Advertencias
¡Homo fóbicos huyan! Esto es Slash es decir relación (Hombre x Hombre) sino te gusta fuera no hace falta que comentes si estas en contra. Mal vocabulario. Menciones de bebidas alcohólicas aunque no es nada muy grande, menciones de situaciones sexuales, etc.
Si alguien no le gusta el género por favor de buen modo le pido que no opine o siquiera lea.
Disclainer
Obviamente los personajes de TMNT no me pertenecen sino todo sería muy raro y extraño. Y probablemente sería Raph x Leo.
Si hay errores perdonen pero no tengo Beta.
N/A (1): No merezco perdón. No puedo creer que tardara en subir el capitulo literalmente mas de un año, simplemente no lo creía cuando vi la fecha de mi ultima actualización y lo peor de todo es que al capitulo solo le faltaban algunas cosas (gritos). Pero por suerte aquí esta, esperemos que no se repita ya tengo un poco cubierto el capitulo que sigue.
Prometo que me pondré al día con todo ahora que tengo en dos semanas un tiempo de vacaciones, y es que con el trabajo, la universidad y la tesis ya no me queda tiempo de respirar. Espero que alguien aun este esperando la actualización de esta historia.
"Dos vidas, Una familia"
Capítulo III
"(…) a pesar de que mi corazón me expresaba que estaba bien mi mente decía lo contrario… "
—Leonardo Hamato
Orfanato
12 de Septiembre, 2009
Usagi desde niño era curioso y cuando su mejor amigo empezó a ir al orfanato con su madre, no pudo evitar preguntarle a la señora Hamato si podía ir el también. La mujer simplemente le sonrió y le respondió afirmativamente.
— ¡Leo!— Usagi simplemente se tiro sobre el niño y comenzó a abrazarlo sin importar las miradas que estaba recibiendo.
—Diviértanse
La madre de Leonardo comenzó a retirarse no sin antes de acercarse a cierto niño pelirrojo y alborotarle un poco los pelos.
Su amigo lo agarro de la mano y lo arrastro prácticamente hacia donde estaba el otro niño.
—Usagi el es Raphael, Raphael el es Usagi—explico el pelinegro antes las miradas que ambos se estaban dando.
— ¡Somos mejores amigos!
El pequeño peliblanco no supo la razón porque interrumpió de esa forma ni porque tuvo la sensación de que debía dejar en claro quién era el frente al otro niño. En su mente de infante solo sabía que no quería que le quitaran a su amigo.
En ese momento tuvo la sensación de que algo estaba mal con el otro niño frente a él. Había algo oscuro en sus ojos verdes que desaparecían cada vez que miraba a oji azul, pero al parecer Leonardo no lo notaba. No sabía cómo interpretar eso, por un solo breve minuto sintió preocupación por la seguridad del pelinegro.
Pero lamentablemente su mente de infante olvido todo cuando empezaron a jugar juntos. Después de todo de seguro se estaba imaginando cosas.
—X—
The Trap
Usagi era una persona que podía adaptarse a cualquier tipo de entorno. Siempre se caracterizo por mantener sus emociones escondidas y bien camufladas, pero cuando encontró a Francisco solo y sin Leonardo todo su temple se fue por la borda. No era que no confiara en su amigo ni que este se fuera a perder, sino que la última vez que lo vio tenía un poco mas de alcohol en la sangre que debería tener y teniendo en cuenta que nunca había tomado solo empeoraba la situación.
Quería ignorar la pequeña vocecita en su mente que le decía que había sido una mala idea traerlo y aun más estúpido dejarlo solo.
Acercándose a la barra toco el hombro de su compañero el cual se giro y inmediatamente le pregunto.
— ¿Donde está Leo?
El rubio parpadeo un par de veces y lo miro como si estuviera loco.
— ¿No viste el mensaje?
Abrió la boca y simplemente pregunto descolocado.
— ¿Mensaje?
—Leonardo no se sentía muy bien y se fue al baño
El rubio al ver la mirada de su amigo solo confirmo lo que ya pensaba.
—No lo recibiste
Pregunto el rubio mirándolo directamente.
— ¡¿Y lo dejaste ir solo?!
El rostro del contrario era claramente una mueca de fastidio.
—Si fuera por mi lo hubiera acompañado pero dijo que te había avisado.
El peliblanco sin perder más tiempo saco su móvil que había estado en silencio toda la noche.
"No me siento muy bien, voy al baño"
Solo eso falto para que la preocupación aumentara. Definitivamente no debería haberlo dejado solo. Sin una mirada más a Francisco se giro y solo corrió, literalmente.
No le importo empujar y golpear a varias personas al pasar tan apurado, ni las quejas e insultos que llevo por algunos que no se lo tomaron bien. Solo corrió con un rumbo fijo el baño. Al ver el pasillo del mismo solo se alivio un poco. Su mano dio con la manija de la puerta y solo entro como si nada mas dependiera de eso.
— ¡Leo!
Todo eso habría sido fantástico si en realidad el nombrado estuviera allí. Solo había un problema… el baño estaba vacío.
—X—
Lugar Desconocido
No debí tomar
Fue lo que su mente registro en un comienzo. Sin abrir los ojos se llevo una mano a la cabeza, el dolor era insoportable, sentía que las palpitaciones en ella eran cada vez más fuertes.
Suspiro. Era la primera y última vez que acompañaba a Usagi a un lugar de aquellos. Lentamente abrió los ojos y se sentó en la cama, mas aun no movió ningún musculo.
Este no es mi habitación
Inmediatamente se levanto de un salto de la cama tratando de no tropezar con las sabanas rojas.
No coordinaba correctamente su cuerpo y sus pensamientos, por lo cual termino en el suelo.
Tonto Usagi
Era la primera y ultima vez que acompañaba a su amigo a salir de esa forma.
Observo toda la habitación. Había pesas, poster de autos y de bandas de rock, un armario en la esquina de la habitación, había dos puertas -una de ellas seguramente llevaba al baño, mientras que la otra salía de la habitación- se acerco lentamente a la ventana y destapo las cortinas negras que tapaban la vista, lamentablemente no descubrió mucho ya que daban a un edificio. Lo que sí pudo darse cuenta era que estaba en un primer piso.
La ráfaga de viento que entro por la ventana le provoco un poco de frio y rápidamente se miro para ver que efectivamente no tenía la misma ropa de ayer.
Sus mejillas se volvieron rojas al mirarse por primera vez completamente, su ropa había desaparecido, ahora tenía una camisa roja que era un poco grande y unos pantalones cortos negros que por lo menos no se le caían.
Antes de poder pensar un poco más. Una de las puertas se abrió y se encontró mirando a unos ojos verdes.
—Despertaste
Leonardo no puedo evitar quedarse como tonto mirando a la persona frente a él. Y como si fuera lo que necesitaba recordó cuando se encontraron en el bar.
— ¿Raph?
A pesar de que fue un susurro en sus oídos la persona frente a él simplemente sonrió arrogantemente, su corazón se detuvo, había pasado tanto tiempo desde que fue testigo de esa sonrisa. De aquellos momentos suaves o de aquellas discusiones de niños.
— ¿Quién más?
El pelirrojo se adentro en la habitación cerrando la puerta tras él, solo unos pasos más y estuvo frente a él.
—Regresaste
Era consciente de que debía parecer muy tonto porque así se sentía mirando al otro fijamente como si fuera un fantasma que de pronto desaparecería. Aunque supuso que nadie podría culparlo ya que no se lo esperaba.
No pudo evitar sentir un peso en su corazón y al ver la sonrisa confiada del otro solo sirvió para que su mente quedara en blanco por varios segundos.
— ¿No dije que volvería?
Ignoro todo lo demás y no pudo evitar sentirse como un niño en ese momento. Se acerco rápidamente eliminando los escasos centímetros que los separaban y a pesar de que el pelirrojo era mayor a el por varios centímetros lo abrazo como cuando eran niños. El olor del mayor lo golpeo y no pudo evitar que sus ojos se mojaran, había pasado tanto tiempo, por esa razón por un solo momento se olvido de las palabras de su padre hace tanto años, no escucho nada simplemente lo abrazo. No importo las consecuencias ni como era que su hermano menor estuviera entre sus brazos.
—Has crecido
Su comentario fue recibido por silencio pero se relajo cuando los brazos del mayor se posaron por detrás de su espalda baja atrayéndolo más si eso era posible.
—Y tú has quedado enano
Leo no pudo evitar reírse ante las palabras del de rojo, era verdad entre ellos dos el era el mas bajo. Pero por el momento no le molestaba eso, estaba feliz de volver a ver a Raphael después de todos esos años.
— ¿Padre sabe que estas aquí?
Supo que fue una mala pregunta al sentir como el agarre sobre su brazo se tenso automáticamente.
—No
Supo inmediatamente que había algo mal en la voz contraria, inmediatamente miro a los ojos verdes y los encontró diferentes. Cuando fue a preguntar se escucho un grito que retumbo por el lugar.
— ¡Raphael! Pedazo de…
Leonardo parpadeo un par de veces, al escuchar la sarta de improperios que se escuchaban fuera de la habitación. Nunca pensó que alguien fuera capas de decir tantas malas palabras en tan pocos segundos.
Más se escucharon más claros al momento que la puerta fue abierta de golpe.
— ¡Te dije que…!
Sin más la voz se detuvo cuando miro la escena frente a él. Leonardo se encontró viendo a un chico un poco mayor de pelo negro y ojos café que los miraba con la boca abierta.
— ¡¿Has traído otro amante?!
Leo a pesar de la situación por algún motivo sintió su corazón estremecerse ante esa acusación.
—X—
Casey Jones, era un joven con una vida un tanto complicada. Su padre era un borracho y su madre fue la que lo crio dentro de lo que más pudo. Lamentablemente ella murió cuando él tenía solo 15 años y termino en un orfanato ya que su padre no había querido hacerse cargo del mocoso.
Cuando cumplió 18 años y nadie lo adopto fue dejado a su suerte, a pesar de la difícil vida en las calles pudo aprender y a pesar de que no se orgullecía de esos momentos vivía y eso era todo lo que importaba.
Después de todo la vida era como una selva, solo sobrevivían los mas aptos.
Como conoció a Raphael Hamato, fue un día que nunca olvidaría. No se encontraron de formas normales y tampoco se cayeron bien a la primera, a decir verdad lo primero que hicieron juntos fue agarrarse a trompadas en un bar, lo que valió que los sacaran los gigantes como guardias que estaban en el lugar.
Luego de eso simplemente se siguieron golpeando hasta que ninguno pudo dar un golpe y simplemente se quedaron tirados en el callejón al lado de bolsas de basura mirando el techo.
Casey aun no sabía si había sido la borrachera o otra cosa, pero ambos terminaron riéndose como maniacos. Desde ese momento compartieron algunas cervezas y mas adelante, trabajos para poder seguir vivos en las calles.
Aun recordaba la sensación de dolor en su cara, aunque había sido mas chico que el, el desgraciado de Raphael tenía buenos movimientos, incluso mas tarde supo que había sido entrenado lo que servía de maravillas a la hora de pelear contra pandillas.
Desde entonces no se habían separado. Pero a pesar de conocerse conocían límites entre ellos, como no meterse en los asuntos del otro si no eran llamados.
Raphael no era inocente y dios ayudara al pobre imbécil que dijera lo contrario. Como su propia persona el pelirrojo no era desconocido a las llamadas "una sola noche". Ambos sabían que las relaciones que pasaban por sus camas solo eran para pasar el rato.
Pero a diferencia de su amigo el no llevaba siempre a las personas que cumplieran con una serie de características, no era que no buscara a la más linda o "grande", sino que no tenía fijo las características como el pelo, color de ojos, etc. A Casey le daba lo mismo realmente pero con el tiempo observo lo que era un patrón en las conquistas de Raphael.
Al principio pensó que era solo casualidad, que el ojiverde no le prestaba atención a esas cosas pero luego supo que no había sido pura casualidad que todos tuvieran las mismas características. Ya sean ojos azules o cabello negro, sin importar si fuera hombre o mujer no faltaban nunca esos detalles.
Entonces mirando al joven frente suyo, ojos azules y de cabello negro, y sintió que tenía un dejavu. Por eso fue su primer comentario fue que su amigo había traído a otro amante sin avisarle, lo cual nunca había sucedido, ya que tenían una regla escrita entre ellos, avisar antes de traer a una chica o chico para tener sexo. Después de todo era incomodo caminar justo en el momento que estaban haciendo el acto.
Por un segundo miro brevemente a su amigo el cual simplemente no le prestaba atención a favor de hablar con su "hermano" y aunque el pelirrojo nunca lo hubiera confirmado era claro como el agua todas esas señales que había tenido en el pasado.
—Lo siento por lo de recién fue descortés de mi parte
Casey se sentía avergonzado después de todo había confundido al hermano con un posible amante de una noche pero internamente se repetía que no era su culpa que tuvieran las mismas características o que todo este asunto estuviera apestando a cuerpo enterrado.
Leonardo dejo de hablar con el ceño fruncido a Raphael y se volvió. —No te preocupes
—Iré a comprar el desayuno—necesitaba salir de esa habitación podía sentir la tensión irradiando de cada uno de los dos frente a el— ¿Te quedaras a desayunar?
La pregunta iba dirigida al pelinegro menor el cual negó rápidamente con la cabeza.
—No gracias, volveré a mi departamento. De seguro Usagi debe estar muy preocupado.
Raphael se tenso y Casey pudo verlo. Leonardo no pudo notarlo ya que había girado para hablar con el.
Usagi ese simple nombre mostro una gama de emociones peligrosas en su mejor amigo. Por un momento sintió de verdad mucha pena por el pobre diablo que había causado todas emociones en su amigo, después de todo el había sido testigo de los ataques del pelirrojo.
Casey se pregunto mientras salía de la habitación si tendrían que enterrar un cadáver más pronto que tarde.
—X—
Durante el camino a casa Leo tuvo tiempo de pensar en todo lo que había sucedido. Aun se sentía toda tan irreal volver a verlo.
Sus manos estaban agarradas a la cadera de Raphael el cual no se inmuto y siguió conduciendo a gran velocidad. Aun no podía creer que el de rojo tuviera una motocicleta y para colmo parecía no respetar los límites de velocidad lo que era aun peor.
Pero no se quejaría por esta ocasión, su teléfono se había quedado sin batería y no tenia el suficiente dinero para tomar un taxi hasta su departamento. Para su mala suerte Casey le había dicho que vivían a 20 minutos del centro. A ambos le gustaba la soledad del barrio donde vivían.
Al parecer solamente quedaban pocos edificios a su alrededor habitados. Leo no se pudo evitar estremecer cuando había visto el lugar por fuera. Prácticamente gritaba no solo el barrio sino donde vivían los "chicos malos", no por primera vez durante el trayecto se pregunto que tipo de vida estaba viviendo Raphael y lo que había pasado luego de separarse cuando jóvenes.
Una parte de el había querido escuchar sobre como estaba haciendo con su vida, como estaba pasando en el internado, pero otra parte y la mas fuerte obedecía a su padre.
A pesar de ya no vivir con sus hermanos y su padre aun su mente y cuerpo a la orden directa de su figura paterna hacia caso, era inevitable desde pequeño había sido el caso y a pesar de haber crecido aun tenia esa sensación de sumisión ante el.
Cerró los ojos y trato de no pensar en nada durante el resto del trayecto.
Pero tener el cuerpo de Raphael tan cerca suyo no estaba ayudando, podía sentir los músculos debajo de la ropa y el calor irradiando de el.
Leonardo pudo sentir su rostro caliente, sus pensamientos estaban tomando un giro que no se había esperado.
Por suerte al parecer sus pensamientos habían tomado mas tiempo el esperado puesto que no mucho tiempo después se encontraba en su casa.
Sin perder tiempo bajo del monstro de dos ruedas mientras se desprendió el casco y se lo paso a Raphael dándole una sonrisa de agradecimiento.
—Gracias por traerme
El contrario simplemente bufo mientras le devolvía la mirada.
Los segundos que siguieron fueron de un silencio que lo incomodaba de gran manera incluyendo los ojos que lo miraban fijamente sin parpadear. Por eso decidió irse por la ruta segura.
—Deberías hablar con…
Sus palabras para que hablara con Mikey y Don se quedaron en sus labios literalmente.
Fueron solos segundos pero la boca de Raphael se encontró de pronto en la suya y él se quedo quieto como una tabla. Pronto fue consciente de que sus sentimientos y los del pelirrojo no habían cambiado a pesar de estar años separados. Y eso era malo. Si su padre se enteraba…si el se llegaba a enterar. Cerró los ojos fuertemente y empujo a Raphael.
— ¡Basta!— dio varios pasos hacia atrás sin mirara al pelirrojo, no podría decirle las palabras a continuación si lo miraba—Lo que paso cuando éramos niños fue un error que no se volverá a repetir.
Evito la mirada de su hermano y se tenso cuando el contrario no dijo nada, no quería ver la expresión del más alto. Pero podía sentir su corazón estremecerse.
¿Cómo con un solo beso podía sacudirlo tanto?
No podía pasar por todo eso de nuevo.
—Estoy con alguien
No pudo evitarlo y su voz salió dura, usualmente la utilizaba cuando el tema había sido zanjado o no había más que discutir. Tenía que tomar el papel de hermano mayor con Raphael al igual que lo hacía con Mikey y Don.
Y a pesar de que no estaba en una relación, Raphael no lo sabía.
Sin más se dio vuelta sin despedirse ni mirar hacia atrás y entro al edificio.
No pudo evitar entrar en su departamento y dejar las llaves con la mano temblorosa en la mesa del comedor.
Solo fue un error
Tal vez si se repetía las palabras una y otra vez se lo creería, pero realmente lo dudaba, ya que si repetirse mentiras una y otra vez, ellas habrían funcionado la primera vez que Raphael se fue.
—X—
Raphael observo como Leonardo entro corriendo al edificio.
Simplemente se quedo quieto. Estoy con alguien
Nadie paso por allí justo en ese momento sino habría visto la sonrisa del joven pelirrojo que estaba apoyado casualmente en la moto. Definitivamente la expresión que debía ser de felicidad no era lo que uno pensaría de una sonrisa, sino que demostraba todo lo contrario.
Estoy con alguien
Sabia que Leonardo estaba mintiendo después de todo había estado siendo visto por un largo tiempo antes de volver a retomar el mismo la situación en sus manos.
No pudo evitar reírse.
Al parecer tenía competencia.
Fin de Capítulo III
N/A (2): Creo que Raphael esta un poquito loquillo … pero bueh. Lo sigo amando igual 3 y ustedes también. Si hay errores perdón no mire mucho xD
Espero que les haya gustado, dejen comentarios pls.
MiuBelle