Bien amigos míos, quiero presentar mi nuevo fic, que se titula como, La historia de mi Familia, es la secuela de la historia de Blu, y espero que le gusten mucho los cambios que daré en este nuevo proyecto.

Gocen mucho de la lectura y disfruten mucho el primer cap de este fic.


"La gran Esperanza"

Era una tarde muy agradable desde la ciudad selvática de manaos, lugar de donde se encuentra la gigantesca selva del amazonas, muchas aves disfrutaban del hermoso atardecer, y se podría decir que era un buen día para no estar preocupado de los peligros que existan, todas las aves y otros animales más lo disfrutaban al máximo.

Pero no todas tenían la misma suerte de como se pensaba, en cualquier lugar de la selva, dos guacamayos azules volaban rápidamente por muchos humanos que trataban de cazarlos, pero no solo eso, si no también cortaban muchos árboles, y quemaban algunas áreas verdes, y eran lugares de donde lo habitaban muchas especies.

"No puede ser, están quemando todo"- dijo un guacamayo con cabello largo.

"Tenemos que llegar rápido con los demás, hay que salir lo más rápido de aquí"- dijo el otro guacamayo con cabello corto, tipo militar.

Algunos humanos lanzaban piedras para tratar de detenerlos, algunas si daban en el blanco, pero no era tanto el efecto para hacerlos caer, finalmente, los humanos no continuaron con más, y solo pudieron ver como se les escapaban las aves.

"Se rindieron Eduardo, es nuestra oportunidad de poder escapar"- dijo el ave de cabello largo.

"No estés tan confiado Roberto, aunque no nos hayan alcanzado, no se detendrán en volver por nosotros, hay que sacar a toda mi familia de aquí"- dijo Eduardo muy cerca de llegar a su lugar.

Al pasar unos minutos más, llegaron finalmente a su lugar, donde se encontraba una gran cantidad de guacamayos azules, tanto machos como hembras, todos muy contentos por volver a ver a Eduardo y a Roberto, pero tenían sus rostros de preocupación.

"Escuchen amigos, no tenemos mucho tiempo, tenemos que irnos de aquí lo más pronto posible, los humanos vienen en camino por nosotros, y no quiero perder a nadie de mi familia, como lo que paso hace años"- dijo Eduardo con una cara de tristeza, recordando su pasado.

"Eso no volverá a Pasar Ed, toda esta familia sobrevivirá, y no volverán a lastimarnos de nuevo"- dijo Roberto apoyando a Eduardo, a lo que el sonrió levemente.

Una guacamaya hembra se acercó directamente a Eduardo.

"Cuanto tiempo tenemos hermano, no quiero quedarme aquí por más tiempo, debemos irnos lo más rápido posible"- dijo la hembra mientras tomaba las alas de Eduardo.

"Tranquila Mimí, sé muy bien cómo te estas sintiendo, pero recuerda que estos humanos son muy sigilosos, y pueden cazarnos muy fácilmente si volamos muy alto hasta ser descubiertos en el cielo"- dijo Eduardo, tratando de pensar en un plan.

"Que sugieres que hagamos"- pregunto Roberto.

"La única manera para que todos podamos estar a salvo, es tratar de volar dentro de la selva, esquivar muchos árboles, y tratar de volar en diferentes caminos, será algo arriesgado, inclusive para los pequeños, pero es la única manera para poder salvarnos"- dijo Eduardo.

"Yo estoy de acuerdo con él, además, ya tengo también la nueva estrategia, que Eduardo vuele adelante para que guie a los demás, mientras que yo me encargo de quedarme atrás para vigilar a los de mi lado, así mantenemos más a salvo a toda nuestra familia"- dijo Roberto.

Todos estuvieron de acuerdo, listos para salir del lugar de donde ocurría el caos.

"Bien chicos, que estamos esperando, todo el mundo a volar, ya ya YA!"- mando Eduardo para empezar a escapar.

"Y yo que hago hermanito, puedo apoyarte en lo que necesites"- sugirió Mimí.

"No será necesario, tú debes conservarte sanamente, en lo que si puedes hacer, es quedarte conmigo en frente"- dijo Eduardo para mantener a salvo a su hermana.

Ella sabía que una exageración, pero era lo mejor que podía hacer, después de todo, es un trabajo para los grandes machos, como Eduardo.

Unos segundos después, ambos empezaron a volar, huyendo de la zona de combate, y en busca de un nuevo lugar para la tribu azul.


Sobre las costas del rio amazónico, los humanos continuaban buscando a los dos guacamayos que habían visto hace algunos minutos, estos venia armados con sus armas peligrosas, lanza llamas, hachas, entre otras más en contra de los peores depredadores más peligrosos del mundo.

"Me parece que los perdimos, fueron superiores hacia nosotros"- dijo uno de los cazadores.

"No debemos darnos por vencidos, si hay aves como de ese tipo, tiene que haber más"- dijo otro de los humanos, con un hacha en su pantalón.

"no sé si debemos cazarlos, según lo que entendí del gran jefe, es nada mas ahuyentar a todos los animales que se pongan en nuestro camino, él quiere construir una gran empresa de negocios, y quiere un buen lugar para empezar a hacer las primeras reparaciones"- dijo uno de los humanos.

"Yo igual lo entiendo, pero imagínense, si logramos conseguir al menos un guacamayo azul como los 2 que vimos, podríamos ganar mucho dinero, y debo decirles que esas aves son muy valiosas"- dijo el humano con una risa malévola.

"Luego veremos eso, aunque también me agrada mucho tu idea, pero creo que debemos consultarlo con el gran jefe, después de todo, él ya nos dirá que haremos"- dijo el humano con un teléfono celular, quien empezó a marcar.

Después de unos minutos más tarde, el teléfono hizo contacto.

En un lugar rodeado de puros árboles, se encontraba una gran casa hecha de árboles cortados, en su interior, se encontraba un hombre vestido de Blanco, pantalón y camisa blanca, venía acompañado por un mono común y corriente, estaba atendiendo una llamada, quien empezó a contestar lo siguiente.

"No no no, yo nunca les dije que cazaran a los animales, solo dije que los ahuyentaran…pues eso ya será problema de ustedes, pero recuerden la tarea que les dije, lo entienden…solo cumplan con las indicaciones que les pedí, ya después será problema de ustedes si me meten en problemas"

El hombre, conocido como el gran jefe, había colgado molestamente el teléfono, si hacían alguna cosa que no fuera escuchar sus indicaciones, estarían entrando en grandes problemas, y tantos errores de ellos, también serán por parte del mismo.

"más vale que mis obreros no hagan ninguna locura, estos tarados, por poco y casi me hicieron que me entregara a la policía, pero esta vez, este nuevo plan, será el que resultara positivamente, al menos no saben que me encuentro en el amazonas, es el mejor lugar para ocultarse en la selva secreta, y continuar en elaborar mi más grande empresa, aunque lastima por los animales que lo estén habitando, porque será la última vez…que vivirán"- se dijo el gran jefe, dispuesto a acabar con la vida de los animales.


Después de muchos minutos de vuelo, el clan azul continuaban huyendo de los obreros, se encontraban a 3 km más lejos de ellos, Eduardo pensó que fue lo suficiente de distancia para poder descansar.

"Atención amigos, mi instinto de ave protectora me indica que ya estamos muy lejos de ellos, y nuestro plan de volar sobre los arboles dio resultado, por lo que nos tomaremos un breve descanso"- sugirió Eduardo para darle un poco de tiempo.

Roberto y Mimí fueron con Eduardo, cuestionándose en donde vivirían próximamente.

"Y ahora que hacemos hermano, debemos buscar un nuevo territorio para poder vivir en paz"- dijo algo desesperada Mimí.

"Descuida, ya pensase en un momento"- dijo Eduardo.

"Ojala que así sea, no me agrado mucho en que hayamos dejado nuestro antiguo hogar"- dijo Mimí con algo de tristeza.

"Lose Mimí, pero era la única manera para mantenerlos a salvo de esos infelices de los humanos, ellos siempre destruyen nuestra naturaleza, pero jamás se les puede detener tan fácilmente"- dijo Eduardo.

"Al menos todos estamos juntos de nuevo"- dijo Mimí con una sonrisa.

"Lose, y no te preocupes, comenzare a pensar en un nuevo lugar para que todos podamos vivir tranquilamente"- señalo Eduardo.

"Me temo que no será necesario Ed"- dijo Roberto, con los ojos abiertos de sorpresa.

"Que quieres decir con eso"- pregunto Eduardo.

"Mira haya"- señalo Roberto en dirección al frente.

Eduardo miro de donde señalaba Roberto, y lo que vio, lo dejo muy sorprendido, habían llegado hacia una enorme cascada gigante, con un rio sumamente grande, y todo el área verde de los árboles que se encontraban, estaban muy grandes, más grandes que los que habitaba todo el clan, y el reflejo del Rio brillaba cuando el sol se ponía.

"Amigos, creo que, hemos encontrado nuestro nuevo hogar"- dijo Eduardo con una sonrisa al ver la cascada.

Todos los guacamayos celebraron con alegría mientras volaban felices hacia la cascada, otras iban en dirección hacia los árboles, y tanto los pequeños como los jóvenes, comenzaban a jugar repentinamente con lo que había.

Eduardo miro a todo su clan, con la nueva felicidad en obtener su nuevo territorio, Mimí no fue la excepción, y se fue volando a recorrer todo el lugar, dejando a él y a Roberto, viendo a todas las aves que se instalaban en el nuevo territorio.

"Lo logramos Ed, hemos llegado a nuestra nueva casa"- dijo con victoria Roberto.

"Lose, por fin lo logramos"- señalo Eduardo.

"Oye Ed, hablando de ese lugar, tú crees que…aun pueda estar…viva…ya sabes quién"- pregunto Roberto con algo de esperanza.

Eduardo lo dudo mucho, a pesar de revivir lo ocurrido del pasado, pareciera que no sería posible, pero…

"Yo espero que si lo esté Roberto, sé que ella es muy especial para ti, al igual que para mí, lo de mi esposa tal vez si fue trágico, pero dudo, en que mi niña bonita, aun siga viva, solo espero que algún día, vuelva a encontrar…a Perla"- dijo Eduardo, esperanzado en volver a ver a una de sus familiares.


Continuara…


Bien amigos míos, hasta aquí se ya llegado el primer cap de mi nuevo fic, solo espero que este nuevo proyecto les sea mucho de su agrado, ya que apenas está comenzando.

Espero sus nuevos reviews y críticas por parte de todos ustedes, si les pareció muy agradable esta secuela.

Bueno, por mi parte esto es todo.

Saludos a todos desde México, y nos vemos la próxima.

Chau!