Capitulo II: El hallazgo

Tras el incidente del pequeño huevo las cosas se habían aplacado un poco, la noche tormentosa había pasado y estaba amaneciendo con cálidos rayos de sol. La avioneta se encontraba alejada de la selva, parecía estar cerca de una ciudad muy poblada y activa, se veía a la gente caminar con mucha prisa, algunas personas portaban maletines de trabajo mientras otras vestían lujosamente llevando bolsas de compras, la luz del sol iluminaba una gran y honorífica estatua de una dama que poseía una antorcha.

Sin embargo las cosas con el huevito no iban tan bien, la caja donde yacía se iba deslizando bruscamente a través del oscuro compartimiento del avión, lo cual agitaba a la irritada criatura que se encontraba reposando dentro del huevo, pero además de él, en el avión había aves exóticas de todos los colores de plumaje, por desgracia estaban encerradas en jaulas de metal oxidado y no podían hacer nada para evitarlo. Los pájaros se miraban entre si desesperados, algunos lloraban y otros refunfuñaban con enojo.

Mientras tanto en la fría localidad de Minnesota una tierna niña con anteojos redondos se había encontrado con una gran caja de madera, decidió abrirla y para su sorpresa contenía un pequeño polluelo azul, ella lo tomó en sus manos y con una dulce voz lo tranquilizó.

-Tranquilo… shhh, yo te voy a cuidar.-Exclamó la niña de ojos verdes.

-Praaah!-Contestó el pequeño azulado y se dejo acariciar de la pequeña niña.

-Necesitas un nombre lindo, déjame pensar.-Dijo ella con una voz cariñosa.-Ya se te llamare Blu.

El polluelo no hizo ningún sonido, solo sonrió y recibió un lindo abrazo de su nueva amiga.

-Por cierto, mi nombre es Linda.

Así fue como empezó una nueva y profunda amistad entre polluelo y niña.

Volviendo con el huevito de ave escarlata:

El avión se fue alejando poco a poco de las partes más concurridas de la ciudad hasta llegar a un lugar casi solitario. La avioneta aterrizó violentamente en un terreno seco y baldío, lo cual hizo que la caja que llevaba el huevo quedara marginada en un rincón oscuro del compartimento. Los hombres que venían que pilotando eran rudos y fornidos, vestían camisetas sin mangas empapadas del sudor, bajaron del vehículo con un salto brusco y comenzaron a sacar las jaulas con las aves, en ardua labor, sin siquiera notar que una de las cajas se había resbalado a un oscuro rincón.

Decidieron abandonar la avioneta abierta y se fueron caminando a toda prisa, desapareciendo en el horizonte.

Nadie sabe con exactitud a donde habrán llevado a esas bellas criaturas, tal vez a una tienda de mascotas o peor aún, a un último adiós a sus vidas.

Pasaron horas después de que la avioneta aterrizara y fuera desalojada casi por completo. El sol de la tarde agonizaba. Cerca de aquel lugar se encontraba un barrio poblado por casonas viejas y palidecidas por el sol, donde una joven alta, con cabellos largos rubios como el oro y unos ojos azules muy bonitos, pintaba con mucho optimismo las paredes, movía su brocha de un lado al otro mientras cantaba una melodía alegre, a pesar de lo sombrío de la zona ella lo hacía parecer lindo.

Cuando la muchacha acabó de pintar una vivienda, el hogar pasó de ser deprimente a convertirse en algo colorido.

-¡Esta casa quedo preciosa!-Se dijo a si misma y fue a beber un poco de agua, buscó en su mochila su botella pero se dio cuenta que estaba vacía.

-¡Oh, rayos tendré que ir a la tienda para comprar más agua!-Pensó molesta.

Así la señorita se encaminó al comercio cortando camino por el terreno baldío y se sorprendió al ver un pequeño aeroplano abandonado en el centro del mismo.

-¡Caramba!-Exclamó.-Esto es algo que no se ve todos los días. Holaaaa, ¿Hay alguien ahí?- Dijo mientras se adentraba en el transporte.

La chica entró al compartimiento del avión y en un escondrijo encontró una cajita, como ella era muy curiosa decidió abrirla y para su asombro resguardaba un huevo chiquito.

-Que raro-Pensó- De seguro es un huevo de granja aunque es algo pequeño y es extraño que este aquí solo, lo llevare conmigo y lo decoraré para tenerlo de adorno.-Se dijo alegre.

Olvidándose del agua volvió a su casa muy emocionada con su descubrimiento.

Fin del capitulo dos, espero que les haya gustado, dejen sus reviews,si les gusta la historia les agradecería que la compartieran a sus amigos, muchas gracias por leer, ¡Te desea buena tarde, tu amiga NayitaPerla2510!