada.

— No te preocupes por eso. Ve a tu cuarto. Te aviso cuando la cena esté lista.

— Muy bien.

Apple Bloom sale de la cocina, con una sonrisa en su rostro. En su boca sentía un dulce sabor, el cual pertenecia al pie de manzana que comió.

Esa noche Apple Bloom dormía en su cuarto, pero se movía bastante. Estaba claro que tenía una horrible pesadilla.

— AHHH — grita la potranca despertando — Solo fue un sueño — se recuesta de nuevo y se duerme.

Cada vez que volvía a dormir, tenía pesadillas horribles. No podía descansar tranquila, así que sale de su habitación, para ver a su hermana. Applejack dormía en su cama, pero Apple Bloom la despierta agitándola. La yegua se restriega los ojos y ve a su hermanita.

— ¿Qué pasa Apple Bloom?

— Tengo que confesar algo. No fue un mapache el que hizo el desastre en la cocina. — hace una pausa y traga saliva — Fui yo. No quería esperar para comerlo, así que me comí una parte, y luego hice el desastre para encubrirme.

— Lo sé — dice Applejack algo adormilada.

— ¿¡Qué!? ¿Cómo?

— Lo pude notar por tu tono de voz, y además vi marcas de cascos en donde estaba tirado el pie. No sabes mentir hermanita.

— Perdón. Te prometo no hacerlo de nuevo. ¿Me perdonas?

— Claro que te perdono — Applejack abraza gentilmente a su hermana.

— Entonces, ¿todo en orden?

— Claro. Estas castigada.

Apple Bloom pasó los próximos días limpiando el lugar de los cerdos. Una tarea con un terrible olor, sin embargo ella sabía que se lo merecía. No volvió a tener pesadillas, después de confesar lo que hizo.

Llego la noche de Sábado, y las Cutie Mark Crusaders se reúnen alrededor de una fogata para contar historias de terror. Apple Bloom olía algo mal, a pesar de que se bañó 2 veces antes de llegar.

— ¿Que te paso amiga? — pregunta Sweetie Belle.

— Me castigaron.

— Recuérdame nunca hacer enojar a tu hermana.

— ¿Y quién cuenta una historia hoy? — pregunta Scootaloo.

— Yo — responde Apple Bloom — ayer se me ocurrió una historia muy terrorífica.

— ¿Qué esperas? ¡Cuéntala!

Apple Bloom toma unos polvos en su casco, y pone su vista en la fogata.

— A esta historia la llamo — arroja los polvos en la fogata provocando una pequeña explosión de humo.

NOCHE EN VELA

Hace años hubo un unicornio rojo de melena negra, llamado Dark Roots. Consiguió un trabajo en un Supermercado de Canterlot, como guardia nocturno. Era un trabajo fácil. Solo debía vigilar un monitor que controlaba las cámaras de seguridad, para asegurarse de que nada extraño pasara. Había mas seguridad afuera, por lo que era poco probable que alguien entrara, así que se sienta en su silla y se relaja. Eran las 0:00, y debía permanecer ahí hasta las 6:00, por lo que debía aguantar 6 horas.

— Esto es demasiado fácil. Como si en verdad alguien fuera a meterse aquí.

En ese momento, ve algo moverse en un monitor de la pantalla. Se restriega los ojos, y vuelve a mirar. Ya no había nada, pero parecía que un poni había pasado corriendo.

— Sera mejor que me asegure.

Oprime un botón y la imagen cambia de un pasillo de lácteos, a otro de vegetales. Seguía sin haber nada, por lo que empieza a cambiar de imágenes. Observo un pasillo de artículos de limpieza, uno de dulces y un salón para empleados; pero no había nada. Finalmente cambio la imagen a una bóveda donde se guardaba el dinero, y observo a un poni viéndola. El misterioso poni estaba de espaldas, pero se podía observar que era un unicornio.

— ¿Cómo rayos se metió un ladrón?

En una mesita había una linterna, y un palo de metal. Levita ambos con su magia, y se dirige al lugar donde vio al pony misterioso. Al llegar lo ilumina con su linterna, revelando a un unicornio azul de melena café, y sin Cutie Mark. El pony se encontraba observando la bóveda, dándole la espalda a Dark.

— ¡Oye! ¿Qué rayos crees que haces? ¿Quieres una golpiza? — grita Dark, mientras levitaba su garrote.

El pony se voltea, y muestra unos ojos grises vacíos, combinándolos con una sonrisa calmada.

— Te estaba esperando, Dark — dice el pony con voz calmada.

— ¿Cómo sabes mi nombre?

— No me digas que no me recuerdas — suelta una risita — Bueno, era de esperarse. Nunca supiste nuestros nombres.

— ¿Nuestros? ¿Hay más ladrones?

— El único ladrón aquí eres tú, Dark

— No digas tonterías. Lárgate o recibirás una golpiza.

— No hay salida para nadie, Dark.

— Cállate.

Dark corre hacia el misterioso unicornio, y lo golpea con su palo metálico. El golpe provoco que cayera al suelo inconsciente.

— Eso te enseñará — dice Dark mientras se retira, hasta que...

— Pegas duro, Dark.

El guardia de seguridad se voltea y ve al poni de pie, sin ningún tipo de daño. Este solo mantenía su sonrisa calmada.

— ¿Qué rayos eres?

— Quizá soy un fantasma, quizá un zombi, o quizá un producto de tu imaginación. Realmente no importa.

El pony golpea el suelo con fuerza, y deja una gran marca, que asusta a Dark

— ¡Aléjate de mí!

Dark le da la espalda a lo que sea que tuviera enfrente, y empieza a correr. Corre hasta una salida, pero esta estaba cerrada. Intenta forzar la puerta, pero esta no se abría.

— ¿No lo sabes? Las puertas permanecen cerradas hasta la mañana.

El guardia se voltea, y con su linterna ilumina a una yegua unicornio verde de melena castaña. Esta tenía la misma mirada vacía que el otro sujeto, y también sonreía de forma calmada.

— ¿Que son ustedes? — dice el guardia temblando de miedo — ¿Qué es lo que quieren?

— ¿No oíste a mi esposo? No importa lo que somos. Y sobre que queremos — suelta una risita — Te queremos a ti.

— ¡Aléjate monstruo!

Dark usa su palo y golpea fuertemente a la yegua. Esta cae al suelo y el aprovecha a correr. Todo estaba oscuro, pero usaba su linterna para ver el camino. Sabía que podía refugiarse en el cuarto de vigilancia, solo tenía que llegar. Estaba saliendo de un.

Mientras corría, tropieza con algo y cae al suelo lastimándose. Usa su linterna para ver que lo hizo caer, pero esto solo lo asusta más. La luz rebelo a una potranca unicornio celeste, de melena roja. Esta lo había hecho tropezar con su casco. La potranca tenía la misma mirada que los otros 2, pero con una expresión más inocente.

— ¿Podemos jugar, señor Roots?

— AAAAAAAAHHHH

Dark sale corriendo a toda velocidad, mientras la potranca lo empieza a perseguir a gran velocidad. Dark usaba su magia para tirarle cualquier cosa que hubiera en los pasillos, pero esto ni la inmuta.

— Mama y papa tenían razón. Eres divertido — dice la potranca sin bajar la velocidad — Puedo seguir toda la noche.

— ¡Déjame!

Dark se detiene, cuando la potranca se le acerca, le da un fuerte golpe con su linterna. La potranca cae al suelo, pero se empieza a levantar.

— Pegas duro — dice la potranca sobándose la cabeza — ¿Me toca pegarte ahora?

— No te me acerques.

Dark vislumbra la puerta de un baño, y entra rápidamente. Cierra la puerta con fuerza, y le aplica fuerza para que nadie la abra.

Por un momento no se oyó nada, pero...

Toc Toc Toc

— No es justo señor Roots. No puedo entrar al baño de corceles — dice la potranca con un tono infantil.

Dark no estaba seguro de que sentir. Esas palabras inocentes solo le generaban más terror. Realmente no sabía que ocurría, pero estaba seguro de que podría no sobrevivir la noche. Mira su linterna, la cual emitía una luz más débil de lo normal. Las baterías se agotaban, lo cual lo dejaría completamente a ciegas.

— Debí aprenderme ese hechizo de iluminación. ¿Qué hago ahora? Si salgo esos 3 me van a matar — piensa Dark, mientras empieza a observar el baño, el cual se veía totalmente desordenado, y sin salidas — ¿Por qué este maldito baño no tiene ventanas?

— Voy a buscar a mis padres. Nos vemos después — se oye la voz de la potranca viniendo de fuera.

Dark pega su oído a la puerta, y escucha el sonido de pasos, alejándose. Abre un poco la puerta, y no ve a nadie alrededor. Se encontraba en un pasillo largo. No recordaba que el lugar fuera así, pero estaba demasiado asustado para preocuparse por eso. Empieza a caminar lentamente, mientras observaba todo. A pesar de que la estructura se veía diferente, el no tenía problemas para orientarse. Finalmente sale del largo pasillo, y vuelve a la misma zona donde estaban todos los productos.

— ¿Dónde están?

Aunque la intensidad de la luz era baja, Dark aun podía orientarse con ella. Sabía que la luz podía atraer a sus perseguidores, pero sin ella no podría ni caminar de forma segura. Siguió caminando, mientras prestaba atención a su alrededor. Mientras pasaba al lado de un pasillo, pudo ver algo en el fondo. Eran 2 puntos blancos en el aire, los cuales se apagaban por pequeños intervalos. Los puntos se empiezan a mover a otra dirección mientras se oía el sonido de pasos.

A Dark no le tomo mucho tiempo entender, que esos puntos eran ojos. Uno de sus perseguidores estaba ahí, pero milagrosamente no lo vio. Ese leve brillo le podía ayudar a saber dónde están, pero encontrarlos no era buena idea, por lo que empieza a rezar por no ver más puntos.

Mientras caminaba oye unos pasos que se acercaban. Apaga su linterna, y se oculta debajo de un estante de frutas. Estaba oscuro, pero puede ver unos cascos pasar justo frente a él. Dark sentía como su corazón latía a mil por hora. El poni que estaba ahí, se quedó parado unos minutos.

— No sabes esconderte, Dark — dice la voz masculina.

El corcel se agacha y ve a Dark. El guardia solo podía ver ese brillo blanco en sus ojos. Parecía que le iba a dar un ataque al corazón.

— AAAAAAHHHHH

Dark sale corriendo a toda velocidad, mientras enciende su linterna.

— Debo llegar al cuarto de vigilancia pronto.

Después de unos minutos llega al lugar que quería. Cierra la puerta con llave, y coloca un escritorio para bloquearla. Mira con su linterna ilumina un reloj en la pared. Eran las 5:30 de la mañana, no podía creer que pasaran casi 6 horas. Él podía jurar que habían sido minutos, pero le alegraba que pronto fueran abrir las puertas. Salir seria difícil, pero sería más fácil hacerlo de día.

— ¿Debo ver donde se encuentran?

Dark empieza a ver en la pantalla todos los lugares del supermercado, para encontrar a sus perseguidores. Después de cambiar de imagen varias veces, ve algo que lo deja sin palabras. Pudo ver una imagen del pasillo donde se encontraba la entrada al cuarto de vigilancia.

Viendo a la cámara, se encontraba el corcel. Tenía una sonrisa, y hace un saludo con el casco. Estaba claro que sabían que estaba ahí.

En ese momento el monitor se apaga misteriosamente. Dark empieza a oprimir botones, pero no funcionaba.

— ¿Qué ocurre? — Dark empieza a sudar mientras la maquina no funcionaba — ¿Acaso cortaron la energía?

Dark respiraba agitadamente, pero se logra calmar. La habitación estaba cerrada, por lo que no podían entrar.

Slam

Un fuerte golpe se oye en la puerta, lo cual hace que Dark se quede sin respiración. Estaba totalmente aterrado. Ellos podrían entrar en cualquier momento. La linterna estaba casi apagada, por lo que pronto quedaría a oscuras.

Slam

La puerta se abre de golpe, destrozando el escritorio que la bloqueaba. El corcel, la yegua y la potranca entran a la habitación calmadamente. Dark se aleja a una esquina, donde lo rodean.

— ¿¡Que quieren de mí!? — grita Dark sin poder contener su respiración agitada.

— No puedes olvidar por más que lo intentes — responde el corcel con un tono más serio.

— Nunca podrás escapar — dice la yegua.

— Lo que hiciste no fue divertido — dice la potranca.

— ¡No entiendo de que hablan! ¡Por favor! ¡No me maten!

— Hay cosas peores que la muerte, Dark — dice el corcel.

Los 3 se empiezan a acercar lentamente. La linterna iluminaba un poco, pero finalmente se apaga. Lo único que Dark podía ver, era el brillo blanco que salía de los ojos de esos 3. Cuando uno de ellos lo toca, casi le da un infarto.

— Hasta mañana, Dark.

— AHHHHHHHHHHHHHHHHH

En una cama, un corcel despertaba agitadamente. Era Dark Roots, quien llevaba puesto un traje naranja, con un número en él. Mira a su alrededor y ve que se encontraba en una habitación pequeña, con una puerta de barrotes. Era una prisión, donde él se encontraba encerrado.

En ese momento 2 guardias se acercan, y golpean los barrotes.

— ¡Deje de hacer escándalo, Roots!— grita un guardia con enojo.

— Lo... lo lamento.

— Regrese a dormir.

Los 2 guardias se alejan, mientras hablaban.

— ¿Quién es ese prisionero?

— Su nombre es Dark Roots. Fue arrestado hace una semana por asesinar a una familia en un supermercado. En maldito les robo sus joyas. Gracias a Celestia, las cámaras de seguridad lo atraparon. Todas las noches se despierta gritando. Si sigue así, lo mandaran a confinamiento.

Los días pasaron, pero Dark seguía teniendo la misma pesadilla. Eso hartó a varios y lo mandaron a una habitación blanca y acolchonada.

— No debo dormir. No debo dormir. No debo dormir — susurraba Dark para sí mismo, mientras estaba recostado en la pared.

Un doctor observaba a Dark desde otra habitación.

— Ese insomnio no es bueno para su salud mental. Pónganlo a dormir.

En su celda Dark empieza a oír una voz que venía de las paredes.

— Señor Roots, la falta de sueño no es buena para su salud. Lo pondremos a descansar muy pronto.

— ¿¡Que!? ¡NO POR FAVOR! ¡ELLOS ME ATACAN CUANDO DUERMO! ¡NO ME HAGAN REGRESAR!

Un gas empieza a salir de una tubería, provocando que Dark empiece a sentir cada vez más sueño.

— Por favor no quiero... — finalmente cae dormido al suelo.

Dark regresa una vez más a su mundo de pesadillas, donde seria atormentado por los ponis que asesino. Siendo obligado a estar en el mismo lugar donde ocurrió todo, y a ver el mismo sistema que provoco que lo atraparan. Estaba condenado a ver ese brillo similar al de las joyas que robo.

Como le dijeron, no hay escapatoria. Al matar a esos ponis, Dark se condenó por el resto de su vida. Era un castigo peor que la muerte, que se repetía cada noche sin falta.

Fin

— Entonces, ¿todo fue un sueño? — pregunta Scootaloo.

— Así es. Quise probar el terror que el mismo imaginaba, en vez del terror de la vida real — responde Apple Bloom — Quise probar algo diferente a los monstruos de mi primera historia.

— Fue impactante — dice Sweetie Belle.

— Me alegro que les gustara — Apple Bloom suelta un bostezo — Bueno, ya es tarde. Voy a mi casa. No quiero que mi hermana se enoje conmigo.

Nota: No soy el mayor fanatico de lo sobrenatural. Yo prefiero más el terror psicologico, ya que es la mente la que genera todo el miedo.

Esta historia se inspiro en un juego sobre animales robóticos poseídos, o algo así. Espero que les gustara.

Este capítulo fue escrito por: Juanca29.