Antes que nada, pedir perdón por la tardanza al actualizar.

Mi portatil murió del todo, y no tengo para arreglarlo, asique he tenido que quedarme con las ganas de seguir escribiendo, pero al ver que de vez en cuando recibo un review pues me animé a intentar seguir el fic, aunque fuera a papel y boli.

ahora le he sisado disimuladamente su portatil a mi hermano mayor, ya que él no lo usa, y me ha dado por recontinuar el fic. Espero que la espera os valga la pena.

A aquellos que habeis preguntado si voy a terminar el fic, os diré que sí. Tengo muchas ideas,pero veo que voy a tener que dar algunos "saltos en el tiempo" con este fic y adelantar cosas y saltar otras que ocurran en la serie y que ya sabeis de memoria, asique si teneis alguna duda con lo que me salte, preguntad sin miedo.

Recuerdo que una de vosotras me preguntó si el fic va a ser OUTLAW QUEEN... no. Sorry, perdón, Lo Siento, pero No. Este es, o al menos será, un SWAN QUEEN. aunque para eso aún nos falta un poquito.

Y si, si os gusta, por favor, Reviews y MP´S que eso es lo que anima a las musas a trabajar.

Sin más, os dejo con el capitulo, que me enrollo, pero queria pedir disculpas por la demora T_T y por lo corto del capitulo, pero este esta escrito desde el movil y ya es mucho agradecer que no tenga faltas de ortografia (espero)


¿?

Nadie estaba a salvo, eso era un hecho.

Cada día desaparecían más habitantes del pueblo por mucho cuidado que tuvieran. El miedo constante a ser atacados por esas criaturas voladoras que la bruja había traido consigo desde su propio reino con esta nueva maldición era de sobras conocido por todos. Casi cada día había un nuevo grito de desesperación hendiendo el aire cuando uno de esos monos voladores se llevaba a un nuevo desafortunado colgando de sus garras. ¿Nadie pensaba hacer nada?

Esa misma mañana, Elizabeth había escuchado como unas amigas de su madre se lamentaban de la pérdida del marido de una de ellas.

"Solo había ido a buscar algo de comida, y nunca regresó a casa" decía una de ellas mientras sollozaba en el regazo de su madre.

"¿Sus Majestades, la Reina Snow y el Rey Charming no estan haciendo algo para acabar con esa bruja?" preguntó la joven inocentemente. Las adultas se miraron con gravedad unas a otras. ¿Como se le explica a una criatura de solo 4 años que ni los propios monarcas estaban seguros de como iban a acabar con esta nueva amenaza, cuando temían que una más antigua y conocida se estuviera forjando dentro del seno de su propia familia?

Todos habían oido lo que la Bruja Mala del Oeste le había hecho a la dulce novia de la Reina Malvada, la querida Rapunzel, la madre de sus hijitos gemelos. La había incinerado ante los ojos incrédulos de aquellos que se habian reunido delante de la torre del reloj. Solo podían rezar para que la vengativa Reina volcase su ira contra su hermana mayor y no contra los ciudadanos de Storybrooke, pero, ¿Que sabía la Reina de misericordia, después de todo?

Esa misma noche, mientras su madre la arropaba cariñosamente en la cama, la pequeña Elizabeth pensaba que la Reina estaba furiosa y que ojalá se diera prisa en vengarse de la Bruja para proteger al resto del pueblo por que si no, pronto no le quedaría pueblo alguno que proteger.

Ese fue su último pensamiento antes de ver como la ventana de su cuarto estallaba hacia adentro, seguida de un fuerte grito de su madre, suyo, y del mono volador que acababa de atravesar el cristal y se lanzaba hacia ellas.

Si. Más le valía darse prisa.