Disclaimer: TMNT no me pertenece ellos son propiedad de la autoría intelectiva de Kevin Eastman y Peter Laird.

N/A: En vista que el secreto del Sensei vera su fin pronto dejen el estrés y el que quiera leer conflictos pase libremente a nuestro personal y 'estimado' troll Realturtlefan si apareces por acá bienvenido al foro si papito o mamita seguiré publicando y si eso te incomoda grita consignas en frente de tu casa en la calle con una máscara de anonymous. Así relax por la vida. ¡Besos!

Feudalista

Leonardo estaba de visita en el mundo de Usagi. Los viajes interdimensionales nunca habían sido su fuerte pero lo prefería y a los dolores neuronales que estos provocaban a estar escuchando chistes obscenos en esa posada de mala muerte que apenas y podían pagar un forastero y un samurái vagabundo. Los hombres de la posada estaban al tope de sake y al tope de testarudez.

Resonando entre cientos de voces la calmada voz aleccionadora de Usagi salía a borbotones calmando el ambiente. Leo tenía ya veintitrés años cumplidos y Usagi debía tener ya cumplidos veintiocho y era experto en no quemarse la garganta con sake de frutas.

Para ser honesto consigo mismo, no le gustaba beber pero a los amigos de su querido compañero del bushido si y habían perdido una apuesta con Gennosuke y ahora tenía que demostrar sus habilidades con la bebida.

Si lo viera el maestro Splinter.

La luz entraba lóbrega desde el vientre de lámparas de aceite el reír de los embriagados y el canto de las cigarras, la suave brisa de la primavera y el apoyado en una barra, el ninja kame estaba acostumbrado a la evasión no a estar entre antropomorfos. Tales como él.

Usagi reía sinceramente y le contaba sucintamente una anécdota de mucha de tantas crónicas afamadas suyas.

Lo vio un momento, esos pómulos sonrosados y esas orejas caídas. Sonrió de lado. Se veía tan sereno que provocada verlo en ese estado todo el dia y la noche.

Definitivamente luego de dejarlo dormido en su futon agradeció irse a beber con el no todos los días podía contemplar a un compañero ejemplar en la batalla. Este entre abrió un ojo riendo y le obligo a acostarse a su lado en determinado momento de la noche.

—Te estimo mucho Leonardo-San jejeje…

—Has bebido demasiado Usagi.

Aunque el conejo pensaba que no lo suficiente.

N/A: Si tienes cuenta quieres comentar algo lo que esperas o no esperas házmelo saber serán cortos y un tanto experimentales solo porque nadie sube de esta pareja al parecer.

¡YANE!