Zeijakuna Jiin

Por AomineDaiki.


1.00


Para Sousuke no existe nada más serio que su querer. Nada más importante que el amor que le hierve la sangre. Ni nada más preciado que Rin. Por ello el saber que aquello que más adora es objeto del egoísmo de un sujeto insensible y frívolo como lo es Nanase, le causa el peor de las desdichas y desata en sus adentros una tempestad abominable de terribles sentimientos. Nadie que tome a la ligera o que hiera a Rin puede vivir sin pagar las consecuencias de sus actos.

Mucho menos él.

Yamazaki sabe que el tener la mano acariciando firme el miembro de Rin, es un placer que nadie a tenido, ni siquiera Nanase. Tenerlo presente es una dicha que al final de todo esto se amargará tanto que el dulce regocijo sentido tomará la forma de una quimera o hasta un mito, y el presente transformado en pasado lo atormentará.

El pene de Rin se endurece, y Sousuke percibe en su palma la humedad y el calor que de la anatomía de este se desprende. Es curioso, el contraste con las demás partes de Matsuoka que aún permanecen heladas por la negligencia de su dueño.

"Rin"

Sousuke lo llama, directo al oído, arrastrando los labios en el suave cartílago. Respirando hondo, profundo, y acariciando aún con la punta de su nariz al capitán de Samezuka.

"Estás duro"

Sus palabras hielan a Matsuoka, y justo en ese momento Yamazaki desvía la mirada, sin apartar los labios de la oreja, hacia el espejo. Rin tiene los ojos bien abiertos, lo suficiente para que las lagrimas que han brotado y permanecido acumuladas en el borde de esas enormes y risadas pestañas se caigan desoladas. Pasando acongojadas a lo largo del pecho de Matsuoka que se ensancha y desploma en intervalos largos. El hecho de hallarse en esas condiciones quiebra por dentro a Rin, Sousuke es capaz de leerlo en el bermejo de esos iris encendidos que le empujan a ese profundo océano de desdichas.

"No pongas esa expresión. Detesto verte así"

Yamazaki hunde el rostro contra el cabello mojado de Matsuoka. Renegando de esa visión, susurrando hastiado, molesto, triste. Aflojando la sexualidad de Rin.

"¿Sou-suk-¡ugh!"

Quiere ser amable, gentil, delicado con lo más importante para él, pero sus instintos, el cosquilleo insoportable e sus dientes, le someten y antes de que termine de decir su nombre vuelve a oprimir la virilidad de Matsuoka. Lo suficientemente enérgico para obligarle a doblarse hacia adelante y abrir la boca, dejando caer un pesado, brillante y dulce hilo de saliva que no logra deglutir.

"Ngh"

Tener a Rin encorvado, desplegando la belleza de su línea vertebral es una explosión en el temple que lo retiene. Es ese trazo esbelto, delicado, lo que erosiona su salvajismo y despierta el deseo de comerlo, abriendo las fauces para morderlo una vez más.

"¡Argnhg"

Escucharlo jadear, rechinar los dientes buscando ahogar su voz, es un placer, y Sou relaja la mandíbula, desvaneciendo la presión de sus caninos, lamiendo inocente la zona dañada por su grave apetito.

"No lo hagas"

Rastreando con el índice, anular y el dedo medio las fauces de Matsuoka, repta por el cuello y la cara. Las afiladas cúspides que tornan peculiares a sus órganos dentales le cuentan que ha encontrado lo que busca. No aguarda ni un poco para introducir de golpe las falanges a la garganta, prensando la lengua de Matsuoka. Apretando y haciéndole salivar descontrolado, sin siquiera poder tragar.

"Quiero escucharte, Rin"

La mandíbula del capitán tiembla, y sus dientes no tardan en penetrar la carne de Sousuke que frunce las cejas soportando indiferente la ruda respuesta. Matsuoka está furioso, quiere e intenta mantener la resistencia. Prueba sacudir el cuerpo, pero Yamazaki sujeta sus testículos, debilitándolo, causando corto circuito.

"Mierda"

Rin quiere liberarse, escapar de las fauces voraces de Sousuke. Éste lo sabe, pero no va a permitirlo, no ahora que lo ha alcanzado y que Nanase no está a su lado.

"¡Maldición, no puedo quitármelo. Su fuerza es mayor que la mía"

A Matsuoka le llega el sabor dulce, ferroso, de los dedos de Yamazaki. Eso no le gusta, lastimar a Sousuke, ni la situación que se presenta.

Yamazaki está más tranquilo, lo suficiente para disfrutar cada segundo de su acto supresor. Quitando la mano de las gónadas de Rin, baja hasta alcanzar el diminuto orificio centrado entre ambas nalgas. Matsuoka contrae el recto justo en el momento en que lo toca. Y Sousuke siente que el carbón corriendo en sus venas se atiza con fuerza.

"Rin"

Yamazaki lo llama, en sus adentros, con esos pensamientos que chocan unos contra los otros, volviéndole miserable. Intentando ignorarlos cuando introduce un primer dedo en el ano de Matsuoka. La respuesta es instantánea, los músculos del capitán lo estrujan y la entera silueta tirita.

"Nnnn"

El ruido es un llanto desastroso, Sousuke entiende lo grave de sus acciones, de lo miserable que está haciendo a la persona más importante para él. Pero necesita hacerlo, empezando a mover su digito contra la severa tensión de Rin.

Al inicio es difícil pero Yamazaki opta por dejar en paz la boca de Matsuoka para centrarse de nuevo en su masculinidad.

"¡Puagh!, cough- cough-"

Rin tose salvaje, caótico, distrayéndose en deglutir, dándole la oportunidad a Sou de penetrarlo con dos dedos y acariciarle de la base a la punta del pene.

Matsuoka no puede continuar con su renuencia, Yamazaki ha dominado por completo. Y en su vergüenza Rin prefiere ocultar el rostro y olvidar lo que pasa. Sousuke observa la negación a la que se presta Rin, eso no le hace feliz. Añade el tercer dedo, centrándose con hastío en hallar el punto indicado que quiebre aún más a Matsuoka.

El interior de aquella luz que le ilumina es tan estrecho y cálido. Tan dulce, frágil y suave como los sentimientos de Rin. Sou entiende que es importante en la vida de Matsuoka, pero que no más de lo que lo es Nanase. Él quisiera que Rin solo lo necesitase a él, que en su mente solo hubiera cabida para los sueños de ser un nadador olímpico, y quizás uno para él mismo. Pero ese no es el caso, todo tiene que girar en torno a ese sujeto que no puede reconocer, que tanto detesta y aborrece.

En su coraje, sin haber localizado la próstata de Matsuoka, retira los tres dígitos de su recto. Bajando su pantalón, liberando su potente erección. Sujetando con ambas manos las nalgas de Rin, abriéndolas para restregar su virilidad contra el ano de Matsuoka. Frotando firme, lento, descarado.

"¡¿Hah?!, ¡no me jodas!, ¡detente, Sousuke!"

Rin voltea de inmediato hacia atrás, tratando de enderezarse y queriendo alcanzarlo al extender su brazo derecho hacia a él. Yamazaki no se lo permite al sujetarlo del cuello y empujarlo hacia abajo, sometiéndolo contra la banca, ejerciendo presión sin dejar de acariciar con la punta de su miembro la entrada de Rin.

"Quédate quieto"

"¡Suéltanghme!"

"Lo haré si dejas de moverte"

"Tienes que estar de broma"

"Entonces no te quejes"

"Bastardo"

La esbelto raquis se menea, igual que el cuerpo de una serpiente marina. El cosquilleo se acrecienta y Sousuke, al límite, cierra los ojos por segundos para después mirar a Rin de forma irritada, cansada y viciada. Odiándose y penetrando a la fuerza los adentros de Matsuoka.

Gyah!"

Sintiendo a Rin apretarlo, renegando, rechazándolo por completo. Dificultándole la intromisión. Obligándolo a ser mucho más rudo, a lastimarlo y a aborrecerse por ello.

"Sá-calo"

"Todavía no"

Cuando logra profanarlo, las sensaciones se desbordan como las mareas salvajes en las costas. Sousuke puede percibir el pulso acelerado de Rin al estar así.

Y a su corazón resquebrajarse en miles de pedazos.


つつく...


N/A Hahaha, ¿qué mierda escribí?, no entiendo porqué esto tiene pinta de ser un non-con y eso no me agrada (?). Oh, Jesús Cristo, ¿qué pasa conmigo?, ya ni porque Sousuke mira a Rin como su todo y su luz y… a la fregada, a ver qué pasa en el último capítulo de este coso. ¿Alguien anda a full con sus feelings?, porque yo sí. ¿Miraron el episodio ya?, seguro sí.