Capitulo 2. Conocer, preguntar y hacer.

Así, la cita comenzó, Kagami y Seiko comenzaron a caminar por un largo sendero que conducía a los adentros de aquel enorme parque, en el cual había arboles gigantescos. La mayoría floreados, que ofrecían una sombra agradable; también había animales de todo tipo, algunos mamíferos pequeños, y había un lago en el centro de aquel enorme lugar. Básicamente el escenario se daba por sí solo, ahora solo faltaba poder hablar con tranquilidad.

—S-Seiko…te vez muy linda hoy…bueno, no es que no siempre te veas linda…B-Bueno no es que…eh…bueno te vez bien…hoy... —Y comenzó mal, ahora estaba trabándose y hablando como tarado, trabándose…pero, Seiko lejos de enojarse solo soltó una pequeña risa sutil.

—Gracias, usualmente me visto así cuando salgo—En su casa ella suele usar siempre kimono, ya que así es como su hogar lo establece.

—B-Bueno…te vez bien—Kagami rascó su nuca nervioso mientras desviaba la mirada, sintiendo que sus mejillas tenían un pequeño ardor de pena. Estaba algo extrañado de que ella fuera tan… ¿Comprensiva? Como si le dejara pasar sus errores.

—Y ahora ¿Qué haremos? —Preguntó Seiko con tranquilidad mientras miraba los alrededores con una sonrisa, el día estaba mas que precioso sin una sola nube, pero sin hacer tanto calor. Las flores eran vistosas y todo parecía estar bien…las amigas de Seiko acertaron, ella adora esa clase de paseo.

—C-Creo que podemos ver algunas cosas, y si te da hambre…con gusto puedo invitarte un té o lo que mas te guste…

Podría ser tonto, pero la verdad a Seiko le gustaba la actitud de Kagami, ya que el mayor se estaba comportando dulce y considerado, y no porque le tuviera miedo. Seiko por mas que le miraba no encontraba miedo o terror, no estaba tenso de la forma en la que se viera que él estaba forzándose a si mismo. No, todo lo contrario…Kagami solo estaba nervioso…y si, a la fría emperatriz eso le pareció dulce.

Él era el primer…chico…que…

—Esta bien… ¡Mira juegos! —Seiko tomó la mano de Kagami quien en dos instantes se puso como un tomate, pero solo ocultó su rostro mientras era dirigido por la menor.

Llegaron al area de juego la cual estaba vacía. Seiko caminó sonriente mientras se sentaba en un columpio. —A puesto a que te gano

—Tu nunca pierdes—Sonrió cual idiota, Seiko era como una niña pequeña, una hermosa muñeca sentada en aquel columpio.

—Solo ven y ya. —Y tal como se le indició eso hizo, tomó asiento en el columpio que estaba al lado, y ambos comenzaron a tomar impulso.

—Sabes Kagami-kun, siento haberte obligado a invitarme, sinceramente no pensé que lo fueras a hacer. —Kagami admiró la expresión de la chica, aunque la verdad él no la conocía bien, por lo que le había dicho Tetsuna, ella no era una chica precisamente delicada que se disculpara con otros por lo que se impresionó mucho…bastante a decir verdad.

"No me importa…no importa nada, me daré la oportunidad de conocer a esta chica"

Pensó Kagami.

—A decir verdad me sorprendiste, y no sabía que hacer… ¡Pero ni creas que te no tendremos nuestra cita! ¡No sabes todo lo que he pasado! Me han dicho feo en todas partes…además…creo que, yo quiero saber de ti, no lo que dicen de ti

La sorpresa fue monumental para Seiko, ella de verdad había tenido un interés en Kagami, aunque su lado digamos "amable" se sintió algo mal por haberle impuesto esa cita, se relajó con esas palabras sonriendo gustosa, mirándole con total agradecimiento y ternura, pero claro, ella era una emperatriz ¡No se olviden de ello!

—Ya veo, entonces espero sea una buena cita Kagami Taiga. —Esa sonrisa y esa mirada, le indicaron a Kagami que ya todo estaría bien, ahora se dedicaría a conocer a esa curiosa mujer, la gran emperatriz.

—Eso trataré…no soy bueno con las chicas…—Susurró para sí mismo—. Mas cuando son chicas bonitas…

Seiko hizo caso omiso y soltó una risa mas fluida, por lo visto…no tenía necesidad de reprimirse con Kagami, claro que no sería mala ni abusaría de él, pero solo sería ella misma. Eso era todo.

Después de eso todo fueron risas, Seiko de la manera mas juguetona andaba de aquí a haya, claro que también se divertía mirando a Kagami caerse una y otra vez. Desde los sube y baja hasta los pasa manos hicieron de todo. Después de un buen rato decidieron que sería buena idea

Ahora Seiko caminaba sobre una barda muy delgada, Kagami simplemente le seguía algo preocupado de que esta no callera.

—S-Seiko…Ten cuidado, no quiero que te caigas…

—No hay problema no lo haré y aparte si lo hiciera, no pasaría nada…

—¿Cómo lo sabes? —Seiko sonrió traviesa ante la pregunta de Kagami, y entonces simplemente perdió su equilibrio a propósito, siendo rescatada por kagami quien la tomó en sus brazos.

—Por qué tú me atraparías—Dijo victoriosa al encontrarse a salvo en los brazos de Kagami, quien aparte de tener un mini infarto estaba algo sorprendido de que ella sabía que lograría atraparla.

—P-Pero… ¿Cómo sabías que lo haría?

—Por que tienes unos reflejos increíbles…así que, simplemente lo supe, ahora… ¿podrías bajarme? —Todos en el parque los estaban viendo, de echo, esas personas que nos los conocían, juraban que eran la pareja más linda que habían visto…era como un caballero protegiendo a la pequeña princesa. Al Kagami darse cuenta de que le veían la bajó con cuidado.

—Kagami-kun…Quiero saber… ¿Por qué te esforzaste tanto? Quiero decir…se que ellas te ayudaron, ¿Por qué no simplemente hisiste lo que todos los demás? Hacer algo tonto como invitarme al cine y cometer errores en mis gustos…

Seiko había tenido muchas citas en su tiempo de Rakuzan, y todas habían sido un fiasco, algunos lo hacían solo por interés, otros porque ella era bonita y otros para lograr ser "legendarios" Por salir con la chica mas difícil, pero…cada cita era igual: Un fracaso total.

Pero…esta vez todo era diferente. Los lugares estaban bien elegidos, las opciones eran buenas, Kagami se portaba amable y sincero y claro que se notaba todo su esfuerzo.

—Se que será tonta mi respuesta pero…No tengo idea. —Seiko se sorprendió de golpe, no pensaba que fuera a responder a eso. Kagami prosiguió—. La verdad hubo un punto en el que estaba todo desesperado, no quería hacerte pasar un mal rato, en especial porque soy malo con las chicas…pensé que preguntando a las personas cercanas a ti sería buena idea…¿Estas molesta por ello?

Preguntó Kagami con intriga, pero era todo lo contrario, las mejillas de Seiko estaban teñidas de rojo, estaba totalmente asombrada, de que Kagami, un chico que apenas conocía se había esforzado tanto…Y de echo le hacía feliz saber que todas ellas le habían ayudado…pues nada estaba errado.

—No, de echo me hace…feliz…—Ni siquiera Seiko creyó lo que había dicho con tanta soltura. Pero, sí, feliz, no era como la satisfacción vacía de ganar algo. Esta era una sensación de felicidad autentica. Su corazón golpeaba con algo de violencia su pecho, y las ganas de sonreír se iban de su control…no había duda, estaba totalmente feliz.

—Y-Ya veo…entonces seguiré haciendo lo mejor que pueda

Después de eso las cosas fueron más calmadas, hablaron durante mucho tiempo sobre cosas como metas, gustos, opiniones y demás. Claro que Kagami recordó las palabras de Midori, y no se atrevió a contradecirle en lo que debía ser serio, aunque también decía lo que pensaba…eso le agradó a la emperatriz. Ambos estaban comodos sumidos en un ambiente perfecto, todo lo demás se había ido, desde los nervios de Kagami, hasta el echo de que ambos apenas se conocían, y no importaba…ya que, de verdad parecían viejos conocidos.

—Entonces ¿tu sueño es ser el numero uno de Japón? Vaya, tienes una meta interesante, y lo tomas muy en serio…eso me agrada mucho…aunque claro no te dejaría ganar nunca. —Afirmó en su típico tono de superioridad—. Pero…creo que podrías…

—Viniendo eso de alguien que jamás ha perdido, debo decir me siento honrado…Y no me detendré, claro que no lo haré solo…tengo a mi equipo

—Y a Tetsuna, es una linda chica ¿Verdad? Creo que ambos son buen equipo. ¿Son novios? La verdad en ese momento no lo pensé.

—P-Para nada, ella salé con Satsumi...

—Ya veo, bueno la verdad ellos siempre se gustaron pero Tetsuna era indiferente…—Rió un poco al acordarse cuentas veces había rechazado al chico de cabellos rosas cuando invitaba a la chica fantasma a salir.

—¿Qué hay de ti? ¿Alguna vez ha habido alguien que te guste? O viceversa…

Seiko se detuvo un momento, ella sabía que le gustaba a Reo, pero…la verdad prefería esa linda relación que tenían ambos, se divertía también estando con su equipo pero no se interesaba en ellos en el sentido romántico…aunque Hayama y Reo si lo mostraran.

—Creo que en realidad no. —La única persona que le había echo ponerse nerviosa era su viejo sempai Nijimura, pero ese flechazo duró muy poco tiempo y luego de eso no volvió a sentirlo.

—Es extraño para alguien tan boni…digo, para una chica. —Kagami rió como tarado mientras su cara se ponía de tomate, él no sabía si estaba bien decir cosas como esas o no, todo esto de las citas y las mujeres continuaba siendo un hermoso enigma lleno de misterios raros e inaprensibles.

Pero entonces ya en la tarde algo raro pasó, un fuerte trueno se escuchó y una repentina lluvia cayó tal cual telón al final de la función. Rápidamente Kagami se quitó la chaqueta y se la dio a ella mientras corrían hacia un pequeño quiosco que no estaba muy lejos, para la menos no quedar empapados. Al llegar simplemente dieron un respiro y observaron la fuerte lluvia que se había desatado repentinamente…era una vista agradable…no hacía frio y la tarde comenzaba a teñirse en matices mas cálidos.

—Eso fue repentino… ¿Estás bien? Espero no estés empapada…—Suspiró para mirar a la contraría con preocupación.

Jamás pensé…que existiría alguien como él…simplemente no entiendo… ¿Qué es él? ¿Qué pretende…?

Seiko estaba sumida en sus pensamientos mientras se aferraba al abrigo que cubría su delicado cuerpo. Seiko no entendía a Kagami pero tampoco se entendía a sí misma. ¿Por qué no era más fría con él? ¿Por qué mostraba mucho de sí misma con él?

Kagami le llamó de nuevo.

—¿Seiko…? ¿Estás bien?

—Sí, supongo que si…gracias…

—Me sorprendió que lloviera, el clima no reportaba nada de lluvia

—Supongo, pero es lo que lo hace interesante

—Tú lo has dicho ciertamente

—Se ve todo muy lindo… ¿No? Hay veces que…cuando llueve no puedo dejar de mirar por la ventana…aunque siempre he querido estar bajo la lluvia. —Según su padre, una dama no podía hacer algo tan poco propio e infantil. Por lo tanto…todo se quedó como un anhelo en su corazón. Kagami era un idiota, un tarado pero incluso el podía ver la verdad en la situación…así que sugirió.

—Hagámoslo entonces…tu y yo. Cuando era niño siempre lo hacía cada vez que pasaba…me encanta hacerlo…así que creo tu también deberías…intentarlo. No te preocupes si te pones mi chaqueta tu ropa no se mojara…pero, será mejor que te quites los zapatos…el pasto esta bien.

Seiko quedó petrificada… ¿De verdad estaba bien? Tenía que probarlo, tenía que hacerlo…Además, cuando vio la amplia sonrisa de Kagami, se sintió segura y asintió. Kagami bajó primero y le dijo.

—Toma mi mano…No quiero que te resbales…—Seiko con algo de nerviosismo –el cual ocultó a la perfección- tomó la mano de Kagami, esta era totalmente cálida, y podía sentir la amabilidad con solo eso.

Quiero conocer a esta persona…quiero…ser alguien especial en su vida, quiero…quiero ver el lado que nadie ha visto. Ella no solo es la fría que gana victorias que todos ven…su mano es suave y delicada…es…increíble.

Pensó Kagami mientras la ayudaba a bajar, pronto la lluvia fría comenzó a mojar la cabeza de Seiko, era agradable en contraste con el calor de esa tarde. Una extraña sensación cosquilleó en ella. Era algo agradable, aunque era difícil ver ya que sus hermosas pestañas estaban llenas de gotas, pero totalmente increíble…se sentía como nunca. Seiko tomó amabas manos de Kagami y comenzó a jugar con él, corriendo de aquí para allá dando vueltas y demás.

—¿Qué te parece? ¿Verdad que es genial?

—Si, totalmente…

—Seiko…yo…—Kagami seguro hubiera dicho algo importante, pero eso nunca lo sabremos ya que antes de darse cuenta ambos terminaron en el suelo, ya que con el lodo se habían tropezado. Por suerte Seiko cayó en sima de Kagami, aunque de todas formas se raspó un poco la rodilla.

—¿E-Estas bien Kagami-kun?

—Si, siempre me caigo así que no tengo problema… ¿Qué hay de ti?

—Me duele la rodilla. —Dicho esto Seiko hizo lo que no hacía desde hace algunos años: Reír a todo volumen. A ella se le hacía muy gracioso, siempre se había preguntado como se sentía tener algún tropezón o algo por el estilo. Kagami también comenzó a reír y luego se puso de pie. Antes de darse cuenta, la lluvia había disminuido considerablemente. Kagami ya de pie tomó a Seiko en sus brazos y la llevó al quiosco de nuevo. La sentó en el suelo y la examinó.

—Es solo un raspón…ni siquiera sangró, que suerte. —Kagami limpió el raspón con un poco de agua de una botella y un pañuelo que Seiko tenía en su bolso.

—¿Qué te pareció tu primera experiencia bajo la lluvia?...Lo siento, por mi culpa ha de ser horrible…—Kagami rió nervioso, ya que sentía que había arruinado todo, pero ella solo sonreía con dulzura como si…estuviera pensando muchas cosas. Luego regresó su mirada hacia él y negó.

—No, de echo fue lo que siempre soñé…el pasto húmedo, la sensación y las rodillas raspadas…esas son cosas que siempre quise sentir…gracias Kagami-kun

—Seiko…yo…

—¿Si?

—Quiero…ser alguien en quien puedas confiar…quiero que seamos amigos

—¿Estas seguro?

—Si pude sobrevivir haré mi mejor esfuerzo. —Seiko se sintió algo enternecida y claro aceptó tal petición mientras miraba gustosa esa sonrisa de total bobo, que por alguna razón por un momento, solo por un momento le hacia olvidar lo demás.

Pero eso solo era un momento especial.

Aun quedaba mucho de la emperatriz por domar, y los problemas serían aun mas grandes.

Kagami es un chico raro…no me tiene miedo como los otros pero trata de complacerme. No me conoce pero se esfuerza por hacer lo mejor. A pesar de que yo le impuse esta cita…el terminó disfrutándola…y ahora, como si nada me ofrece su amistad…es extraño, desde hace tiempo…que no hacia una amistad de esa forma…siempre mis lazos se formaban automáticamente…por sobre todo en el club de basquetbol…

Pero me siento demasiado bien como para pensar en anda mas. La brisa es suave, a pesar de tener el cabello empapado y las puntas goteando siento un inmenso calor…y es agradable…pues me había acostumbrado demasiado al frio…

No puedo asegurar nada…ni siquiera yo me conozco a veces, pero confiaré en el para que sea mi amigo…quiero…también ser una persona importante…no solo quiero mandarle como a los demás…

Si de algo estaba segura…era de dos cosas. La primera…el raspón me dolería un rato mas, y…que siento que todo…apenas comienza. Siempre he tenido la certeza de muchas cosas…con el ojo del emperador que tengo, puedo predecir algunas cosas…pero de alguna forma la incertidumbre que siento ahora sobre el futuro es interesante…creo, que puedo dar una oportunidad.

La cita acabó cuando el sol comenzaba a ponerse, ya era tarde. Con el calor el cabello y la ropa de Seiko se secaron rápido. Ambos caminaban juntos de regreso, era una sensación agradable, que causaba felicidad en ambos…como si hubieran obtenido una brillante victoria…Esa sensación de sentirse bien…como en una paz que no puede quebrarse. Había silencio, pero este no era como el silencio con el que empezó el día…este era un silencio reconfortante, ambos con sonrisas en los labios estaban reconfortados.

—Fue una linda cita…gracias Kagami-kun, nos veremos después…y dile a Hyuuga-san que las prácticas de nuestra escuela son la próxima semana, así que si Riko-san quiere que apartemos un lugar…deben apurarse. —Kagami se sorprendió de que sacara eso al aire, aunque de alguna forma captó el mensaje de trasfondo, aunque fuera por el subconsciente.

—Yo la disfrute mucho…y claro se los diré…

—Entonces nos vemos. —Girando sobre sus talones Seiko comenzó a alejarse. Kagami una vez más apreció lo bonito que era el cabello de Seiko, aunque ahora ni siquiera le cubriera el cuello, se veía precioso de esa manera…

Su cabello es tan bonito como sus ojos…nunca había visto una chica como ella, ni siquiera en estados las chicas pelirrojas son tan lindas…Es como si fuera una hermosa muñeca…una que solo puedo ver a veces…He…Si que he echo una amistad interesante…Seiko…que humano más extraño eres tu…me encanta…

—Y ustedes ya pueden salir de su escondite…Kise, Midori, Tetsuna, Atsuki…

—¿E-Eh? ¿C-Como supiste que estábamos aquí? —Salieron entonces las chicas de su escondite. Kise estaba nerviosa, no pensó que sería descubierta.

—Digamos que me di cuenta. Y de alguna forma lo presentía…

—Solo queríamos vigilar que todo estuviera bien. —Se excusó Tetsuna, quien había cancelado la cita con su novio para ir a ver la cita de Seiko y Kagami

—¿Qué tanto escucharon?

—Nada, solos los podíamos observar desde lejos, si nos acercábamos mas Seiko-chii nos hubiera descubierto…

"menos mal". Pensó Kagami, pues no deseaba que nadie mas hubiera visto.

—Además cuando comenzó a llover no pudimos ver nada, y nos regresamos a la cafetería…Espero que Aka-chin no se resfríe…ya que ella no esta acostumbrada a mojarse en la lluvia

—¿De verdad?

—Si, cuando éramos mas pequeñas todas salimos a jugar con la lluvia…pero por más que insistíamos Seiko decía que no.

—Huh…Bueno. Gracias por su preocupación…

—Kagami-chii arruinaste la ropa. —El saco estaba todo mojado y Kagami echo un desastre. Kise se quejó haciendo pucheros largo rato. Todas trataron de interrogar a Kagami pero este no dijo nada.

Se despidieron y se fueron a casa. La próxima vez que él y Seiko se toparían sería en la practica que ella mencionó…y sería el inicio de nuevos problemas.

Continuará.