Esta es una versión diferente del final de la primera temporada. Pongamos que a Regina, por una sola vez, le hubiera salido bien un plan. Que hubiera logrado que Emma mordiera el hojaldre envenenado, que Henry no la hubiese detenido y que por tanto la Salvadora cayera en la maldición del sueño. Ese sería realmente el final feliz que deseaba Regina, ¿no...?

Esta historia se actualizará muy a menudo, nada que ver con el FF de "Tú, yo, Nunca Jamás", por dos razones: la primera, los capítulos son infinitamente más cortos. La segunda, es que todo transcurrirá como transcurre para Regina, es decir, casi día a día! :)

Para críticas, comentarios o cualquier cosa... dejad RW! :) También queda Twitter ( SummerWineSip) y el grupo de SwanQueen (Español). Y ahora, ¡a leer!


¿Y esto es todo? ¿Tú eres todo? ¿Ese arma letal e imparable engendrada por el amor verdadero? ¿De verdad? Sabía que esa pareja de empalagosos y detestables Charmings eran patéticos, pero al menos esperaba algo más de… no sé, ¿resistencia? ¿Esfuerzo? ¿Desafío?

Pero no. A esto se reduce mi adversaria. A una mujer en coma, en la UCI, rodeada de cables y tubos. Eres mantequilla en mis manos. Tan fácil de matar. Y tan tentador… Me hubiera gustado verte dar ese bocado al hojaldre, disfrutar de como lo tragabas antes de descubrir que algo iba mal, mirar mientras el veneno se extendía instantáneamente por tu cuerpo. Y verte caer redonda en la cocina de Mary Margareth. Tengo entendido que tardaron más de una hora en encontrarte allí tirada, sola, respirando a duras penas.

Si te vieras, Emma. Tumbada, con la piel de color blanco, casi transparente. Eres una invitación a gritos a atravesarte el pecho y arrancarte el corazón. Sería incluso un gesto de compasión. Sé lo que hace esa maldición del sueño, sé lo que debes estar sufriendo… Podría ser benévola y bondadosa y terminar ahora con tu vida. ¿Te gustaría?

Pero no puedo. Henry me frena. Nadie le creería, por supuesto. Pero él sabría que he sido yo y jamás me lo perdonaría. Ahora está enfadado. Realmente, está furioso y no me dirige la palabra, su instinto le advirtió desde el primer momento de que tu enfermedad llevaba mi huella, aunque no sabe cómo lo hice. Y todo gracias a una triste Mary Margareth que tiró el trozo de postre a la basura sin darle mayor importancia. Debería darle las gracias, ¿no crees?

Qué maleducada. Encima que vengo a visitarte a este deprimente hospital de pueblo, ¿no vas a responderme? Deberías ver al doctor Whale, haciendo cientos de pruebas y análisis. Creo que va a quedarse calvo de tanto darle vueltas…

Pero no pasa nada. En unos meses, semanas quizás, todos te habrán olvidado. Incluso Henry, créeme. No estarás muerta, cierto, pero al menos habré neutralizado a esa horrible y peligrosa amenaza que se cernía sobre mi maravillosa maldición. Y serás un simple recuerdo de alguien que una vez pasó por Storybrooke, estuvo aquí, e incluso fue sheriff. Pero ya no tendrás nombre, ni cara, ni importancia. ¿No te encanta? Porque yo estoy pletórica Emma…

Buenas noches y felices sueños, salvadora.

Continuará...