NO SOY DUEÑO DE INUYASHA.

HOLA DE NUEVO. EN ESTE FIC COMO HARÉ EN LOS DEMÁS, PRETENDO MANTENER LOS PERSONAJES QUE CREÉ PARA MIKO DE MI CORAZÓN, PERO TENDRÁN DISTINTAS ACTIVIDADES Y TAL VEZ DIFERENTES RELACIONES. OJALÁ LES GUSTE Y NOS ENCONTREMOS EN SUS CAPÍTULOS. GRACIAS POR ESTAR ALLÍ.

CAPITULO 1

Sesshomaru entró dando un portazo estruendoso, atravesó el hall atropellando a Miroku, Shippo y Kouga en su paso en pos de Inuyasha

Sango, Noriko Higurashi, Ayame y Rin Intentaban detenerlo gritando. Souta corría junto a Danaka hacia el living de la casona de una de las fincas Taisho.

-"SESSHOMARU DETENTE!"

-"BASTA, POR FAVOR, NO SOLUCIONARÁS NADA PONIÉNDOTE ASÍ"

-"QUÍTENSE DE MI CAMINO! INUYASHA NO TE ESCONDAS!"

Inuyasha forcejeaba con Souta y Danaka, que lo retenían para evitar que los hermanos se enfrentaran.

-"SUÉLTENME! NO SOY UN COBARDE! SESSHOMARU! OI NO TE TENGO MIEDO CABRÓN. ESTOY AQUÍ!"

Noriko frente al Daiyoukai suavemente intentó hacerlo entrar en razón, mientras Rin servía vasos de agua para intentar calmarlos un poco

-"Nadie te comprende mejor que yo Sesshomaru, pero debes pensar en las circunstancias que impulsaron a Inuyasha a hacer lo que hizo"

-"Su estupidez sobrevaluada qué más!"

Kikyo caminaba y le trataba de explicar

-"Náraku lo acorraló, y no tuvo más remedio…"

-"Claro que había remedio, Souta sería quien se haría cargo, yo lo presentaría como mi protegido, mi ahijado, mi socio"

Inuyasha fruncía el seño mientras bebía un vaso de agua

-"Ahijado? Yo…No sabía…No lo sabía, Sesshomaru"

-"Por supuesto que no! Sólo piensas en ti mismo, eres una desgracia para la familia!"

A medida que el Lord Inu moderaba la voz, el grupo se iba calmando. Inuyasha le pedía disculpas a Sesshomaru, que con sus ojos rojos jadeaba y la saliva le colgaba de la barbilla. Luego de una media hora, que los hermanos comenzaron a hablar civilizadamente, los demás se iban ubicando en los sillones y sofás del gran living principal de la casona, a medida que se iban tranquilizando, los más valientes, comenzaban a expresar sus opiniones

Por supuesto los más valientes se reducían a Rin, la madre de Kagome y a su marido Danaka. Akira Danaka, era la mano derecha de Sesshomaru, había permanecido a su lado desde la época feudal, se había desempeñado como guardia real y general del ejército del Oeste, cuando el tiempo de surgir llegó, Sesshomaru lo nombró presidente de las empresas de seguridad y protección Crescent Moon Security.

El resto se había ido incorporando a medida que los hermanos Taisho comenzaron a acercarse y a conocerse, a tolerarse en realidad.

Sesshomaru había tenido la posibilidad de conocer a los amigos de Inuyasha y Kagome. Le parecieron gente honrada y honorable. A lo largo del tiempo se fueron consolidando como manada una vez más, pero con Sesshomaru como alfa. Inuyasha simplemente o aceptaba su lugar como beta, o se alejaba formando otra manada. Pero con Náraku de nuevo en el mundo y ahora como potentado político y económico, lo mejor para todos, si lo que querían era sobrevivir, era mantenerse unidos. Pero esta vez a Inuyasha, la situación parecía habérsele escapado de las manos. Noriko insistía en intentar serenar al Iracundo Señor del Oeste.

-"Sesshomaru Sama, Sesshomaru…Bien sabes que yo fui la primera en negarme a la fusión de los nombres de las empresas de Kagome, pero luego de la reunión con Náraku y Kagura, las cosas se desbocaron bastante, es por eso, tal vez, que Inuyasha tomó la decisión que tomó."

-"Se adelantó sacando conclusiones de mierda como siempre. Eres una lacra mestizo, siempre lo fuiste, me has colocado en una posición insostenible! Siempre metiendo las garras donde no te llaman. Ya en el pasado diste señales de ruindad. Tu mejor trabajo aún está allá, del otro lado del pozo, destrozaste el corazón de la mujer, la despreciaste y ahora la has condenado para siempre. Eso habla de la clase de ser despreciable que eres…LACRA!"

-"Mi Lord, trate de calmarse…La joven aún no conoce la realidad de este nuevo mundo. Para ella será terrible el cambio, y si además le agregamos las noticias ella colapsará. Debemos mantenernos unidos, ya sabemos el resultado de moverse por separado. Ese es un lujo que no nos podemos dar."

-"Hn"

El grupo en silencio observaba al Lord Inu que acomodando sus cabellos se acercó a la ventana y desde allí se dirigió a ellos, con palabras frías y tajantes

-"Ookami, terminarás de preparar los documentos lo antes posible. Y entonces, Noriko San y yo firmaremos, pero una vez hecho esto, nadie, me escuchan, nadie tendrá derecho a inmiscuirse en mis decisiones o el costo será su vida"

Y luego de decir esto Sesshomaru salió dando portazos, se subió en su Lamborghini blanco y desapareció derrapando en las curvas del camino interior de la finca a gran velocidad.

Suspirando bastante alterados, los miembros de la nueva manada negaban con sus cabezas

-"Esto se ve muy mal"

-"Y que lo digas monje"

-"Cuando regrese Kagome…A ella no le agradará mucho más, te lo aseguro. Y tú Inuyasha mantente alejado de ella me entiendes?"

-"¿Qué carajo quieres decir Sango, que mi marido está por detrás de ella? Pues no! Es mío, y siempre está conmigo. Él no tiene ningún interés en ella"

Inuyasha muy alterado perdió los estribos

-"Ya cállense todos! Y tú también Kikyo! Ahora hay que pensar cómo solucionar esto"

-"No hay modo por si no te diste cuenta chucho y todo gracias a ti"

Nada se podía hacer ya. Sólo tenía que regresar Kagome, pero ya estaba seis años retrasada.

El hanyou se agarraba la cabeza entre las manos

-"Keh! Estoy tan muerto"

*************************** FLASH BACK *************************************

Dentro de la perla, antes de morir Náraku, ante la inminencia de su destrucción, la Shikkon no Tama, le ofreció al semi demonio un trato, el cual inmediatamente aceptó, sólo pidió una cosa a cambio, poder, mucho poder y la vuelta a la vida de sus esbirros y de la sacerdotisa Kikyo. Segundos antes de que Kagome formulara el deseo correcto, la perla le cumplió al hanyou maldito ese trato secreto y todo se modificó.

La perla le había materializado un anillo en forma de sello que abría un pasaje a otro tiempo, pero sólo una vez. Tomando a Kagura revivida y los demás, abrió el portal y cruzaron. Un nuevo mundo frente a él, el mundo de Kagome, por fin, se vengaría… A medida que la promesa de la perla se cumplía, Náraku crecía en poder y riqueza. Sólo algo se interponía en su camino de ser el dueño absoluto del mundo. Los hermanos Taisho y la familia Higurashi. AH! Cómo disfrutaría verlos caer y achicharrarse como insectos en el fuego. Para lograrlo, debería hacer algunos cambios. Ni bien puso un pie en ese tiempo su trabajo ruin comenzó. El mundo continuó, pero con profundas variantes. Mientras una de las cosas que sucedieron fue que Kikyo regresó a la vida, Náraku y sus secuaces reaparecieron pero ya no en el Sengoku Jidai, sino en la época actual, sabía que Inuyasha y los demás estarían vivos en este tiempo, esperaría reencontrarse con todos ellos pero luego de haber preparado la arena de lucha con tiempo suficiente para ganar. Después de todo, los humanos eran unos corruptos y débiles, ese mundo en el que viven necesitaría un poco de orden y él sería el encargado de hacerlo, de paso se beneficiaría destrozando y eliminando a la amenaza de la manada de los Taisho…

En su despacho en el edificio principal de su empresa de energía, Náraku miraba fijamente una lapicera sobre su escritorio. Recordaba viejos tiempos y maquinaba pasos a seguir. Detestaba las entrañas de Kagome como a nadie en el mundo y luego estaba Kikyo, la muy desagradecida, unida al asqueroso mestizo medio hermano de Sesshomaru. Oh cuánto las odiaba. Sabía que si Kikyo regresaba a la vida, Inuyasha no podría ignorarla y dejaría a Kagome por ella. Eso sin duda mataría la alegría, la esperanza y el espíritu de lucha de la joven Miko. Luego de que eso sucediera y Kikyo regresara, Inuyasha reaccionó tal y como él esperaba.

Las comisuras de su boca se elevaban notoriamente, aún lo recordaba como si hubiese sido ayer…Espiando entre las sombras había presenciado el momento crucial.

-"Ahora que Kikyo, ha regresado, pues… Yo…Kagome, ya la perdí dos veces. No podría soportar perderla de nuevo. Siento que la amo, que deseo emparejarme con ella, o casarme, lo que ella decida. Tú estarás bien. Tienes tu mundo del otro lado del pozo. Seguramente podrás olvidarme y ser feliz…Lo siento, Kagome"

Las palabras de Inuyasha pesaban como toneladas, parecían hechas de hielo, frías y muy filosas, herían el corazón de Kagome como puñaladas. Una tras otra, se clavaban en su carne, en su cuerpo y en su alma.

-"Comprendo…Yo…Igual jamás te pedí nada Inu…Yasha…Siento la molestia. Creo que ahora me iré" .

Luego de ver eso, se había retirado, feliz y lleno de regocijo, regresó a su palacio y tomó a sus secuaces para cruzar el portal. Eso era lo que él recordaba.

Pero Náraku no había visto casi nada. Ella simplemente se alejó del grupo, caminando silenciosamente hacia la cabaña que compartía con Kaede y Shippo. Mientras los demás dormían, tomó sus cosas y partió. Nadie supo cuando se fue, pero lo hizo. Shippo fue con ella, los demás comprendieron su decisión, a excepción de Inuyasha, todos sabían que se iría.

Kagome luego de dos días, se encontró caminando hacia el centro mismo de Japón feudal. Más tarde, tal vez regresaría a su casa a través del pozo, pero por ahora, no deseaba hablar con nadie y menos al respecto del rechazo de Inuyasha y la elección de Kikyo por sobre ella. Simplemente, colapsó, se cansó, necesitaba pensar y sanar su corazón, la joven Miko escapó y no regresó, y no lo haría por mucho, mucho tiempo…Oculta a los ojos y sentidos del mundo, Kagome comenzó su vida de ermitaña, sola , en una cueva, sólo ella y sus recuerdos…

****************************FIN FLASHBACK************************************

Cinco días después de la pelea entre Sesshomaru e Inuyasha, Kouga que además de manejar una de las empresas, era abogado, había elaborado los contratos y terminado los papeles. Esos papeles…

-"Noriko Sama, lea por favor y si está de acuerdo, firme"

Ella hizo lo solicitado y levantando la mirada hacia su esposo y pareja, esperó por su respuesta. Danaka asintió y le tomó la mano

-"Es por su bien y protección, Noriko. Anda, hazlo, firma, mi amor"

Luego de firmar ella, Kouga se los acercó a Sesshomaru. Quien sin decir una sola palabra leyó y firmó.

-"Listo Sesshomaru, ya está hecho"

-"Hn."

Caminando tranquilo pero arrojando la puerta con odio, el Inu se retiró del gran living de nuevo hacia su transporte, estacionado afuera. Esta vez se montó en su motocicleta negra y quemando caucho salió rápidamente del lugar, rumbo al palacio de la luna.

Uno de los cambios más grandes del nuevo imperio de Náraku, fue lograr las leyes necesarias para cambiar el régimen de libertad en el que vivían los habitantes de Japón. Una de ellas, consistía en denigrar, degradar y prácticamente reducir a las mujeres a la categoría de escoria, simples esclavas y sirvientas de los hombres, despojándolas de todos los derechos y amparos, obviamente bastante encubierto, como político importante que había llegado a ser, creando diversas leyes perjudiciales para las mujeres y favoreciendo al sexo masculino, evidentemente apoyado por los hombres, las leyes se aceptaron y se votaron enseguida. Evidentemente, regresar al machismo tajante de la época antigua era una de las mejores ideas para controlar el accionar de Kagome cuando regresara. La joven sacerdotisa, siempre se había destacado por ser independiente, autosuficiente y absolutamente capaz de arreglárselas por sí sola. Cuando ella regresara, y se encontrara con este nuevo mundo…Sufriría, desearía no haber vuelto. Él intentaría ofrecerle soluciones para que ella acepte permanecer a su lado y entonces aprovecharía para someterla, quebrarla en su voluntad y utilizarla como su esclava, durante toda su vida. La reduciría a nada y eso lo llenaba de regocijo.

Náraku no era el único en vigilar el pozo devorador de almas. Cuando Náraku apareció en el mundo, a la manada del Oeste no le quedó otra solución que revelar los planes de Náraku y su accionar a la familia de Kagome para intentar salvarlos. Había que cambiarlos de domicilio, esconderlos y la mejor forma de hacerlo era llevarlos al palacio de la luna y alojarlos allí, permanentemente. Lo cual no sería sencillo de lograr. Los Higurashi habían protegido el santuario durante siglos, seguramente se negarían a abandonarlo.

La antigua manada del Oeste, con Sesshomaru a la cabeza, se presentó en el santuario Higurashi, hablaron con Noriko, Hiten y Souta explicándoles la situación. El abuelo obviamente se negó. No confiaría en una manada de demonios, no se iría.

Souta por su parte estaba muy preocupado por su hermana, debería haber regresado hace años, pero no lo había hecho, y aún no lo hacía. Tenía miedo…Para que ella no vuelva, algo malo le habría sucedido. Semana tras semana la manada se mantuvo cerca de los Higurashi, hasta que la situación fue insostenible, el día fatídico, llegó . Aprovechando que los Higurashi estaban de compras en el centro, Náraku se acercó al pozo y esperó todo el día. Nada sucedió. La rabia le carcomió las entrañas, estaba harto, ya hacía cinco años que hacía guardia en el pozo el mismo día, del mismo mes, cada año. La medianoche llegó, solo el eco de sus insultos salía del pozo. Fue la gota que derramó el vaso. La familia de Kagome, a su regreso, se encontró con los bomberos y las llamas consumiendo su hogar. El arribo de Sesshomaru y el grupo no pudo ser más oportuno. Con tanto peligro y sin un hogar, ya no lo pensaron más. Con mucho pesar, los Higurashi, se mudaron al Oeste. En uno de sus arranques de cólera, Náraku había arremetido contra el terreno sacro, frustrado por la ausencia de Kagome, descargó su furia contra el santuario y la casa. Sus ataques de youki los hicieron estallar en llamas y todo se derrumbó o quedó reducido a cenizas. Cada año que pasaba sin aparecer Kagome, Náraku parecía perder más y más la cordura. Hasta sus siervos y Kagura se asustaban pensando en la cantidad de odio acumulado en su interior para no existir, si no era para vengarse de la joven, de Inuyasha y de los que participaron en su destrucción.

Mientras Náraku organizaba las cosas en el mundo nuevo, a medida que sus esbirros aparecían en el futuro, sus planes se ponían en marcha inmediatamente. Esperaba que el horror recibiera a Kagome, y al romperse en pedazos, lograr él hacerse de la joven. Rota Kagome, se rompería Inuyasha, el monje, el lobo, la tajiya, el kitsunetodos irían cayendo como fichas de mahjong y una vez que eso sucediera, vivirían observando sus triunfos y conquistas, sufriendo, torturas y vejámenes, pagando su traición el resto de sus vidas.

El Lord del Oeste no escaparía a su venganza, él también había luchado con todas sus fuerzas para destruirlo. Y más de una vez, casi había logrado asesinarlo. Al enterarse de que Kagura a sus espaldas había aceptado el cortejo de Sesshomaru, le ofreció a la bruja del viento, compartir el poder y dinero del que sería dueño en el futuro junto a él como su pareja. Y ella avarienta y ambiciosa, aceptó y rompió el cortejo con el Señor de Occidente.

Sesshomaru se sintió muy decepcionado y herido en su orgullo. Tal vez su corazón de hielo se resquebrajó un poco, pero nadie sería capaz de darse cuenta, el jamás lo admitiría. El Lord del Oeste con el corazón roto? Imposible!.

Su rostro siempre demostró, calma, bienestar y control. En su interior, la bestia aullaba de pena.

*****************************FLASH BACK**********************************

Al haber derrotado a Náraku, todo Japón estaba agradecido al Inutachi y a la Sacerdotisa de Shikkon. Traían obsequios de todos los puntos cardinales. La cabaña que Inuyasha compartía con Kikyo, se llenaba de cosas, algunas muy bienvenidas y otras, no tanto. Por ejemplo, los obsequios para Kagome. Ocupaban el establo completamente, oro, joyas, pinturas, esculturas, perfumes, telas de seda, kimonos maravillosos, jade, dinero. También había flores, frutas, alimentos, cartas, todo tipo de cosas. Día tras día los regalos de agradecimiento llegaban con los viajeros que eran muy bien recibidos por la pareja, pero ya no tenían lugar dentro de la cabaña para los objetos de Inuyasha, así que luego de dos años de no saber nada de la joven Miko, y necesitar el cobertizo, decidieron buscar un lugar alternativo para esas cosas hasta que ella regresara y poder entregárselas. Nadie sabía dónde se encontraba. Fue entonces cuando Inuyasha emprendió el viaje en busca de Kagome.

Casi una semana después fue que percibió en el aire el aroma de la protegida de su hermano, Rin, pero algo extraño sucedía, ella olía solamente a ella, a nadie más. Apartando las ramas de los arbustos llegó al claro donde la pequeña dormía plácidamente al lado de un fogón. La pequeña reaccionó al ver el cabello plateado de Inuyasha

-"Sesshomaru Sama?"

-"Keh! No, soy yo, Inuyasha."

-"Ah, Inuyasha Sama. Sesshomaru Sama no está aquí"

-"Ya lo veo y Jaken?"

-"Fue a detrás del Señor Sesshomaru, yo me quedé a esperar aquí"

-"Sola?"

-"Hai, Jaken sama me lo ordenó"

-"Keh! Maldito sapo rugoso y ruin. De todos modos me quedaré contigo hasta que regrese Sesshomaru"

-"Hai, hai, Rin preparará té para Inuyasha sama"

Y así pasaron las horas hasta que Sesshomaru hizo su ingreso al claro

-"Mestizo, qué haces en mis tierras…"

-"Sesshomaru, Oi hijo de puta, cómo te atreves a dejar sola a la pequeña Rin. Tú que haces ver que tanto te importa!"

-"No me provoques hanyou, este Sesshomaru no dejó sola a Rin"

-"Ah! Ya veo. Fue el asqueroso de Jaken"

-"Hn"

-"Sesshomaru Sama! Rin hizo té, desea una taza?"

-"Tomaré una taza"

-"Hai!"

El gran Inu se sentó frente al fuego, pero no se sentía cómodo con la presencia de Inuyasha, sentía que el mestizo le ocultaba cosas

-"Por qué has venido"

Inuyasha le explicó lo sucedido, y le dijo que estaba buscando a Kagome para entregarle las cosas.

-"Eres un idiota"

-"Oi mira quién habla. No vine a insultarte pero veo que tú no pierdes oportunidad, Sesshomaru"

-"Esa Miko es una mujer honorable"

-"Kikyo es honorable y muy buena, bonita también"

-"Tonterías"

-"Ella será mi mujer, ella es maravillosa"

-"No tiene honor, ni sentido de la compasión, como la otra Miko, Kagome creo que se llama"

-"Kagome? Si, bueno ella es muy generosa…"

-"Hn"

El silencio los acompañó el resto de la tarde. Antes de partir, Inuyasha tomó a Tessaiga, asintió a su hermano y comenzó a retirarse

-"Espera, Inuyasha"

-"Que?"

-"¿Qué harás si la Miko no regresa?"

-"Tendré que tirar sus cosas o regalarlas, no puedo mantenerlas más. Pensé en llevarlas a través del pozo a su época o dejarlas en la cabaña de Kaede…No lo sé"

-"Hn."

Rin se puso triste y les dijo a los hermanos

-"Etoo, en casa de Kaede Obasan, no hay lugar…Demo…Seguro hay lugar para las cosas de Kagome Sama en el palacio de Sesshomaru Sama"

Ambos se miraron, nada dijeron.

Dos semanas más tarde, todas las pertenencias de Kagome estaban en el palacio de la luna, en las tierras de Occidente. Obviamente todo lo hacía por Rin.

Y así, sin rastros de la Miko de Shikkon, los años transcurrían y a pesar de los intentos para encontrarla. Nada se supo del paradero de Kagome.

A pesar de eso, a medida del transcurso de los siglos, Los Taisho se fueron acercando. Como así también el resto de los amigos de Inuyasha y Kagome.

Sesshomaru inmensamente rico, como así lo era Inuyasha, invertía en diversos negocios y emprendimientos. De allí, surge que el día de hoy es dueño de casi medio Japón tiene varias propiedades y empresas en distintas partes del mundo.

********************************FIN FLASHBACK********************************

Una de las empresas más importantes de las que Sesshomaru es presidente es el Crescent Moon Youkai Bank, el banco youkai, se ocupa de prestar dinero con tasas de devolución accesibles para fomentar el progreso de los habitantes demonios o mestizos, familias puras o mixtas en general. También posee numerosas empresas a nombre Taisho Higurashi, el motivo, simple, inversiones inteligentes, de las pertenencias de Kagome. El resultado de las mismas fue que la familia Higurashi, se volvió inmensamente rica, y comparte con Sesshomaru las acciones mayoritarias de todas y cada una de ellas. Lamentablemente ella no está en su tiempo para verlas, ni para disfrutarlas.

*************************EN EL PASADO************************************

Kagome se mantenía en su refugio de montaña, muy cómoda y bien abastecida. Ella era la Miko más poderosa después de todo y eso le sirvió para ocultar su aura y su aroma del resto de los habitantes del Japón feudal. No estaba en sus planes ser encontrada, y menos por Inuyasha, así es que se mantenía oculta, segura y en un punto neutral donde ninguno de los Señores cardinales podría reclamarle, justo en el monte Himitsu. Nadie podría echarla de allí, nadie era dueño del monte. Servía de límite entre los cuatro puntos cardinales. Shippo permanecía con los de su raza. Él debería crecer y transformarse en jefe de su clan. Ella le había hecho prometer que se convertiría en un gran youkai, tan fuerte y poderoso como Sesshomaru. El pensamiento le trajo confusión Sesshomaru?

-"Sesshomaru mamá?"

-"Bueno, él es el más fuerte y poderoso que conozco. Debes ser parecido a él, pero sin el instinto asesino, ok?"

Ambos se reían, sí, Sesshomaru era poderoso y fuerte, pero también era un asesino a sangre fría.

Luego de eso, Shippo había partido.

Desde la cima de la colina, Kagome, observaba la bóveda celeste buscando la ubicación de la estrella de Tríada que le indicaría la estación del año y más o menos la fecha probable y el mes en que se encontraba. Tríada, cada tres años, aparecía en el cielo nocturno hacia Occidente sobre los cerros. El resto del tiempo se la veía hacia el Norte. Este año estaba sobre el Oeste.

-"Si mis cálculos son correctos… Es invierno… Y… Demonios! Estoy regresando tres años más tarde de lo esperado…"

******************************FLASH BACK*******************************

En el santuario estaba el Inutachi esperando el regreso de Kagome. Rodeaban el pozo y esperaban. Inuyasha con las garras clavadas en la madera insultaba a diestra y siniestra. Otro año transcurrido y Kagome no regresó. La gran casa Higurashi estaba en ruinas. Nada quedaba en pie más que el cobertizo del pozo y el gran Goshimboku, pero eso era todo. Otro año que la joven no regresaría. Lo mejor sería regresar al palacio y esperar otro año más.

Todo estaba demolido y quemado por Náraku y sus esbirros. Tres años antes había encontrado el santuario y lo había destruido para evitar cualquier intento de insurrección por parte de la Miko o la manada, curiosamente, cuando la casa se derrumbo y ardió en llamas, nadie había en toda la explanada del santuario. Nadie…Nada

**************************FIN DEL FLASH BACK****************************

Hoy se cumplían seis años de que la joven desapareció dentro del pozo.

El grupo deambulaba por la vieja explanada del destruido santuario Higurashi. La familia de Kagome rodeaba el pozo. Apartado del resto, Sesshomaru miraba las ramas más altas de Goshimboku. Kouga se le acercaba

-"Tríada hoy se ve sobre el Oeste y en este momento, está en su punto máximo, hoy debería regresar"

-"Y qué hace diferente este año con los anteriores, lobo"

-"No lo sé. Tal vez sólo mi instinto Ookami…Sólo siento que regresará y pronto"

Sesshomaru sabía del sexto sentido de los lobos. Dentro de las burlas que le jugaba a Kouga, él sabía mejor que eso.

-"Danaka"

El tora se acercó a su Señor que le susurró algo al oído. El tigre enseguida asintió y sacó de un maletín, una capa de seda negra con capucha y la mantuvo sobre su brazo. Luego caminó hacia Noriko y se quedó junto a ella.

-" Ya debe tener unos veintiún años, Akira, ya debe ser una mujer"

Noriko miraba el fondo del pozo. Sus lágrimas caían sin obstáculos y desaparecían en la oscuridad. Danaka la confortaba frotándole la espalda.

-"Ya verás que ella vendrá pronto…Ya verás que está muy bien"

Las miradas de la manada fija en el pozo, faltaban cuatro horas para la medianoche. Si no era hoy…

Del otro lado la hermosa mujer se despedía de la anciana y pasando una de sus musculosas piernas por el borde del pozo, tomó un poco de aire y luego pasó la otra pierna, se negaba a usar atuendo de Miko. Pero luego de tanta pena sufrida a causa de un hombre, la mejor manera de ahuyentarlos sería vestir como una. Y así lo hizo. Le pidió a Kaede un traje de sacerdotisa. Ya estaba todo listo. Tomó su arco y carcaj lleno de flechas, su vieja mochila amarilla y se preparó

-"Gracias por todo Kaede Obasan. Jamás te olvidaré"

-"Que Kami guíe tu camino, Kagome"

Sobre el Oeste, Tríada brillaba en el firmamento, en medio de la noche oscura y fría, Kagome saltó hacia su destino…