Puedo decir que finalmente te encontré.
Quizás no como lo imaginaba, pero te tengo aquí a mi lado y eso es todo lo que me importa.
Tus manos, esas que tomaban las mías para darme fuerza, para acariciarme cuando mas lo necesitaba, o para golpearme cuando me comportaba como un mocoso idiota. Esas manos, están ahora otra vez junto a las mías... entrelazadas y listas para jamás volver a soltarse.
Tus ojos, esos que me dedicaban toda clase de miradas. Puede que no te expresaras demasiado con palabras, pero dejabas expuesto tu corazón a través de ellos. Esos ojos que me hacían bajar la cabeza de la vergüenza, esos ojos que todos temían y que yo sabia; eran un simple escudo.
Tus brazos, que rodeaban mi cuerpo bajo la luz de la Luna, esos que jamás dejaban de arrastrar la carga que todos ponían en ti, esos que sostenían los cuerpos de los compañeros caídos y jamás dejaban de luchar... rodeaban mi cuerpo otra vez.
He esperado mucho por ti, porque sabría que vendrías.
Nos volveremos a ver, Eren.
Tus palabras suenan tan claro en mi alma, que parece que hubiera sido ayer cuando salieron de tus labios.
Gracias por haberme mostrado que no todo en este mundo es terrible.
Gracias por extenderme tu mano cuando todos temían de mi.
Gracias por amarme...
Puedo asegurarte que yo lo he hecho con todo mi corazón, y más ahora, que estas otra vez a mi lado. Jamás soltaré tu mano, jamás. Ahora que ya no hay mas titanes, que ya todo pasó... no te vuelvas a ir de mi lado. Eras, eres y serás por siempre, todo para mí.
Te amo, Levi.
Ahora que estas de vuelta aquí, te lo demostraré a cada minuto, hora y día, para que entiendas que mi corazón solo te pertenece a ti. A tus manos que me acarician con dulzura, a tus brazos que me abrazan con fuerza y a tus ojos que jamás dejaran de brillar.
Gracias por todo profesor... o mejor dicho, sargento. Y sobre todo, gracias por no olvidarme.