Hola chicas, aquí esta el final de este fic.
Sakuyachan18: Gracias por haber sido la lectora fiel. Este capítulo está dedicado a tu persona. Espero que te guste. Y sí, esa pareja es todavía más crack que esta, pero eso es genial.
Paltita: Gracias por comentar. Que bueno que te haya gustado aunque no sea tu OTP, tú dales una oportunidad, igual y terminan gustándote las variedades del fandom.
sugA u-u: Gracias por comentar. Oh, eres la única chica que conozco que su OTP como tal es esa. Al menos ya te brinde una pareja para el adorable armador. Ya no estará más foreveralone.
Kei Tsukishima: A mí esa parte del manga me encantó, en especial la cara de Ushijima cuando ve a Hinata saltando. Oh, es que es tierno, atrae los instintos maternos de cualquiera :O. No entendí mucho lo último, disculpa.
Espero que les guste y verlas en algún otro fic que suba. Si es que me llega la inspiración.
Lacrimosa, Lichtgestalt
Fragmentos VII
A donde quiera que vayas
Lo que sea que hagas
Yo soy parte de ti.
Oikawa mira en derredor; el reloj de la pared a un lado del local de comida vegetariana marca las siete de la noche con cuarenta y tres minutos. El tiempo corre normal. Está rodeado de gente de lo más común, las pláticas son en su idioma, y le llegan leves fragmentos de lo que charlan por lo menos las personas de dos mesas a la redonda. Siente el peso insistente de las miradas indiscretas – algunas fingen un poco mejor – de las chicas que no dejan de señalarlo con la barbilla. Su hamburguesa sabe bien, relativamente, y la soda burbujea con un par de hielos deshaciéndose. Y lo más importante, Kageyama Tobio luce exactamente como debería lucir en el mundo real. Es la suma de todos esos detalles lo que le dicen que efectivamente está despierto.
Tobio se remueve incomodo en su sitio y sorbe a través de la pajilla su malteada de chocolate. Intenta inútilmente congelar su sangre para impedir que el rubor de sus mejillas se siga extendiendo. Se siente, aparte, ofendido ¿Tan difícil es creer que él… qué él… bueno eso? El rostro de Tooru sigue siendo un poema. Mantiene la boca abierta y no ha parpadeado en un buen rato, los ojos comienzan a llorarle y ¿ha dejado de respirar o es su imaginación? Como se ponga morado entonces comenzará a asustarse.
— ¿Es…? ¿De verdad tú...? ¿Estoy despierto? — son las estupideces que Oikawa logra balbucear antes de levantarse y bordear la mesa.
Tobio cree que el corazón va a escapar por su garganta cuando Tooru se le planta delante, tan cerca y rápido que ha estado a punto de golpearle el rostro con la frente. Oikawa sonríe ampliamente antes de besarlo. Una sonrisa que guarda miles de promesas implícitas en ella, que sube y resplandece en sus orbes chocolate, una sinceridad abrumadora a la entrega.
Un beso demandante con tintes de ternura muy mal disimulados. Tobio intenta alejarse, hay mucha gente viéndolos y su rostro ahora es un alerta rojo a nivel nacional. No obstante las manos de Oikawa se anclan a los lados de su cabeza y lo atraen más. Ninguno cierra los ojos, se quedan contemplándose fijamente, intentando de alguna forma fusionarse más allá de la saliva compartida. Por medio del alma, unir los lazos invisibles rojos que obligadamente deben tener en el dedo meñique. Intentado penetrar en el otro pero siendo al mismo tiempo dos entes separados.
A Tooru no le importa nada, ni siquiera si existe una muy remota posibilidad de estar soñando. Las palabras de Tobio aún retumban en su cerebro.
«Sí quiero ser tu novio»
Después de un año ya era justo.
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Hinata brinca de un lado a otro en la cancha, tan animado como de costumbre. Es un simple partido entre amigos una tarde soleada de domingo. Una tradición de los miembros de Karasuno que aún con tres años de haber sido un equipo (con Sawamura como capitán) siguen conservando.
Todo Karasuno está presente – incluso Tsukki – y sus antiguos camaradas que ahora son universitarios. Hay rostros nuevos por supuesto, pero ninguno de ellos es tan escalofriante e imponente como el de Ushijima. Hasta la fecha Kageyama se sigue preguntando como es que su señuelo (porque es suyo indiscutiblemente, él será el único en hacerlo volar. Y eso lo hará por siempre) está con alguien así de serio. Cómo es que siendo tan opuestos terminaron juntos, pero si Tanaka pudo conquistar a Shimizu y Yuu descubrir que su admiración desmedida por Asahi en realidad era amor entonces todo es posible, es lo que cree.
Le agradan las reuniones quincenales, porque le demuestran con hechos fehacientes que ya no está solo, y tampoco teme ser abandonado. Se sabe querido, eso especialmente. Y tiene amigos verdaderos – puede que lo dude todavía con Tsukki –. También le encanta la forma en que su novio aún intenta derrotar al as de la selección juvenil de Japón. Es extraña esa rivalidad siendo que no tienen la misma posición y que son compañeros de equipo ¿Cómo se compite así?
— ¡Kageyama, levántala para mí! ¡Vamos! ¡Tráela acá! — grita Shouyo, un pedido común que implica el final de la discusión entre sus respectivas parejas. Ushijima no puede con la idea de ver al pequeño pelirrojo tan unido a Kageyama y Oikawa con la idea de ser ignorado por las dos personas más odiosas que conoce – eso incluye a Tobio, siguen sin caerle bien los genios –.
Hay cosas que no han cambiado. Y otras que Kageyama se encargará de mantener.
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Sus manos se han vuelto llamas, abrasan su piel mientras la acarician con suavidad. Se deslizan desde su cuello hasta sus costados y se entretienen ahí con lo que encuentran a su paso. Kageyama jadea de puro placer, él tampoco se puede estar quieto y ha convertido sus brazos en cadenas que aferran a Tooru mientras lo besa.
Ya no pueden ni respirar bien, la saliva se escurre de la comisura de sus labios y los pantalones les aprietan a ambos.
Oikawa lame la piel desde la mandíbula hasta la parte baja del abdomen. Siente a Tobio retorcerse bajo él, gruñir roncamente y mascullar una maldición. Se ríe bajito, la impaciencia de Kageyama sigue ahí pese a tener dieciocho. No es su primera vez pero a Tooru le encanta ir despacio, le fascina ver cada reacción en su novio, le hipnotizan sus gemidos y adora la forma en que explota violentamente antes de tomar las riendas y abusar de él. La forma en que se entrega y lo sumiso que se ve cuando se ofrece a sí mismo en un gesto obsceno.
Se abren los secretos que son sólo suyos. Las puertas permiten su entrada a un mundo de placer. Están ahí juntos, en la cama, comiéndose a mordiscos grandes porque Tobio ya se ha desesperado lo necesita ya. Tooru cede. Es momento de tomar lo que ya le pertenece.
Y como es costumbre, cuando estalla el orgasmo y siguen en las nubes Tooru aferra a Kageyama y le besa la frente, mientras lo acuna contra su pecho le repite lo mucho que lo ama. Tobio, en cambio besa su clavícula y le dice la única palabra a la que nunca creyó encontrarle sentido: siempre.
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Cuando Kageyama duda a medio camino, sólo necesita recordar el peso de la pequeña joya sobre su dedo anular.
Un aro blanco que tiene gravada una inscripción en el interior. Levanta sus ojos azules y los clava en el rostro sereno de Oikawa.
No hay duda ni un ápice de temor, tan confiado en que firmara el dichoso papel frente al juez.
A su alrededor Tobio se percata de todo lo que tiene, y de lo feliz que está en ese preciso instante. Siente que de un momento a otro va a romper a llorar de la pura dicha, un sentimiento que no llega a él demasiado seguido.
En menos de un segundo su firma yace plasmada en un documento legal que dice que Oikawa Tooru es suyo. Que él, Kageyama Tobio, le pertenece eternamente.
Y aunque no tuvieran esa aprobación social, se pertenecían para siempre.
Ese pequeño objeto que le da fuerza, fe y esperanza. Porque Oikawa siempre estará con él.
Muchas gracias por haberme acompañado a lo largo de este pequeño fic. Extrañaré escribirlo pero como puse en un capítulo pasado: todo muere. En este caso finaliza.
Como podrán darse cuenta, está ambientado años posteriores. ¿Por qué? Pues porque quise cumplir con lo que Hinata pensaba, ellos dos debían formar su vida juntos y ser felices. Las edades en cada fragmento varían, cálculo que en el último tienen más de veinticinco años.
Espero que les haya gustado.
Cualquier duda, sugerencia o petición favor de un rr.
Anímense a comentar, es la última vez. Pero si ustedes gustan regresaré con otro fic (por ahí anda Stockholm, un fic OiKage que subí el 15).
Cuídense.