Título: Twitter, Love and Other Things.
Rating: +16
Pairings: Damon & Elena (Delena)
Argumento: Años sin verse. Y por casualidades de la vida una red social los une de nuevo, ¿casualidad o destino? No importaba porque Elena Gilber estaba a punto de enterrar su corazón por culpa de ese reencuentro. ¿Qué puede llegar a pasar cuando los mejores amigos sienten algo distinto? ¿qué sucede cuando uno de los dos no ve que el otro alberga un sentimiento distinto? ¿Twitter? ¿Amor? ¿U otras cosas? AU
Disclaimer: Los personajes aquí narrados no me pertecen, son de la propiedad de LJ Smith, es decir, The Vampire Diaries (The CW)
N/A: Este fic participa del Reto "Juguemos al Universo Alterno" del foro "The Vampire Diaries: Dangerous Liaisons".
Conteo : 1000 palabras ¡EXACTAS! 1000 episodio + 157 de información.
Twitter, Love and Other Things
Episodio 1
"¿Nos vemos esta tarde?" -DS.
Miré la pantalla de mi teléfono por trigésima vez consecutiva antes de responder,sabía muy bien que mi comportamiento era estúpido, que él se estaría dando cuenta de mi paranoia, pero es que no podía hacer otra cosa, teclee dubitativa, me temblaban los dedos e incluso sentí que estaba a punto de llorar-exagero- no me preocupé, tras estar segura de lo que había escrito-que no lo estaba-le di a enviar, arrepintiéndome al segundo de haberlo hecho.
Maldito whatsapp.
Me pasé una mano por el cabello exasperada, Damon Salvatore era mi mejor amigo desde que yo era una cría, o mejor dicho desde que ambos teníamos sentido común, nos separamos cuando éramos muy pequeños y por casualidades de la vida, por el mundo del twitter coincidimos, bueno más bien fue él el que me encontró, tenemos una diferencia de cinco años, por lo que me podía recordar mucho mejor. Fueron las casualidades, tenía de foto de perfil una de cuando nos separamos, solo salía yo, y tenía siete años-os preguntaréis porqué una foto mía de esa época-apuestas estúpidas que se hacen cuando estás muy borracho.
Y eso me lleva hasta aquí. Y no, no estaba, ¡bueno si! Estoy enamorada de mi mejor amigo, ¿y qué?
Mi Iphone vibró.
¿Por qué reaccionaba así?
"Perfecto. Te quiero XOXO"-DS.
Pero eso no quiere decir que mi amor infantil sea correspondido, ¡tengo veinticinco años! y aunque podría haber sucedido, ya que llevábamos en contacto más de dos años, no había pasado nada, porque él no me veía de esa forma, él seguía viendo a esa cría que una vez conoció. Y hoy cumplimos dos años y seis meses de ese tres de abril, y mientras él estaba a punto de venir de un viaje de negocios yo estaba aquí muerta de nervios porque mis amigas, Katherine y Meredith me habían metido muchos pájaros en la cabeza.
"Si el no siente lo mismo, ¿por qué no está con nadie?", sugería siempre Meredith con una ceja alzada y para no variar la réplica venía de la mano.
"Él está loco por ti, ¡Mamma mía, es un dios griego, cariño! ¡Follar duro y después habláis!", reía la exagerada de Katherine, y desde que Damon estaba de viaje los comentarios aumentaban por dios, ¡era un sin vivir!
Me habían comido la cabeza y todo por culpa de un día de marrón que decidí contarles de mi pequeño romance!
Que estúpida fui.
Me guardé el teléfono en el bolsillo justo cuando oí el timbre de la puerta, rodé los ojos, eran mis amigas seguro, me quedé quieta en mitad del pasillo al pensar que ellas tenían llave, no llamarían a la puerta, ¿verdad?
Cogí por instinto el cepillo y me asomé a la entrada, el timbre volvió a sonar al mismo tiempo que mi teléfono vibró en mis pantalones. ¿Sabéis lo que pasó?
Grité y pegué un bote dejando claro al sujeto de la puerta que estaba en casa, saqué el teléfono comprobando que se trataba de Stefan.
"¿Vas abrime o qué?"-SM.
"He oído como gritabas, guapa -_-!"-SM.
Stefan. Suspiré aliviada, me quité el pañuelo que llevaba en la cabeza y me limpié con él el sudor. Stefan Mikaelson era mi mejor amigo del instituto y la universidad, tal vez no del mismo grado que Damon pero le quería muchísimo, y más después de descubrir que no estaba enamorado de mi, sino de Klaus Mikaelson, el chico más popular de la escuela por suerte, años después de acabar el colegio se volvieron a encontrar y como diría Katherine, follaron duro hasta enamorarse perdidamente.
Hoy ya estaban casados.
Abrí la puerta encontrándome a mi amigo con varias bolsas, seguido de mis locas amigas. Juego sucio, pensé, o casi grité en mi cabeza, quería cerrarles las puertas en las narices porque sabía a qué venían, sólo tenía que mirarles a la cara para saberlo. Me aferré con fuerza al pomo.
- Putas -a los tres, estaba claro que me refería a los tres, y ahora mirando a mis amigas- Zorras malas, perras.
- No sirves para eso, cariño -me dio un amistoso abrazo Katherine mientras me colocaba unas bolsas en las manos- ¿Tienes café y coñac?
Stefan no sabía nada de mi enamoramiento patético pero era el mejor diseñador y estilista que mis amigas conocían, Stef no era el típico gay, si es que existe un típico, era tierno, dulce, gracioso pero un idiota cuando se lo proponía, ahora si, era bisexual o por lo menos eso es lo que había dicho más de una vez, no estaba del todo segura porque se dejaba llevar más por un tío que por cualquier tía, durante la primera hora mis amigas se la pasaron intentando convencerme de que decir o hacer.
Pero me negué en rotundo, ¡yo soy única! No necesito cambiar por nadie.
- Este resaltará el color de tus ojos…-me lanzó un vestido más ya ni siquiera podía diferenciarlos de los otros, esto iba a acabar conmigo en cualquier momento, sin pensarlo y negándome escuchar más nada estallé, literalmente comencé a gritar- ¿Beba?
- Basta por favor…-les supliqué- Solo somos amigos, él no me ve de ninguna forma, os lo prometo...de verdad si aparezco con algo de esto en el starbuck simplemente va a verme diferente.
- Esa es la cuestión de todo esto, ¿no? -preguntó Mer soltando en la mesita una tableta de maquillaje- Que se fije en la mujer y no en la niña…
Es verdad. Quería eso. Pero todos podían ver una mujer en mi, tampoco es que mi cuerpo fuera malo para mi edad, no era una tía noventa-sesenta-noventa pero tampoco estaba nada mal, utilizaba una copa agradecida, mi cintura era buena, vale, soy pésima en las descripciones pero describirme también me daba palo.
- Iros, por favor.
Esa noche me acosté temprano, mis amigos tardaron en marcharse alegando que no estaba bien la cosa,me sentía mal conmigo misma pero no iba a hacer ninguna tontería.
¡Gracias por leer! Los episodios serán igual de breves porque en eso consiste el reto. Espero vuestra opinión.