Esta historia ha llegado a su fin gracias a todos por leerla y por sus reviews, les respondo:

Yanmi15: Sí 9 capítulos le hicieron falta, al menos no fueron más 800 como la serie XD

Ash the pokevenger: Ya al fin el pelinegro se animó a decirle la verdad a Serena

XD disfruten el último capítulo y muchas gracias :P

Capítulo 10

La decisión de Serena

Después de haber hablado con su madre sobre su futuro, ésta le apoyo sin duda y le sonrió.

–Más le vale a Ash que te cuide y nunca te haga daño –dijo su madre de forma protectora.

Serena le sonrió y abrazó a su madre en respuesta, después de unos diez minutos el joven llegó a la casa de la chica para poder irse no sin antes Ash prometerle a la madre de la joven de cuidarla y protegerla de todo. Mientras caminaban, Serena pudo ver una tienda de novias donde una chica se estaba probando un vestido con ayuda de la vendedora, Serena sonrió y se imaginó haciendo muchos vestidos así y sobre todo usar uno de esos.

–¿Feliz? –preguntó Ash.

–Sí –respondió la chica–. ¿Tú?

–Claro, pero… –Ash tomó la mano de la chica provocando sonrojo en la joven–. Ahora lo estoy más.

Serena le sonrió ante esa acción, estaba alegre por tener a Ash a su lado.

Después de dos días llegaron a Kanto, Serena se emocionaba al ver las tiendas de ropa y gritaba de emoción, estaba muy feliz por estar en esa región la cual le tomó cariño porque ahí conoció al pelinegro. A lo lejos observó un edificio de color blanco y un hermoso jardín y varios jóvenes rodeándolo.

–Ahí es el campus donde está la carrera que deseas Serena –informó el chico.

Serena se quedó a admirar aquel edificio con emoción.

–¡Vamos a conocerlo! –exclamó la chica tomándo del brazo al pelinegro.

–¿Ahora?, espera Serena, primero me gustaría ir con el profesor Oak y mi madre –mencionó Ash–. Me gustaría volver a verlos y presentarte ante ellos.

Serena se sonrojó ante eso, iba a conocer a la madre de Ash, esperaba caerle bien.

–¿Crees que les caiga bien? –preguntó la mujer.

–Por supuesto, eres una chica muy amable, linda y genial –sonrió el chico sonrojando más a Serena–. ¡Vamos!

Ahora fue Ash quien dirigió el camino sin soltar a la chica.