Final 3.0 ¡Sucumbiendo a la lujuria desenfrenada!

Rei se estremeció al sentir las manos del joven sobre sus hombros redondos. Supo que el muchacho había aceptado su propuesta por fin y que tenía que cumplir con hechos lo dicho con palabras. El muchacho le hablo:

-Rei… no quiero lastimarte, ni hacerte daño… ¿estas segura de que esta bien que hagamos el amor aquí y ahora?... solo mira lo hinchado y grande que esta mi miembro… ¡la puerta de la cabina salió disparada en lo que la toque!... ¡una vez que empiece a follarte no podre parar, ni controlarme!... ¡Piénsalo bien!... lo mejor es que te vayas… cuando se me pase la calentura iré a donde Maya y le pediré que me vea y me revise… No solo es por que no quiero herirte… ¡amo a otra persona! Ella está dentro de mi corazón y siempre pienso en ella…

-¡Sigue queriéndola, amándola y solo pensando en ella entonces!... pero aquí y ahora… ¡ten sexo conmigo!

La joven le beso en los labios y Shinji ya no protesto más.

Ella le fue quitando la ropa entre besos y caricias... ¡por primera vez deseaba que nada saliera mal y que llegaran al final!... el cuerpo imberbe, completamente lampiño del muchacho la excito y la lleno de morbo… la encendía de deseo y lujuria… Shinji estaba desnudo por completo, se sobaba su miembro con una mano mientras que con la otra le acariciaba la barbilla a Rei.

-Rei… ¡te puedo romper por dentro con esto!... me gustas… ¡te deseo!... pero mi miembro creo que mide casi medio metro sin exagerar… ¡te puedo destrozar las entrañas! ¡Partirte por la mitad!... ¡rellenarte a reventar como un pavo!...

Lejos de disuadir a Rei, las advertencias le sonaban a la joven como música a sus oídos. Shinji en verdad tenía mucho miedo de lastimarla de gravedad, se mantenía lleno de escrúpulos y recelos… pero la lujuria lo dominaba por completo. Solo esperaba que la joven entrara en razón mientras todavía era capaz de dominarse.

Rei lo empujo con suavidad con sus manitas y lo sentó en el sanitario. Golosa sostuvo entre sus manos el miembro deforme, largo y grueso en forma anormal y contranatural mientras se arrodillaba y se sentaba sobre sus talones… ¡era en verdad grande!... eso la asusto y le lleno de miedo… de lo grueso que era sus deditos índice y pulgar no se podían tocar a pesar de solo faltar un poco y que apretaba con todas sus fuerzas… el miembro del muchacho calculo que mediría entre 30 a 40 centímetros… si una mujer podía tener a un bebe d kilos en el interior de su útero y luego expulsarlo por su vagina, ¡ella se podía meter dentro toda esa carne en su interior!

Shinji no podía hablar y solo dejaba que Rei sobara y le masturbara su miembro con sus manitas. Solo echo la cabeza hacia atrás y dejo caer los brazos mientras miraba el techo. Rei ahorcaba y estrangulaba al buitre con mucha suavidad con sus dos manitas. ¡Se había olvidado por completo del Comandante Ikari y de Fuyutsuki!... aprendía improvisando sobre la marcha. Pensaba que si lograba que el muchacho se corriera primero podrían hacer el amor con mucha más calma y comodidad.

El garrote de carne era pura carne maciza, pura carne palpitante, ¡caliente!... quemaba y ardía entre sus manitas. Rei puso la rajita vertical de la punta del glande en toda la punta de uno de sus erectos pezones rosas. La bella joven comenzó a jugar a hundirlo, a moverlo y a acariciarlo con la dura cabeza en forma de nuez, con sus bordes y la punta recorría o deformaba su aureola. La humedecía con el líquido pre seminal. De un pezón, pasaba al otro. Aunque su rostro permanecía serio e inexpresivo ella se sentía presa de una concupiscencia y lascivia que no hacía otra cosa que aumentar más y más. Tener el control y ser quien ponía las reglas, ¡quien decidía hasta donde iban a llegar!, era algo nuevo para ella.

Las tetas de Rei eran del tamaño ideal, ni muy grandes, ni muy pequeñas. Unos melones pequeños turgentes, redondos, suaves… mimosos… ¡de ensueño!... Shinji no podía creer que su miembro estuviera entre ellos, siendo masajeados en una deliciosa paja rusa. La joven parecía abstraída, concentrada en su labor… Shinji salió de su pasividad, se puso a mover las caderas para follarse esas ricas tetas, sentir su suavidad. Rei con sus manitas hacia chocar sus senos uno contra otro con el falo monstruoso en medio o lo apretaba mientras se movía de arriba abajo del torso para arriba.

Shinji sin embargo todavía se resistía a abandonarse del todo. Rei estaba allí como carne de cama y como manjar para sus bajos apetitos, pero Shinji no dejaba de estar preocupado y temeroso de hacerle daño. A su mente venían imágenes de solo tumbar de bruces a la primera niña y meterle con fuerza su miembro hasta el fondo de sus entrañas… Rei puso el miembro caliente entre su cuello y uno de sus hombros redondos, ¡lo apretó!... lo acariciaba con sus mejillas y su nariz sin asco… parecía una súcubo tentando a un santo. Shinji sentía que no podría aguantar más y que todo su autocontrol iba a desaparecer en cualquier momento… Rei continuaba masajeando el miembro con sus manitas, volvió a apretarlo entre su cuello, pero con el otro hombro. ¡Era deliciosamente tibio!, ¡sentirlo pulsar y latir contra su piel en partes inimaginables de su cuerpo era divino!

-Ayanami… ¡por favor!... mámamelo… ¡métetelo dentro de tu boca!

Rei se sintió feliz, le sonrió hasta con los ojos. Abrió la boca lo más que pudo pero solo le entro el glande. Sus boquita de fresa estaba abierta hasta el límite y sus labios de carmín estaban estirados al máximo, como un anillo a un dedo, alrededor del falo. A Rei le habían puesto a ver y a estudiar videos de felaciones y porno hardcore. ¡Hasta ahora nunca había pasado de la teoría a la práctica! Pero no tuvo problemas… ¡sobre todo con el chico que tanto le gustaba!... se lo mamaba, chupaba y lamía como una estrella porno profesional entre gemidos y chasquidos de lengua de gusto. Le gustaba oír a su chico jadear, ¡gemir!, y sentir como se estremecía con su improvisado arte y habilidad aprendida sobre la marcha.

Shinji sin embargo no se corría y Rei sentía que se impacientaba… ¡quería saborear y tragarse su semen!...

-Rei… ¡ven!... no aguanto más…

Shinji le subió el mentón y la beso en la boca en forma suave y apasionada. La boca de ella tenía el sabor y el gusto de su polla… pero a Rei la conmovió la gracia y la delicadeza de su beso. Ella era su princesa y su boca no era para las cosas sucias y guarras que estaba haciendo con ella. La pálida solo sentía la pasión y los buenos sentimientos del muchacho para con ella… que aunque la deseaba con el más puro y visceral de los apetitos carnales, ¡con un hambre y un ansia animal!... ella era una dama para él, era una persona pura y valiosa que debía ser tratado como el frágil cristal. Rei estaba acostumbrada a ser una perla arrojada a los cerdos por la forma en que los dos depravados la trataban siempre… ¡en verdad la confundía el romanticismo y ese respeto hacia con ella que tenía el tercer niño!... ¡La hacían alucinar y poner de cabeza todo su mundo!

Los dos estaban de pie besándose con pasión. Shinji la tomo entre sus brazos como si ella fuera su esposa y estuvieran en su noche de bodas. ¡Ese lugar infecto no era el apropiado para consumar su unión! El muchacho la saco de la cabina y mientras sostenía a Rei entre sus brazos con una mano iba tirando su uniforme que Rei había colgado al lado de sus ropas y extendiéndolo en el piso con sus pies desnudo.

A la edad de 28 años, Walter Raleigh era un hombre joven muy bien parecido, alto, guapo, de porte elegante. Recién llegado de Irlanda, hacía su aparición en la corte de la reina Elizabeth I, de entonces 48 primaveras; a decir de testigos oculares. Tenía todas las cartas para seducir a la madura soberana y supo conquistarla figurando como un perfecto cortesano de la "Era Isabelina". No le faltaba ambición, inteligencia y buenos apoyos entre los personajes más influyentes de la corte británica.

Cuenta la leyenda que cuando Raleigh era joven, caminaba un día por una calle de Londres. En esa época las calles no estaban pavimentadas, y no había aceras. Raleigh iba vestido con mucha elegancia, usaba una bella y muy costosa capa roja sobre sus hombros. Sus ropas elegantes eran toda su posesión en esos momentos y en ella había invertido todo su dinero con el objetivo de figurar en la corte. Mientras andaba, le costaba no pisar el lodo y no ensuciarse sus elegantes zapatos nuevos. Pronto llegó a un charco de agua fangosa que iba de un lado al otro de la calle. No podía cruzar. ¡Tal vez pudiera saltar! Mientras tomaba su decisión, irguió la cabeza. ¿Y a quien vio del otro lado del charco?

A Isabel I, la reina de Inglaterra, con su séquito de cortesanos y doncellas. La reina vio el charco de agua sucia. Vio al apuesto joven de capa escarlata que estaba del otro lado. ¿Cómo iba a cruzar? El joven Raleigh, al ver quién venía, se olvidó de sí mismo. Por cálculo o por sincera caballerosidad sólo pensó en ayudar a la reina. Había una sola cosa que se podía hacer, ¡ningún otro hombre que estaba presente y acompañaba a la reina había pensado en ello! Con elegancia y fina galantería se quitó la capa roja y la tendió sobre el charco. Ahora la reina podía cruzar como si pisara una bella alfombra. La reina Isabel cruzó el charco, y sus pies no tocaron el lodo. Se detuvo un instante para darle las gracias al joven. Mientras ella se alejaba con su séquito, preguntó a una de las cortesanas:

- ¿Quién es ese caballero que tuvo la gentileza de ayudarnos?

- Se llama Walter Raleigh -dijeron las cortesanas.

Lo demás es historia.

Shinji ni sabia quien era Walter Raleigh, pero no podía evitar ser amable, ni gentil con Rei. Acostó a la joven con el mayor de los cuidados en el improvisado lecho. En lo posible y en la medida de lo que tenía a mano quiso que Rei estuviera cómoda y se sintiera especial, ¡única!... como los pies de una Reina no estaban hechos para mancharse, ni caminar sobre el lodo; la aperlada y nívea piel de su amante no era para tocar el frio suelo, ni para ensuciarse en donde los demás pisaban. Rei sintió por primera vez pudor y una calidez extrema en sus mejillas. La pálida se sintió por primera vez en su vida como una persona en vez de un juguete, una herramienta o un conejillo de indias.

Shinji no la dejo pensar. Volvió a besarla en la boca, acariciarla y saborearla con sus manos. Se puso sobre ella y comenzó a chuparle, ¡devorar sus tetas!, morder y lamer sus pezones erectos. Ella gemía y jadeaba sintiendo unas oleadas de placer recorriendo su cuerpo, una fina delicia que le embargaba y la llenaba. Emociones, sentimientos desconocidos de ternura y puro afecto. El muchacho iba bajando por su línea abdominal hasta su bajo vientre hasta el centro de su feminidad. Hasta el lugar más sacrosanto de su anatomía y que hasta ahora había sido inexpugnable.

Los finos labios verticales eran rojos, estaban ligeramente separados. Eran labios más bien largos, con el orificio de entrada muy bajo, cerca del orificio posterior, que era pequeño y bien contraído. Los labios eran delgados y rosáceos, y cortaban el óvalo del monte de Venus en una curva suave que no sobresalía. El orificio era hondo y de un rojo vivo, y el pasaje tenía su entrada al lado de un agujerito en la parte inferior del cuerpo, entre las piernas.

Shinji sentía que tenía al Diablo entre las piernas. Lo sobaba y se pajeaba para calmarlo… la lujuria y la lascivia más pura y oscura le llenaba todo el cuerpo, pero en su mente y en su corazón estaba su amor platónico e inalcanzable. Rei no sabía si estarle agradecida u odiarla con toda su alma. Shinji había sucumbido a la lujuria, pero en su alma continuaba fiel a su amada. La bella joven sentía disgusto y por primera vez rabia e ira… sentía dentro de su coño el infierno… ¡un calor abrasador!... estaba muy mojada y ansiosa que no podía pensar en nada más que consumar su unión, pero Shinji solo daba largas al asunto.

Ella se estremeció al sentir sus dedos en su interior. Sus ojos se pusieron vidriosos y empezó a respirar por la boca mientras su hierático rostro hacía muecas ambiguas entre placer y dolor extremos. Ella se mordió el dorso de la mano y trato de cerrar las piernas mientras se convulsionaba cuando Shinji comenzó a chupar y a beber de sus jugos, sorber el caldito que se empozaba en su coño. Era una fuente inagotable de jugos y la sopa de su sexo era deliciosa. Húmeda y brillante el clítoris emergió como una perla, Rei parecía tener epilepsia. Pero Shinji le sujetaba las rodillas y metía su hocico sin asco ni repugnancia.

El sexo oral fue solo un preámbulo que solo hizo hervir la sangre a la fría y siempre apagada Rei Ayanami. La joven albina echo la cabeza hacia atrás y arqueo la espalda cuando Shinji por fin se decidió a penetrarla.

-¡Me duele! ¡Sácamelo!- Le hubiera gustado decir, pero esas palabras no salieron de su garganta.

Rei sintió una lenta y angustiante agonía, Shinji sufría con ella… ¡era tan apretada y estrecha como su miembro largo y grueso!... el muchacho no quería hacerle daño y tenia miedo de romperle el coño por dentro si era brusco con ella… si se abandonaba por completo y descendía al nivel de las bestias y los brutos. La honra de Rei empezó a dar guerra y lata. Shinji recordaba como la puerta había salido disparada al tocar la punta de su glande, pero el himen de Rei no se quedaba atrás en lo anormalmente elástico y duro que era.

-Rei… ¿estas bien?... ¿quieres que pare?

-¡Estoy bien, Ikari-kun!... ¡quiero ser uno contigo en cuerpo mente y alma!... no pares, ni te detengas!... ¡por favor! ¡Follame!

Follar y fornicar. Shinji solo sentía que era eso y nada más. Siguió empujando y embistiendo hasta finalmente entrar de golpe. Rei sintió que esos 40 centímetros de dura carne maciza le iban a salir por la boca. La llenaba a reventar todo el útero y hasta la matriz. Shinji le dio tiempo para acostumbrarse a su miembro, pero como le había advertido a Rei una vez que empezara no seria responsable de sus actos. El coño de Rei era el infierno y su miembro el Diablo. Lo natural era estar en lo más profundo del oscuro y sombrío reino para el señor del mal. Ni Shinji, ni Rei eran responsables, ni conscientes, solo se dejaban llevar por sus instintos y la pasión

El clímax llego en forma fulminante y después de una intensa joda de 15 minutos completos. Shinji se vacío por completo en el interior de Rei. La bella joven sintió un orgasmo múltiple intenso que eran deliciosos y venían uno detrás del otro. Shinji sintió que su miembro se encogía y volvía a la normalidad. Los dos jóvenes jadeaban y estaban sudorosos. Rei no sabía si era por la última batalla contra el ángel o por cualquier otra cosa, ¡pero le contentaba que su primera experiencia sexual real fuera con el chico que tanto le gustaba que con el par de depravados!... después de esto no quería que la volvieran a tocar o que le pusieran un dedo encima. La joven dio un suspiro pensando con asco y aversión que si podía tener sexo con el tercer niño lo más probable es que también pudiera tenerlo con ellos dos. La idea de ser su muñeca inflable, su juguete para sus cochinadas, una waifu de carne y hueso para sus placeres aberrantes, para hacer realidad sus fantasías enfermas le amargo el momento más feliz de su vida… Después de conocer el cielo y tocarlo le era más difícil regresar al infierno.

-Ikari-kun… ¡no vayas con Maya!... así como estas, ¡estas bien!...

-¡Pero…!

Rei no lo dejo terminar y acallo sus protestas con un tierno beso en los labios que se convirtió en un apasionado beso en la boca con lengua. Shinji volvía a sentir su miembro erecto, largo, grueso y monstruoso. Rei en la sumisa posición de perrita era culeada y su ano desflorado. La joven pensaba que era mentira que solo fuera sexo y que en verdad no le importaba que el muchacho estuviera enamorado de otra… pero solo como amantes y viéndose en secreto podían estar juntos. Rei deseaba en verdad que la protección de Lilith continuara y que Shinji fuera el único al que no afectaba… ¡lo que le quitaba de encima al par de depravados!

Shinji se puso su uniforme de gimnasia que tenía dentro de su bolso por que su uniforme de instituto… ¡estaba por completo inutilizable! Rei volvía a estar seria e inescrutable. Shinji no podía creer que en verdad hubiera hecho el amor con ella, ¡tenido su primera vez en una forma tan fogosa y apasionada con la indiferente chica de hielo!... perversamente sintió algo de orgullo y halago su vanidad ver como Rei caminaba como si viniera de montar a caballo. La joven se limpio con papel higiénico entre los muslos la sangre virginal y se fue vistiendo con apatía.

-Rei…

-¡No digas nada!... mi propuesta sigue en pie Ikari-kun… solo llámame cuando lo desees y te apetezca…

Los dos salieron y afuera estaban Mayumi y Mana junto a otras dos bellas jóvenes que Shinji solo conocía de vista, Sakura y Kaori. Shinji sintió un escalofrió al ver como las cuatro clavaban sus ojos en él con hambre canina y como si estuvieran en celo, ¡con años de completa, forzada y absoluta abstinencia en una isla desierta! Rei sintió disgusto y algo de celos, pero no lo exteriorizo. Le hubiera gustado decir que el tercer niño le pertenecía y que no se le acercaran, pero no podía… en cierta forma mientras más fueran, ¡mejor!... la verdadera rival era esa persona en el corazón de Ikari.

-¡Con que eran ustedes quienes hacían todo ese escandalo!- Les hablo Mana- menos mal que saliste con Rei-chan… ¡todas nos íbamos a poner a llorar si salías con otro chico del baño!

-¿Los dos son pareja?- Pregunto con timidez la chica de lentes y de cabello largo

-No, ¡no lo somos!... solo somos macho y hembra- respondió Rei y delante de ellas beso en la boca al muchacho.

Shinji sintió que todo le daba vueltas. Su miembro volvía a estar erecto. Rei era la encarnación de Lilith, ¡la madre de los demonios!... la lujuria y la depravación absoluta hecha carne. Si Shinji no era para ella, ¡no debía ser para nadie!... mejor que fuera de todas que de una sola. ¡Que solo la lujuria estuviera en su corazón y en su alma! Las cuatro chicas sintieron caer toda vergüenza y pudor.

-¡Rei! ¿Pero que haces?- Pregunto Shinji confundido

-No puedo seguir con este cuerpo… ¡Necesito el de ellas cuatro para hacerte mío por completo!- Rei se dirigió a las otras chicas- ¡háganlo por completo mío!... que se olvide por completo de esa chica que vive en su corazón y llena su mente.

Las cuatro chicas parecían súcubos, ¡brujas en un aquelarre! Mana empujaba desde atrás a Shinji mientras Mayumi le jalaba por la cintura de su mono. Sakura y Kaori le jalaban de los brazos. Rei los seguía con paso firme y el rostro serio. Las jóvenes llevaron al muchacho al gimnasio y allí lo desnudaron entre risas y ante la mirada indiferente e inescrutable de Rei acostándolo sobre una colchoneta. Shinji solo forcejeaba débilmente y a las chicas parecía excitarlas más su resistencia. Shinji trataba de no lastimarlas o usar su fuerza contra ellas, pero se dio cuenta que no podía quitárselas de encima con esa actitud… ¡que solo con patadas y puñetazos iba a evitar ser violado a la inversa por las cuatro chicas!... con todo evito la violencia y el uso de la fuerza bruta. Solo las agarraba y las derribaba con llaves y proyecciones, tratando por todos los medios de no hacerles daño o que se golpearan de gravedad… pero no podía evitar tocarle el culo, las tetas, los muslos… las cuatro chicas solo parecían excitarse más, olvidar que eran señoritas de instituto, ¡se comportaban más y más como desvergonzadas putas ninfomaníacas de burdel!

Shinji estaba desnudo sobre la colchoneta con Mana y Mayumi sentadas sobre uno de sus brazos cada una, ¡inmovilizándolo por completo! Kaori y Sakura hacían lo mismo con sus piernas. Las muy putas se movían de adelante y hacia atrás restregando, rozando y frotando sus coños contra sus extremidades mientras se desnudaban del torso para arriba. ¡Que par de gemelas tenían cada una!, ¡un buen par!... los chillidos y las risas de las chicas acallaban los gritos de auxilio del muchacho.

-¡Solo déjate querer!- Dijo Kaori mientras se sobaba los senos y se pellizcaba los pezones

-¡Así no vamos a poder darte amor!- hablo Sakura tratando de domar la pierna encabritada del muchacho, moviendo y meneando las caderas con sensualidad mientras sus labios vaginales y la raja de su culo se deslizaban en el carril de la canilla de su pierna. Shinji los sentía en relieve sobre su braga de colegiala. Sus forcejeos e intentos de liberarse solo provocaban la hilaridad general de las chicas… ¡aumentar su morbo y lascivia!

Mayumi y Mana mantenían sus brazos inmovilizados entre sus muslos de seda, también se meneaban sensualmente y con sus bracitos sujetaban sus hombros y el pecho, besando y lamiéndole las tetillas, el cuello y la garganta. Acallar sus desesperados gritos de auxilio con besos en la boca, ¡Metiéndole la lengua hasta el fondo! Rei continuaba solo mirando. Le hubiera gustado unirse, pero el coño y el culo le dolían y escocían en forma horrible. Sentía un perverso placer en solo mirar y en ser testigo de como el muchacho estaba inmovilizado.

-¿Qué es lo que esta pasando aquí?-

La voz era de Hikari. No estaba sola, ¡la acompañaban sus hermanas Nozomi y Kodama!... las tres delegadas, las tres hermanas pecosas, caminaban con aplomo hacia donde Shinji y las chicas se encontraban proyectando su sombra sobre ellos. Shinji se sintió salvado

La pequeña y fina Nozomi se puso sus puñitos en las caderas y hablo con severidad.

-Ikari Shinji… ¡es un crimen imperdonable ser tan guapo e irresistible! ¡Te mereces por completo este castigo! ¡Deja de gritar y pórtate como un hombre!

"¡¿Queee?!" casi iba a aullar Shinji de la sorpresa

Kodama se descalzo y se quito las medias con un hábil movimiento de sus pies. Shinji sintió la planta del pie de la mayor de las pecosas sobre todo lo largo de su miembro, el talón entre sus bolas

-Ikari Shinji… ¡Es un crimen imperdonable tener esto y no usarlo como se debe!... ¡ser tan apuesto y lindo hasta el punto de hacer enloquecer a estas pobres chicas! ¡Ellas son solo las victimas y las perjudicadas de que seas un adonis hermoso!

Hikari parecía cuando menos la más sensata

-Shinji… ¡a mi me gusta Touji!- Le confeso la pecosa- Pero mi deber es claro y debo hacer todo lo posible por que la justicia se cumpla y prevalezca… ¡A ellas chicas! ¡Las chicas unidas, jamás serán vencidas!

Como Shinji se había imaginado las tres hermanas desnudas parecían estar bañadas en lluvia de chocolate por sus pecas. Las tres boquitas se disputaban y compartían su miembro. Luego como las delegadas de sus salones respectivos fueron las primeras en cabalgar su potra, en desflorarse ellas mismas con esa estaca de carne que apuntaba el cielo. ¡Cerciorarse de que no había peligro y mostrar la forma correcta de empalarse a las demás chicas!... las tres estaban por completo desnudas mientras las otras cuatro estaban con sus torsos al descubierto.

Rei se sentó en un banco alto. Se acariciaba los muslos y se sobaba las tetas con el busto al desnudo mientras no perdía detalle. ¡Ella era las siete y las siete eran ella!... las tres hermanas ensangrentaron el miembro de Shinji y luego tomaron el lugar de una para que esta fuera a empalarse y cabalgara esa polla monstruosa… Rei sintió que era desflorada las 7 veces… que daba saltitos y botaba sobre el vientre del muchacho. Shinji sentía como su miembro cambiaba y se adaptaba al coñito, al cuerpo de cada una de las chicas. Hikari y Kodama se tragaban los 40 centímetros de gruesa y dura carne sin problemas, pero a Nozomi le era más cómodo y placentero ser desflorada por 15 centímetros de un falo fino y curvo como cimitarra. A Kaori y a Sakura les toco un garrote grueso y puntiagudo de 25 centímetros, Mayumi uno más delgado de 30, pero bien cabezón. Mana se trago sin problemas los 40 centímetros monstruosos, pero con ella tomo la forma de duro cetro y vibraba en su interior como un dildo.

Shinji sentía que estaba en el paraíso prometido por Mahoma para los mártires y para quienes morían peleando en una guerra santa. Por la cantidad, calidad y calibre de las hembras se dirían que las siete jóvenes eran huríes. Según Mahoma, en el Paraíso prometido a los creyentes existen unas bellísimas vírgenes, de las cuales gozarán después de su muerte. A cada elegido presenta un ángel una pera o naranja en una bandeja de plata. El feliz musulmán abre el fruto y de él sale la hurí que le está destinada, en los brazos de la cual permanece mil años, sin que ella pierda nunca su virginidad.

Shinji al principio se resistía… pero después era más que evidente que era parte activa de la orgia, de la intensa joda que se estaba desarrollando. Las siete eran hermosas a su manera, venían de todas las formas, de todos los tamaños, de todos los tipos ¡eran irresistibles!... Shinji no se cansaba y se sorprendía de su resistencia y aguante. A Rei le hubiera gustado ser la octava Hurí… pero todo el cuerpo le dolía y estaba lleno de calambres. Solo se limitaba a ser una con las siete… ¡siendo de todas, Shinji era solo para ella!... Shinji parecía ser la versión masculina de una hurí para la mujer musulmana piadosa… a pesar de tener que compartirlo el muchacho pudo con las siete, ¡las dejo bien satisfechas y agotadas! Con el culo y el coño igual de adoloridos a Rei. Shinji jadeaba, pero las siete chicas estaban por completo exhaustas y muertas de cansancio. Rei parecía decepcionada y contrariada por el poco aguante de sus compañeras… ¡quería más!

El muchacho fue a las duchas después de recoger sus ropas. Tenía todo el cuerpo magullado, lleno de mordiscos y arañazos, marcas de dedos, moretones, cardenales y contusiones. El muchacho en lo que pudo se vistió y fue a la azotea a tomar aire y aclarar su mente… ¡8! ¡Acababa de hacer el amor con 8 chicas!... perder la virginidad con Rei para luego desflorar (o ser violado) por 7 chicas era algo increíble… ¡irreal!... ¡solo podía ocurrir en un fanfic desquiciado escrito para pervertidos morbosos por un loco enfermo!... No lo podía creer… ¡no era posible!...

Shinji cerró los ojos y se puso a escuchar música en su SDAT. La negación y considerar todo como producto de su imaginación calenturienta fue la única forma de mantener la cordura y la ecuanimidad. Al abrir los ojos una bella chica con gafas y coletas con un paracaídas le cayó encima del cielo.

-¡Lo siento! ¿Estas bien?- Pregunto la chica

¡Shinji le dijo adiós a su cordura y ecuanimidad! Tenia los pechos de la chica en toda la cara… ¡Ella era en verdad preciosa!... ella estaba encima de él, sentada a ahorcajadas, ¡en forma muy indecorosa!... ¡muy sugestiva y tentadora!… su cuerpo estaba lleno de curvas, era turgente y suave… ¡parecía otra Hurí que el bueno de Mahoma le mandaba directamente del cielo! la bella desconocida tenia puesto otro uniforme… una minifalda corta de tela escocesa… corbata y la camisa abotonada hasta el cuello… ¡estaba bien rica!...

Rei de donde estaba sonrió… las siete chicas no se podían mover, ¡pero la recién llegada estaba fresca y descansada!... la podía sentir… ¡ser ella!... a través de sus ojos podía ver a Shinji y con su cuerpo sentir el cuerpo del muchacho… la joven del paracaídas sintió como su culo se ponía duro y sus pezones se ponían paraditos. Sus mejillas se tiñeron de rojo y un calor entre sus muslos la quemaba por dentro. ¡Era pura lujuria y lascivia por ese chico! Ella lo reconoció como el tercer niño, Shinji Ikari. Ella era Mari Illustrious Makinami… Ella era como él un piloto de Evangelion…

-¿Te gusta?... ¿No la deseas?... ¿no quieres hacerla tuya?- Rei pensaba y Shinji escuchaba esas preguntas dentro de su cabeza como un susurro…

Mari no tuvo tiempo de nada. Shinji se giro y ella estaba de bruces sobre el suelo con él encima. El muchacho le quito los broches de su paracaídas y con sus manos abrió la camisa de la joven haciendo saltar con violencia todos los botones y dejando al descubierto su sostén rosa pastel labrado. La chica trato de defenderse pero Shinji le volteo la cara de un bofetón. Rei sintió la cachetada en su mejilla forzándole a girar la cabeza a un lado de golpe y casi derribándola de donde estaba sentada. Le ardía y le dolía mucho la mejilla… el miedo y la sorpresa de la inglesa también lo sentía

-¡Hazme tuya por la fuerza!... ¡viólame!- Suplico Rei, Shinji la escucho en su oído como una voz apagada

Mari comenzó a forcejear y a pelear con Shinji para quitárselo de encima… ¡para Rei era lo más delicioso!... Shinji le bajo el sostén y los senos de la bella chica estaban a la vista, plenos y voluptuosos. Botando libremente. La joven se defendía a golpes, patadas y mordiscos con un terror animal que hacia estremecer a Rei. Shinji era un bruto, una bestia enloquecida por la hembra en celo. ¡La haría suya por las buenas o por las malas!... nada de romanticismos, ni de caballerosidad o galantería.

Mari y Rei dieron un grito espeluznante al sentir el falo del muchacho entrando por la fuerza en su interior. Era un fino puñal, un ariete de 20 centímetros que entro como espada en su vaina rasgando y abriéndose paso entre las medias pantis, las pantaletas y el himen de la chica de lentes y coletas. A Rei la tumbo de la silla y la dejo de bruces sobre el suelo en la misma posición en que estaba Mari. Las brutales puñaladas al sexo de Mari las sentía con total intensidad… en el suelo hacia lo mismo que hacía Mari… ¡sufría y era torturada como Mari en la azotea! La inglesa lloraba de dolor y Rei sentía como las lagrimas salían de sus ojos secos y se deslizaban por sus mejillas. Para ella era una ilusión, pero para Mari era real de forma cruel. La salada gota quemaba en donde había recibido la bofetada. Shinji parecía marinero con meses en altamar, una bestia, un animal, ¡nada que ver con el joven amable y gentil que había desflorado a Rei con exquisita delicadeza en el baño entre mimos y con sumo cuidado!

Rei en el suelo parecía ser violada por el hombre invisible. Las siete chicas se sentaron en el piso o en la colchoneta y miraban golosas a la peli azul sufrir, ser torturada y vejada por un incubo, un demonio que no podían ver. En la azotea Shinji follaba y violaba a Mari como si esta fuera una inerte masa de carne que no sintiera nada. Solo buscando su propio placer egoísta y goce. Que Mari fuera una hermosa desconocida de la que no sabía nada y por quien no sentía nada le ayudaba a olvidarse por completo de todo escrúpulo y recelo. Cada vez era más rudo, feroz e inhumano. Rei sentía que en la medida que Shinji descendía al nivel de las bestias, a lo más visceral e instintivo, las restricciones y cadenas que aprisionaban a Lilith en su interior se iban aflojando. Rei sentía que podía controlar al demonio del deseo, la lujuria y la atracción sexual por su amor sincero hacia el tercer niño.

Mari empezó a cogerle gusto y a disfrutar. Pasado el trauma y el dolor inicial su cuerpo fue invadido por oleadas de deseo y un hambre carnal por la virilidad del muchacho que tenia encima. Su fuerza y poder aplastándola, dominándola, maltratándola ¡era masculinidad pura! Shinji le alzo las piernas y puso sus rodillas al lado de sus orejas y los tobillos de ella sobre sus hombros. El miembro se metió en lo más hondo de sus entrañas y quedo bien apretado. Mari empezó a rugir y a gritar de placer. Lo mismo hacia Rei sintiendo todo con igual intensidad. Shinji variaba las posiciones sin sacar su miembro, cambiando el ángulo y la profundidad, la velocidad y la intensidad con maestría, con un increíble autocontrol y dominio. Mari y Rei no podían creer que el placer pudiera aumentar de golpe y en forma exponencial cada vez más.

Mari y Rei sintieron que se iban a morir al llegar al clímax, ¡que era imposible que pudiera existir el placer a ese nivel y con esa intensidad! Shinji no había llegado y solo lo poco que le quedaba de su personalidad tuvo la delicadeza de dejar que la chica descansara y repusiera fuerzas. Ella jadeaba y respiraba con dificultad por la boca. ¡Pero ansiaba y quería más castigo!, ¡más maltrato! Era una gata en celo y quería ser montada como una perra. Shinji no tuvo problemas en complacerla.

El conejo de Mari era devorado en forma violenta y esta parecía una tragasables con el garrote de carne llenándole la boca y deslizándose por su garganta en un 69 sobre el piso de la azotea. Los dos estaban semi desnudos, solo necesitaban follar y fornicar con comodidad, ¡lo demás no importaba o carecía de importancia! Rei estaba sorprendida al ver que la misteriosa chica de gafas tuviera más aguante y resistencia que las siete compañeras de Shinji. El muchacho la follo por todos sus orificios, ¡le dio una revolcada de campeonato olímpico! La boca, el culo y el coño se los dejo bien abiertos y dilatados. Solo lo poco que le quedaba a Shinji de autocontrol lo detuvo después de alcanzar por novena o decima vez el orgasmo. ¡Mari ya no podía más!... Rei volvía a sentir contrariedad de que en la mejor parte el cuerpo de la chica de gafas llegara a su límite.

Shinji estaba cansado y extenuado, pero la chica del paracaídas parecía como muerta. Dormía con una picara sonrisa en los labios sobre el suelo respirando con lentitud y suavidad. El muchacho se metió su miembro dentro de sus pantalones y como si hubiera cometido un crimen abandono el lugar con sigilo. Estaba muy asustado y confundido, pero tenía que aceptar que todo era real y no un sueño. Se fue a su casa directo… ¡era bien tarde!... ¡como volaba el tiempo cuando fornicabas como un animal a 9 colegialas en celo!

Rei también se fue a su casa. Mari, Mana, Mayumi, Kaori, Sakura, Nozomi, Kodama e Hikari se sentían como drogadas, borrachas de placer. Se quedaron un rato más en el instituto mientras se aclaraba sus mentes. ¡Con muchas ganas de repetir en lo que se recuperaran por completo y volvieran a pillar a Shinji! A Rei le dolía al caminar, ¡pero era un dulce dolor!... con solo cerrar los ojos podía ver a Shinji por los ojos de cualquier mujer que estuviera cerca. Había muchas mujeres bonitas, despampanantes… Rei pensaba y Shinji sentía que escuchaba la voz de Ayanami como un susurro… como un pequeño demonio parado sobre su hombro incitándolo al mal… ¿no te gustaba esa?... ¿Aquella no era bonita?... ¿Esa no era elegante y refinada? ¡De seguro chillaba como una cerda cuando la tires al suelo y le metas tu verga hasta el fondo de sus entrañas!

Shinji se hacia el desentendido y fingía que no escuchaba. Rei dejo de verlo y oírlo cuando el muchacho llego a su casa. Sin una mujer cerca que fuera deseable para el muchacho no podía ver nada, oír nada, ni hacer nada. La joven había llegado a su departamento y fue a tomarse una ducha. Shinji hacia lo mismo… ¡pero por más que se enjabonaba no podía quitarse el olor de esas chicas! ¡De sentir sus cuerpos contra el suyo! ¡Sus bocas sobre sus bocas y sus lenguas contra su lengua!... lejos de sentirse saciado o empalagado por el sexo fácil… ¡quería más!... solo sentía remordimiento por esa mujer que no podía sacar de su mente. ¡Por haberla traicionado y serle infiel!... Shinji dio un suspiro y pensó que era ridículo y cursi pensar así, ¡No eran nada y ella ignoraba por completo lo que él sentía por ella! Su cabeza le decía eso con su fría lógica y con toda la razón. El corazón del muchacho no le decía nada, pero lo llenaba de culpa y remordimiento la debilidad de su carne ante las chicas hermosas que se le ofrecían sin pudor alguno y que literalmente le caían como lluvia del cielo. Rei sintió rabia y una fría ira… ¡su verdadera rival era esa mujer desconocida!... a Rei le llegaba como una revelación que si era amor verdadero Lilith no tenía poder, ni control sobre esa persona o sobre Shinji.

La bella joven solo tenía puesto una camisa de su uniforme entreabierta y nada más, los pies enfundados en unas pantuflas. El teléfono celular de Rei empezó a sonar con insistencia. La joven aprovecho para descargar su furia con él. Lo tiro contra el suelo y empezó a pisarlo con su pie con furor homicida. Su rostro permanecía serio y sin expresión sin embargo. Adivinaba y sabia quien era el que llamaba… ¡pero no quería ir!

-Mañana… ¡iré mañana con ellos!... ¡Que hagan lo que quieran conmigo mañana!... pero hoy… ¡solo tengo hoy! ¡Solo tengo hoy para disfrutar y sentir placer como me plazca y con la persona que quiero!

Rei se sorprendió al ver y al oír a Shinji con los ojos y oídos de Asuka. La pelirroja venía malhumorada e incremento su mal humor ver que Shinji no había hecho la cena.

-¡Baka! ¿Todavía no te has puesto a cocinar?... ¡tengo hambre! ¡Prepárame algo!-Ordeno con su fiero y autoritario acento alemán

Shinji se sintió aliviado de que cuando menos una chica no se le echara encima, ni se le insinuara. Volver a su rutina y a las prosaicas cosas cotidianas le devolvió la vida al cuerpo. Pensaba en ir con Maya a primera hora mañana y hablar con ella. De cierta forma retorcida pensó que nada era su culpa si Maya descubría o le confirmaba que todo era por la última batalla con el ángel de turno. ¡Entonces en verdad no había sido infiel, ni había traicionado a su amor platónico!

Rei se estaba relamiendo los labios en su casa sentada en su catre… ¡Asuka no era esa chica en el corazón de Shinji!... la pelirroja fue a su cuarto a cambiarse y a ponerse su ropa de casa. Rei tuvo que admitir que la pelirroja era muy bonita. Su fuerte personalidad y carácter era todo lo contrario al suyo. Rei pensó que su deseo de ser como Asuka se le iba a cumplir. Sentía su cuerpo como si fuera suyo desde esa distancia. Echo la cabeza hacia atrás hasta que sus hombros tocaron y se apoyaron contra la pared. Los brazos los echo para atrás y apretó sus piernas una contra otra, frotando sus pálidos muslos. Dio un lánguido suspiro y con los ojos cerrados los 5 sentidos de la alemana le hacían estar presente en ese departamento, unida en cuerpo, mente y alma con la pelirroja. Esta ni se daba cuenta o notaba algo diferente.

Rei se acaricio los labios con la punta de su dedo índice de una mano y se desabotono con lentitud la camisa de arriba abajo con la otra. Asuka sintió un calorcito entre las piernas y sus pezones se pusieron paraditos y duros… ¡no era una sensación desagradable, ni violenta!... la joven solo respiro hondo e ignoro esa calentura repentina… ¡Rei sonreía divertida en su casa!... cuando el orgullo, la arrogancia y todas esas barreras se fueran cayendo por la lujuria iba a ser muy entretenido ver, oír y sentir lo que iba a pasar entre esos dos dentro de poco.

Shinji estaba vestido con el mono deportivo del instituto. La alemana pensó que el chico se la pasaba demasiado tiempo con Touji y con Kensuke, ¡ya hasta se disfrazaba de Suzuhara! Ella vestía unos shorts estrechos que se pegaban como un guante, una franela vieja muy holgada y abierta por el cuello. Estaba descalza y con sus deditos se ajusto las ligas de su Short que le apretaban en la unión de sus muslos con sus nalgas. Su culo redondo y duro casi se veía marcado en relieve, junto a una línea vertical en el frente entre sus piernas. La joven abrió la nevera y tomo agua, el aire helado de la nevera la refresco. Ella sentía un calor desde dentro que aumentaba lentamente. Miro a Shinji… ¿se veía atractivo?... la alemana sintió la sangre agolpándose en sus mejillas y martillándole la frente… ¡pero que calor!... Asuka solo se quedo mirando al tercer niño mientras recostaba la espalda contra la puerta del refrigerador.

-¡Tengo hambre! ¡Apúrate!- Dijo ella con languidez mientras bebía el agua con lentos sorbos.

Shinji cocinaba sin prisa la cena. Miraba de reojo a Asuka. La joven exudaba sensualidad por cada poro de su piel. Sus largas piernas eran hipnóticas, atrayentes, con disimulo las veía de arriba abajo. Impúdicas se veían completas desde la punta de los pies hasta la unión de las caderas. La vieja franela caía liquida sobre el bello torso de la extranjera, mostrando un hombro redondo. Shinji ya se había acostumbrado a que Misato y Asuka se pasaran en casa ligeras de ropa… ¡o eso creía!... En realidad era una de las cosas buenas de vivir con ellas. Shinji trataba de concentrarse en picar unos vegetales.

-Kínder, ¡te vas a cortar el dedo!- la advertencia de la alemana lejos de ayudar solo precipito que en efecto Shinji se cortara el dedo.

Asuka le hizo a un lado y se puso de rodillas… ¡le estaba chupando el dedo!... Shinji podía ver como los núbiles pechos se bamboleaban por el cuello de la franela de Asuka que casi era un escote obsceno. Asuka sostenía su mano entre las suyas, le chupaba y le lamía el dedo con sincera preocupación y a la vez molesta por su torpeza. A Shinji el acto le parecía mucho más íntimo y fuerte que cualquier felación que las 9 chicas le habían hecho en el transcurso del día. Asuka era como una hermana o una prima por el tiempo que habían estado viviendo juntos. Shinji tenía sentimientos encontrados.

Asuka fue por el botiquín que tenían en la alacena. Al montarse en un taburete tuvo que apretar las nalgas y pararse de puntillas para alcanzarlo. Shinji trago saliva y volteo la cara. Asuka de un salto bajo del taburete y le vendo el dedo.

-¡Baka!... ¡ahora tendré que cocinar yo!... siéntate y no estorbes

Asuka era buena cocinando, pero le aburría y fastidiaba hacerlo. Solo lo hacía si la comida era para Kaji. Shinji sentía como los pelos se le erizaban al ver a la pelirroja… Con un delantal y un pañuelo en la cabeza recogiéndole sus rojos cabellos se veía muy hermosa… como una joven ama de casa, ¡una recién casada! Shinji dio un suspiro pensando que era un machista… pero en verdad que Asuka se veía muy linda y encantadora.

La alemana por su parte encontraba a Shinji mucho más guapo que de costumbre… ¡con un no sé que!... de reojo lo miraba e inconscientemente meneaba su trasero más de la cuenta o disimuladamente se acariciaba sus senos, frotaba y apretaba sus muslos al caminar haciendo que sus labios vaginales se rozaran entre ellos. Sentía una creciente excitación y se sentía atraída en forma irremediable por el tercer niño… ¡pero no podía ser eso posible!... luchaba contra esos sentimientos y esos pensamientos que hasta ahora había contenido, reprimido y ocultado en su interior.

-¿Qué tanto me miras?- Le recrimino belicosa encarándolo.

-¿Eh?

-¡No paras de mirarme!

-¡Perdón!... ¡lo siento!- Las disculpas salieron como acto reflejo del muchacho en forma automática

-¡Pervertido!, ¡Baka!- Los insultos solo salieron de la boca de Asuka también como algo automático.

Shinji paseaba la vista por otro lado mientras la alemana continuaba cocinando. La joven parecía estar pendiente y a la caza de que Shinji volviera a mirarla… de que posara sus ojos sobre ella. Rei encontraba frustrante que Asuka fuera mucho más fuerte y con más dominio de si misma que las otras chicas. Se acaricio las rodillas y fue abriendo sus muslos con lentitud hasta quedar con las piernas bien abiertas… ¡para luego cerrarlos de golpe en forma imprevista!

Asuka comenzó a hablar y a monologar en voz alta sobre como había sido su día. Shinji escuchaba con atención todo.

-Hikari y sus hermanas se quedaron en el colegio después de clases por algo que tenía que ver por que las tres eran delegadas… ¡yo quería que me acompañara al centro!...

Shinji sonrió en forma forzada y aparto la vista. Asuka continúo hablando y charlando. Al terminar sirvió la comida y los dos se sentaron en la mesa a comer. La alemana le guardo la cena a Misato.

-¿Qué tal tu día tercer niño?- Pregunto de pronto la pelirroja

Shinji volvió a sonreír en forma forzada. ¡Por donde empezar!... sinceramente no sabia si contarle la verdad a Asuka, ¡aunque la verdad sonaba más en sus oídos como algo inventado y jactancioso!...

-Asuka… me he sentido raro desde la última batalla con el ángel… ¡mañana iré con Maya a primera hora para que me revise!

-Tienes restos de comida en la comisura de los labios… ¡deja que te la quite!

Asuka le quito un grano de arroz con la punta de su dedo. Shinji sintió un escalofrió recorriéndole la columna vertebral. Casi sintió que la pelirroja se movía sensualmente en cámara lenta. Asuka también se sentía muy cachonda y excitada por solo tocar a su compañero de piso. Casi deseo que llegara pronto Misato a casa… el estar los dos solos en el apartamento lo encontraba opresivo.

-Tú también tienes restos de comida en la boca…-susurro Shinji

El muchacho acerco su cara a la cara de ella y paso la punta de su lengua por sus labios entreabiertos. Luego deslizo sus labios sobre los labios de ella desde una comisura de la boca a la otra. La joven abría los ojos de la sorpresa para luego irlos cerrando de gusto. Shinji le sostuvo la cara a la jovencita entre sus manos y continúo con su beso en la boca metiéndole la lengua. Los dos no respiraban y estuvieron casi 5 minutos completos ladeando la cabeza, chupándose los labios y entrechocando sus lenguas. Hilillos de saliva unían sus bocas, exhalaron e inhalaron el aire al unísono.

Rei se acariciaba los muslos en su casa hasta volver a quedar bien abierta de piernas. Asuka mientras tanto lejos de reaccionar con sus característicos arrebatos solo se ruborizo… ¡no lo podía creer!... se paro de golpe y fue corriendo a su habitación. Rei sintió dolor cuando sus rodillas chocaron una contra otra con suma violencia. Shinji sujeto apenas a tiempo a la alemana de la muñeca.

-¡Suéltame sucio pervertido! ¡Inmoral!... a partir de mañana me mudo… ¡No quiero estar más tiempo contigo bajo el mismo techo!... ¡me das asco!... ¡te odio!, ¡te odio!, ¡te odio!, ¡te odio!... ¡Tu éstas definitivamente mal de la cabeza!... ¿Cómo fue que te atreviste a besarme en la boca?

-Asuka… ¡me gustas!... ¡Te deseo!- Fue todo lo que Shinji podía decir.

La pelirroja no podía creer como una carpa se iba formando bajo los pantalones del muchacho. No podía creer como Shinji se sacaba esa cosa monstruosa y la exhibía…

-Es la primera vez que veo algo así… ¡no me imaginaba que fueran así de grande!... ¿Cómo demonios le entra eso a una mujer en su vagina?- Pensaba Asuka

-¡Perdón!... ¡lo siento!... no pienses ni creas cosas raras… creo que esto que me pasa es por el último ángel… ¡no vas a creer todo lo que me ha ocurrido hoy!- Shinji en verdad estaba avergonzado. Abierto de piernas empezó a hacerse una paja con una mano mientras sujetaba a Asuka por la muñeca con la otra.

-¡Hentai!, ¡pervertido!- Asuka lo abofeteo y se libero. Se fue corriendo a su habitación y cerro la habitación de golpe- ¡Te voy a acusar con Misato en lo que llegue!

-¡Ah!... ¡Ah!... ¡Ah! – Shinji se hacia una paja en la sala. Sus gemidos eran quedos, se le escapaban sin poder evitarlo. En el completo silencio que había, llenaban todo el departamento. Asuka miró de reojo asomando su cabeza por la puerta de su cuarto y se sonrojó al ver al chico dándole caña a su pene sin vergüenza alguna y con sus bolas a la vista. Rápidamente la piloto se abrazó las piernas por delante metiendo su cabeza entre ellas para abstraerse de lo que estaba pasando, cerrando la puerta con seguro.

Shinji se corrió tapándose la boca y el fluido viscoso cayo al suelo sin pena ni gloria. Rei sentía todo el asco y la repulsión de Asuka. Su confusión y el conflicto de sus sentimientos. La rabia y la decepción que sentía. ¡Tuvo mucha envidia! ¡Si ella pudiera sentir y exteriorizar sus emociones así!... pero Asuka estaba también muy excitada y llena de morbo también… ¡también le gustaba Shinji!... quizás hubiera algo más y era por eso que Lilith no podía controlarla del todo… pero Rei solo necesitaba un poco de lujuria en Asuka… que se sintiera atraída por Shinji a nivel físico y sexual…

-¡Te gusta!... ¡lo deseas!... ¡admítelo!- Decía Rei en su casa en voz alta

La pelirroja salió de su cuarto y fue a donde estaba Shinji. De un empujón los sentó en el sofá de la casa.

-¡No!... ¡No me pegues por favor! -Suplicó Shinji cubriéndose con el brazo. Asuka le miraba sería, fría como el acero. La chica se quito su short delante de él mostrando que no llevaba bragas y exponía su sexo sin vello.

-¡¿QUÉEEE?!- Grito Shinji

-¡Ahora pasarás tu la vergüenza de ver como me toco!

La chica se lamió dos dedos y empezó a acariciar con ellos sus labios vaginales. Se excitaba con solo ver la cara del tercer niño desencajada. Asuka sintió una fresca brisa acariciando su parte más intima. El estar por completo expuesta a los ojos del muchacho le excito. Con una mano arremangaba su vieja franela mientras su dedo medio se deslizaba con lentitud en la zanja de sus labios verticales. Ella solo estaba en automático, su mano se movía por si sola sobre su coño lampiño. Ella miraba de reojo a su "publico" cautivo sin habla, con sus ojos fijos en una cosa. Asuka se corrió en menos de tres minutos por que estaba súper cachonda.

-¿Te gusto el espectáculo tercer niño?- Dijo triunfante.

Ella se termino de desnudar y Shinji hizo lo mismo. La pelirroja se sorprendió al ver a Shinji con el cuerpo lleno de marcas y moretones. Shinji le confeso la verdad, sin decir nombres.

-Hoy perdí mi virginidad con una chica en el baño para hombres del colegio… estuve con 7 en el gimnasio y con otra en la azotea… ¡no te miento Asuka!... hoy le hice el amor a 9 chicas…

-¡Y conmigo son 10!- Le replico Asuka, sin embargo no pudo evitar ponerse colorada, con la cara casi tan roja como sus cabellos- ¡vamos a mi habitación y a mi cama!

Asuka arqueo la espalda y se mordió los labios mientras se apoyaba en sus codos sobre su colchón. Con la mirada perdida sus ojos estaban fijos mirando el techo mientras Shinji se ocupaba de la miel amarga y almizcleña en sus muslos de terciopelo. La joven gimió dulcemente al sentir la boca de su amante sobre su sexo. El coño de Asuka era delicioso, ¡aún mojado con la otra corrida de su propia masturbación! Los jugos resecos se mezclaban con los frescos que salían debido a la lengua de Shinji acariciando sus labios inferiores. Su lengua acariciaba el espacio entre los gordos labios hinchados y metía un poco la lengua dentro de su vagina, aunque no parecía atreverse del todo. Finalmente ella se corrió por segunda vez.

El pene erecto del muchacho se introdujo en la intimidad de la piloto alemana que gimió cerrando los ojos. Shinji comenzó a jadear, esforzándose, sudando sobre ella mientras la desfloraba con los 40 centímetros de su polla en forma de punzón. Rei podía sentir como el himen de Asuka se resistía y como le dolía en forma monstruosa, pero que por orgullo no decía nada, ni lo exteriorizaba. Sintió su alivio cuando por fin fue penetrada y toda esa carne, ¡ese duro y largo salchichón!, era engullido por su sexo.

Shinji estaba como hipnotizando mirando los pechos al desnudo de su compañera balanceándose al ritmo que él marcaba con su pelvis. Hundió su cara entre ellos, olían a una mezcla de gel de baño, perfume y LCL. Su lengua recorrió el canalillo y luego en círculos cada pezón rosa, rugosos por su dureza. Ella gimió, ¡estaba muy mojada! El tronco de carne dura y caliente embestía su coño en forma inmisericorde.

Shinji no aguantó mucho y vació su semen dentro de ella que suspiró en una mezcla de alivio y decepción por lo rápido que había sido todo. Rei sintió que por fin había encontrado a la hembra perfecta capaz de dejarla por fin por completo satisfecha y ahíta de sexo. Mientras tanto Shinji tomó de las piernas a la alemana manteniéndolas abiertas y elevadas, mirando con curiosidad y orgullo como su viscoso esperma salía del coño de la pelirroja.

-¿Te has quedado a gusto? -Preguntó ella con sarcasmo mientras usaba el dedo medio de la mano derecha para frotarse su clítoris y provocar el goteo continuo del semen.

Asuka olía a cerezas. El joven se le echo encima y la beso con violencia en la boca.

-¡No he quedado satisfecho! ¡Quiero más de ti y creo que tu también quieres más de mí!…- le dijo en un susurro mientras sujetaba a la alemana por las muñecas sobre la cama.

Asuka sentía sus mejillas ardientes, enroscaba su lengua con la lengua del muchacho mientras las mejillas de ambos se hundían. Shinji paro un momento y se extasió con mirar el núbil cuerpo en todo su esplendor. Ella en verdad podía ser considerada como la Hurí suprema. El olor a cerezas la chica lo tenía detrás de las orejas, a los lados del cuello y en las muñecas. Shinji olfateaba acariciando la suave piel con su respiración. El olor a cerezas opacaba el olor a sangre del LCL. A la alemana le gustaba mucho su cuerpo grácil de efebo. La erección era enorme y Shinji solo le dijo a la pelirroja:

-Te toca a ti… ¡con tu boca!

Los ojos de Asuka resplandecieron y se lanzó hacia Shinji quedando de rodillas. Agarró fuertemente el pene erecto y pegajoso del muchacho. De golpe se metió más de la mitad de aquella verga monstruosa y gigantesca en su boca.

-¡Oh! -Aquello tomó al muchacho de manera desprevenida y sus rodillas le temblaron, pero pronto se recuperó apoyando sus manos en el sedoso cabello pelirrojo de su nueva amante.

Asuka chupaba la polla de Shinji de manera violenta, estaba claro que eso para ella era una competición. Recorría el tronco caliente y duro con sus labios dulces y mojados cubriéndolo de una fina capa de saliva. Su mano frotaba la base de su pene y ella lo hacía con los ojos cerrados haciendo que el muchacho se preguntase si estaba pensando en otro. El chico echó la cabeza hacia atrás lleno de placer. El muchacho jadeo y sintió su rostro enrojecer mientras gruesas gotas de sudor cubrían su cuerpo como lagrimas.

-¡Quiero correrme en tu boca y que te tragues toda mi leche!- dijo el muchacho agarrando a la joven por los cabellos y metiéndole su pene en la entreabierta boca que hasta entonces solo había estado lamiendo. Shinji eyaculo tres veces, su compañera trago de golpe sin respirar cada vez. La leche salía a presión y ella tragaba golosa hasta donde podía saliéndose un poco por la comisura de los labios. Luego de tragar inhalaba aire y luego lo exhalaba para recibir el siguiente chorro.

Asuka estaba riquísima y Shinji quería más. Con su verga encogida y arrugada solo se conformo de momento en revolcarse y dar vueltas con ella sobre la cama. Asuka era una delicia y Shinji disfrutaba en manosearla, en abrazarla y en sentir su piel contra su piel. Las nalgas de ella eran carnosas, suaves, tiernas como jamones. Ella estaba acostada sobre él y los senos de ella estaban aplastados contra sus incipientes pectorales.

No había sido muy difícil para el chico convencer a su nueva compañera piloto en ponerse a cuatro patas. Él tomó posición detrás de ella y apoyó su glande en la entrada de su ano desvirgándoselo poco a poco. Asuka se mordió el labio para no mostrarse débil. Ahora Shinji la enculaba a buen ritmo, ella jadeaba aún dolorida e incluso a él le escocía su miembro al que nunca antes le había exigido tanto esfuerzo, pero ¡es que la pelirroja lo merecía!...

-¡Dios mío que culo!

Gemía en voz alta Shinji sintiendo como el ano de Asuka apretaba su miembro caliente y erecto. Ella abría solo un ojo, muy sonrojada sintiendo como aquella verga partía sus nalgas para quitarle el último resquicio de su virginidad. Ambos cuerpos jóvenes y de piel suave sudaban por el esfuerzo físico del sexo sin contemplaciones. Shinji la montaba como si ambos fueran perros callejeros en plena calle sin nada de vergüenza o pudor. El muchacho la asía por la cinturita de avispa mientras sus caderas golpeaban el culito respingón de Asuka. Esta se balanceaba impulsándose con sus brazos y piernas mientras quebraba las caderas en suaves meneos. La verga del muchacho estaba deliciosa.

-¡Aaaaah!, ¡ah!, ¡ah!, ¡ah!, ¡ah!, ¡ah!... – jadeaba Asuka

-¡Mmmm!... ¡que culo tan rico!- jadeaba Shinji sin poder creérselo y hablando en forma entrecortada- ¡ah!, ¡ah!, ¡ah!, ¡ah!, ¡ah!... ¡que culo tan sabroso y apretado!... ¡ah!, ¡ah!, ¡ah!...- la cara del muchacho estaba roja… pero se quería comer todo ese banquete el solo sin dejar nada para nadie ¡ni siquiera las migajas!

Shinji se puso sobre ella para acariciarle su vientre y sus tetas. El muchacho cambio su ano por su coño para lubricar su verga para luego volvérsela a meter hasta el fondo, hasta casi meter sus bolas también. Cuando sentía el roce y dificultades en meter y sacar su estaca de carne en ese culo goloso el muchacho cambiaba al coño de su amante hasta dejarlo bien impregnado de sus jugos, de la salsa de Asuka que como miel transparente se escurría por sus muslos. Con la punta de su dedo rozaba el abultado clítoris que sobresalía húmeda y brillante como una perla de sus labios verticales.

Shinji levanto en vilo a su amante para sentarse sobre la cama con ella empalada a su miembro, subiendo y bajando Asuka meneaba las caderas en suave danza. Shinji le aparto un mechón del cabello para besarla en la boca mientras sus manos estrujaban sus senos de consistencia gelatinosa. El sudor de Asuka en cada violenta caída era una llovizna de roció. Su pelo revoloteaba como si fueran las alas de un pájaro fénix en pleno vuelo. Shinji miraba embelesado su espalda esculpida, el aparecer y desaparecer de la nuca de la pelirroja entre su cortina de pelo, los bellos hombros redondos. ¡Su decima vez había sido por todo lo alto! ¡Con la mejor hembra del mundo!

-¡Aaaaaah!...

El gemido de Shinji empezó fuerte y acabó débil hasta quedar el joven con la boca abierta pero sin emitir sonido alguno. Se había corrido por cuarta vez y estaba completamente agotado. El joven japonés se dejó caer sobre la cama con sus extremidades desparramadas. Sus genitales estaban ya flácidos y enrojecidos, su cuerpo se bañaba en sudor. Daba bocanadas de aire como un pez fuera del agua.

-¿A... Asuka? -Shinji abrió los ojos y vio el culo de la chica frente a su cara. Asuka se había acostado sobre él en postura de 69.

-No... ¡No puedo!... ¡Déjame descansar!

-¡Idiota! Tu solo lame, ¡yo haré el resto!

El chico sacó su lengua para lamer el coño jugoso y dulce de la chica. Daba lamidas suaves mientras sentía como la lengua de la pelirroja acariciaba su blando pene. Rei en su casa imitaba y hacia todo lo que Asuka hacia sobre su cama en su casa. Shinji volvía a estar duro y siguió con la joda con Asuka hasta bien entrada la noche. Luego se fue a su cuarto más muerto que vivo. Asuka se durmió desnuda, cubierta de fluidos, saliva y semen. Shinji cayo sobre su cama… ¡10!... ¡había follado con 10 hembras de ensueño en un solo día!... ¡no lo podía creer!... pero mañana por la mañana iría con Maya y hablaría con ella.

Rei Ayanami estaba en el colegio, en el salón de clases, abstraída como siempre. Miraba por la ventana. Era bien temprano. Solo daba largas al asunto de tener que ir a los cuarteles generales de NERV. Asuka les decía a Kaori, Sakura, Mana, Mayumi, Kodama y Nozomi que Shinji se había ausentado por motivos de salud. Hikari se hacia la indiferente, pero escuchaba con interés. Se ruborizo al ver a Touji entrando. Kaori, Sakura, Kodama y Nozomi volvieron a sus salones respectivos y el resto fue a sus asientos. El anciano y decrepito profesor llego y la clase empezó.

Rei sonreía dulcemente en forma discreta. Sin que nadie se diera cuenta frotaba sus muslos uno contra otro. Maya estaba desnuda, de bruces contra el suelo con Shinji encima metiéndole su verga tiesa hasta el fondo de sus entrañas. Misato estaba también desnuda masajeando con sus tetasas la espalda del tercer niño mientras lo besaba en los hombros y en la nuca. Para Shinji la diferencia entre chiquillas y mujeres por completo bien desarrolladas ¡era abismal!

Rei al finalizar las clases, (y que Shinji se acostara y fornicara hasta cansarse con todas las mujeres guapas de NERV) fue con Asuka a los cuarteles generales. Allí se despidió de ella y fue a la oficina del Comandante Ikari. Pregunto por él a su secretaria y esta le respondió que no había venido en todo el día. La mujer era muy hermosa… y caminaba como si viniera de montar a caballo. La secretaria de Fuyutsuki le dijo lo mismo… y también parecía que le gustaba cabalgar a los nobles brutos. Rei fue al sitio clandestino en donde solía encontrarlos. El sitio parecía el escenario de una guerra. Los pasillos y las habitaciones de esa zona no figuraban en ningún plano o mapa. Si no sabias de su existencia, ni donde estaban las entradas secretas o los códigos de accesos ¡nadie, absolutamente nadie podía entrar o salir de allí!

Rei caminaba indiferente mientras veía casquillos de bala por los alrededores, trincheras improvisadas, pasillos sellados por explosiones, restos de granadas y metrallas, armas vacías y tiradas en el piso. Las paredes tenían marcas y agujeros de balas. Finalmente encontró los esqueletos del Comandante y el Subcomandante roídos y manchados de sangre, desparramados en su bóveda habitación con los restos del disfraz de Rambo y el uniforme de soldado japonés de la segunda guerra mundial. Su harem de juguetes estaba por completo destruido. Rei parpadeo… ¿los dos hombres acaso estarían muertos?

-¡Yeeeeees!- Grito la albina con jubilo y alegría. Se giro y camino sobre la luna bailando como Michael Jackson, ¡feliz de ser libre y estar con vida!

Los siguientes días fueron de reajustes completos. Ante la misteriosa e inexplicable desaparición de los dos hombres que parecían tragados por la tierra, Misato fue ascendida a Comandante y Ritsuko a Subcomandante. Hyuga y Maya ocuparían respectivamente los puestos que ellas dos dejaban vacantes. Misato les presento a los tres jóvenes a la nueva piloto. También les dijo que por razones de seguridad los 5 vivirían juntos en una casa más grande.

Shinji sintió un escalofrió cuando Mari le guiño un ojo y le lanzo un beso en el aire. Asuka solo se hizo la desentendida… pero aparte le dijo a Shinji

-¡Te recuerdo que yo soy la número uno del harem, Misato la número 2 y Rei la número 3!... así que si vas a meter a la chica nueva, ¡que le quede bien claro que es la número 4!...

Mari no tuvo problemas con su número… y estrenaron la nueva casa por todo lo alto con una brutal orgia ellos 5. Rei estaba feliz, mientras Shinji fuera un chico lujurioso y calenturiento… ¡en realidad era solo para ella sin importar con quien o con cuantas más se acostara!... el resto del Harem no tenía problemas de compartirlo por que el muchacho era demasiado hombre para una sola y por que Rei era en realidad la esposa principal del Harem. El resto de las mujeres solo eran partes de Lilith, otros cuerpos que Rei podía usar para hacer el amor con Shinji de la forma que quisiera y como quisiera. Shinji en realidad estaba casado con la lujuria pura y dura, el erotismo y el deseo sexual.

-¡Estas más delgado!- Le decía Ritsuko al muchacho mientras le hacia un chequeo medico. ¡Sería el último!... de eso se encargaría Maya de ahora en adelante

-¿Eh?... ¡bueno!... he estado haciendo mucho ejercicio últimamente- le replico Shinji evasivo

-¡Me imagino!- exclamaba Ritsuko con un odioso retintín.

Shinji solo dio un suspiro. ¡Podía acostarse y tener cualquier mujer que quisiera sin esfuerzo!... pero estaba enamorado sin esperanzas de ser correspondido de Ritsuko Akagi. Era un sentimiento puro que nada tenía que ver con la lujuria, el deseo o los bajos apetitos. Un amor platónico de los que te inspiran a escribir poemas y realizar grandes hazañas. Cualquier sucio pensamiento o impuro sentimiento por Ritsuko era reprimido y acallado por el muchacho en el acto de forma consciente, subconsciente e inconsciente.

Sentía que no tenía derecho de quejarse, que cualquiera envidiaría su lugar y que nunca en la vida había sido tan feliz… pero, no haber sido fiel, ni constante en su amor… ¡o siquiera haber luchado y haber perdido por é! ¡Habérselo confesado a Ritsuko, aunque ella después lo rechazara!... era una piedra en su zapato, lo que impedía ser feliz por completo… ¡lo único malo de sucumbir por completo a la lujuria y dejar que dominara su vida!...

Shinji escucho unos chillidos rítmicos… eran las notas y los compases de "El aprendiz de Brujo" de Paul Dukas. El muchacho siente que esa tonadilla pegadiza la ha escuchado en alguna parte. En lo más profundo de su subconsciente se estaba riendo en brazos de su madre mientras ese ratón gigante soñaba con dominar el universo mientras las escobas mágicas inundaban todo con sus baldes de agua. Shinji se percato que el cantico venía de un pequeño ratoncito blanco de ojos rojos de esos que eran usados en laboratorios. El animalito parecía manso y no tenerle miedo al muchacho. El joven se inclino y el ratón se subió a la palma de su mano y de allí le camino por el brazo hasta montarse en su hombro.

A las chicas de su harem no les importo tener a la nueva mascota en casa… ¡era muy simpático y hacia mil gracias además de parecer cantar con sus chillidos "El aprendiz de Brujo"!… A Rei le era indiferente, Asuka lo encontraba lindo y gracioso, Mari le puso por nombre Jim, Misato solo dijo que a Pen-Pen también había que mimarlo y no descuidarlo para que no se pusiera celoso… el ratoncito blanco tenia una jaula que siempre tenía la puerta abierta por casa en la repisa de Shinji… era testigo como una a una las esposas del muchacho iban a su cama a hacer el amor. En el resto de la casa o en las habitaciones de las chicas eran mucho más desenfrenados, pero en el cuarto del muchacho era como comer caviar y beber champaña. Algo mucho más suave y romántico… ¡muy intimo!...

Shinji le hacia el amor a Rei con mucha dulzura y mucho cariño… ¡como si ella fuera la única!... despues dormía plácidamente. Rei estaba desnuda y cubierta de sudor. Se puso de pie y camino a la jaula de Jim. El animalito se subió a la palma de su mano y Rei le dio un beso en la punta de su hocico. Dijo:

-¡Gracias por todo, Aleksast!