PRÓLOGO

¿Cuán profundo puede ser el dolor de perder a un ser querido, que logra cambiar hasta el más gentil corazón?; ¿cuán difícil es afrontar la realidad y el hecho de que no volverás a oír su voz, ver su rostro o sentir el amor que te puede entregar aquel que dejó estas tierras? Sentimientos y preguntas que abrumaron por mucho tiempo al joven heredero de Greenwood, quien tuvo que hacer frente a la pérdida de su padre, verlo caer en combate y continuar; solo porque había un reino que gobernar, un pueblo que guiar y una promesa que cumplir. Y así lo hizo, se convirtió en rey, en gobernante. Afrontó la pérdida, aprendió a vivir con el dolor, en gran medida, su familia ayudó en el proceso, su esposa le guió y le animó a continuar, prometiendo estar a su lado hasta el final, mientras su pequeño hijo le daba vida su corazón cada vez que lo veía sonreír.

Pero el destino a veces es cruel y no se cansa de poner pruebas en nuestro camino. Así fue como Thranduil debió enfrentar la pérdida una vez más. El ahora gobernante de Greenwood, tuvo que hacer frente a la más cruel de las torturas, su amada y su hijo habían sido presa de las viles criaturas que ahora vagaban en las cercanías de su reino; tuvo que luchar ferozmente para rescatar a ambos de las garras del mal. Pero al destino le gusta jugar.

Fue como si arrancasen parte de su corazón cuando Thranduil tuvo que decir adiós a su amada, dejarla ir donde no le podía acompañar, superar el dolor una vez más y luchar por el pequeño que aún estaba a su lado. Y así lo hizo, por un tiempo pudo sobreponerse a la pérdida, sin embargo, el dolor lo cegó, llevando al olvido toda alegría que alguna vez existió, dejando en la superficie aquello que es más fácil manejar, la ira, la distancia y la indiferencia.

Thranduil, rey y padre, escogió aferrarse a aquello que mantenía alejado su sufrimiento, decidió vestir la coraza de rey; enterró en lo más profundo de su ser todo sentimiento que pudiese destruirle, dejó en el olvido el amor y la bondad que alguna vez expresó. Ahora, solo era Rey.