Nota de la traductora: esta traducción ha sido autorizada por sear.

Nota de la autora: Sousuke/ Momotarou (leve Rin/Ai) │Donde una noche con Momo y un poco alcohol en casa de alguien tiene el potencial para arruinarlo todo para Sousuke │Advertencia por bebedores menores de edad, contenido sexual entre menores de edad (relación entre un chico de 16 y otro de 18), leve agresión, sexualidad fingida, um, probablemente más, no sé añadiré si se me ocurre alguna (APARENTEMENTE TAMBIÉN ESTÚPIDOS MIMOS ADOLESCENTES)

Para todos (como 5) los que disfrutamos de esta pareja /abraza fuertemente/ Amo la idea de Momotarou siendo exactamente quien es, aterrado de dejar que la gente lo sepa.

Cuando Sousuke accede a ir a la fiesta tras la competición de invierno con Rin, a pesar de sus lesiones y no haber participado, no esperaba convertirse en una especie de niñera, pero eso es algo que sucede. Ai revolotea alrededor de Rin, lleno de esa energía de adoración que a veces hace que Sousuke sienta como que tiene que entrecerrar los ojos para ver más allá, y Rin lo saluda con una calidez igualmente efusiva – aunque más moderada, aparentemente. Momo está allí, apoyado sobre el hombro de Ai, a punto de derribarlo sobre Rin.

"¿Dónde está Gou-san? ¿Rin-senpai, está tu hermana aquí? "prácticamente chilla, su voz nasal es aún más desagradable cuando está gritando.

Sousuke apenas resiste el impulso de poner los ojos en blanco, como si las vacaciones de invierno hubieran cambiado en algo el comportamiento de Momo. Es como un disco rayado, siempre. Y siempre es sólo para Gou, a pesar de que no muestra ni el más mínimo interés en él. Hay otras chicas - bastante lindas también - que le han echado el ojo en los pasillos, pero él ni siquiera parece darse cuenta. No tiene ningún sentido.

Rin y Ai están hablando, y Rin termina yéndose con Ai colgando del brazo y parloteando animadamente de sus vacaciones de invierno, con un vaso de colorido contenido en la mano. Sousuke sabe Rin no bebe, así que se sorprende un poco al verlo tomar algún trago ocasional de la copa de Ai. La fiesta se celebra en la casa de uno de segundo año, por lo que no hay demasiado alcohol. Probablemente sea bebida azucarada.

Sousuke es ligeramente menos afortunado, pegado a la mayor fuerza curiosa adolescente del planeta, preguntándose por qué no está en la cama con una bolsa de agua caliente, comiendo los dulces que le han enviado desde casa. Momo tiene una cerveza en la mano, y otra que ofrece a Sousuke, que sólo acepta a partir del cuarto o quinto intento.

"¿Por qué no nadaste en el encuentro, Sousuke-senpai?" pregunta, justo cuando Sousuke decide tomar un asiento en la esquina de la parte delantera de la habitación, evitando la mayor parte de la socialización borracha.

"Me lesioné el hombro durante las vacaciones", gruñe, mirando por encima de la isla en la cocina, donde Ai sigue charlando animadamente con Rin, quien tiene las mejillas enrojecidas, probablemente sintiendo lo poco de alcohol que hay en su bebida. Sousuke termina preguntándose por qué Momo no ha pasado por allí para unirse a ellos y lo deja ponerse de mal humor en paz, aunque decide no decir nada al respecto.

"¿En serio? No pareces lesionado, "exclama el entusiasta diablillo, y con sus gruesos dedos, afilados como agujas, agarra la carne de hombro de Sousuke, clavándolos justo en el esguince y provocándole un dolor casi sordo.

"¡Ow, Jesús!" Sousuke se vuelve hacia él, apartando su brazo y girándose para mirarlo.

"Lo siento. Parece que estás hecho de roca o algo, je ".

"Es sólo un esguince", dice Sousuke, acostumbrándose al calambre recién formado en el hombro, que se extiende en paralelo a su cuello, "no quiero empeorarlo nadando con él."

"Ah, lo pillo, lo pillo," dice Momo, asintiendo con empatía, como si él no estuviera constantemente chillando y quejándose ante cualquier tipo similar de dolor. Se quedan sentados durante otro momento incómodo cuando Momo todavía no quiere dejarlo solo, apurando lo que queda de su cerveza y diciendo: "Te ves muy bien, por cierto. Con toda tu, eh, gloria musculosa ".

Sousuke no puede evitar que se le escape una pequeña risa. La forma en que el sonido de la misma ilumina la cara de Momo es algo nuevo, sin embargo.

"Eres un idiota a veces", murmura, y la sonrisa de Momo crece, como si supiera que ese tipo de cariño está reservado sólo para él.

"¿Qué?" contesta el chico, actuando como si estuviera herido por los insultos despiadados de Sousuke, a pesar de que todavía tiene esa sonrisa boba en su cara, "Eso fue un verdadero halago, sabes. Hey, ¿no me veo más grande? "

Momo se pone de pie y flexiona los brazos cómicamente, agitando los huesudos codos y poniendo expresiones extrañas.

"No, en absoluto", dice Sousuke, ignorando el resoplido del chico y resollando mientras él se sienta otra vez.

Es cierto, en su mayor parte. Momo todavía es piel y huesos, a pesar de que es una pulgada más o menos alto. Su pecho es cada vez un poco más grueso, pero sigue siendo un enano en general. Probablemente vivir con Ai le hace sentirse más grande - Ai hace que todos se vean enormes.

Rin y Ai finalmente se unen a los juegos pasando a la otra habitación, y Sousuke es demasiado curioso para no preguntar.

"¿No vas a unirte a ellos?"

Momo se encoge de hombros, pareciendo inseguro, y hace que Sousuke se pregunte si está enfadado consigo mismo por algo. "Tú no vas", dice, como si eso fuera una excusa suficiente - como si no pudiera dejar a Sousuke de lado, o algo así.

Sousuke decide dejarlo pasar antes de convertirlo en una discusión y dice: "Está bien."

Cuanta más atención presta Sousuke, más empieza a notar lo nervioso y tenso que está Momo. Está a punto de comentar algo sobre el movimiento inquieto de sus piernas, cuando de repente para y le pregunta: "¿Quieres un trago? Yo invito ".

"Uh ... claro."

"Entonces tienes que venir conmigo," dice Momo, sonriendo cuando Sousuke protesta, "Siempre hay una trampa, nada es gratis, je."

"Muy bien, Momo, te escoltaré hasta la cocina." Sousuke responde mecánicamente, tratando de ocultar el deje divertido en voz.

Para cuando llegan a la cocina ya no quedan cervezas, pero alguien que parece conocer bien el lugar los lleva a la nevera del porche. Momo saca una lata para sí mismo, lanza una a Sousuke, y luego ambos toman asiento en el escalón más bajo. Sousuke está realmente aliviado de poder tomarse un respiro. El aire ahí dentro era demasiado espeso, apestaba a cloro empapado en la piel y estaba turbio por el calor de todos los cuerpos metidos en un espacio tan pequeño. Hace frío - mucho frío - pero es aire fresco, y Sousuke toma una bocanada profunda, deseando que su hombro se cure más rápido.

"¡Hey, mira esto!" Momo grita, tan repentino que casi sorprende a Sousuke, y luego se levanta e intenta crujir su lata entre el antebrazo y bíceps después de acabársela.

Excepto por que es un maldito estúpido, no tiene fuerza para aplastar el aluminio, y todo lo que termina haciendo es arañar la piel suave del interior de su codo, chillando y parando a media flexión, con los ojos muy abiertos por el pánico. Está claro que ni siquiera entiende lo que acaba de hacer, por lo que Sousuke se levanta y se acerca a él, hace algún comentario sobre su falta de cerebro, y luego aparta lo que queda de la lata del brazo del chico, haciendo caso omiso de los gritos del crío. Sousuke tapa la herida con el dedo pulgar, apretando el resto de su brazo delgado con la presión suficiente para mantener cualquier sangrado bajo control.

"¿Por qué a veces haces cosas tan estúpidas?" Sousuke se queja, mirando hacia la mano de Momo, donde sostiene su muñeca para tratar de controlar el flujo de la sangre, apretando un poco.

"Eso es lo que siempre dices" murmura Momo, y el dolor que transmite su voz hace que Sousuke lo mire.

"¿Qué?"

"Es así. Yo digo que te ves bien y esas cosas, y tú sólo me dices que soy un idiota, "dice apresuradamente, terminando en una risita nerviosa.

"¿Qué quieres decir, Momo? "

Momo empieza a ruborizarse, violentamente en los pómulos, sus ojos bailando frenéticos entre los rasgos del rostro de Sousuke, como si no supiera dónde buscar. Levanta su brazo para tocar el bíceps de Sousuke también - si alguien los viera en este momento, parecería como si estuvieran sosteniéndose el uno al otro.

"Sólo", comienza Momo, humedeciendo sus labios y tragando sonoramente, "-te ves muy bien."

Nada de esto tiene sentido, ¿pero alguna vez lo tiene este chico? ¿Cuándo nadie que afirma estar obsesionado con las chicas ignora a aquellas que intentan hablarle? ¿Cuándo nadie ha mirado a Sousuke así, pidiéndole algo sin palabras?

Él le echa la culpa a la curiosidad, cuando da un paso cauteloso hacia Momo, afirma su agarre alrededor de su corte, y luego deja caer su brazo. Lo que no espera es que Momo vuelva a levantarlo, para presionar con la temblorosa palma abierta el pecho de Sousuke y dejarla ahí, buscando aprobación en su mirada. Debe leerlo en su cara, porque Momo comienza a pasar la mano por el centro del pecho de Sousuke, trazando su forma, sus dedos delgados se encrespan alrededor de cada contorno de los huesos y músculos.

Mientras Sousuke está lo bastante lúcido para mirar, Momo parece un poco ido - balanceándose sobre sus pies, sus párpados pesados y su boca casi obscenamente mojada, lamiéndose los labios. Sousuke sólo sabe que está inclinado hacia adelante porque puede decir que el aliento de Momo es inestable, dejando que sus labios tomen pequeñas bocanadas del aire frío del invierno.

"¿Estás borracho?" pregunta, sorprendiéndose a sí mismo por el ronco sonido de su voz.

"¡¿Qué?!" grita Momo, y entonces agarra la camisa de Sousuke en su puño, tirando, "¡No!"

El resto es como una presa quebrándose, cuando te das cuenta de que quieres algo lo suficiente como para ir a por ello, aunque parezca peligroso - o incluso si se trata de un adolescente a quien apenas podías soportar, o eso pensabas. Sousuke le besa, cogiéndole por ambos bíceps esta vez, haciendo que el cuerpo del muchacho se doble para él, su boca es como una fuerza violenta aparentemente fuera de control. Momo se arquea hacia arriba, gimiendo, exigiendo más con la boca y sus manos tirando de él, y Sousuke decide que hace demasiado frío para hacer esto aquí, también porque cualquiera podría salir de un momento a otro.

Sousuke termina arrastrándolo por el brazo, con cuidado de no apretar su corte, sin detenerse a pensar en lo que están haciendo o a dónde va hasta que es empujado por la puerta de la casa de huéspedes, donde se encuentra una habitación lo bastante vacía como para acogerlos. Sousuke cierra la puerta tras ellos y Momo está resoplando y jadeando, con el pelo revuelto y sus ojos escaneando a Sousuke.

Una ola ridícula de auto odio lo golpea entonces. ¿Qué coño está haciendo, aprovechándose de un chico primer año y llevándolo a algún lugar al azar en una casa ajena, y todo porque parece un poco solo después de unas cervezas, y a veces mira a Sousuke como si estuviera hecho de algo comestible? Está a punto de decir algo al respecto – decirle a Momo que lo siente, que no sabe por qué está actuando de esa manera - pero Momo se inclina, tuerce la cerradura de la puerta y entonces agarra a Sousuke por la parte posterior del cuello.

En todo caso, la forma en que Momo besa sólo enfatiza lo joven que es - cómo sus brazos huesudos son todo codo, salen en todas direcciones, con las manos rudas y agresivas allá donde tiran y agarran. El latido del corazón de Momo es tan fuerte que Sousuke puede sentirlo cuando lo besa, y la manera necesitada en la que sigue empujando sus caderas contra el muslo de Sousuke es demasiado.

Sousuke acaricia la espalda de Momo, con la fuerza suficiente para lograr que el destello de emoción en sus ojos se convierta en sorpresa. Cuando sus rodillas golpean el futón tras ellos cae de espaldas sobre él, y Sousuke está subiendo encima, inmovilizándolo allí con toda la amplitud de su cuerpo.

Momo hace un ruido algo frustrado, tirando del cuello de Sousuke, y murmura, "Sousuke-senpai. Siéntate encima de mí. ¿Por favor? "

Sousuke lo mira como si estuviera escrito en jeroglíficos - algo fascinante aún imposible de entender. Pone su peso hacia abajo lentamente, más inclinándose sobre su cuerpo que sentándose, y se le va cabeza con un gruñido cuando Momo gime y se retuerce bajo él, empujando sus caderas hacia arriba como si estuvieran fuera de control - como si fuera una necesidad más que un deseo, un brusco contacto con el cuerpo sobre el suyo.

Tampoco ayuda que en esta posición Sousuke sienta aún más el ritmo frenético del corazón de Momo, cómo le aletea el pulso bajo la fina piel del cuello, su respiración entrecortada. Sousuke lame sobre el pulso inestable, latiendo como el zumbido de un motor, y luego besa a Momo profundamente – lentas y tranquilas lamidas a su boca, un intento de calmar sus nervios claramente desbordados.

Momo suelta un grito de sorpresa, serpenteando sus huesudos brazos alrededor del cuello de Sousuke y ocultando su rostro en su hombro. Sousuke lo sostiene allí, el esguince en el hombro le arde de dolor, y no se da cuenta hasta que Momo tira de sus brazos hacia atrás, metiendo sus manos temblorosas hacia abajo entre sus cuerpos, frotando la parte delantera de los pantalones de Sousuke - Momo se vino por eso, por ser besado y mantenerse presionado.

Es al darse cuenta cuando Sousuke gime, corriéndose en sus propios calzoncillos, más que por el roce desesperado y desordenado de la palma abierta de Momo – que hubiera tenido esta consecuencia con cualquiera, quien fuera. Y que esa persona en particular es un chico de primer año que lo comparó con una roca, una cosita ansiosa con los ojos afilados y una boca suave, húmeda.

Sousuke se arregla los calzoncillos detrás de la puerta del armario, con la conciencia punzándole como una aguja, doliéndole sólo cuando piensa en ello. Momo se quita los calzoncillos sucios cuando Sousuke se lo dice, ve su cara volviéndose rosada cuando tiene que aclarar, "Límpialo tú mismo". Momo lo coge entonces, sonriendo con un temblor nervioso, limpiándose mientras Sousuke le da respetuosamente la espalda. Se pregunta lo obvio que será si sale de este lugar con un adolescente de dieciséis años, desaliñados y con un par de calzoncillos menos entre ellos, pero pensar en ello sólo le provoca otro vergonzoso calentón.

"Uh, debo irme. Iré con ellos, sí, "dice Momo, rascándose la parte posterior del cuello, y su pelo alborotado por el roce de la cama hace que a Sousuke le duela el pecho como nunca antes – casi posesivo, una especie de 'Yo lo hice', algo de lo que estar orgulloso.

"Claro", dice él, fingiendo indiferencia hasta que la puerta se cierra detrás de Momo, cuando vuelve a dejarse caer a oscuras en el futón, cubriéndose el rostro con las dos manos.

Bueno, si quería deshacerse del chico, eso pudo haber sido una manera de hacerlo.