Sumimase

Los personajes de Kuroko no basket pertenecen a Tadatoshi Fujimaki yo solo los visualice en un papel un poquito diferente

.

.

.


Al año siguiente por las mismas fechas, recibió la misma propuesta y la misma respuesta fue dada con el mismo pelirrojo lanzándole miradas a muerte y repitiendo que se arrepentiría.

Por otra parte Atsushi y Akashi empezaban a tener problemas, discusiones constantes, el pelirrojo le decía que debía rendirse que Tatsuya era demasiado terco, que era un idiota para empezar por haberse casado con alguien que no amaba, Atsushi contestaba que ellos se amaban y que mientras siguiera insistiendo en algún momento estarían juntos, terminaba por dejarse de hablar por semanas a veces causando que el resentimiento de Akashi creciera, porque Tatsuya no le hizo caso cuando le dijo que terminara con ello? no lo entendía y lo adiaba por ello

Lo mismo se repitió cada año hasta que Tatsuya había cumplido 25 y ya se había decidido a terminar con ello, con los papeles de divorcio en mano le dijo a Atsushi que el año siguiente cuando fuera tendría todo ya arreglado para irse con él a Japón que solo debía encontrar el modo de decirle a la persona con la que estaba, le explico que le tenía mucho cariño y que no quería lastimarlo y Murasakibara tan noble como era lo entendió, le dio ese año de plazo y le dijo que volvería por él. Solo hubo un detalle con el que no contaba y era que unos meses después el mismo Taiga le pidiera que volvieran a Japón por un proyecto por el cual le habían llamado, Tatsuya quería volver, pero no debía dejar que Taiga se diera cuanta por lo que le dijo que tenía que ver que podía arreglar en el trabajo antes de cualquier cosa. Una vez resuelto el traslado le dijo a Taiga que estaba de acuerdo y así regresaron juntos a su ciudad natal.

Llevaban apenas unos días ahí cuando Taiga fue a arreglar lo del contrato para la remodelación, cuando este regreso lo noto algo diferente en él, le beso algo corto, pensaba que tal vez era el que por la emoción de estar en la misma ciudad que su amado estaba viendo cosas donde no las hay

Al día siguiente la misma sensación extraña pero no le puso atención, tenía una cita importante ese día para empezar por que comenzaba en su nueva oficina y en segunda porque le dijo a Taiga que llegaría a las 10 por lo que le daba 2 horas completas para ver al gigante de cabello violeta

Cuando llego a trabajar lo primero que tuvo que hacer fue pasar a la oficina de Akashi por órdenes de este mismo "Sabes lo que tienes que hacer" fue lo único que le dijo mientras le dirigía esa característica mirada de odio

Con Atsushi su cita resulto un poco inocente a excepción de cuando le besaba a escondidas, porque esos besos de inocente no tenían nada, le ardía la piel rogándole por que el gigante lo tocara pero este no lo hacía y eso lo frustraba.

Cuando llego en la noche y Kagami no estaba le preocupo un poco, no creyó que se hubiera quedado trabajando hasta tarde, ya había pasado antes pero nunca así, estuvo marcando sin tener respuesta, casi media noche y no llegaba, a pesar de todo Taiga era como un niño por lo que espero hasta que llegara para poder quitarse esa preocupación de encima, cuando llego lo miro molesto pero le molestaba más que como no le dijo nada este se apresuró a llegar pudiendo haber aprovechado mejor el tiempo, esa noche tuvo ese sexo desenfrenado con Taiga pero solo tenía en su mente Atsushi... Atsushi... Atsushi orgasmo tras orgasmo solo podía pensar en él y cuando el cuerpo ya no les dio para más, cayeron dormidos.

Despertó tarde, llegaría tarde al trabajo y eso implicaba que tendría que recuperar el tiempo, ese día no vería a Atsushi lo que le molesto infinitamente y lo primero que hizo fue llamar a Taiga para reclamarle, este le dio mil y un pretextos que le hicieron comprender que estaba exagerando el no tenía la culpa de nada por lo que termino la llamada, se arregló y se fue a trabajar avisándole a su amante que este día saldría tarde.

Nueva sorpresa Atsushi pasó por él y aunque fuera en el trayecto para llevarlo a casa y estar a las 10 en la misma entre semáforos rojos, los besos y caricias no se hicieron esperar.

Cuando llego Kagami ya estaba dormido y aunque se sorprendió un poco lo justifico con que tal vez había sido la desvelada de la noche anterior o tal vez había trabajado mucho sabía que normalmente se metía demasiado en la construcción a pesar de no ser necesario.

El tiempo seguía pasando y cuando comenzó a notar la distancia se había decidido cada vez más a darle por fin los papeles de divorcio además el año que Atsushi le dio de plazo para arreglar su situación estaba por vencerse y cada vez se le hacía más difícil despedirse del pelivioleta, aunque era una ventaja que Taiga ya no lo esperara despierto al menos así no notaba que de llegar a las 10 comenzó a llegar a las 11:00 luego a las 12:00 en una ocasión llego 3 de la madrugada sabía que no era correcto pero desde que Atsushi le toco la primera vez llevándolo al cielo solo con sus caricias se volvió adicto solo había un problema a pesar de que sus caricias habían subido bastante de tono después de la primera vez aún no habían hecho el amor por mas tiempo que pasaba con él aun no daban ese paso.

Además difícilmente se hablaban él y Taiga como rayos le daría los papeles, los fines de semana se suponía que estaban juntos pero cada quien vivía en su mundo ya eran prácticamente desconocidos.

Se acercaba el cumpleaños de Taiga y quería darle un regalo por lo que no era momento de entregarle los papeles, Atsushi nunca lo presionaba sin embargo tenía que lidiar con Akashi y sus comentarios inoportunos haciéndolo sentir miserable aunque no dudaba que el pelirrojo tuviera algo de razón en estar enojado.

Él mismo se preguntaba si de verdad temía decirle a Taiga lo del divorcio o era solo que tenía miedo a lo que sentía, a ser feliz de verdad al lado de quien amaba, eso era de cuentos, no sucede en la vida real o sí?

Pensaba esto mientras compraba el balón de básquet que le regalaría a su hasta ahora esposo, llegado el viernes se fue directo a casa, siendo Atsushi quien pasara por el como todos los días pero sin detenerse esta vez.

Su resolución cobro forma esa noche cuando durante la cena con Taiga este parecía más ausente que nunca (disimulaba tanto como podia) y al irse a dormir ni si quiera le miro, había pasado algo pero ya no se esforzaría en saberlo.

El sábado quería salir necesitaba salir del departamento, ya había decidido decirle pero necesitaba armarse de valor, debía dejar de acobardarse.

-. Taiga vamos a dar un paseo, hace poco vi un gran parque cerca de aquí con una cancha de básquet, vamos por un 1 vs 1 como en América, estoy aburrido – le soltó por fin aprovecharía la salida para armar una estrategia para decirle

- Claro Tatsuya, solo terminemos de recoger aquí y nos vamos, ya me hace falta ejercicio o me voy a oxidar

Hacía tiempo que noto que ya no le decía Amor o Cariño pero ni si quiera le había dado importancia parecía que ni el mismo Taiga se había dado cuenta.

Fueron a jugar, a Tatsuya aún no se le había ocurrido nada, parece que el básquet es lo único que aun comparten por que el juego se dio divertido y natural como siempre había sido entre ellos, parecía que solo servían para ser amigos pero no se habían dado cuenta. Terminaron su juego y al pasar de regreso a su departamento vio una cafetería bastante sencilla, tal vez podían pasar ahí sin importar mucho las fachas que traían, y sería un lugar y momento adecuado para poder decirle, después llegaría a casa le daría los papeles y sacaría todas sus cosas llamando a Atsushi para que fuera por él. Parecía como un plan pero algo salió mal.

-. Tatsuya, como has estado? – La voz del pelirrojo le dio escalofríos como aquella vez en América

Tatsuya se había tensado ligeramente al ver al pelirrojo con los otros chicos, y es que, ¿qué posibilidades en el mundo había de encontrarte con él poderoso y adinerado empresario que te odia a muerte, en una pequeña y sencilla cafetería? Pero ya se había detenido y era su jefe, no podía ignorarle si lo hacía Taiga podía sospechar algo.

- Muy bien Akashi-san, gracias por preguntar – contesto el chico del lunar con toda la diplomacia de la que era capaz

Los 2 jóvenes que en ese momento estaban sentados con el empresario voltearon a ver curiosos a quien este había saludado.

- Gustan unirse – dijo en ese tono tan característico suyo que en lugar de preguntar te estaba ordenando que Tatsuya no pudo más que asentir para entrar al negocio mientras le iba diciendo a Taiga quien era el pelirrojo

Cuando llegaron a la terraza noto como los dos acompañantes de Akashi habían cambiado de lugares dejando 3 juntos y había alguien más ahí sentado, también noto que Taiga ya no iba a su lado sino que se quedó atrás pero de igual forma no le dio importancia. Era raro ver al pelirrojo sin Murasakibara pero era mejor así no podría haber algo peor que juntarlos.

Tomaron asiento y se la pasaron más o menos bien de no ser por Akashi y sus constantes comentarios incomodos sobre la gente indecisa que bien sabía iban dirigidos a él. El chico de cabello celeste que estaba al lado de Taiga llamo su atención, no tenía nada de presencia de hecho ni si quiera lo vio cuando se acercó a la mesa sino hasta después de que lo presentaran.

Salieron del café y cuando recibió esa llamada de Atsushi solo para escuchar su voz le alegro el día por completo. Después Akashi lo había amenazado de nuevo, que novedad, pero esta vez no solo menciono a Atsushi, que habrá querido decir con sus "amigos" por otra parte noto algo bastante peculiar, a parte del hecho de que Akashi era gay y él ni enterado, supuso que se chico castaño seria el tal Furi-chin que Atsushi le había mencionado antes, y el hecho de que todos los chicos se fueron con su novios, todos tenían las mismas preferencias, además del pequeños espectáculo que dieron el rubio y el moreno, ahhh que ganas de que el titán le tomara de aquella manera pero no lo hacía, por qué no lo hacía? Por qué no le tocaba de esa manera? Será que no le deseaba? Tenía que quitarse esa duda

Cuando por ultimo Akashi se fue con el castaño y el de okos celestes por fin él y Taiga emprendieron su camino al apartamento, paso el resto de la tarde preguntándose que tenía el de malo para que Atsushi no quisiera tocarlo así, siempre se limitaba a besarlo mucho y acariciarlo "un poco" pero nada más.

Su día término de pasar encerrado en sus pensamientos, olvido incluso que ya había decidido darle los papeles a Taiga ese día. Termino todo y se fueron a dormir de nuevo uno a cada lado de la cama lo más lejos que podía del otro apenas se preguntó desde cuándo empezó a pasar eso?

Cuando despertó estaba solo, claro algo mencionó Taiga de irse a correr, bueno no regresaría hasta tarde con el aguante que tiene, le mando un mensaje al pelivioleta que fue respondido en cosa de nada asegurándole que pasaría por el en poco menos de 1 hora por lo que se apresuró a arreglarse para verlo. No había mejor manera de aprovechar el tiempo que viendo a quien se había ganado su corazón y su tiempo con el solo hecho de existir. Que Akashi le amenazara no le importaba porque a estas alturas alejarse de Atsushi seria para él, el infierno mismo, toleraría cualquier tortura que Akashi Seijuuro tuviera planeada en su contra con tal del permanecer a lado del pelivioleta.

Taiga le tenía plena confianza cose que al principio le hizo sentir completamente culpable pero que después de notar la indiferencia del mismo ésta se había mitigado, sus distanciamientos eran constantes cuando se enfocaba demasiado en un proyecto pero esta vez se sentía diferente, sabía que su esposo no revisaba sus cosas pero solo para estar seguros fue a confirmar en el último cajón de su ropa, ahí seguía la carpeta con ese papel que él ya tenía firmado desde hace tiempo pero que aún no se había atrevido a darle a su aun esposo.

Después de esconderlo de nuevo termino de arreglarse y se fue del apartamento solo dejando una nota diciendo que estaba aburrido y que daría un paseo, a donde y con quien? obvio con el amor de su vida aunque solo él lo supiera, que por cierto esta vez no se le escaparía, tenía pensado seducirlo con todo y eso es lo que haría.

12:40 el azabache llegaba a su departamento bastante maltrecho rogando que taiga estuviera dormido, para su suerte así era, se cambió a su pijama y se fue a dormir, el día le había ido de maravilla, se sentía tan feliz por haber logrado su objetivo que la culpa ya ni mermaba su ánimo, estaba cansado y es que Atsushi era insaciable pero no se arrepentía de nada jamás en su vida se había sentido tan bien hacer el amor. Tomo una ducha rápida nuevamente pues lo había hecho en el apartamento del amante de los dulces, más para asegurarse de no ser descubierto antes de tiempo y solo se fue a descansar. Estaba seguro de la decisión que había tomado pero aun no tenía el valor de decírselo a Taiga.

La semana paso y no pudo hablar con Taiga sabía que tenía gran parte de la culpa por llegar a deshoras pero es que despedirse de su amado titán por las noches le parecía casi un pecado, tenía que compensar todo ese tiempo que se la paso dudando y negando lo que sentía, todos esos años que Atsushi le había esperado.

Llego el sábado y a penas escucho la puerta cerrarse cuando Taiga se fue, se levantó a arreglarse, pronto llegarían por él debía estar listo. A penas las dieron las 7:30 él ya estaba en el carro plateado de vidrios polarizados comiéndose los labios del conductor.

En cuanto entraron al departamento no dudo ni un segundo en lanzarse a sus brazos para que el otro le tomara como mejor le pareciera y es que hacer el amor con el más joven era llegar más allá del cielo donde lo aprendió, no lo sabía ni quería averiguarlo pero por algún motivo sabía que todo aquello ahora era solo suyo y eso solo le ponía de humor para más.

Despertaba de una siesta y es que lo habían hecho tres veces seguidas, se levantó, debía arreglarse para llegar al departamento pronto, eran más de las 3 de la tarde, justo cuando se movía para levantarse los brazos de su gigante se ajustaron más a su cintura.

-. No te vayas – susurraron esos labios de una forma tan sensual que no se pudo resistir solo diciendo un está bien si eres feliz con eso

Esa noche no llego a su casa, llamando a la madrugada a Taiga para decirle que no regresaría en varios días, era la primera vez que hacía algo así puesto que no lo hizo ni cuando veía al pelivioleta una vez al año. Ahí sus viajes de trabajo de verdad eran de trabajo.

Y así pasaron varios días más, llegando de trabajar a ese que ahora se había vuelto su hogar. Mientras que en el edificio de cierto pelirrojo de mirada aterradora

.

.

.

Terminada su llamada con el de cabello celeste después de saber que supuestamente su empleado estaba de viaje, se dirigió a una oficina que muy bien conocía, debía asegurarse de donde se encontraba el azabache primero y solo había una persona que le pudiera facilitar esa información. Toco la puerta dos veces y luego se dejó pasar, Ahí sumergido entre un mar de documentos se encontraba un joven que a pesar de estar sentado se notaba fácilmente que era alto, muy alto, traía una paleta de caramelo en la boca que contrastaba completamente con las circunstancias, su largo cabello violeta estaba sujeto con una liga para que no le estorbe al trabajar. Dirigió su mirada al pelirrojo que iba entrando a la oficina deteniéndose frente a él.

-. Hola Aka-chin

-. Buenos días Atsushi, que tal el trabajo?

-. Aburrido, ya me canse de leer informes de ventas

-. Mph – fue lo único que obtuvo como respuesta

-. Necesitabas algo Aka-chin? – su apagada mirada se puso algo seria no era raro que Akashi le visitara pero algo en su actitud lo puso en alerta, ellos se conocían demasiado bien como para pasarlo por alto.

-. Estoy pensando cómo sacar el tema sin que peleemos esta vez, es molesto.

-. Ah! es eso, Muro-chin está bien, se ha estado quedando en mi casa – Era lo único por lo que alguna vez pelearon así que ya sabía lo que le preocupaba

- En serio? – pregunto con una falsa curiosidad

-. Si, el otro día le pedí que no se fuera y me dijo que se quedaría si eso me hacía feliz

-. Y su marido? – Pregunto de nuevo el pelirrojo

-. Cree que esta en Sapporo por asuntos de la empresa – contesto volviendo a su trabajo

-. Atsushi de verdad crees en eso que te dice de que se va a separar? – Ese era siempre el motivo de discusión Akashi no quería verlo triste, cuando se dejaron hace años (ahora saben dónde lo aprendió) se sintió triste pero fue más su orgullo, el le había amado, si a pesar de saber que el otro estaba enamorado del de cabello negro se metió en una relación a sabiendas que no funcionaria, pero nada comparado con lo que tenía desde que conoció a Furihata es por eso que no entendía como Tatsuya podía seguir en aquel matrimonio.

-. Si por que no es mentira, Muro-chin firmo los papeles de divorcio desde que nos veíamos en America pero no se los ha entregado, dice que no sabe cómo decirle, Muro-chin es tan lindo verdad Aka-chin, casi tanto como tu cuando te preocupas por mí.

-. Interesante – obtuvo información bastante relevante como la de esos papeles y la ubicación actual del azabache, que la verdad no pensó que llegara a hacer algo como eso, Atsushi no era tonto sabia lo preocupado que estaba el pelirrojo desde que le conto que salía con Tatsuya de forma más o menos oficial.

Dando por terminada esa conversación se dirigió un poco al escritorio dejando una paleta de cereza, que saco de su bolsillo, y se fue susurrando un esfuérzate antes de cerrar la puerta de nuevo.

Salió del edificio para dirigirse al apartamento del pelivioleta, debía aclarar las dudas en su cabeza antes de cualquier movimiento.

.

.

.

Tatsuya abrió la puerta para encontrarse con la última persona que quería ver esa mañana, estaba por salir para trabajar cuando tocaron.

-. Akashi que haces aquí? – pregunto en modo osco, estando ellos dos solos no había porque ser hipócritas.

a hablar contigo – Dijo con su autoritaria voz

Tatsuya se hizo a un lado para dejarlo pasar, si estaba ahí es porque Atsushi le había dicho dónde encontrarlo

-. Y bien, que quieres?

-. Puedes guardar las uñas y dejar de estar a la defensiva, sé que te acostumbre a eso pero esta vez no vengo a torturarte, solo quiero hablar

-. Para eso existe el teléfono – no sabía si fiarse del pelirrojo, pero sabía que si quería ofenderlo o molestarlo lo hubiera hecho desde el saludo.

-. El tema que quiero tratar es delicado, además necesito que me mires a los ojos cuando me contestes, ¿amas a Atsushi?

Su mirada brillo ante la pregunta, primero con anhelo al escuchar su nombre luego con furia, se sentía ofendido ante tal pregunta, no estaría ahí de no ser así, no habría soportado tanto tiempo al pelirrojo psicópata de no ser así.

-. Por supuesto que lo amo – dijo en tono indignado

Akashi sonrió ante su respuesta, si un ápice de duda, su mirada y su vos mostraban esa seguridad que el tanto había esperado encontrar en el chico del lunar, y es que no solo había tolerado todas sus ofensas sino que ahí le estaba haciendo frente. Ya no necesitaba ponerle más a prueba su mirada al igual que la de Taiga lo delataba.

-. Atsushi me conto lo de los papeles de divorcio, porque no se los has dado a Taiga? así ya no tendrías que mentirle.

-. No quiero verlo triste, que no lo ame no quiere decir que no lo quiera.

-. Y si te demuestro que todo va a estar bien?

-. Lo haría sin dudarlo, como te darás cuenta ya no soporto estar lejos de Atsushi, si puedo estar seguro que Taiga será feliz, le daré su libertad y obtendré la mía.

-. Vendré por ti mañana temprano, tienes que estar listo a las 8, yo hablare con Atsushi, hay algo que quiero que veas, yo también tengo personas a las que quiero ver felices.

.

.

.

Murasakibara no opuso resistencia cuando Aka-chin le dijo que llevaría a Tatsuya por unas cosas para que pudiera quedarse más tiempo, y así ese sábado por la mañana se llevó al pelinegro a un parque no muy cerca de ahí pero donde se encontraba aquello que quería mostrarle

A la distancia se podía ver al pelirrojo y al de ojos celestes divirtiéndose a lo grande con un enorme perro peludo.

-. No lo malinterpretes eso es lo único que tienen dada su situación contigo, decía el de mirada bicolor

- Yo jamás logre que se acercara a un perro por mí, ni en la tienda de mascotas donde son diminutos.

Le decía el del lunar al pelirrojo menor mientras los seguían observando le daba ternura y emoción ver como se miraban, era un espectáculo bastante tierno.

-. Akashi hace cuanto sabes de esto

-. Desde que comenzó, hace 2 semanas aunque ellos se conocen y se han visto desde hace cuatro meses aproximadamente.

-. Él es tu amigo verdad? Del que me hablaste cuando estuvimos en la cafetería, un momento si fue hace dos semanas…

-. Para cuando nos vimos en la cafetería ellos ya sentía algo pero no lo aceptaban por culpa, ahora te digo tú no eres feliz en tu matrimonio, y por lo que se puede ver él también es feliz en otros brazos, ahora que piensas hacer?

.

.

.

Después de verlos un rato más en silencio, noto como se acomodaban y conociendo a Taiga como lo hacía supo exactamente en qué momento se quedó dormido. Dame 5 minutos está bien, no tardo.

Se acercó hasta la ahora feliz pareja sorprendiendo al peliceleste, haciéndole un gesto para que no despertara a Taiga, si lo veía a los ojos no sería capaz de irse

Se inclinó hasta su altura y acaricio solo una vez los rojos cabellos del chico dormido. Noto la vista del de ojos celestes sobre su anillo pero lo miraba como Atsushi, una joya sin valor alguno, carente de significado

-. Solo prométeme que cuidaras de el – fueron sus palabras sabía que a veces Kagami era demasiado noble para su propia seguridad

-. Con mi vida – Respondió con una mirada llena de seguridad y convicción, reconoció esa mirada, era la misma que Atsushi le mostró en su reflejo hace tantos años, no, esta era aún más intensa, de verdad alguien podía amar más de lo que él amaba al titán? Eso solo el tiempo podrá decirlo.

-. Por favor despiértale en media hora, sé que le dirás que me viste, ira al departamento que compartíamos, acompáñale por favor

-. Etto…

-. Himuro, Himuro Tatsuya – Le dio su apellido de soltero que sabía muy pronto podría usarlo de nuevo

-. Himuro-kun, que vas a hacer ahora?

-. Digamos que también hay alguien a quien tengo que cuidar – y después de decir esto se fue, habían terminado su 5 minutos

-. Akashi, ya tome una decisión, ahora tengo que ir a mi departamento antes de volver con Atsushi.

-. Parece que no me equivoque al haberte traído

-. Hace años me advertiste que nunca te equivocas – y empiezo a creérmelo – susurro esto último, aunque el pelirrojo logro escucharlo

-. Vamos te llevare de regreso

Dicho esto tanto el azabache como el pelirrojo menor subieron a un auto para terminar lo que habían empezado al ir ahí

Fueron al que hasta hace poco había sido su departamento escribiendo primero la carta que una hora después leería Taiga depositándola junto con ese anillo que ya no valía nada para ellos. Pidió la ayuda de Akashi para llevarse sus objetos personales al auto para tener todo listo poco antes de que los otros 2 llegaran marchándose de ahí sin mirar atrás.

Taiga en ningún momento intento llamarle, supuso que había entendido por que se fue, Atsushi lo recibió con los brazos abiertos después de todo era lo que siempre quisieron y ahora que había aprovechado la oportunidad ya nada los podía separa, serian ellos de ahora en adelante.

Y bueno Akashi se salió con la suya, por fin pudo ver a esas personas preciadas para el ser tan felices como lo era él mismo. Sus torturas para Tatsuya habían terminado ya había probado su punto y mientras ni él ni Taiga hicieran alguna estupidez, todos podrían disfrutar de algo de paz en su nuevo comienzo

.

.

.


Ahora si ya terminé y todos felices en especial el emperador que siempre gana jaja no bueno ojala les gustara esta parte de la historia. Y de nuevo una disculpa por no subir el capitulo anoche gracias por haberme acompañado hasta el final y sigo sorprendida por que como dije no pense que alguien leyera esto y resulta que tiene mas de 2500 lecturas tal vez para otros no es mucho pero es muchisimo mas de lo que yo me esperaba gracias de nuevo por leer