Bisexuality

La Presentación.

¿Por donde empezar…? Seria conveniente que comencemos por una pequeña sinopsis de mi vida. Milo es mi nombre, soy el Santo de la Octava casa del Zodiaco, la del Signo de Escorpio. En otro tiempo participé en diversas Guerras Santas perdiendo la vida en ella más aun siendo resucitado por la diosa Atenea posteriormente. Por suerte o por desgracia esos tiempos pasaron y los caballeros ahora coexistimos pacíficamente dentro de los dominios del Santuario de Atenea.

Tengo 26 primaveras y físicamente mido 1,85, peso 84 kilos aunque supongo que los que me conocéis sabréis más o menos mis medidas. Lo que estoy seguro que desconocéis son mis 20 poderosos centímetros de herramienta descomunalmente ancha que es la que se lleva la acción de mi vida actual.

Supuestamente soy de origen Griego, tengo ojos azules, pelo rubio largo y tez blanca pero… los griegos no suelen ser rubios de ojos azules y menos claros de piel, así que lo de "supuestamente" será porque realmente no conocí a mi madre, fui abandonado en un contendor de basura nada más nacer de manera prematura.

La maldita puerca que me tuvo en su vientre durante al menos unos meses antes de abortarme sería una autentica puta que se folló a algún extranjero por unos euros y este la dejó preñada. La muy zorra me abandonó recién nacido para no tener cargas en su trabajo y en lugar de dejarme en un hospital o en un sitio seguro me tiró a la basura, si no fuera gracias a que me recogieron por casualidad no lo hubiera contado.

Aunque aparentemente no sufriera secuelas psíquicas de ese traumático suceso, nunca me he interesado en buscarla y será mejor que jamás me den ganas pues como dé con su paradero me la follaré hasta desgarrarle el útero y la garganta hasta que muera desangrada. Con un poco de suerte hubiera muerto congelada en alguna esquina mientras hacía la calle.

Fui recogido, a duras penas lograron mantenerme con vida, una vez fuera de peligro me mandaron a un orfanato donde pasé los primeros seis años de mi vida sufriendo constantes abusos sexuales por parte de los cuidadores y compañeros mayores, sin olvidar a un grupo de odiosas niñas que se empeñaron en amargarme la existencia durante mucho tiempo. Pero a todos estos ya no les guardo rencor pues están bajo tierra, yo me encargué de buscarlos uno a uno una vez fui lo suficientemente fuerte.

Posteriormente reclutado por las fuerzas del Santuario la cosa no pasó a mejores pues me convertí en la putita de mi entrenador, el cual estuvo abusando de mí hasta que logré alcanzar el titulo de Santo del Zodiaco. El también esta bajo tierra…, fue la primera de mis victima antes de iniciar la persecución de todos aquellos que me dañaron de joven.

Todo este memorándum esta guardado en lo más profundo de mí ser y aunque luche por exteriorizarse lo mantengo reprimido; pero emerge en un fuerte e incontrolable deseo sexual que se mantuvo contenido durante la época de batallas. Por suerte o por desgracia ahora que no hay contra quien luchar no lo puedo controlar.

Cambiando radicalmente de tema, soy Escorpio, signo muy ligado al sexo y a la muerte, ¿no se nota? Algo tendría que comentar con respecto a ellos, los hay de tres clases, Los Lagartos, Los Escorpiones y Las Águilas, dependiendo de su forma de actuar se les otorga una categoría.

La de los lagartos son aquellos que son seres cobardes, desconfiados e incapaces de afrontar la vida. Malgastan el tiempo en pensar poderosas venganzas contra sus enemigos que jamás tendrán el valor de realizar; interioristas nunca se sabe que clase de maldiciones lanzan esperando que hubiera un poder superior que oyera sus suplicas y las realizara por ellos.

La de los Escorpiones es realmente peligrosa, son personas orgullosas y valientes que no muestran su juego, tienen una sola cara respecto a la galería. Inmutables pueden estar sufriendo por dentro que nadie se daría cuenta. Si eres su enemigo son capaces de mantenerse a tu lado como tu mejor amigo hasta que llegue el momento de que te confíes y le des la espalda, que será cuando apliquen sobre ti la más cruel y fría de las venganzas. Rencorosos hasta la muerte pueden guardar durante años un recuerdo negativo hasta que llegue el momento de poderlo utilizarlo en la elaboración de una poderosa vendetta.

Por último la de las Águilas, son la más poderosa de todas. Valientes hasta límites insospechados, sus enemigos no tienen oportunidad de hacerle daño pues se adelantan a sus jugadas y contraatacan de frente y sin recelos. No tienen temores pues saben que triunfaran por muchos obstáculos que se les ponga en el camino. No son vengativos y tienen la capacidad de saber que es lo que piensan los demás y saben quien es buena persona y quien mala.

Tengo que reconocerlo, seré cualquiera de estas tres clases dependiendo de la circunstancia, el eje de mi vida es el sexo y no me importará explotar todos mis recursos cuando de eso se trata. Soy camaleónico y tengo muchas dotes para conseguir mis objetivos.

Soy narcisista, ¡es que soy rematadamente atractivo! Es lo único bueno que pude obtener de quienes procedieran mis genes. En fin que le vamos a hacer, dios me hizo así y así tendré que aceptarlo, pero no os entristezcáis tal vez a vosotros en la próxima vida os haga mejores.

Me cultivo físicamente entrenando varias horas todos los días para conseguir un cuerpo completamente definido y como no me gusta el vello corporal me lo he depilado de manera definitiva. Ni fumo, ni bebo y jamás he probado la droga, la mierda me gusta tenerla lejos de mi cuerpo. Me gusta estar limpio por fuera y por dentro, cuando me baño me quedo mirándome en el espejo admirando mi cuerpo y pienso que si existiera la perfección absoluta, esta tendría mi aspecto.

No soy heterosexual, ni bisexual, ni tan siquiera homosexual. Digamos que para mí los hombres y mujeres son solo cachos de carne con diversos agujeros y extensiones que yo puedo utilizar para satisfacerme. No creo en el amor y reconozco que me dejo arrastrar por las pulsiones de mis necesidades físicas, cuando tengo hambre como, duermo cuando tengo sueño y follo cuando quiero y como quiero.

Suelo escanear a la gente cuando se ponen en mi punto de visión, de arriba abajo observando lo que me gusta y no me gusta de ellos. Siento predilección por los culos, es lo que más me gusta. Pero no caigáis en el error de calificarme como un follador en potencia, tanto me gusta comer un culo, como una polla, al igual que un dulce y lindo coñito. Me gusta follar y ser follado; ya soy adulto como para ocultar lo que quiero y deseo. Generalmente se considera de manera más despectiva a los que ponen el culo de los que ofrecen el nabo.

Me gustan las mujeres hermosas y con cuerpazo, aunque las gordas, flacuchas y feas para un apaño siempre se puede recurrir, siempre esta la clásica solución que es acostarlas boca bajo con la escusa de que así la penetración se siente mejor y darles por culo imaginando que estas con alguna modelo o famosa, todo con tal de borrar de la vista lo que te estas follando.

El género femenino es un curioso misterio, soy de los que piensan que si ellas se dedicaran a quedarse en casa atendiendo el hogar este mundo no tendría tanto problema de desempleo. No me llaméis machista ni misógino, seguro que muchos pensáis como yo y es que es simple lógica, la mujer esta diseñada para atender al hombre y obedecerle en todo lo que el quiera, siempre a sido así y no tenemos porque cambiarlo.

Me reservaré algunas de mis opiniones sobre las mujeres para más adelante, pero soy de los que piensa que todas son unas golfas chupa sangre que se divierten absorbiendo la vida de los hombres.

Con respecto a los del género masculino, son más llevaderos, atendemos a nuestras necesidades sin importar los sentimientos. El sexo es tan simple para nosotros que se puede hacer en cualquier momento si hay oportunidad. Me gusta la gente atractiva, pero como en el caso anterior, por compasión y con un calentón incontrolable siempre puedo ofrecerle mi polla a algún esperpento para que se tome un biberón con la condición de que se trague toda la leche.

No se si me entendéis, no os pido que tengáis mi capacidad de comprensión, mientras sepáis contar del uno al diez me conformo. No pretendo caer bien, yo soy como soy, ni más ni menos. Sigo el fiel lema de prometer hasta meter y después de haber metido nada de lo prometido. Esto es una selva en la que suenan los tambores de caza cuando una captura se pone a tiro, pero claro siempre hay que besar las heridas de mis presas para que mi juego no quede al descubierto.

Puede que después de semejante presentación no queráis leer mis aventuras sexuales pues no serán agradables para aquellos que buscan bonitas historias de amor, esto más que amor será pornográfico, con todas las letras. Puede que incluso hiera algunas sensibilidades pero advertidos estáis y si no queréis lamentarlo será mejor que no sigáis leyendo.

Muchos me repudiáis por considerarme un sucio bicho y no estáis muy desencaminados, soy un mal bicho pero que no os odia por odiarme, más bien siente lastima por vosotros pues solo me rechazáis porque sabéis que ni en el improbable caso de que estuviera borracho os daría mi pollón y enloquecidos por la envidia actuáis así. Que mala es la envidia, mejor os diera vergüenza.

Sinceramente me podéis llamar como más os plazca y pensareis que seguramente en el futuro yo acabaré mal por el clásico dicho que dice "A cada cerdo le toca su San Martín" o aquel que dice "Quien siembra vientos recoge tempestades". Pero ante tal dicho yo solo diré una cosa: ja ja ja. Yo solo tengo el lema de "Bicho malo nunca muere".

Por supuesto no me olvido de aquellos que si me dan su afecto y entienden mi manera de ser y actuar. Si todos fuéramos así este mundo sería un lugar feliz y armonioso, ¿no creéis?

¿Queréis leer lo que viene a continuación?