Disclaimer: Pokémon no me pertenece es propiedad de Satoshi Tajiri .
Notas de autor: Bien, este fic al principio no iba a publicarlo porque bueno es...raro. Pero, gracias a Ryuu me decidí a hacerlo y darle una buena continuación.
Advertencias: Posible OoC, experimentos raros y niñerías :D
Alerta roja: Si vienes a joder porque no te gusta el yaoi considera que lanzaré una maldición sobre ti.
Gracias.
—Así que, ¿cómo pasó esto?
Ruby preguntó mirando la cosa entre los brazos de su novio, los intensos ojos azules no perdían de vista cualquier movimiento que hacía y eso empezaba a ponerlo nervioso.
—Verás, en mi viaje por Johto...— Steven empezó a explicar, pero su voz llamó la atención de «eso» y una de sus manos se dirigió a su boca impidiéndole hablar.
—Estoy esperando.— Ruby dijo golpeteando el suelo con su pie para que el campeón hablara, pero con las manos en su boca se veía imposibilitado de hacer—, dámelo.
Estiró los brazos y la criatura soltó una angelical risa mientras se dejaba ir para con el moreno, quien a pesar de verlo poder sostener su cabeza lo tomó con el mayor cuidado posible mientras lo acunaba en su pecho.
—Como te decía— Steven sonrió ampliamente al notar la escena y Ruby enrojeció—, cuando viaje a Johto...
...
Steven se estiró saliendo del edificio de antropología de Johto, ya casi estaba por terminar el encargo de su padre así que podía volver a Hoenn con Ruby y tomar unas largas vacaciones.
—¡Usted!
Un chico con una bata lo detuvo mientras lo inspeccionaba de arriba a abajo con una ceja alzada! el campeón de Hoenn se preguntó exactamente que estaba pasando cuando el extraño lo miró fijamente a los ojos.
—¿Eres el campeón de Hoenn? — Preguntó y el peliplateado asintió muy despacio, no se veía peligroso y sus pokémon estaban listos para pelear en caso de que ocurriera algo inesperado pero el científico -suponiendo que eso era, por la bata que portaba- le sonrió—, así que andas con un chico, hijo de un líder de gimnasio.
—Mi vida privada no es de su incumbencia— advirtió empezando a dar la vuelta hasta que el otro lo detuvo.
—Lo siento, eso fue rudo— se disculpó con notoria contrariedad—, pero...bueno. — Carraspeó como sí no pudiera continuar—; tengo un algo y necesitaba tu ayuda.
—¿Qué clase de ayuda?
...
—Dime que no te encontraste con Bill— Ruby se hubiera golpeado sino tuviera al bebé en brazos, que para ese momento lo miraba tan intensamente que empezaba a incomodarse—, espera, ¿estas diciendo que todos saben de nosotros?
—Nadie parece tomarlo a mal— dijo Steven pidiendo al bebé de pelo negro— y bueno, felicidades, somos padres.
Los ojos rojos se abrieron enormemente.
—¿Perdón?
—Es nuestro hijo— explicó tomando la mano de Ruby en el proceso—, un bebé no convencional, pero es nuestro.
Steven no fue lo suficiente rápido como para evitar que el adolescente de dieciséis años cayera cuando se desmayó, pero tampoco esperó que el bebé empezara a reírse y aplaudir cuando lo vio.
Media hora después, Ruby despertó encontrándose con la cara durmiente de un bebé frente a él y a Steven con los brazos alrededor de los dos y sus ojos completamente cerrados.
No es como si nunca hubiera pensado en que le estaba quitando la oportunidad de tener un bebé y un nieto a los Stone, sabía que el presidente lo quería y ni hablar de Steven que parecía más que feliz de sostener a aquella criatura; pero ¡apenas tenía dieciséis! Norman iba a matarlo sin dudar -si es que no le daba un infarto antes- además de que no se sentía preparado para ser padre.
«No es como si pudiera regresarlo», pensó frunciendo el ceño, los pequeños párpados temblaron y se abrieron revelando aquellas orbes azuladas que tanto amaba de Steven, parecía que el bebé había tomado algo de cada uno, pero la sonrisa y la mirada sin duda eran del hombre a su lado.
El bebé estiró su pequeña mano para tocar su cara y Ruby lo dejó mientras escuchaba pequeños gorgoreos de satisfacción. El adolescente se encontró pensando en cuanta ropa podría hacerle, cuanto tiempo podría sostenerlo en sus brazos y sonrió abrazándolo.
—Sino lo amara, mataría a tu padre— susurró y escuchó la risa de Steven.
—Estoy aliviado de escucharlo. — Ambos pares de ojos azules lo veían con alegría y se sonrojó.
—Cállate— se cubrió la cara con las manos abochornado, hasta que escucharon el pokénav de Steven sonar en la sala, Ruby tomó al bebé—. Ve, puede ser importante.
Steven se levantó dejando al par de pelinegros y fue a ver la llamada, se congeló en cuanto contestó.
—Ahora como le digo a mis padres— murmuró Ruby jugueteando con las manos del bebé, el campeón entró de improvisto luciendo más pálido que de costumbre.
—Tenemos una cena familiar. —Dijo luciendo aterradoramente preocupado—. En tu casa.
Ruby se rió intentado controlarse, no había nada que le diera más risa que ver a Steven preocupado por ver a su padre en un ambiente lejos de los demás líderes de gimnasio o la Élite Four.
—Mi padre estará también— carraspeó incómodo por la burla en los ojos rojos—, al parecer quieren anunciarnos algo.
—¿No es genial? Podemos aprovechar y decir que somos padres— Ruby sonrió a pesar de que por dentro estaba temblando como sí alguien lo hubiera conectado a una máquina de electrochoques.
—¿Estas bien? —Steven preguntó notando que casi empezaba a vibrar.
—Claro, magnifico.
El bebé se abrazó a Ruby palmeando su pecho, el peliplateado sonrió dirigiéndose por una mamila porque no estaba seguro de que al moreno le gustara que se pusiera a buscar leche en su cuerpo.
El de ojos rojos suspiró dándole al bebé cuando notó que lo alimentaria, además había empezado a imaginar varios diseños para la ropa del bebé de esa noche.
—¿Sabes sus medidas?
Steven notó los ojos rojos brillantes y sabía que se pasaría toda la tarde preparándole ropa al pequeño.
—Antes de eso, ¿cómo vamos a llamarlo? Bebé está fuera de cuestión — se apresuró a decir antes de que Ruby quisiera dejarlo así.
—Daigo— murmuró desviando la mirada—, si te gusta.
—Me parece perfecto. —Steven lo besó en los labios antes de que el bebé se quejará por ser aplastado entre ambos—, tenemos que prepararnos.
Ruby le sonrió, porque le estaba dando la oportunidad de hacer lo que quería mientras cuidaba al bebé. Tal vez aquello no sería tan malo.
—Y no se ha callado— el pelinegro se lamentó terminando la última prenda para la cena, Steven había tardado los últimos quince minutos tratando de que se calmara, pero nada parecía ayudar.
Salió de la habitación y le extendió los brazos, el bebé lo miró y casi de inmediato se arrojó a él con una sonora risa mientras palpaba su cara.
—Sólo quería estar contigo—el campeón sonrió algo cansado y se sentó—, es más difícil de lo que creí.
—Por eso estamos los dos, ¿no lo crees?— Ruby le sonrió dándole un rápido beso—, ve a bañarte, casi es hora de irnos.
La pareja tembló cuando el frío de la noche los golpeó, era difícil mantener al bebé cubierto si no dejaba de moverse pero Steven logro hacerlo mientras sostenía a Ruby con su otro brazo.
—Metang, Metagross— ambos pokémon se aproximaron y subieron a ellos—, ¿estas listo?
—Para morir, vámonos.
Steven rió intentando controlar su ansiedad, Ruby lograba ese desajuste emocional en su persona casi siempre calmada. No es como sí le tuviera miedo a Norman, pero estaba enterado del golpe que le había dado a Ruby años atrás y según decían era muy agresivo cuando se enojaba, si ocurría una pelea no quería por nada del mundo herir a su novio golpeando a su padre.
Llegaron a la casa del adolescente y ambos se miraron de reojo, casi instantáneamente se tomaron de las manos y suspiraron.
La puerta se abrió antes de que cualquiera tocara y la madre de Ruby apareció en el umbral.
—Buenas noches.
La mujer les sonrió cuando notó que se relajaban considerablemente al verla, de ambos; ella era la única que aceptaba su relación completamente.
—Buenas noches mamá— Ruby le dio un beso en la mejilla ocultando el hecho de que traían un bebé a cuestas, pero la intensa mirada marrón lo hizo sentir nervioso—, ¿están todos aquí? Tenemos algo que decirles.
—Si, pasa querido están en la sala.
La mujer entró primero seguido del par, Steven tragó al ver a su padre y Norman sentados mirándose el uno al otro, por la postura de ambos diría que no estaban teniendo una conversación muy feliz.
—Buenos noches— el presidente Stone le sonrió a Ruby complacido de verlo, pero el chico se mordió los labios sin poder contestar, si alguien lo veía detenidamente se daría cuenta que había empezado a temblar.
—Buenas noches— Steven contestó mirando a Norman que lucía la mandíbula apretada—, nosotros tenemos algo que decirles.
—Tomen asiento.
«No, quiero salir corriendo», ambos compartieron el pensamiento.
Ruby sintió una pequeña mano en su oído y se congeló mirando a sus padres. Su madre se tapó la boca con sorpresa al ver al bebé, mientras su suegro intentaba asimilar que estaba mirando en brazos de su hijo; pero Norman...él se había levantado como una flecha.
—¿De dónde sacaron ese bebé?
—Eh... —Ruby y Steven se vieron sin saber que decirles—, es...
—Es nuestro hijo— el campeón se adelantó dándole el bebé a Ruby y colocándolos tras él—, ambos somos sus padres.
—Eso es imposible.— Gruñó el líder de gimnasio— si tuviste una aventura tan sólo deberías.
—Papá, es mi hijo también— Ruby lo encaró con el ceño fruncido, Daigo lo miró y lo tocó con una de sus pequeñas manos.
El presidente se levantó con la vista fijamente en el bebé, se aproximó y le sonrió extendiendo sus brazos pero el bebé se negó aferrandose a Ruby.
—¿Bill?
Tanto Ruby como Steven se relajaron porque alguien les creyera. Pero entonces los ojos azules se dirigieron a su padre.
—No me digas que tú...— El peliplateado se golpeó la frente, ahora todo tenía sentido, la insistencia del chico en Johto, que curiosamente tuviera uno de los gorros de Ruby entre su ropa—. No puedo creerlo.
Norman tenía un mal momento para asimilar aquello, más su esposa estaba más que encantada mirando a su nieto con una sonrisa en su rostro y el bebé le sonrió para después esconderse en los brazos de uno de sus padres.
—Comprendes que tienes dieciséis, ¿verdad?— Empezó a hablar con obvio enfado en su voz—, no es como un pokémon. Él dependerá de ti.
—Estaré con él. — Steven abrazó a Ruby por la espalda—, tiene a dos padres con él.
Norman apretó la mandíbula, aquello era lo que más le molestaba y el peliplateado lo sabía. Ruby le sonrió a su novio y volteó a ver a su padre.
—Nadie nace sabiendo ser padre, ¿no?— Le dijo y después miró a su bebé—. Todos cometen errores, pero lo quiero.
El líder de gimnasio suspiró profundamente, pero entonces los ojos azules del bebé se posaron en él y una sonrisa nació en su pequeña cara redondeada.
La puerta de la casa sonó y Ruby volteó a ver, le tendió el bebé a Steven para poder ir.
«Dejarlo con el lobo para que pierda el miedo», pensó el moreno mientras se dirigía a abrir, cuando lo hizo casi se arrepintió cuando miró al extraño con algo entre los brazos.
—¿Tú eres Ruby? ¿Esta es la casa de Norman?— Preguntó con prisa y luciendo unas horribles ojeras
—Si, soy yo.
—Bien, esto es tuyo— le tendió una manta con algo dentro y sin más un pokémon ave que no conocía salió de una poké ball—, ¡nos vemos!
—¡Espera! ¿De que estas hablan...
El coordinador pokémon se quedo de piedra al escuchar un pequeño llanto proveniente de la manta, cerró la puerta de golpe y revisó sólo para encontrarse con un montón de pelo blanco completamente alborotado.
«No me jodas».
Levantó al bebé y unos grandes orbes rojos lo observaron antes de sonreirle ampliamente. Al igual que Daigo estiró los brazos hasta poder tocar su rostro como para asegurarse que él era su padre.
—Ruby, ¿quién...— Steven se quedo callado al ver la escena frente a él.
—¡Tenemos gemelos!— El moreno dijo enseñándole a la criatura y el campeón lo miró sorprendido.
El señor Stone apareció en ese momento examinando a su nieto y les sonrió.
—Al parecer ustedes hicieron eso posible— sonrió acariciando el cabello blanco, como sabía que preguntarían a que se refería los miró antes de pensar cuidadosamente sus palabras—; la máquina lee su ADN, pero en tu caso hijo que diste parte de tu sangre leyó otra parte de ti y este bebé es el resultado.
—Estas loco. — Steven se rió, pero era más una risa nerviosa que de otra cosa. Entonces miró a los ojos rojos de su bebé y suspiró—, pero la familia a aumentado su tamaño, no es tan malo... ¿Ruby?
—Estoy bien.
Eso no lo creía ni él, pero Steven no quería presionarlo demasiado. Lo besó para transmitirle calma y el bebé entre ellos se rió antes de pegarse al campeón en busca de su atención.
—¿Qué pasa? —Norman se asomó desde la sala con Daigo en brazos, al notar al otro bebé un tic en su ceja izquierda se hizo presente mientras le tendía el bebé a Ruby—. Tómalo, voy a matarlo.
—Querido, no cuando la cena está lista.
Los cuatro hombres se quedaron completamente derechos ante la orden no dicha de no pelear mientras iban a la cocina y Ruby descubrió algo: Su padre podría ser el hombre de la casa, pero su madre era la que decidía al final.
La cena transcurrió en silencio, el gran anuncio olvidado gracias al shock de ser abuelos; pero a Ruby la idea todavía le causaba curiosidad.
—Por cierto... — Al parecer Steven tenía la misma idea porque habló después de tomar un poco de vino—, ¿que era lo que querían decirnos?
—Nada— Norman lo miró impasible hasta que el señor Stone habló.
—Sólo queríamos tener una charla acerca de su futuro— les sonrió con tranquilidad, pero ahora...
—¿Seguirás viviendo aquí?
Ruby miró a su madre por la pregunta, no se había detenido a pensar en ello ni mucho menos lo había hablado con Steven.
—Tener un hijo es mucha responsabilidad y ustedes tienen dos ahora.
—Su-pongo que...— el moreno dijo mirando su plato—, no lo sé.
—No me molesta si quieres ir a vivir conmigo.
Norman miró a Steven con ojos de tiburón y su negativa fue más que obvia.
—No voy a perder nada que ya no tengo— Ruby gruñó ante la extraña sobreprotección de su padre, aunque de inmediato reparó en su error.
—Tienes tres segundos para correr.— Norman amenazó a Steven, pero uno de los bebés apretó uno de los botones de la poké ball en su cintura y Metagross salió de ella arruinando parte de la cocina en el proceso.
Los niños, en lugar de asustarse, empezaron a aplaudir al pokémon mientras Steven enrojecía por el desastre. Su padre intentaba no reír ante la mala suerte que tenía y por más que se disculpaba Norman lo seguía mirando fieramente.
—Creo que es mejor irnos— Ruby se incorporó sin querer reírse de su novio, se volvía un torpe completo cuando la situación no iba de acuerdo a lo planeado—, papá no paso nada que no quisiera así que...
—No quiero saber— amenazó el líder de gimnasio.
—Bien, entonces... Me iré con Steven...
Ruby enrojeció cuando lo dijo, pero el peliplateado estaba más que satisfecho con eso.
—Entonces ve a empacar.—su mamá lo ánimo y ambos subieron a buscar algo de ropa.
Ya en su habitación, Steven se sentó en la cama para acomodar a los gemelos que parecían querer dormir.
—Vaya, bien podrías ser un pedófilo o algo— Ruby se burlo mientras se agachaba para buscar algunas prendas— y me dejan ir como sí nada.
—Bueno ya tenemos dos hijos, ¿qué más podemos hacer?
—Tener sexo hasta que no pueda soportarlo— Ruby contestó con una sonrisa coqueta mirando a Steven aunque de inmediato se dio la vuelta siguiendo con su tarea levantando el trasero en el proceso—, gracias a alguien estuve en celibato por todo un mes.
El campeón se acercó lo suficiente como atraer a Ruby a su cuerpo y besarlo mientras sentía al adolescente frotarse contra sí.
—No podemos hacer esto aquí —murmuró cuando el moreno se volteó para enroscar aún de sus piernas en la cintura del mayor—, ni mucho menos frente a los niños.
El adolescente se separó de su novio y se sentó en el suelo con un puchero en los labios, el mayor le sonrió despeinandolo para después besarlo introduciendo su lengua en la boca de Ruby.
—Esta que estemos en casa. —Murmuró mientras se separaban y Ruby lo entendió casi tan pronto como lo dijo, ahora vivirían juntos; con los niños y ellos dos sin que nadie los molestara.
Le dio un pico rápido y después empezó a buscar que llevar. Podría acostumbrarse a eso de ser padre, sobretodo si Steven estaba a su lado.
Estos dos me encantan, la idea de que pudieran tener hijos es tan gjdkgd pero odio el m-preg así que salió esto como resultado.
Por cierto, el nombre del bebé albino es Yuuki, ya saldrá en el próximo capítulo cuando lo nombran xD
A favor de la Campaña "Con voz y voto", porque agregar a favoritos y no dejar un comentario es, como han dicho otras autoras:"como manosearme la teta y salir corriendo."
Hayden