Chan! Hola de nuevooo, estoy más actual que en lo que he estado en años.

Bueno, traigo una historia de terror! Para todo aquél al que le guste el suspenso, o Trunks, o Goten, o ambos 3

Disclaimer: I don't own the characters of this story. They're property of Toei Animation and Akira Toriyama.

Disfruten

Queondita!


Era una mañana soleada, los pájaros cantaban, los niños reían mientras jugaban en las calles, las señoras vecinas cotilleaban, en fin, todo era perfecto y tranquilo. Una mañana perfecta y tranquila...

Un sonido fuerte despabiló los alrededores con toda su fuerza. Las siete de la mañana, sonaba el despertador en una de las grandes habitaciones de una de las más famosas empresas de negocios y tecnología: la Corporación Cápsula, o Capsule Corporation.

Una gran habitación con posters de guitarristas, patinetas grandes que ocupaban el suelo de la gran alcoba, figuras de acción de luchadores de la serie "Dragon ball" en las múltiples estanterías de la habitación, bolsas de comida chatarra tirado. En fin, todo un desorden. En una cama desordenada e iluminada por los rayos del sol que entraban por la ventana, salía un pequeño brazo de un niño de 11 años que intentaba apagar la ruidosa alarma. Cuando lo logró, volvió a meter el brazo entre las sábanas, y se quedó otra vez dormido.

Eran casi las ocho cuando el niño que se encontraba oculto entre las frazadas se decidió a levantar.

-¿Qué hora es?-dijo, sentándose en su cama y largando un gran alarido en conjunto con un bostezo. Miró su reloj digital moderno, y casi muere de un infarto al ver la hora.

-¡Siete cuarenta y cinco!-exclamó, luego de un prolongado grito endemoniado-, ¡Debo de estar en el colegio en quince minutos!-

Se levantó y empezó a correr por toda la habitación buscando la camisa de la escuela y sus pantalones. Su uniforme consistía en una camisa de mangas cortas con el logo del colegio Orange Star, en conjunto con una corbata y unos pantalones oscuros.

Cuando se los hubo puesto, tomó su mochila y bajó hacia la cocina deslizándose por el barandal de la escalera. Sus padres se encontraban desayunando tranquilamente, acostumbrados a los apuros de su hijo por llegar tarde a casi todos los lugares a los que debía ir.

-Hola mamá, hola papá- dijo, mientras tomaba una tostada con mermelada de frutilla- Adiós mamá, adiós papá-se despidió. Ya estaba en la puerta de salida, cuando su madre lo llamó.

-Hijo, ven aquí.- le chitó Bulma, haciéndole señas.- ¿No te olvidas algo?- Trunks se miró de arriba a abajo. Le faltaban las zapatillas negras. Su madre se las dio, le plantó un beso en la frente y dejó ir a su hijo.

-Mujer, hoy ve a buscar al chico temprano, que tengo una noticia para el- dijo el hombre de la casa, con un diario en su mano derecha, y un café en su mano izquierda.

-Tienes razón, Vegeta. Y ya te lo he dicho millones de veces, mi nombre es BULMA- y así, se retiró a su laboratorio, que le hacía ganar millones todos los días.


Los coches avanzaban tranquilos y sin apuro en la autopista principal. Hasta que un niño con una patineta rojiza cruzó enfrente de un auto, casi quedando estampado contra el vidrio. El auto frenó rápidamente, interrumpiendo bruscamente el paso, y provocando un choque en cadena que terminó en un accidente múltiple.

-Son las 7.57- dijo, mientras doblaba en una esquina, pudiendo visualizar el colegio.

La puerta de un aula se abrió bruscamente, rompiendo el silencio reinante en un instante que heló la sangre de cada alumno allí sentado.

-Briefs- dijo la profesora- llegas tarde. Esperarás media hora afuera.

Trunks miró su reloj. Marcaba las ocho con sólo un minuto de más.-Pero, profesora...

-Nada de peros. Y por tardarte en cumplir mi orden, tendrás que sostener estos libros de anatomía- y, con libros en mano, el pelilila salió del salón.

Las tres de la tarde marcaba el gran reloj de madera en el centro de la institución, y Trunks, con su compañero, salía de la escuela, cuando se encontraron con Maron.

-Ho-hola Maron- dijo Trunks, titubeando, mientras su cara se coloreaba completamente de rojo. Su compañero le pegó con el codo en el brazo. Trunks había estado intentando pedirle una cita por meses, hasta que al fin la tenía en frente suyo.

-Hola Trunks ,¿quieres ir mañana al parque de atracciones conmigo?-Trunks se congeló. Tuvo que ser abofeteado varias veces hasta reaccionar, al haber quedado encantado con su sonrisa.

-Si-si Maron. ¿Me das tu teléfono, por si acaso?- La rubia sacó un papel de su mochila y empezó a escribir su número, cuando una voz salida del mismo infierno clamó por su nombre.

-¡Trunks!-gritó una imponente y aguda voz -¡Ven aquí!

Trunks frenó de golpe, volteó y suspiró.-Mamá- masculló- ¿Qué haces aquí?

-Tu padre me dijo que te viniera a buscar, así que sube al auto.- Sin replicar, el peli lila subió al auto. Sabía que no podía discutir con su madre, y menos cuando la orden era de su padre. Cuando ya estaba en el auto, recordó que no había tomado el papel con el número de teléfono de su querida Maron. Una parte de él se entristeció, mientras la veía alejarse por el espejo retrovisor.

En menos de una hora ya estaban en la empresa. Al entrar, Trunks vio a su padre sentado en el sofá del living, fumando un cigarro. Eso era señal de algo importante.

-Pa…papá, ¿Qué sucede?- dijo, algo temeroso. Recordaba que la última vez que lo había visto así de serio, fue cuando decidió que debían mudarse.

-Tu madre- ella lo golpeó con el codo en la nuca- Argh! Tu madre Y YO hemos estado pensando muy seriamente sobre nosotros como familia- le dio una bocanada al cigarro, para luego expulsar su humo-y hemos decidido que hace mucho tiempo que no pasamos tiempo juntos. Por eso decidí que pasaremos una semana juntos, en el bosque que queda a cuatro ciudades de aquí. Nos vamos mañana, así que prepara tus valijas y bolsos.- se levantó del sofá y se dirigió hacia su habitación.

-Pero papá- Vegeta frenó-mañana no puedo, puede ser otro día...

-Ya está decidido.- y entró a su habitación.

Le rogó a su madre, pero nada funcionó. La decisión ya estaba tomada. Resignado, subió a su habitación a preparar sus valijas. Mañana partirían a unas vacaciones inolvidables.


Short But Gold

Puedo jurar con certeza que no tardaré y que los siguientes serán mas extensos, queridos! Gracias por leer!