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- Solo vosotros dos sois capaces de montar un jaleo así – dijo Jet al verlos sentados en el suelo, fumando tranquilamente, en silencio . - ¿ Estáis heridos ?

Spike miró a Faye que negó con la cabeza lentamente. Se levantó y sacudió su ropa como si nada hubiese pasado.

- Estamos bien – dijo sonriendo .- ¿Donde esta Ranjit?

- Ha huido. - Jet contuvo una maldición. - Recibí su llamada, pero no estaba cuando llegue. Volvamos a la Bebop antes de que llegue la policía.

- Si, tengo mucha hambre – Spike pasó la mano por el hombro de Jet y volvió a reírse.

- ¿ Que voy a hacer contigo muchacho? - preguntó, Spike se encogió de hombros y Jet dejó escapar una carcajada. - ¿Que he hecho yo para merecer esto? - se preguntó desesperado.

Faye se levantó con cuidado, le dolían los oídos y se sentía mareada. Dio un paso pero su equilibrio no funcionaba como debía hacerlo, le temblaron las piernas y cayó hacía delante.

- Quieto cervatillo – dijo Spike sujetándola por la cintura. - ¿Estas bien?

- Si, suelta anda – dijo ella separando con cuidado las manos de Spike de su cintura. - Puedo caminar yo sola.

La vio alejarse con paso firme, caminando lentamente tras Jet tan erguida como era capaz de mantenerse.

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Estaban de vuelta en la Bebop, lamiéndose las heridas otra vez. Arañazos, magulladuras y una muñeca torcida. Pequeñas heridas de guerra, nada nuevo bajo el sol. Jet llevaba media hora dándoles el sermón, aunque ninguno de los dos parecía escucharle. Faye se vendaba la mano ensimismada, su cabeza volaba lejos de allí. En otro planeta, en otro tiempo. Spike bebía de su cerveza con la vista clavada en algún lugar de la nave.

- ¿ Me estáis escuchando? - preguntó elevando el tono de voz y dando un puñetazo sobre la mesa. - Tres años sin una cita, tres años y me llaman dos veces, ¡Dos! Para decirme que estáis en Calisto, probablemente a punto de morir , literalmente, me dijeron en una de las llamadas Faye... – Jet les miró. - Era la morena mas guapa de todo el maldito bar... y la tengo que dejar tirada por... por... porque sois idiotas.

- ¿Dos? Yo le dije a Ranjit que llamará – miró a Faye. - ¿ Quien sabía que estabas ahí? ¿Quien llamó por ti?

- James... "probablemente a punto de morir" suena mucho a él – Faye se frotó la frente con la palma de la mano.

- ¿Quien es James? - preguntó curioso lanzándole una mirada inquisitoria.

- Nadie - Faye le devolvió la mirada.

- Para no ser nadie sabia donde estabas y que hacías - dijo Spike mirándola mientras le daba un sorbo a la lata.

-¿ Me estáis escuchando? - les interrumpió Jet. - Si ...¿Quien es James? ¿Tu novio? ¿Algún amante?

- James es... algo así como mi sensei -contestó frunciendo el ceño.

- ¿Sensei? - Spike y Jet se rieron a carcajada limpia. - ¿Que te enseño? ¿A ser una zorra egoísta? - preguntó Spike sin poder parar de reírse.

- Si Faye, podría darnos unas lecciones – Jet no podía dejar de reírse. - Como hacer siempre lo que me da la gana, como aprovecharse de los demás...

- Ser una zorra egoísta me ha mantenido con vida hasta ahora - Faye se levantó furiosa tirando la lata de cerveza que había dejado sobre la mesa en el regazo de Spike.

- Espera... - Spike la agarró del brazo mientras se reía. - No quería llamarte zorra egoísta, no te enfades...

- Pues lo has hecho – contestó soltándose y marchándose furiosa. La vieron alejarse con paso decidido y cerrar la puerta de un sonoro portazo.

- Vaya, ahora si que la has enfadado – dijo Jet aun riéndose

- ¿La he enfadado? Tu también te has reído – contestó Spike mientras se secaba los pantalones con las palmas de las manos.

- Ya, pero yo no quiero meterme en su pantalones...

- ¿Que has dicho? -

- Nada, Spike, olvídalo – Jet se dejó caer sobre el viejo y desgastado sofá.- Tenía que hablarte sobre Ranjit.

- ¿Vas a decirme que era policía? - Spike le lanzó una mirada insolente. - ¿Que le vendieron como a un perro?

- ¿Lo sabes eh? En fin, Bob me lo contó. - Jet encendió un cigarro. - Era un buen agente, Pero la ISSP tiene la política de no dejar testigos, tenían que deshacerse de él. - Spike le lanzó una mirada de desaprobación. - No me mires así, por eso dejé el cuerpo, esta lleno de mierda. Nunca hice una cosa así. -Jet estrujó su lata furioso. - Había tirado del hilo demasiado, estaba a punto de descubrir la conexión entre Blue Ruin y la ISSP, había peces gordos implicados...hay peces gordos implicados, tenientes, alcaldes, gente importante, ya sabes... - Jet sacudió la cabeza.

- ¿ Que estas tratando de decirme Jet? - preguntó Spike apoyando sus manos en la cara.

- Que si sigues metido en esto, acabaras muerto y él también - Jet se recostó en el sofá. - Pero bueno, en eso de morir tienes experiencia, además no se trata de ti, se trata de esto. - Jet abrió sus brazos. - De Ed, de Faye, de mi, de la gente que dejas atrás.

- ¿Crees que no lo se? - Spike se levantó y cogió las llaves del Swordfish que estaban sobre la mesa.

- ¿Donde vas? -

- Ha buscar a Ranjit, puse un dispositivo de rastreo en el bolsillo de su hija. - Spike sonrió

- Eres imposible – dijo Jet.

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Nora jugaba con unos cubos con letras, los levantaba entre sus pequeñas manos y los chocaba entre si. Se reía con dulzura ajena al mundo que la rodeaba.

Ranjit se acercó a ella y le dio una botella de agua que la pequeña agradeció con una enorme sonrisa en su carita mofletuda.

Spike dejó caer la ceniza por la ventana, se volvió al escuchar a Ranjit colocarse tras él. Se miraron en silencio. Spike dirigió su mirada a la niña que corría al rededor de la mesa, riéndose sola.

- Tiene mucha energía – dijo.

- Su madre también la tenía – contestó Ranjit. - ¿ Que es lo que quieres? ¿Aun sigues con esa tontería de cazarme?

- Bah – Spike sacudió su mano. - Encontrare alguna presa mejor. Te marchaste sin despedirte.

- ¿Que esperabas? ¿Que me quedase a recibir a la ISSP? - preguntó con ironía.

- ¿Vas a seguir? - preguntó Spike. ¿Vas a seguir intentando acabar con la Blue Ruin? ¿Vas a denunciar a la ISSP? ¿Crees que servirá de algo?

- Tengo que hacerlo – Ranjit miró a su hija. - Mataron a mi mujer, yo solo cumplía ordenes y me traicionaron. Tienen que pagar por ello.

- No, la ISSP tiene recursos suficientes para borrarte del mapa - dijo Spike. - La dejaras sola y no te lo perdonara jamás, tienes que estar para los vivos, no para los muertos. Tienes que vivir por ella.

- Sabes de lo que hablas o me equivoco -

Spike sonrió y se acercó a la niña. Le pasó una mano por el pelo y ella le regaló una enorme sonrisa de felicidad.

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Al abrir la puerta de la calle vio a Faye, le esperaba con los brazos cruzados. Sonrió pensando las veces que ella le había esperado así. Con ese gesto de enfado y preocupación grabado en su rostro. Era un gesto dulce, casi infantil, era la forma que ella tenía de decirle que se preocupaba por él.

- Buenas noches Faye ¿ Vienes a impedir que me involucre en una guerra en la que no me llaman? - sabía que ella odiaba preocuparse por él.

- ¡Cállate! Venia a ver como estaba Nora.- dijo molesta. - Por mi puedes...

- ¿Puedo ? - preguntó curioso bajando las escaleras, tensando el cable hasta el limite. - ¿Que es lo que puedo hacer?

- Irte a la mierda - contestó frustrada, Spike la agotaba mentalmente.

- ¿Sigues enfadada? - preguntó.

- Si -

Spike se apoyó en la barandilla con tranquilidad. La miró con detenimiento, llevaba su conjunto amarillo, a pesar del frío que hacía. La luz de las farolas acentuaban el blanco de su piel.

Un joven se acercó a ellos. Parecía nervioso, era apenas una adolescente. Se paró frente a ella, se llevó las manos al pelo y le puso una mano sobre la cadera.

- Mmm eh... - miró a Faye con descaro repasando cada centímetro de su piel, se giró hacía Spike. - ¿ Es tu chica? - Spike le miró con seriedad y él levanto la mano de la cadera de Faye y tragó saliva. - ¿Quiero decir... cuanto cuesta? - se frotó las manos nervioso.

Spike se mordió los labios, tratando de contenerse.

- Escucha pequeño - dijo Faye con voz melosa agarrando la cara del chico para obligarlo a mirarla a los ojos, dejando que pudiese ver su escote. - Estoy ocupada... - Se pasó la lengua por los labios y el chico se estremeció.

- Otro día quizá- tartamudeó el chico y se marcho de allí con paso apresurado.

Faye sacudió sus manos y se recoló la camisa roja sobre los hombros. Sonrió a Spike que la miraba con un gesto serio en la cara.

- ¿No te molesta? - preguntó curioso. - ¿No te cansa que te traten como a una prostituta?

- Es mas fácil así- suspiró dándole la espalda. - Quiero decir... - se llevo la mano al pelo.- Antes era peor, los hombres os creéis que nos encanta que nos digan cosas sobre nuestro cuerpo, que nos alagan vuestros estúpidos piropos, se acercan a ti, te regalan copas, se piensan que pueden...- se dio la vuelta con una mueca de asco en la cara. - Si creen que pueden pagar por mi...- se mordió el labio pensativa.- Yo pongo el precio - sonrió mientras sacudía su cadera. - Y todos saben lo que valgo, normalmente ni se acercan y si algún pobre idiota se atreve a preguntar, siempre se como deshacerme de él.

- Has dejado que piense que era tu cliente - el tono de Spike era extraño, una mezcla de reproche y molestia.

- ¿Te gustaría? - preguntó acercándose a él, usando el mismo tono de voz que había usado con el chico y agarrando con sus manos las barras de la barandilla. Sonrío con cinismo y Spike permaneció inmóvil mirándola seriamente. Faye se sintió triunfal acortando la distancia entre ambos.

- Faye... - susurró él agarrando sus manos repentinamente y soltándolas de la barandilla, le pasó una mano por la cintura y otra por la nuca atrayéndola hacia él. Ella forcejeó para librarse del abrazo, pero Spike la tenía agarrada con fuerza. - Soy experto en alejar a la gente de mi, conozco todos los trucos - susurró en su oído con suavidad. Ella seguía tratando de soltarse.- Así que no utilices esos trucos conmigo, porque no te van a funcionar. - Spike le pasó la mano por el pelo. - Se que te despertaron en un tiempo que no era el tuyo. - Faye desistió de intentar soltarse y se quedo petrificada.- Se que te han hecho daño, que has estado sola, que estas asustada - la oyó suspirar.- Pero yo... yo quiero cuidar de ti.

- ¡Cállate! - gritó ella apartándose de un empujón.- Deja de decir esas mierdas.

- Faye... - Spike dio un paso hacía ella.

- ¡ No quiero que cuides de mi! - gritó furiosa.- ¡Quiero que cuides de ti! - los ojos se le llenaron de lágrimas.- ¿Como vas a cuidar de mi? Si no respetas ni tu vida, no te necesito, no te necesito. - Se acercó a él y le golpeó el pecho con los puños. - ¿Como vas a cuidarme si te mueres? - Spike se rió, empezaba a cansarse de que todos le tomaran por una especie de loco suicida.

- ¿De que coño te ríes imbécil? - dijo Faye agarrando los cuellos de su camisa y dándole un empujón.

Spike la besó para hacerla callar, le rodeó la cintura con las manos y la atrajo hacía él. Ella le pasó las manos por el pelo devolviéndole con intensidad el beso, sintiendo las manos de Spike recorrer su piel muy despacio. Sus manos eran ásperas y cálidas. Ella se entretuvo en su nuca jugueteando con su cabello ensortijado. Saboreando un beso con sabor a alcohol y tabaco. Spike se separó de ella y caminó a la Swordfish en silencio.

- ¿Pero que es lo que quieres? ¿ Volverme loca? - gritó llena de rabia desenfundando su arma, tembló con el recuerdo, no hacía tanto tiempo que habían estado en una situación similar, siempre volvía al mismo punto. - ¡Spike!

Se giró despacio, se acercó a ella, bajó con cuidado su brazo extendido, puso su mano sobre la de ella, obligándola a soltar la pistola, se inclinó y susurró en su oído. - Si vuelvo a besarte...no voy a ser capaz de detenerme- suspiró mientras jugaba con los mechones de su pelo.- Mi dulce Valentine, quiero hacértelo despacito. - Dijo mientras agarraba su cara con las mano y besaba su frente.

Spike sintió su espalda bañada en sudor mientras ella se sonroja hasta las orejas. No podía hacer otra cosa que mirarla y ella temblaba como un pajarito, finalmente le tendió la mano.

- ¿Vamos a casa?

Faye titubeó sin dejar de mirar la mano que le ofrecía Spike.

- ¡ No! - Faye le dio un manotazo. - ¡ No hasta que me prometas que no vas a morirte!

- ¿Por que eres tan cabezota? - dijo Spike en un gesto de desesperación. - No puedo prometerte eso.

Faye se cruzó de brazos mirándole con los labios apretados y las mejillas encendidas de rabia. Giró su cabeza para no mirarle a la cara, se había metido las manos en los bolsillos y sonreía como un estúpido. Cerró los ojos, aun así podía sentir la presencia tranquila de Spike frente a ella. ¿Como podía estar siempre tan tranquilo? ¿tan impasible? Como si todo le diese igual. La rabia la hacía temblar como una hoja.

El paso y medio que los separaba era un abismo. Desde que Spike volvió habían estado en stand by, a paso y medio, un impasse balanceante, que los alejaba y los atraía. Avanzar o huir era su turno de decidir. Dio un pequeño paso atrás, casi imperceptible, lo suficiente para estar fuera de su alcance.

Mantenían el contacto visual en silencio, balanceándose, demasiado lejos, demasiado cerca. Spike dio un pequeño paso hacia ella. Su mirada era seria, triste. Las dispares tonalidades de marrón de sus ojos la escrutaban en busca de una reacción. Sintió romperse algo dentro de ella, le temblaron las rodillas y se cubrió la cara con las manos, abrumada.

- ¡ Dios! ¡Faye ! - dijo repentinamente Spike rompiendo la distancia que los separaba y rodeándola con sus brazos. - Te ofrezco mi corazón a pecho descubierto - apoyó su cabeza en la de ella.- No tengo mucho mas que eso, salvo la mitad de mi cigarrillos.

- Te odio Spike – dijo ella devolviéndole el abrazo. - No se porque me dejo enredar por un cabrón como tú.

- Porque me adoras – Spike se rió mientras acariciaba su cuello.

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You could hold the secrets that save
Me from myself
I could love you more than love could
All the way from hell

You could be my poison, my cross,
My razor blade
I could love you more than life
If I wasn't so afraid

Of what it all could be
What it all, what it all could be
Of what it all, what it all could be
With you

My Favourite Faded Fantasy - Damien Rice


Bueno se acabó.

Espero que os haya gustado. Muchas gracias a Lili Drakness, Lord Arthas is Still Alive, Diana, Artemisa Twin por vuestras reviews y sobre todo a Diana Carolina por ser tan fiel y comentar todos los capítulos.

Muchas gracias de verdad, animáis a seguir la historia, muchas gracias a todos los que dedicáis un momento de vuestro tiempo para leer las tonterías que pasan por esta cabeza loca.

Muchos besos !