Lo sé, no he continuado mis otros dos fics, ¡pero realmente cuando vi la imagen para esta nueva colección, no pude evitar ponerme a escribir! xD así que lamento mi tardanza a mis demás fics, pero les aseguró que no los he abandonado (: Así que ahora, espero y reciban de buena manera esta nueva colección de drabbles amistosos en un AU, de Natsu y Juvia, ya que quiero verlos juntos como amigos porque Mashima no me quiere cumplir ese placer. Mas adelante quizás agregue Gruvia, Nalu, u otras parejas ;)
¡Espero y lo disfruten!, ¡Reviews!
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Drabble # O1
Dos bomberos y un día libre
Natsu se encontraba tranquilamente sentado en uno de los sillones en la sala del apartamento, que compartía con su amiga y compañera de trabajo en la estación de bomberos; Juvia Loxar. Miraba la televisión, pensando en cuando, Luffy al fin se convertiría en el rey de los piratas.
El chico, o más bien hombre que no pasaba de los veintitrés años y vestía, unos jeans gastados y una camisa de manga corta roja (se habría puesto su bufanda, pero Juvia siempre lo regañaba porque según ella, esas eran solo para época de frío), miró el reloj en su muñeca izquierda, notando que ya habían pasado más de media hora desde que su amiga le había dicho que solo, iba a buscar una blusa linda que ponerse.
—Pues que tanto hace—murmuró, escuchando, como la puerta se abría y de ella, provenían pasos.
Y volteando miró, a aquella chica de cabellos azules quien traía puesto un vestido de verano color amarillo. Y aquellos cabellos largos ondulados, los tenía recogidos en una coleta alta.
— ¡Juvia está lista! —Exclamó caminando hacia su amigo—Y bien—dijo dando una vuelta— ¿Cómo se ve Juvia?
El chico se encogió de hombros.
—Te ves igual de siempre para mí.
— ¡Natsu-kun eres muy grosero! —se quejó—Si esto sigue así, Juvia se quejará con Gajeel-kun.
— ¡Ja, como si ese Kurogane me diera tanto miedo!
Luego pensó, en todos los posibles daños que su jefe le haría si se entera, que fue grosero con la chica que todos saben, es la niña de sus ojos (luego de Levy, la mujer de la biblioteca cercana a la estación de bomberos). Tembló un poco.
—Q-Quiero decir ¡te ves muy bonita!, ¿y te hiciste fleco?, no lo había notado, te queda bien.
La chica sonrió con burla, siempre era divertido meter a Gajeel de por medio cuando quería salir ganando en alguna discusión, tema o en este caso, cuando quería un cumplido aunque fuera obligado por parte del de cabellos rosas.
—Y bien…—se sentó en el sillón—¿Qué quieres hacer hoy Natsu-kun?
El chico parpadeó, luego se quedó pensativo un rato.
Tenía hambre, así que esa era la única opción que veía disponible.
—¿Quieres ir a cenar? —Preguntó—¡Tengo un hambre que me comería todo el maldito refrigerador!
— ¡Entonces a cenar será!
Ambos se levantaron con alegría, pensando en cual restaurante irían a comer, más, cuando sonó el celular de Natsu, todos los planes se fueron al caño.
— ¡Yosh! —Contestó, luego, hizo una mueca— ¡Eeeehh!, ¡Pero es nuestro día libre Gajeel!
— ¡Me vale una mierda si es su día libre! —Gritaron del otro lado de la línea, Juvia sonrió nerviosa— ¡Los quiero a ambos aquí para que vengan por el equipo!
— ¡Para eso están los inútiles de Sting y Rogue!, ¿¡Qué no estaban ahí!?
— ¡No somos inútiles Natsu-san! —se quejó aquel rubio mencionado.
Juvia, se acercó a su amigo y le arrebató el celular: — ¿Qué ocurrió Gajeel-kun?
El moreno suspiró más tranquilo, explicándole a su amiga que habían recibido una pequeña señal de alarma de la preparatoria Lamia Scale, y que los quería hayá de inmediato, ya que tenía pereza de buscar los números de los demás chicos y el único que se sabía, era el de ellos.
—Juvia entiende, iremos para allá—dijo colgándolo, y ofreciéndole a Natsu, una sonrisa de disculpa—En otra ocasión Natsu-kun.
El chico maldijo a Gajeel y a su dudosa descendencia, mientras que refunfuñando detrás de Juvia, salió del departamento.
Aunque luego se detuvo mirando, como la chica buscaba algo en su bolso.
—Etto Natsu-kun… no le diste a Juvia las llaves del auto.
Natsu parpadeó confundido, luego sonrió.
—Oh, entonces las dejé adentro—respondió dándole la espalda y caminando hacia la puerta—Pero ni creas que te dejaré conducir, lo haré yo, ya que mi fobia hacia el volante se está yendo, ¡es un milagro!
Exclamó mientras empujaba la puerta… y nada. Estaba cerrada, y por más que diera vuelta a la perilla, esta no se abría.
—¿Algún problema Natsu-kun? —preguntó la Loxar acercándose—¿Qué ocurre?
—Parece que dejé la puerta con candado.
— ¡Oh! —Soltó ella—Para eso solo se necesita la llave—dijo con una sonrisa.
Natsu se quedó callado.
— ¿Y bien? —preguntó Juvia.
— ¿Bien qué?
— ¿En dónde está la llave Natsu-kun?
—…
—…
—…
— ¿Natsu-kun?
—…están junto a las llaves del auto.
Y afuera del edificio, donde un chico de cabello negro y sin camisa caminaba, se pudo escuchar el grito molesto de una mujer y los gritos de agonía de un hombre.
Mientras que en la preparatoria Lamia Scale, Sting y Rogue miraban con los ojos entrecerrados que la alarma de incendios había sido activaba, gracias al cigarrillo que el director Jura se estaba fumando.
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# Usagi-chan.