Bien, este es un fic de regalo, me voy a esmerar al mil, espero que a ustedes como a la que se lo dedico (Yumilight-chan) les guste. Anteriormente subí igual un SasuTen, era de ensayo, de hecho no me gusto mucho, pero estoy pensando que este lo recompensara todo, esta pareja me empezó a gustar y ahora creo que es mi favorita. Jajaja, espero actualizar rápido y que sea de su agrado.

Me ayudan mucho con Reviews.

Nos leemos c:

Los personajes aquí mostrados no son de mi creación.

La luz del sol se asomaba por mi ventana, abrí los ojos y rápido me puse de pie. Corrí a darme una ducha y ponerme algo lindo para la salida que tenía planeada.

Necesitaba algo cómodo pero igual algo coqueto, opte por unos pantalones de mezclilla ajustados, una playera holgada de manga corta y color morado con flores y para finalizar unas sandalias, sin contar que mi cabello, ahora, lo decidí dejar suelto.

Tome un bolso pequeño y metí cosas necesarias, baje a la puerta y mire al rededor de mi casa, sola.

Gire el picaporte y camine hasta el lugar planeado. Al ver a mis amigos puse una cara de alegría, mis ojos se iluminaron y se pusieron más brillantes, y mi sonrisa, de oreja a oreja, me acerque a ellos y los salude. Todos me respondieron el saludo e invitaron que pasara primero y eligiera la mesa en donde nos sentaríamos, me agrado una que estaba alado de un ventanal para poder ver y que la luz entrara.

Todos pedimos lo que gustamos para comer mientras reíamos, platicábamos, y bromeábamos de vez en cuanto. Hasta que Gai interrumpió.

—Bueno, mucha charla, pero es momento de empezar a ponernos serios— lo dijo mientras agarra su bebida y la levantaba en forma de brindar—Brindo por Tenten.

Mis otros dos compañeros hicieron lo mismo, yo solo levante el vaso para no salír de contexto.

—Ten Tenten, espero que este presente te sirva de mucho, y es una muestra de la eterna juventud— dijo mi sensei mientras me entregaba un pequeño paquete.

Al abrirlo note que era una nueva bolsa para llevar herramientas, me alegro mucho el regalo, pues la misión pasada la mía se había roto, y no podía usarla.

—Muchas gracias sensei— le dije mientras le ofrecía a cambio una sonrisa y él me enseñaba su dedo pulgar.

—Esperen yo igual tengo un presente— dijo Lee, mientras me entregaba una bolsa—Espero que te guste y que te quede, y bueno si o es de tu agrado podemos ir a cambiarlo— al sacar el presente, me entere que era una blusa, demasiado bonita, de color azul claro, que resaltaba más mi bien blanca y le sacaba provecho a mis ojos, pues le daba un brillo especial.

—Muchísimas gracias Lee, esta hermosa, e verdad me gusto mucho—.

—Que bueno jejeje— Me decía el chico de traje verde, mientras con una mano rascaba su nuca.

—Ten— me dijo el último integrante del equipo.

Realmente Neji y yo nos llevábamos de maravilla, de hecho, en algunas ocasiones salíamos a caminar y dejando aparte su lado frío, me caía demasiado bien, creo que cuando el chico agarra confianza, es uno de los mejores amigos que te puedes topar, pero algo que me causaba conflicto, era que en público se portaba como si le molestara que la gente supiera que fuéramos mejores amigos, o bueno, así es como yo pensaba de él.

Abrí el regalo y vi que era una linda bufanda rosa, que hacía que ruborizara mis mejillas—Gracias Neji— le dije mientras lo abraza, algo que no había con ninguno de los que me dieron presente, así que me separe de él y accedí a un abrazo grupal —gracias a todos de verdad, por los regalo, pero aun así, el mejor regalo que puedo tener son a ustedes como amigos, ustedes son mi mejor regalo de cumpleaños.

Luego de reír un rato y comer un poco más decidimos marcharnos, aun tenía unos planes para mí tarde de cumpleaños. Me despedí de todos con una sonrisa y me di la vuelta para dirigirme a mi casa.

—Te acompaño a tu casa— me dijo Neji mientras yo hice un movimiento de cabeza como afirmando — Y bien, ¿Qué planes tienes?

—Bueno, quede de salír con Temari al centro comercial, la pobre dijo que no sabía que regalarme y me dio la opción de salir de compras para comprarme algo que yo escogiera—.

—Qué raro ¿No?, en las preliminares casi te mata y ahora es tu mejor amiga—.

—Bueno, no es que seamos las mejores amigas, pero definitivamente, dejando atrás todo los problemas que tuvimos al principio, la chica me cae muy bien—.

—Si claro, como fue tu "cuñada" —

Me quede viéndolo por unos instantes, pero en fin, no podía enojarme, lo que había dicho era verdad.

—Neji, sabes que eso ya paso, no debería afectarme en nada— le dije convencida de que era cosa del pasado.

—Bien, ya no importa— se quedo un silencio entre ambos hasta llegar al portón de mi casa— Bien, llegamos—.

—Sí, gracias por traerme, nos vemos — Y de nuevo, le dirigí otra sonrisa, mientras él se alejaba, pero antes de que estuviera demasiado lejos para que escuchara lo que decía se paro.

—Por cierto, feliz cumpleaños… Tenten— y siguió avanzando.

Entre a mi casa para dejar mis cosas y ver la hora. Faltaba como media hora para que Temari llegara así que decidí sentarme afuera de mi casa y ver a la gente pasar, veía gente conocida, vecinos, amigos, compañeros de la academia.

Ya había pasado bastante tiempo, como una hora y nada de Temari, claro, ella cambio mucho, antes era muy puntual, llegaba muy temprano y se puede decir que era lo más responsable posible, pero desde que Shikamaru llego a su vida cambio en lo completo, parece que le pego la flojera o yo que sé, ahora llega tarde por quedarse dormida o viendo el cielo o simplemente por estar con él. No le podía recamar, es más hasta me daba alegría que sea tan feliz con él.

Que sea feliz con alguien.

Por fin llego, pero grata mi sorpresa que no llego sola, si no que son su novio flojo.

—Jaja, perdón por la tardanza, pero este mendigo no hace más que dormir, y bueno a veces se antoja— dijo mientras Shikamaru venía alado de ella como su brazo derecho tras el cuello de la chica, como apoyando su cuerpo en ella.

—No importa— les dije, mientras me preguntaba dentro de mi (¿Por qué lo habrá traído?, era una salida de amigas, y aun así, me sentiré más sola que nada)

Empezamos a caminar, pero cada que quería dirigirle la palabra y giraba mi cabeza para verla, se encontraba en un momento de ternura con Shikamaru, dándose besos, o carisias, cosas de novios. Necesitaba un plan para zafarme de eso sin ser muy directa comencé a planear las cosas, vi de un lado a otro para ver que hacía, de verdad quería irme, mi situación se torno incomoda. Y por suerte encontré mi salvación, Sakura.

—Mira Temari es Sakura, creo que necesita ayuda, se ve mal— le dije mientras la señalaba.

—En problemas yo la veo muy tranquila— Pero antes de que acabara yo me encontraba alado de Sakura.

—Por favor llévame de aquí, te explico luego— le dije a la peli rosa mientras actuaba y me jalaba del sitio desapareciendo de los ojos de la rubia —Gracias Sakura me salvaste—.

—No te preocupes, venías con Temari ¿No?, llega a ser incomodo cuando viene con Shikamaru, yo lo he experimentado— me dijo, mientras se rascaba la nuca—Y bien, ¿A dónde te diriges? —.

—Yo creo que iré a mi casa— de todas formas ya estaba atardeciendo.

—Bien, yo iré a la cafetería escuche rumores que Sasuke está ahí, nos vemos —.

Suspire y decidí caminar a mi casa, no sin antes ver algo que llamo mi atención por completo, la tienda de herramientas ninjas tenía algo nuevo en su aparador, un equipo demasiado completo, con las mejores armas que he visto, era realmente hermoso, lo necesitaba, pero al ver el precio sentí como si una tonelada callera sobre mí, era, era demasiado caro, aunque quisiera tenerlo no podría pagarlo, de verdad ver tantas herramientas, pergaminos, kunais, shuriken, todo, todo era tan bonito, hasta sentía que podía enamorarme de tal cosa material, pero recordé el precio, y mejor di unos pasos hacia atrás para no torturarme más. Pero en el segundo paso choque con alguien que evidentemente esta atrás de mí.

—Uh, lo siento— le dije mientras giraba mi cara al ver quién era.

—Vete con más cuidado quieres— Me dijo, mientras se dirigía a otra dirección.

Vaya, que chico más grotesco, digo para que me responde así, si de todas formas el igual estaba viendo lo mismo que yo. Pero ni más, así era él por eso tenía la fama de ser tan grosero.

Comencé a caminar a mi casa, pero antes de llegar a ella algo llamo mi atención. Sonaban fuegos artificiales y comencé a buscar con mi vista de donde provenían y fui hasta ellos, en fin, para mí no había cosa más romántica que ello, llegue al lugar, un lago, había algo de gente y todos con sus parejas, para que mentir me sentía algo sola, así que camine hasta encontrar un lugar alegado de así, y lo encontré aun era parte del lago, pero ya no había gente era tranquilo, así que me recargue en un árbol para ver gran espectáculo.

Duro alrededor de 10 minutos y cuando finalizo me puse de pie y di la vuelta chocando con alguien, de nuevo.

— ¿Tú de nuevo? —.

Odiaba al tipo, como se creía tan importante y sus problemas fueran los únicos que existen en el mundo. Así que opte por no pelear dándole la vuelta y dirigiéndose a su casa.

—Vaya, tan pronto te callo—.

No soporte que este se expresara de tal manera, así que me di la vuelta y lo vi a los ojos —Escúchame, chico que quiere ser el malo, nunca te he dirigido la palabra por algo, no te soporto, solo escúchate, hablas como un charlatán, eres una persona tan arrogante y creída, crees que el mundo gira alrededor de ti, que eres el único con problemas y por ello mereces un trato especial, déjame decirte que no, hay mucha más gente con peores problemas que los tuyos y en cambio tienen una mejor cara, tú no eres tan especial o fantástico como dicen las demás chicas, eres alguien tan normal, es más alguien tan fastidioso, tanto que me haces enojar, hoy, justo hoy, el día de mi cumpleaños— definitivamente el no tenía porque saber de esto pero era para hacerlo sentir mal, en fin quería marcharme— Sasuke Uchiha, eres tan molesto— luego de esto lo vi, parecía que mis palabras le habían afectado, tenía la mirada más fría y estaba cabizbajo, me empecé a sentir mal, pero si pedía disculpas me vería como una mujer sin decisión, mejor comencé mi camino y cuando estaba a unos pasos delante de el escuche un susurro.

—Feliz cumpleaños—.

Y al momento de voltear ya no estaba, era como si se lo hubiera tragado la tierra, o simplemente era por lo magnifico ninja que es, marcharse tan rápido.

Ya no tenía cabeza para nada, así que seguí mi camino, entre a mi casa, solo me quite los zapatos y me arroje hacía mi cama.

No podía dormir, seguía pensando en lo mal que trate al Uchiha, pero pues alguien lo tenía que poner en su lugar en algún momento, pero bueno, ha sufrido mucho, y luego yo rematándolo, creo que le pediré disculpas mañana, si eso.

No, como le voy a pedir disculpas, no, si el me empezó a ofender y ni disculpas me ha dado, esta decidido, no le diré nada.

Pero me felicito.

Ah, eso no tiene nada que ver.

Maldita sea, porque un chico odioso tiene que ser mi pensamiento ahora.