CAPÍTULO 22:

"Jade West y viva" eran en su mayoría los comentarios que escuchaba a medida que me dirigía hacia la especie del pedestal donde los peces gordos estaban. McWire me miraba sorprendido y casi asustado, al igual que los presentes, que parecían que veían un fantasma. Victoria me miraba con sentimientos mezclados entre felicidad, sorpresa y admiración. Era una mezcla de sentimientos los que había en aquella sala, aunque si decía la verdad, solo me importaban los de una persona:

-Señora Vega, me gustaría recuperar mi empresa de vuelta.

-¡No puedes!- McWire se levantó, acompañándolo su abogado- Estás muerta y la empresa es de Victoria y ella a firmado un acuerdo por el que me la entrega.

-Primero Tobías, me alegro de verte de nuevo- sonreí- Yo también te eché de menos, pero primero, como puedes ver, estoy perfectamente vivita- me di una vuelta, presentando también el traje de Cat y le sonreí- Y segundo- alcé la mano para que Andre me diera unos papeles- Como puedes ver, hubo un hackeo en el sistema de ADN de la policía. El ADN que encontraron en el coche no era mío, si no de una enferma a la que confundieron por mí.

-¿Y por qué no has salido antes?- McWire no me iba a dar la victoria tan rápidamente- ¿Por qué no me creo que simplemente has fingido tu muerte?

-Bueno, si no me cree- le acerqué los papeles, que rechazó- Puede llamar a la policía, la cual está investigando el tema ahora mismo.

-Aun así, no puedes recuperar la empresa.

Sonreí y di un paso hacia delante:

-En mi testamento, declaraba legitima heredera a Victoria Vega aquí presente- hice consciente a todos los presentes del hecho- SI ALGUN DÍA MORÍA- recalqué el tema- y al estar perfectamente viva, el contrato estipula que todo vuelve a mi posesión.

McWire miró a los presentes, Victoria, que se había ido yendo hacia nuestro "equipo" a medida que yo discutía con él y, sin decir nada, salió de la sala hecho una auténtica furia. Respiré profundamente, se sentía bien el volver a estar viva en todas las maneras posibles.

Me volví hacia Victoria, pero antes de que dijera nada, tenía que evitar la prensa:

-Las preguntas serán respondidas, señoras y señores- un lío de voces estalló en la sala, pero sabía cómo pararlo- Y lo haré en entrevistas personales.

Sabía cómo lidiar con la prensa y se notó cuando todo el mundo pareció contento, aunque más contentos se pondrían cuando hiciera lo que iba a hacer.

Me giré hacia Victoria y sin que ella tampoco lo supiera, la besé ante todos los presentes, soltando todo el aire en él. Victoria me miró después del beso, aun sin palabras, aunque si pudo responderme con una sonrisa:

-Perdóname- le susurré.

-No hay nada que perdonar…- volvió a besarme.

Después de varias horas en las que prácticamente me perdí entre la prensa intentando llegar hasta mí y seguridad del edificio intentando sacarme de allí hasta mi despacho. Ahora simplemente todo era un auténtico lío en el que parecía que por un par de semanas, yo sería el centro de atención de todas las televisiones y la prensa.

Por suerte, pudimos llegar al despacho de nuevo, quedándonos Cat, Andre, Victoria y yo por fin a solas.

-Dios, eso ha sido una auténtica montaña rusa desde el principio- Cat saltó la primera- pero a sido impresionante. Como cuando al final de la película descubres las verdaderas intenciones del malo.

-La verdad es que ha sido de película- le siguió Andre- No sabes ni la gente que querrá que la represente a partir de ahora.

-Me alegro de que os ayude mi vuelta- bromeé siguiéndoles la broma, girándome hacia Victoria que no decía nada sentada en su silla- ¿Victoria?- alzó el rostro y solo sonrió- ¿estás bien?

-Sí- sonrió levantándose- Es solo que… aún no me creo lo que ha pasado.- miró a Cat y Andre y por suerte, la entendieron, dejándonos a solas- Son buenos entendiendo los subtítulos de las conversaciones- reí.

-Son buenos- me acerqué- ¿he hecho bien?

Bajó su mirada, intentando no mirarme:

-Nunca quise…

-Hey, hey- la tomé de las manos, haciendo que me mirara- Lo hice porque no quería perder lo que me hizo estar viva simplemente- le sonreí.- Si me iba de nuevo, perdería todo y no quería, no podía- sus ojos brillaron cuando volvió a sonreír mirándome.

-¿Significa eso que vas a volver?

-Iba a estar la cosa muy aburrida sin noticias sobre mi persona- le hice reír.

-Eres un poco egocéntrica.- alcé mis cejas, cuando se acercó para volver a besarme- pero me encanta cuando te pones de esa manera- me besó, se apartó y se acercó a la silla- supongo que esto te pertenece.

Miré primero la silla y luego a Victoria, para sentarme en la silla finalmente:

-Estoy en casa- sentí felicidad, la verdad.

-Y bueno… supongo que tendré que volver a mi antiguo trabajo, ¿no?-Victoria se acercó, poco a poco hasta que se sentó en mi regazo- ¿Puedo, jefa?

-Eso ya lo veremos.

Le seguí el juego a punto de besarla cuando las puertas se abrieron, irrumpiendo mis padres, haciendo que Tori prácticamente, saltara de mi regazo.

Aunque primero, tendría que ocuparme de lo que me venía encima.

-Sí, lo siento, fui una estúpida, perdón- volví a decir por decimoquinta vez.

Habíamos estado horas y horas con el mismo rollo con mamá y papá. Nada más le llamaron indicando que estaba viva, habían venido corriendo y ahora solo me daban la lata con lo que había hecho y porqué.

-Cariño, lo pasamos mal…- volvía a insistir mamá.

- Lo sé, lo sé y lo siento- miré a papá que raro, pero cierto, no había abierto la boca desde que había llegado, solo me había abrazado y se había dedicado a mirarme sin apartar la vista de encima- Papá… ¿no dices nada?

Papá nos miró a mamá, luego a mí, y por último hacia Tori que se había quedado con nosotros a petición mía:

-Creo que todo el mundo a sufrido en esta habitación por lo que hiciste… Solo necesitamos tiempo para procesar que todo lo que hiciste fue una gran broma pesada.

-No lo fue- intenté corregir el error enseguida- Solo quería huir…

-Podías haberlo hecho de otras maneras, Jade.- papá saltó irritado.

-Está bien- Tori nos interrumpió- Tranquilidad. Ya ha habido demasiados sobresaltos en el día como para otro- nos miró a los tres y suspiró- Todos tenemos nuestros motivos para estar enfadados, alegres y con millones de sentimientos a la vez, pero hay que entender primero en mi opinión- me miró un segundo y suspiró- Mentí a Jade meses sin saber que en realidad que nada de lo que yo pensaba era real. La engañé al igual que todo el mundo en esta sala- se giró hacia mamá y papá que se volvieron entonces- Cuando la conocí aprendí que había muchísimas cosas tras Jade, no solo un muñeco controlado por ti, Edward- señaló a papá que me miró al instante- Cuando la conocí aprendí que Jade era controlada, pero muy dentro de ella, había muchísimas cosas más, cosas que deseaban salir, peor sin saber cómo. Sí, lo que hizo estuvo muy, pero que muy mal, pero entendedla. ¿Qué harías cuando solo te sientes controlada por todo el mundo?- se sentó a mi lado y sonrió- Aprendí en cierta manera a comprender y a entender. Aprendí que a veces necesitamos entender para ver lo que realmente pasa.

-Creo que también me hacía falta algo de eso a mí cuando supe lo de tu madre- respondí tomándole de la mano- Esta fue una guerra que empezó contigo y con David, papá- me giré de nuevo a él- He hecho gilipolleces, tú lo has hecho también…- miré a mamá que tenía la mirada agachada- ¿mamá?- Esta alzó la cabeza y observé que estaba llorando.- Hey, todo está bien- me lancé a sus brazos a abrazarla.

-Lo sé hija, lo sé- asintió en el abrazo- Solo…- noté su mirada en Tori- me alegro de que estés viva. Eso es todo.

Sentí en mi corazón un alivio que nunca habría creído que podría sentir. Mi mirada se posó entonces en papá. Me levanté, viendo que no se acercaba y fui yo la que lo abracé. Él no reaccionaba al principio, hasta que me escuchó decir:

-Yo también te extrañé- sus brazos me rodearon fundiéndonos en el abrazo.

Me había imaginado este momento millones de veces, pero la verdad es que nunca me lo hubiera podido imaginar de esta manera. Papá y mamá sin gritarme, el mundo tachándome de mentirosa, aunque eso vendría después; millones de cosas, pero no de esta manera. Supongo que de alguna manera, se lo tendría que agradecer a Victoria.

Cosa que hice nada más quedar a solas cuando papá y mamá, se tranquilizaron y les convencí para regresar a casa y descansar.

-No dejas de hacer grandes las pequeñas cosas- Victoria se acercó a mi lado en el sofá de la oficina, sentándose a mi lado- ¿Cómo te sientes?

-Rara- asentí- pero supongo que es normal a lo que me esperaba.

-¿Y qué te esperabas?

-Una guerra mundial, la verdad- tenía que decir la verdad- supongo que esto está bien, por ahora-la miré- gracias a ti.

-No hice nada.

-Ayudaste a entender, cosa que hace falta realmente en las relaciones que mantengo….

-Solo dije algunas verdades- le intentó quitar importancia, pero negué.

-Ayudaste. Nuestras relaciones han sido siempre en estereotipos y en no pensar mucho en el otro. Comunicarnos nos ha ayudado- asintió un poco.

-En eso tienes razón- el silencio nos envolvió hasta que Victoria preguntó lo inevitable- ¿Volverás? Me refiero…

-¿A que si realmente pienso volver?- asintió- Tengo que dejar de esconderme y hacer frente a las cosas. Cuando me lo dijiste en nuestro último encuentro, me hiciste pensar y…- señalé a mi alrededor, la empresa, lo que era- esto es mi mundo. Quiera o no es donde vivo, donde pertenezco…- y ahora, era mi turno de preguntar- ¿Seguirás a mi lado?

-Solo si tú quieres- ambas sonreímos antes de volver a besarnos.- además, no podría más con las locuras de Cat y Trina, las dos han estado demasiado unidas últimamente.

-Cat siempre fue muy libre, ¿recuerdas?

-Como alguien que me sé- alcé mis cejas, intentando ocultar m sonrisa.

-Bueno, tan libre no seré cuando ha habido por fin alguien que me ha atrapado.

Y la verdad es que no me importaba si era alguien como ella.