Último capítulo. ¿Quién lo diría?
Esta historia me ha dado muchas alegrías, pero también ha requerido mucha de mi paciencia y de mi esfuerzo. Aunque gracias a que he hecho una adaptación —que aunque solo haya tomado prestado el tema de la película que os vuelvo a recomendar, donde sale mi querido y amado Channing Tatum— me ha sido, digamos, más fácil desenvolverme. Éste ha sido mi primer long-fic ShikaTema, y para mí, es un orgullo terminarlo por y para vosotros. Y por supuesto, no es el último long-fic que hare. En las notas de autor os cuento.
Gracias a todo aquel que ha leído mi historia, independientemente si la ha comentado o no. Porque eso me ha hecho realmente feliz. Así que os lo agradezco, porque eso significa que disfrutáis y que os gusta leerme. Y ese hecho, para mí, es mi mayor recompensa.
Los personajes le pertenecen a Masashi Kishimoto.
La canción será Enchanted - Taylor Swift. OST oficial de la película, de la grandísima Taylor Swift. Os recomiendo que la oigáis mientras leáis, pongo por algo las canciones, y ésta, es una de mis favoritas.
Que os guste.
S&T
Enchanted
—¡Shikamaru! —él se paró, a unas diez escaleras de ella; no se dio la vuelta, pero se decidió a escucharla—. Espero que pueda volver a amar a una persona como tú me amas a mí.
El Nara frunció el ceño, y serio se giró de costado hacia ella; la miró fijamente.
—Ya te enamoraste de mí una vez, volverás a hacerlo.
Tras pronunciar aquella frase se marchó, decidido a demostrar lo que había dicho con actos.
Su historia aun no había terminado.
…
Chouji esperaba en el hotel —después de comer con su Hokage en uno de los mejores restaurantes de Suna—, feliz de haber hablado por teléfono con Karui tras haber salido de su juicio. También había hablado con sus padres e Ino. Todos estaban preocupados, pero felices al saber que Shikamaru lo había conseguido; como lo prometió.
No preguntaron dónde estaba él, Chouji se imaginó que lo supondrían. Al fin y al cabo, sabían que Shikamaru no era el mismo sin Temari, y que aunque ella no recuperase la memoria también necesitaba al heredero Nara. Era algo obvio. El Akimichi iba a seguir dándole vueltas cuando la puerta de la habitación de hotel de su mejor amigo se abrió, dando paso al azabache. El castaño lo observó; algo andaba mal, muy mal.
—Hey Chouji, no te vi —saludó serio para después irse al frigorífico del lugar y tomar un par de cervezas. Se sentó en el sofá que se situaba frente al que estaba sentado su hermano y mejor amigo, Chouji—. Perdona que no te invite, necesito ambas.
El Akimichi levantó ambas cejas al verlo abrir una de ellas y dar un buen trago. No, algo no andaba nada bien; y tenía que ver con Temari.
—Shikamaru, no quiero verte borracho en la fiesta de Gaara-Sama. Solo son las cinco de la tarde, ¡por Dios!
El Nara dejo de beber y depositó la lata —medio vacía— en la mesa de cristal.
—Mierda, Chouji, me lo ha dicho; a pesar de todo… Ella… —se mordió el labio inferior y acabó el contenido de la lata de cerveza de un trago.
—¡Shikamaru! —regañó tomando la lata y tirándola al suelo, mientras tomaba de los hombros a su amigo— ¡Tranquilízate; dime que te ha dicho! —Shikamaru apartó la mirada, con ganas de beber más—. No beberás mas, hermano; solo dime.
—Quiero olvidarme de lo que me dijo, quiero pensar que todo esto es una maldita broma, quiero pensar en un plan para recuperarla —le miró a los ojos furioso, con lagrimas en los propios y apretando sus brazos—, ¡necesito beber para encontrar una manera de que me amé de nuevo!
El Akimichi no pudo hablar, se quedo mirándolo, consternado, al ver las lágrimas de aquel hombre que solo había llorado en contadas ocasiones. Todas ellas tenían un nombre: Temari —sin contar la vez por la muerte de Asuma—. Algo no le encajaba a Chouji. Él no estaría tan mal por algo como eso.
—No necesitas beber para eso, Shikamaru. Solo necesitas hablar con ella, decirle que…
—¡Quiere el maldito divorcio, Chouji! —el Akimichi le fue soltando poco a poco, poniéndose de pie, sorprendido y sin palabras— ¿¡Como voy a enamorarla si cada vez que lo intento, si cada vez que recuerdo algo de ella y me confieso de nuevo, ella me rechaza eligiéndolo a él!? —Shikamaru se puso de pie, poniendo una mano sobre su frente, intentando tranquilizarse—. ¿¡Por qué lo elige a él!? ¿¡Es porque no me recuerda!? ¿¡Es porque todo el amor que hizo que se enamorara de mí en menos de dos semanas, desapareció en cuanto tuvo el accidente!? ¡No puedo comprenderlo! —se dio la vuelta y saltó el sofá tomando unas cerillas de un mueble—. No puedo aceptarlo…
Chouji le escuchó retirarse, mas no le vio tomar el paquete de cerrillas. Pero no pudo evitar que el dolor de su amigo hiciera mella en él. Era la única vez que ni siquiera Chouji Akimichi podría decirle unas palabras de apoyo, podría animarlo… Porque ni siquiera él sabía que decir. Solo podía hacer una cosa.
Subió las escaleras hasta una de las habitaciones, ahí en el balcón Shikamaru fumaba, secándose las lagrimas con las mangas de su camisa a cada rato. Intentando pensar en algo que no le destrozara el corazón poco a poco. Chouji se acercó a él justo cuando Shikamaru se acababa de fumar el primer cigarro; lo abrazó, apoyándolo y sufriendo con y por él en silencio. Solo podía abrazarlo para intentar disminuir el dolor de su hermano.
Pero ese dolor era eterno. Nada podría hacerlo desaparecer a menos que una persona; y esa persona no podía hacerlo.
…
Cuatro horas más tarde —alrededor de las nueve de la noche—, ambos bajaron de la habitación vestidos con traje, dispuestos a ir a aquella ceremonia. No había hablado palabra alguna durante ese tiempo. Tras dos horas, el Akimichi se había marchado a comprar un traje invitando a Shikamaru a salir a despejarse con él, pero éste se negó. Así que Shikamaru fumó y fumó; estuvo pensando y pensando… Hasta que justo cuando llegó el Akimichi alrededor de las ocho, Shikamaru le sonrió y se fue a cambiar, siendo imitado por su amigo. A las nueve estaban ambos listos.
—Gracias Chouji — le dijo Shikamaru en cuanto salieron del hotel rumbó al lugar de la fiesta. El Akimichi sonrió, le agradecía por haber estado ahí junto a él, apoyándolo.
—No me agradezcas; solo sé feliz, hermano.
Estaba claro lo que quería decir eso: recupera a Temari.
…
—¿¡Pero qué mierda están haciendo!? ¡Suéltenme, cabrones!
—Tayuya, quedas detenida por participar en el incendio del bosque Nara, el cual provocó que más de 10 ciervos murieran en las llamas debido a una explosión de una bomba y la destrucción de una parte de una de las reservas naturales más importantes de todo el País del Fuego.
—¡No me jodan! ¡Yo no hice nada, joder! ¡No participé! —Tayuya no se lo creía, se encontraba ya en el País de las Nubes, a punto de pasar la frontera cuando unos AMBU, agentes especialesque no eran de Konoha,la atraparon a ella junto a sus hombres—. ¿Cómo me han encontrado, capullos?
—Le recomiendo que no hable, señorita. Todo lo que diga podrá ser utilizado en su contra —le recomendó un policía mas novato, mientras la hacían agachar su cabeza para que se metiera en el todoterreno.
Ahí Tayuya se dio cuenta de todo. Nadie podría saber su recorrido de huida, nadie podría haberla pillado, nadie sabría de su localización ni de su implicación en aquel incendio… A menos que… Abrió aun más los ojos, molesta como nunca.
—¡Yoremi, eres un hijo de la gran puta! ¡Me has delatado, cabron! ¡En cuánto me libre de estos idiotas te matare, sucia rata de mierda! —gritó al cielo antes de que la metieran en el coche.
Los policías sonrieron.
…
El lugar de la fiesta era el mismo auditorio donde se había celebrado el juicio al Akimichi esa misma mañana, solo que ahora estaba remodelado. Había barra libre donde los camareros te servían todo el alcohol que deseabas, sin límites. Sin duda —se dijo Shikamaru al ver a la Hokage colarse la primera y pedir a los camareros varios tipos de bebidas alcohólicas—, Tsunade-Sama estaba feliz por ello.
Tanto como Shikamaru como Chouji pidieron un Daikiri. Se encontraban bebiéndolo justo cuando la voz del Kazekage les hizo observar el pequeño escenario. Shikamaru frunció el ceño y Chouji compuso una mueca compasiva. Kankuro acompañaba a su hermano a su izquierda, mientras que a la derecha se encontraba Temari… de la mano de Yoremi.
—De nuevo, os agradezco acudir hoy a mi aniversario como Kazekage. Solo os deseo que lo disfrutéis, seguiré siendo vuestro rey con orgullo para conseguir que seáis felices. Un saludo y disfrutad, hay barra libre. Ahora, si me permitís, quisiera hacer un anuncio. Tanto mi hermana, como Yoremi desean comunicaros una noticia —asintió a su hermana para que se pusiera en el micrófono y hablara.
Para Shikamaru no paso desapercibida la actitud de Gaara. Era un hombre, astuto, inteligente, pero lo que estaba seguro que era, también un gran hermano. No dudaba que abogaba por la felicidad de sus hermanos, después de la pesada infancia que sufrió con la muerte de sus padres. Solo Temari y Kankuro lo apoyaron, y con su amor y apoyo consiguió alzarse como el Kazekage; el líder de Suna.
Entonces no le encajaba algo… ¿Si Gaara conocía a Temari tan bien como se suponía y deseaba solamente su felicidad…por que no había mencionado a Yoremi como su actual novio? ¿Por qué ni siquiera había dirigido una mirada a aquel pelirrojo, pero en cambio si le había mirado a él, al que en unos días sería su ex cuñado?
Shikamaru se estaba perdiendo de algo, y estaba seguro de que las palabras de Kankuro cuando llegó aquí: "Te ayudare en lo que sea, Nara, perderé mi orgullo si es necesario. Pero haz lo que sea para recuperar a mi hermana. Y hazlo cuando antes", unidas al comportamiento de Gaara al no nombrar a Yoremi como el novio de Temari y ni siquiera mirarlo —pero en cambio a él sí— no le encajaba.
¿A qué estás jugando Temari? —se preguntó en silencio mientras la observaba mirar por unos momentos al Basari, y mostrarle una sonrisa, mirándole… Como solo ella sabía, de una manera de la que no podías evitar quedarte prendado.
Aquella sonrisa, unida a su mirada, hizo que todo pensamiento que buscara la lógica en los actos de Temari —aun cuando sus hermanos parecían estar en desacuerdo con ella—, se fuera literalmente a la mierda.
—No hay vuelta atrás —susurró mientras se daba la vuelta hacia la barra libre, oyendo de fondo las palabras del Basari.
—En una semana, Sabaku No Temari y yo, su novio actual, Basari Yoremi, contraeremos matrimonio. Estáis todos invitados al enlace.
Las palabras fueron acompañadas de aplausos de todos, que ya se imaginaban que la relación entre su Princesa y el Empresario de Konoha no podría continuar. Todos menos los que conocían y apreciaban a Shikamaru, los hermanos de Temari, y ella misma, quien no podía dejar de morderse el labio. Chouji no se atrevió a ir tras Shikamaru al notar la mano de su Hokage en el hombro; frenándolo.
—Dale un tiempo, Chouji. Necesita estar solo, créeme. Uno jamás aprende a soportar un rechazo. Y cuando te das cuenta, jamás podrás repararlo.
El castaño sabía que Tsunade había sufrido un episodio parecido con uno de sus mejores amigos, Jiraiya, y que ésta cuando se dio cuenta de que tras tanto rechazo solo escondía su afán por ser querida, pretendió invitarlo ella misma. Pero ya era demasiado tarde, Jiraiya había muerto. Solo asintió y observó tomar a Shikamaru otra copa al acabarse su bebida. Solo podía apoyarlo desde la distancia.
El Nara se dirigió a la terraza, allí intentaría pensar.
…
Temari tras hablar y bailar con Yoremi se dirigió a tomar su bebida. Tras unos minutos hablando con unas "conocidas" y al acabar su bebida, se dirigió a la terraza; necesitaba aire fresco. No hacía falta ser un genio para saber quien estaría ahí.
Salió a la terraza con su vestido largo y apretado, abierto por la pierna derecha, de escote palabra de honor y sin tirantes. Era un vestido de fiesta rojo, combinado con sus tacones negros. Su pelo en un moño y unos pendientes de diamantes que se había encontrado en su habitación hicieron el resto. Estaba arrebatadora. Se puso al lado de aquel hombre que se había deshecho de su corbata y camisa, la cual llevaba desabrochada los primeros dos botones. Bebía una copa sin tan siquiera dar muestras de la presencia de la rubia.
—Lo siento —comenzó hablando ella tras mirarle por unos segundos de reojo—. Sabes que no deseo ni verte sufrir, Shikamaru, ni que me odies. No es algo que yo…-
—Estuve bebiendo mucho, Temari —habló él, para sorpresa de la Sabaku No quien se separó y lo miró a la cara, justo cuando Shikamaru se daba la vuelta para mirarla—, volviéndome loco, haciendo un verdadero idiota de mí mismo, desesperadamente tratando de salvar lo que teníamos, mientras tú solo mirabas a Yoremi.
—No es justo… —pronunció la rubia sin poder dejarlo de ver, sin impedir ya que las lagrimas se agruparan en sus ojos; aun sin dejarlas caer.
—¿No es justo? Veo cómo lo miras —ella lo observó atentamente, sin creerse aquello—. Temari, lo sé porque así me mirabas a mí, creo que tenemos que empezar a ser realistas, no recuperarás la memoria y yo sigo siendo un completo extraño.
No pudo evitar que las lágrimas cayeran por sus ojos, apartando la mirada de él… Sufriendo un dolor en el pecho, que jamás podría haber imaginado que fuera real. Shikamaru la observó en silencio, tentado a abrazarla para calmarla, sabía que ella lloraba porque no quería que él sufriera; se había dado cuenta de que sufría, pero quizás demasiado tarde. Terminó su copa, y dejándola en la mesa, se iba a retirar de la terraza y de la fiesta hasta que oyó su voz.
—¿Por qué amas a alguien como yo, Shikamaru? —pronunció reteniendo de nuevo ese par de lagrimas que se habían escapado de sus ojos. Dejando el vaso en el suelo, necesitando que alguien le respondiera a esa maldita pregunta.
El Nara no pudo evitar sorprenderse, de espaldas a ella, observando como todo el mundo se preparaba para bailar la próxima canción. Al oír la primera nota de la música, sonrió de medio lado y se dio la vuelta, tocando el hombro de Temari para que lo mirara. Le ofrecía un baile, el baile de esa canción.
—Porque si no amara a alguien como tú, jamás hubiera sido tan feliz; jamás sería tan feliz —ella lo miró sin palabras, ligeramente sonrojada—. Aunque mi aspecto sea un poco pésimo, ¿me concederías este baile, Temari? —ella levantó una ceja, y tras bufar asintió, dándole la mano y apartando la vista de aquellos malditos ojos marrones.
—No me queda más remedio; quiero ver como bailas, Nara.
Él sonrió y uniendo su mano derecha con la izquierda de ella, posando su mano izquierda en la cintura de ella y viendo como ella posaba la derecha en el hombro izquierdo de él, comenzaron a bailar. Sin dejar de mirarse a los ojos. Aunque sabían que quizás ese sería su último baile, por eso solo pensaban en bailar; en nada más. Shikamaru la había hecho girar sobre sí misma, con una sonrisa al oír las ligeras risas de ella…
This night is sparkling, don't you let it go
I'm wonder struck, blushing all the way home
I'll spend forever wondering if you knew
This night is flawless, don't you let it go
I'm wonder struck, dancing around all alone
I'll spend forever wondering if you knew
I was enchanted to meet you
—Mujer, no sabía que bailaras tan bien… —ella soltó una carcajada.
—A mi me sorprende que tú sepas bailar, Shikamaru.
—Que problemática, bailé el vals perfectamente. Aunque de todas formas tú te aseguraste de que no fallara en ningún paso.
—El vals, es el baile de apertura de la fiesta del banquete de boda, Shikamaru, era fácil de bailar. Pero estás bailando bien nuestra canción favorita, eso es lo que me sorprende.
—Tsk mujer, no quería llevarme una bronca, así que creo que robé un poco más del tiempo necesario a mi madre —ella no pudo evitar reírse, asombrosamente feliz.
—¿Practicaste con tu madre para saber bailar "Enchanted"? —él bufó, avergonzado, mientras cambiaba el ritmo de sus pasos, acompasándolos a los de ella, con una sonrisa.
—Si no lo hubiera hecho, ¿qué clase de marido sería? Tenía que aprender a bailar la canción favorita de mi mujer y mía.
Ella se mordió el labio y siguiéndole el ritmo, provocó que segundos después se pararan en medio de la pista de baile. En el centro de aquel lugar, siendo rodeados por el resto de parejas que bailaban aquella canción. Se alzó un poco para acabar de llegar a su altura —los tacones ayudaban bastante—, y tomando al Nara de su americana lo atrajo hacia ella, no sin antes susurrar sobre sus labios, con una sonrisa resplandeciente.
—Te amo, Shikamaru. Estoy encantada de haberte conocido y de tenerte en mi vida, desde hoy hasta el final de mis días.
Shikamaru solo correspondió al beso, posando sus manos en la cintura de ella. Aun sin creerse que alguien como él podía haber tenido la suerte de haber conocido y de haberse enamorado de una mujer como Temari.
This is me praying that this was the very first page
Not where the story line ends
My thoughts will echo your name, until I see you again
These are the words I held back, as I was leaving too soon
I was enchanted to meet you
Shikamaru volvió en sí notando como Temari había escondido la cabeza en su cuello, sintiendo que la canción estaba cerca de acabarse. La apartó y la hizo dar dos giros sobre sí misma, riendo ligeramente al ver la cara de ella, un poco confundida.
Please don't be in love with someone else
Please don't have somebody waiting on you
La atrajó de nuevo hacia él, tomándola de la cintura para alzarla lo necesario y girar con ella, oyéndola quejarse por levantarla; sonriendo ante sus quejas.
—¡Idiota, bájame! ¡Esto no es gracioso, Shikamaru! —pero ni siquiera ella podía ocultar la sonrisa que ahora mismo tenía en sus labios.
Please don't be in love with someone else
Please don't have somebody waiting on you
—Si serás problemática, Temari, si no te estás quieta me tropezare —la acusó mientras la sentía mover las piernas.
—¡Pues bájame! —pero su exigencia quedo en blanco cuando Shikamaru la tomó en brazos, con una media sonrisa. Lo veía sin palabras.
—Ahora, en mis brazos, pareces una princesa, mujer…
—¡Agh, cállate, vago inútil! —Expresó enfadada, dándole un puñetazo en el pecho.
A su vez se removía —para que no viera su sonrojo— provocando que Shikamaru, al andar hacia atrás, tropezara con el vaso que ella antes había dejado en el suelo y cayera contra el mismo. La rubia cayó encima de él, escondiendo su cara en el cuello del joven.
—"Enchanted", siempre fue mi canción favorita —susurró ella con una pequeña sonrisa.
—La mía también —admitió él, secundando su sonrisa y sentándose en el suelo, obligando que Temari lo imitara.
Ahora ella se encontraba sentada sobre su cintura, devolviéndole la mirada, mientras que las últimas notas de la canción llegaban a ellos. Shikamaru deseaba besarla, despedirse de ella con el mismo amor con el que la había recibido. Pero no podía, ella ya no le pertenecía a él, ya no sentía lo mismo por él. Así que solo apoyó ambas manos, a cada lado en la cintura de ella, y chocó su frente contra la de Temari; aun sin cesar el contacto visual entre ambos.
—Simplemente, no es posible odiar a la persona que amas —habló Shikamaru, haciendo referencia a que aunque se casara con Yoremi, él jamás la odiaría. Esbozó una sincera sonrisa, feliz por estar de nuevo con ella; aunque sea por última vez.
I was enchanted to meet you
Temari intentó apartar la mirada de él, intentó irse de allí, evitar cometer algo que no sería correcto. Pero las palabras de Shikamaru no la dejaban hacer eso, ya era demasiado tarde. Ya nada podría evitar que hiciera aquello que deseaba, porque así lo hacía...
Acercó sus labios a los de Shikamaru, rozando nariz contra nariz, labios con labios. Y sin impedirlo —ante un embelesado Shikamaru— hizo que sus labios volvieran a chocar contra los del azabache, quien no pudo evitar apretarla más contra él. Se besaban con lentitud, con cuidado, con el disfrute propio de un acto que solo había una forma de hacerlo: con amor.
Ladeando sus cabezas al contrario que su compañero, respirando su aroma, sintiéndose completos, sin ahondar en un beso más pasional. Solo besándose por un tiempo indefinido. Mordiéndose y chupándose los labios, sin poder evitar una sonrisa en los mismos. Tras unos minutos, se separaron, aun con los ojos cerrados. La rubia apartó rápidamente la mirada y se levantó de encima de Shikamaru para luego retirarse con rapidez hasta el baño del lugar. Cuando llegó, se apoyó en el lavamanos y se miró en el espejo. Se sentía una estúpida, porque se había enamorado.
Porque amaba a dos hombres.
…
Shikamaru se quedó sentado unos segundos, intentando volver en sí. Esa mujer lo hacía descolocarse, demonios. ¿Cómo podía provocar eso en él? Se levantó y se apoyó en la barandilla. Había sido ella quien lo había besado esa vez, él solo había esperado que se apartara, que se alejara, pero ella… No pudo evitar sonreír como un idiota… Aunque solo fuera por unos segundos.
—¿Ocupado, Nara? —el nombrado bufó; de todas las personas de esa fiesta, ese idiota sin cerebro tenía que venir a molestarlo—. Tranquilo no te robaré mucho tiempo. Como has oído —comenzó a su espalda—, Temari y yo nos casaremos. Ella ya ha firmado los papeles del divorcio, así que mañana antes de irte de nuevo a esa asquerosa aldea tuya, fírmalos —Shikamaru apretó los puños sobre el barandal—. Ella me ha elegido a mí, idiota.
—¿Crees que durareis mucho juntos? —preguntó el Nara, irónico—. Ella te pateara el trasero antes de la boda.
El Basari se contuvo, dispuesto a pegarlo. Pero antes, decidió que lo adecuado era mostrar la felicidad que tenía por casarse con aquella bella mujer. Se rió a carcajadas.
—No seas tan envidioso, hombre. Te reservaré un sitio en primera fila en nuestra boda.
Se dio la vuelta dispuesto a irse, por supuesto tras reírse de nuevo. Entonces Shikamaru, tras rechinar los dientes, observó como una cabellera castaña sobresalía desde las sombras de aquella terraza... y no estaba sola. Se puso serio y suspiró.
—¿También reservaras sitio a la policía? —el pelirrojo se paró, confuso—. No creerás que no te tienen cercado, Yoremi. Los Nara somos muy buenos en el Shogi, ¿sabías? Y me prometí que te haría un jaque mate. No creías que quedarías libre tras planear el incendio del bosque de mi familia, ¿verdad? —se dio la vuelta y lo miró— La gente, Yoremi, me escuchara y sabrá que no eres más que un asesino.
—¿Asesino? —se giró hacia él y lo miró orgulloso— Escúchame, Nara: no soy más que un…digamos, buen novio. Si no te hubiera mantenido entretenido y no hubiera hecho lo que hice, todo esto no hubiera pasado.
—Vaya esto es… inverosímil —cerró por unos momentos los ojos para luego mirarlo con seriedad absoluta—. ¿Estás reconociendo que planeaste el incendio del bosque Nara?
—¿Y tú dices que eres bueno en Shogi? —se rió de nuevo y con una sonrisa sardónica, lo confirmó—. Creo que ahora que me casare con tu mujer mereces saberlo… Sí, yo planeé ese incendio. Se lo mandé a Tayuya quien se lo encargó a alguno de sus subordinados inútiles. Solo era poner una bomba, alejarme en coche junto con Temari y el idiota del Akimichi, y pulsar un botón para que… Boom… Ese bosque y esos malditos ciervos desaparecieran. Y así, tú te quedarías en Konoha, yo estaría con Temari y aprenderías lo que es el dolor.
—Te atraparán, Yoremi… —habló con los puños apretados. Debía contenerse, debía contenerse…
—Hmph, no lo creo —habló encogiéndose de hombros y con una sonrisa—. ¿Sabes? Desde que Temari te conoció te he odiado. Ella volvía feliz de Konoha, ella sonreía como jamás lo había visto hacerlo, y eso… Me llenaba de celos. Ella no era tan feliz conmigo, por eso esperé el momento justo cuando ella se casó contigo. Y planeé que uno de mis subordinados se vistiera del inútil de tu amigo y la atropellara, obvio que no tenía planeado matarla, ni por supuesto la amnesia. Pero salió mejor de lo planeado. Ese idiota del Akimichi solo era un cebo, el cebo que necesitaba para hacerte daño, Nara. Y maldición, jamás había salido tan bien un plan mío.
—Eres asqueroso. Ojala pudiera… —El azabache cerró los ojos, interrumpiéndose.
—¿Sabes que es lo mejor, Nara? —preguntó cuando se dio cuenta que intentaba contenerse para no pegarlo—. Que ahora seré yo quien vaya a tener un hijo con Temari, seré yo quien la cuide, seré yo quien la amé, y sobre todo, seré yo quien mientras disfruto de tu dolor y de mi victoria, quien la tenga en su cama.
Shikamaru no pudo más y enrabietado, se dirigió al Basari y le dio un puñetazo en la cara. Del impacto —que le pelirrojo ni se molestó en esquivar—, se retrasó unos pasos atrás y cayó de espaldas contra una mesa de cristal del lugar. Clavándose algunos cristales en la espalda y brazos, mientras algunos asistentes a la fiesta gritaban.
Yoremi solo sonreía —orgulloso de haber conseguido enfadar al Nara— mirándole a los ojos. Shikamaru, con los nudillos rojos y los dientes apretados, fue sujeto por ambos brazos de los hermanos Sabaku No —Kankuro y Gaara—, quien al ver como el azabache quería pegarlo de nuevo, le sacaron de la fiesta.
Chouji y la Hokage estaban atónitos, ¿qué demonios había pasado con Shikamaru para que reaccionara de aquella manera? Jamás perdía la calma. Cuando Temari volvió a la fiesta tras oír los gritos, se quedo helada al ver como sus hermanos sacaban del lugar a Shikamaru y Yoremi se encontraba con sangre en la boca y un pómulo hinchado. Ayudó al Basari a levantarse y comenzó a ayudarle a quitarse los cristales.
No había duda de lo que había pasado.
…
Había pasado un mes, estaban a principios de Enero.
Shikamaru todavía recordaba la bronca de Gaara y Kankuro —en su mayoría de Kankuro— por dejarse llevar. Al día siguiente de aquello, la gente no lo despedía con sonrisas agradables, ya que al ser Yoremi Basari su vecino, lo trataban a él de un agresivo que había pegado un puñetazo sin razón en la cara del pelirrojo —obviamente nadie conocía de las razones de ese ataque, solo Shikamaru, Yoremi, por supuesto al ser informados por Shikamaru, Gaara y Kankuro.
El Nara se había ahorrado algunos detalles para que los hermanos de la Arena no asesinaran al Basari. No quería que eso trascendiera. Tampoco vio a Temari antes de marcharse, así que solo firmó los papeles del divorcio y se metió en un coche junto a la Hokage y su mejor amigo. Estos le preguntaron, le cuestionaron por su comportamiento que casi provoca una crisis diplomática.
Él nunca les dijo nada. Fue el Kazekage quien le exculpó, dejando todo eso en un simple asunto personal en el que nadie debía meterse. Gaara tampoco quería que su aldea se volviera un hervidero.
Ya en su aldea su madre le recibió esperanzada, pero al verle solo compuso una mueca triste, y mirando a Shikaku le obligó a que juntos le dieran un abrazo. Luego, hablaron con él, intentando animarlo. Shikamaru sonrió por y para ellos, pero nunca más volvería a estar feliz. Temari ya no estaba a su lado, nunca más lo estaría.
Tras rememorar de nuevo aquellos dolorosos momentos, Shikamaru se levantó del césped de su bosque —el cual estaba siendo tratado poco a poco— y se dirigió a pasear por las calles de Konoha. Estaba nevando, no mucho, pero eso le otorgaba un aspecto hermoso a aquella aldea. Shikamaru portaba un abrigo y una bufanda. Hacía bastante frio, si no los llevara podría enfermarse. Pero no llevaba ni guantes ni gorro, simplemente no le gustaba. Con las manos en los bolsillos del abrigo, paseo sonriendo ante el hermoso ambiente que otorgaba aquella ciudad.
Su padre ya se lo había comunicado, tenía una semana para buscar novia antes de que su Clan lo obligara a contraer matrimonio. Pero él no quería a ninguna otra, él amaba a Temari. Por desgracia, hacía un mes que no sabía nada de ella. Las comunicaciones se cortaron a causa de las nevadas de los próximos días a su marcha de la Arena. Según los técnicos, estas se arreglarían en una semana. Pero Shikamaru aun tenía esperanza.
Pero… ¿esperanza de qué?
Porque era obvio que ella ya había elegido, pero esperaba que la grabación de Yoremi aceptando los hechos la hiciera cambiar de opinión. Cuando habló con él en la terraza —la noche de la fiesta— observó que desde las sombras, Kankuro y Gaara se encontraban vigilando aquella conversación. Era la mejor oportunidad, y aunque le hizo confesar, su actuación después no fue la más apropiada. A pesar de eso, los hermanos de Temari tampoco le dijeron nada cuando lo sacaron del lugar. Él solo marchó con Chouji; nada más.
Se paró en un escaparate de una cafetería, al ser un día frio y nevado, ofrecían chocolate caliente a un precio reducido. Aun le dolía pensar que quizás ya la hubiera perdido… Para siempre. Se dio la vuelta para ir hacia su casa, pero al girarse abrió la boca sin palabras y se quedó quieto. ¿Acaso veía visiones?
—La verdad, esas tormentas de nieve fueron demasiado imprevistas. Casi llego a creer que nunca podría volver a Konoha.
—Temari… ¿Qué…? ¿Qué haces aquí?
Ella se rascó la nuca, y sonrió ligeramente mientras se colocaba su gorro sobre su pelo suelto.
—Oh, ahora vivo aquí desde hace un mes. Alquilé un piso y ahora estoy yendo a un curso de economía.
Shikamaru se quedó helado, ¿qué significaba eso? ¿Y Yoremi? ¿Por qué se había venido aquí? ¿Acaso no se había casado? Ella metió las manos en los bolsillos de su abrigo y suspiró.
—Sé que tú nunca quisiste decirme nada, no querías influir en mi decisión y te lo agradezco —continuó hablando ella—. Aunque ahora mismo, y créeme que me duele mi orgullo por esto que te diré, echo la mirada atrás y me dan ganas de que me hubieras dicho algo. O que hubiera abierto los ojos para darme cuenta de con quien estaba —Shikamaru levantó una ceja, confundido a más no poder—. Maldición, en verdad fui una idiota, pero sigo creyendo que hice lo correcto.
—Temari, ¿a qué te refieres?
—Tsk, yo… Lo siento. Sé que Yoremi fue quien planeó que el bosque se tu familia se incendiara, quien planeó mi "accidente", quien quiso hacer todo eso solo por el objetivo de hacerte daño. Solo por el objetivo de separarnos. Mierda, me siento como una idiota. Yo…
—No quiero que te disculpes, mujer —habló él interrumpiéndola—, no te queda, ¿sabes? Pero me alegro de que hayáis descubierto quien es en verdad ese idiota de Basari.
—Tú lo hiciste en realidad. Gaara y Kankuro grabaron como él te lo confesó todo, o más bien le hiciste confesar. Dios, en verdad no puedo creer que fuera tan idiota.
—Ya, mujer, no te culpes mas. Todos cometemos errores cuando nos enamoramos…
—¿Enamorarme? —ella levantó ambas cejas— ¿De él? —soltó una gran carcajada mientras movía una de sus manos— No, no, no. Creía estarlo, que es diferente. Cuando le detuvieron, el mismo día que os fuisteis, no sentí nada; ahí, lo comprendí todo. Yo amaba su recuerdo, me aferraba al único pasado que recordaba. Tenía miedo. Cuando me cercioré de que solo me aferraba al pasado seguro, a un pasado que ya no añoraba, visité su celda y le pateé el trasero. No te imaginas las ganas que tenía de hacerlo —reconoció con una sonrisa orgullosa en el rostro—. Después cancelé el compromiso y él se fue detenido a la Aldea de la Nube. Al parecer Tayuya también lo delató, así que sumado a la grabación que les enseñaron Kankuro y Gaara a la policía, se pasaran ambos un buen tiempo entre rejas.
El heredero Nara intentó no sonreír, pero no pudo evitarlo. Esbozó una sonrisa y la miró encandilado. Así que no se había casado, y ahora vivía allí, en Konoha. Ya no tenía que fingir, podría comenzar de nuevo con ella. Estaba encantado de poder conocerla de nuevo.
—Me alegro de verte, Temari. Es bueno saber que te alejas de él, sino tendría que pegarlo de nuevo, y eso sería problemático.
Ella se rió sin poder evitarlo, se acercó a él y lo abrazó. Escondía esa sonrisa marcada por su ligero sonrojo en el pecho de él. Shikamaru, tras unos segundos, le devolvió el abrazo. Le costó creer que ella lo hubiera abrazado así de repente. Maldición, era una mujer tan problemática… que lo volvía loco.
—Aunque no haya recordado nada, me siento bien aquí, creo que sin lugar a dudas Konoha es donde debo estar. Aunque eche de menos a mis hermanos y a Suna —se separó de él y con una sonrisita, se mordió el labio—. Cierra los ojos, Shikamaru. Tengo algo para ti.
—¿Me besaras? —preguntó con una ceja levantada, divertido. Aunque no podía negar que saber que ella no había recordado nada, lo había dolido un poco— Prefiero cerrarlos más tarde si eso, mujer.
—Tsk, claro que no te besaré, idiota —le dijo dándole un puñetazo en el hombro, tampoco llevaba guantes—. Solo ciérralos, vago.
—Como quieras, mujer, como quieras… —expresó con las manos levantadas. Después las bajo y metió ambas en los bolsillos de su abrigo, cerrando entonces sus ojos. Ella sonrió al verlo con los ojos cerrados.
—No los abras, ¿oíste?
Él solo suspiró, pero ella sabía que no lo haría. Tomó un brazo de él, concretamente el derecho, y extendió la mano hacia ella. Entonces metió la mano que no sujetaba la del azabache en su abrigo, buscando lo que antes había obtenido. Posteriormente, se lo puso en la mano extendida y sonrió ligeramente.
—Puedes abrirlos, vago.
Él al notar algo sobre su mano estuvo tentado a cerrarla en un puño para descubrir así el objeto, pero no lo hizo. Solo entonces cuando ella le habló y soltó su mano, abrió los ojos. La observó sonreírle, con aquella mueca de una niña que acababa de hacer una travesura. No pudo evitar alzar una ceja y bufar divertido. Justo iba a abrir la boca cuando se fijo en lo que había en su mano.
¿Acaso era una broma pesada? ¡Esa mujer estaba…! ¡Qué problemática! Demonios…
—Temari, ¿qué…?
—Pienso que te lo debía, hiciste mucho por mí… Sufriste mucho por mí. Además, esto es importante para ti y por ende, también es importante para mí.
—¡Podrían haberte atacado, mujer! —La abroncó nervioso, la agarró de los hombros aun con el objeto en su mano derecha— ¡Podrían…!
—Tengo la sensación de que me subestimas, Shikamaru. Sé pelear, ¿sabías? Aunque no me hizo falta, creo que les di una buena razón para que me devolvieran el mecher…o —Temari se interrumpió unos segundos al ver como él la había abrazado, y había apoyado la cabeza en su clavícula— ¿Shikamaru?
—Mujer problemática… Jamás vuelvas a asustarme de esa manera, ¿entiendes? Ya te has alejado de mis dos veces, no volveré a permitir que te alejes una tercera, ¿me escuchaste? No puedo permitirme perderte.
Ella se rió ligeramente, esbozó una sonrisa cariñosa y no pudo evitar recordar cómo había recuperado el mechero.
—Vaya, habéis montado un buen lugar aquí.
Uno de los ladrones se giró hacia aquella persona que había entrado en la habitación de un edificio, que parecía a simple vista abandonado.
—¿Y tú quien eres, mujer? ¿Quieres algo? —preguntó con una media sonrisa.
—No, gracias. Solo quiero recuperar un encendedor que pertenecía a un amigo mío.
—Oh, quizás busca aquel que nos dio ese chico por las fotografías que le dimos —habló otro apareciendo y acercándose a ella—. ¿Qué nos das a cambio…rubia?
—No le diré a nadie que tenéis esto, ni siquiera al Kazekage.
—¿Al Kazekage? Me extraña que puedas ni tan siquiera hablar con él, no hablaría con una mujer cualquiera por algo como esto…—se acercó a ella y la tomó del brazo izquierdo—. ¿Verd-? ¡Ah! ¡Joder!
—¿Sabes? Tienes una voz molesta —habló ella mientras le doblaba el brazo y le tiraba al suelo—. Y me extraña que Gaara no me haga caso, al fin y al cabo, siempre escucha a su hermana mayor y consejera.
—¿¡Qué!? —el otro bandido se levantó y se asustó ligeramente— Mierda, es Temari Sabaku No. Y es tan agresiva como dicen…
—¿Hm, dijiste algo? —preguntó soltando al otro bandido y mirando con el ceño fruncido al que acababa de hablar. Levantó uno de sus puños. El bandido ahora libre se levantó y sujetándose el brazo bufó.
—Dáselo, al fin y al cabo, solo es un estúpido encendedor. Aunque funcione bien.
Su compañero se lo lanzó a la rubia, que lo tomó al vuelo y sonrió agradecida.
—Es un gusto hacer negocios con ustedes —tomo una bolsa y se la lanzó—. Tomad, por las molestias —les guiñó el ojo y con una sonrisa se marchó con el encendedor en sus manos.
Los bandidos suspiraron y tomaron la bolsa. Al mirar dentro ambos sonrieron.
—Ya te dije, que debíamos de haber montado esto en Suna, los hermanos Sabaku No son más agradables.
—Solo cuando están de buen humor, tío. No siempre nos dan una bolsa con cajetillas de tabaco gratis.
El otro solo suspiró y cuando iba a fumarse un cigarro se dio cuenta de que no tenía encendedor. Mierda, debían comprar uno.
Temari sonrió y se apartó de él. El Nara la devolvía la sonrisa. A Temari no le gustaba que fumara, pero ese mechero era importante para él, le recordaba a su maestro fallecido, Asuma. Suspiró y entonces le extendió la mano derecha como si fuera a saludarlo. Shikamaru levantó una ceja, realmente confundido. ¿Qué pasaba ahora?
—Soy Sabaku No Temari, encantada de conocerte. Me han dicho que hay una buena cafetería cerca, pero aun no conozco del todo Konoha. Me preguntaba si tú sabrías guiarme… Perdona, no recuerdo tu nombre. ¿Te llamabas?
Shikamaru no pudo hacer nada más que esbozar una media sonrisa. Metió el mechero en un bolsillo de su abrigo y le dio la mano para saludarla. Estaba encantado de conocerla, otra vez.
—Soy Shikamaru Nara, y sí, te dijeron bien. Hay un sitio bastante bueno donde venden un capuchino buenísimo. Déjame que te acompañe, mujer.
El azabache se ofreció con una sonrisa, y ella lo aceptó con otra de esas que debilitaban a Shikamaru. Comenzaron a andar mientras charlaban haciéndose bromas. Era un tiempo nuevo, un tiempo para volver a conocerse. Porque comenzaba el nuevo capítulo de su historia. De su nueva historia. Porque ahora volverían a estar juntos, aunque ella no recordara. Eso no tenía importancia ahora.
Al fin y al cabo, tenía toda su vida para estar con ella. Y por nada lo iba a desaprovechar, por algo ella era la única mujer que amaba en el mundo. La única que lo hacía feliz. Y ella, no podía pensar en no intentarlo con otro que no fuera él. Tardó mucho en instalarse en Konoha, y no pudo encontrarlo los primeros días. Pero el destino hizo que se encontraran, antes de que ella lo llamara.
Porque a veces, hay cosas que están destinadas a ocurrir.
Y simplemente…
Ellos estaban destinados a estar todos los días de su vida juntos.
S&T
Vaya, no lo puedo creer. En verdad este fic se acabó. Impresionante, estoy orgullosa, feliz, muy feliz, joder. Ahhhhhh, gracias a todos los que me habeos seguido hasta el final, espero no decepcionaros. Os explicó porque no hay epilogo y porque lo puse todo así.
Éste, para mí, es mi capitulo favorito de todo el fic. A ver qué os parece a vosotros:3
La canción es importantísima, ¿por qué? Aquí os explico ofirjeeijf:3 En la canción, como habeis leído en el baile arriba, dice en un momento: "Enchanted to meet yo – Encantada/o de conocerte". Por eso el final del fic.
Sinceramente creo que no fue necesario otro capítulo, porque no podía dividir este en dos, no me gustaba. Quedaba a mi gusto mal, así que lo prefiero así. Por otro lado, no hay epilogo porque esta película acabó como terminó mi historia. Ella sigue sin recordar pero se dan otra oportunidad. Y lo bonito es que está basada en una pareja real. En los créditos lo dice, que la mujer siguió sin recuperar su memoria, pero que ellos se volvieron a casar y que al final tuvieron dos hijos —o tres, no recuerdo concretamentexD—. ¿Hermoso, cierto? Pues yo muero de amor:3
Y no quise ponerlo por eso, por respeto al fin de la película que me tiene enamorada. Y aunque hice una adaptación que se parece en el tema a la película, estoy orgullosa porque la acabé como pensé cuando empecé la historia. No quise meter mucho mas del Yoremi cabron, pero que se joda ahí en la misma cárcel que la Tayuya. Shikamaru siempre solucionando todoxDD. Que jefe él.
En fin, daré las respuestas a los reviews. De nuevo gracias. Os diría cual va a ser mi nueva historia, pero creedme que ni yo lo sé. Tengo, y sin exagerar, 6 historias donde escribí el primer capítulo. ¡Y no sé cual colgar primero! jajajajjajaja. Si, matadme irejwiofkje. Nah, lo primero que hare será editar ésta y escribir durante estos meses una. Cuando la tenga casi escrita, subiré los capítulos, así iré a una por semana y no tardare tanto en actualizar.
Me veréis con One-Shot de otros fandoms y quizás ShikaTema. Pero dedicare a escribir una historia ShikaTema, así que esperadme. Os amo, lectores. Gracias por creer y confiar en mí y en esta historia.
Reviews:
Mitchel: Querido Mitchel, gracias por tus comentarios siempre, como ya dije en el anterior capitulo te lo agradezco millones. Ahora, me alegro de que te gustara ese capítulo, valió la pena tantos quebraderos de cabeza. Aunque créeme, que en este estuve pensando las cosas 43234 veces más. En fin, espero que también te guste este capítulo y de nuevo gracias por leerme y comentarme hasta el final. ¡Un besazo muy grande y cuídate, crack! Yoregay tuvo su merecido, bitchesxDD. Espero que te guste el final del fic:3
Ishy: Que bueno que hayas disfrutado tanto este capítulo. Como viste, nada hizo que su memoria despertara, pero creo que es hermoso este final. Saber que aunque pierdan la memoria, volverán a enamorarse y volverán a estar juntos. Eso es lo que me parece hermoso, ¿o no? Los votos, creo que fue una de las cosas más hermosas que escribí, me alegro que te gustaran. Creo que este capítulo es mucho más largo, así que te habrás hartado. Gracias de nuevo querida, y espero que te guste el final del fic. ¡Besazos para ti!
Mis: Ay querida, menos mal que puedo comentarte en tu fic porque estos meses en los que escribiré me sentiré sola sin tus hermosos comentarios donde insultas y te cagas en yoremi unas 100 vecesxDD. Nah, en serio, gracias otra vez y repito 23432 veces lo que te dije en el anterior capitulo. Eres muy grande, Mis.
Y lo que dices es cierto, a ella no le gusta que Shikamaru fume. Pero como has visto que ella se lo da, lo hace por la razón de que sabe que para Shikamaru aquel mechero es muy importante. Es el único objeto material que le queda de su maestro, asi que aunque no le guste que fume, Temari sabe que él se sentirá muy feliz si lo tiene de vuelta. Me pareció un gesto hermoso por parte de Temari.
Qué maravilla que te haya gustado, Mis. A ver qué te parece este último capítulo y simplemente, es un orgullo que me hayas seguido hasta el final, mujer. ¡Besazos! Te amo y lo sabes, amiga:3
Any: Ahh, querida guest, bienvenida a mi historia aunque sea en el último capitulo tienes la conti y me alegro de que te haya gustado el anterior capitulo. ¡A ver qué te parece el ultimo! Un gran abrazo.
Mari: Mi loca y querida Mari, ¿qué hare sin tus comentarios, enserio?xD Al final te di el bebe, ¿viste, viste? Aunque solo fuera en los créditos. ¿VISTE? oifjeeidjfjwijhddxD La baranda aguantó, te lo aseguro jajajajajjaja. Es una baranda fuerte, mujer. Ay me alegro de que te gustara tanto el capitulo, a ver qué te parece este ultimo. Ifkjdjwiijfie, mujer, ¿cómo me piensas en el anillo de bodas? Te seré sincera, yo también lo pensé, pero me dije: "eso será muy cabron y la Mari me matara" así que no lo hice fiejwieoiejwnhjwief. Ok, no. Pero sí que lo pensé.
De nuevo gracias por tus comentarios con los que me haces reírme muchísimo y gracias por tu presencia, amiga. De verdad, que te agradezco todo una millonada. ¡Muchísimos besazos y abrazos! A ver que te pareció este último, querida. Gracias por todo:3
Ana: Demasiadas Ana, demoniosxD Gracias Ana, mi AnaMicenas porque me muero de amor con tus reviews. Gracias por ser mi review 200 porque casi salto de alegría. Justo lo estaba por subir cuando veo que tú, querida, eres el review 200. Me hizo tan feliz, así que gracias por ello, de veras. Fue tan hermoso. Jfwijejdiewjedfij. *tiene 200 reviews y salta de un lado a otro*. Dios, en verdad que no te imaginas lo mucho que te agradezco tu apoyo, Ana. Porque eres una gran persona, una gran amiga –porque así lo siento- y una persona que sabe escribir y comentar con palabras que son necesarias y justas, que hacen felices a los escritores. Eres grande, mujer:3
Espero que este final para él te haya gustado, no quise poner más de él porque no lo vi necesario. Es un OC que creé, así que pienso que no necesita más líneas. Ademas, el final creo que fue apropiado para el ShikaTema:3. Que bueno que te gustara el lemon, porque en verdad aun no me considero experta en ellos, me creo novata jajajajaja. Gracias por tus hermosas palabras, querida. Pero si, les veo que en ese momento se amaban tanto que no supieron expresarse de manera diferente.
Esa teoría, sale en la película, y la retoque mínimamente. Me parece algo hermoso y bonito de leer, necesario en ese capítulo. Es parte del drama, mujer, el final valió la pena tu sufrimiento. ¡Estoy segura! Aquí tienes el final tan merecido y de nuevo millones de gracias por tus reviews, eres increíble, mujer. ¡Un abrázote amiga y a ver que te pareció este ultimo capitulo!
Ana(guest): Vaya, me alegro de que te gustara. Aquí tienes tu ansiada conti a ver qué te parece, mujer. ¡Un gran abrazo y gracias por leerme!
Loveotaku17: Me alegra que te haya gustado este fic, gracias por leerme, mujer. Ofjjeijfj, son Shikamaru y Temari le van los problemasxDDD. Oh Dios, es que los capítulos de Mis pueden conmigo, son demasiado fijuiedidujewie. En fin, a ver qué te parece el último capitulo. ¡Un gran abrazo!
De nuevo os agradezco a todos y cada uno de vosotros por esos 200 reviews que aun no me los creo ajjajajajaja. Gracias por seguirme y por leerme en mi primera historia ShikaTema. Gracias por hacerme feliz. Esper que os guste este capítulo y que lo disfrutéis, porque os lo mereceis. Como dice Taylor Swift en "Enchanted"…
¡Estoy encantada de haberos conocido! –bueno, no lo dice exactamente asi, pero se me entiende, ¿no?xD
Cuando vuelva con una nueva historia, lo hare con las pilas cargadas. ¡Un gran saludo, se os ama!
Se despide, agradecida y emocionada, TemariAckerman06.