Mi cita con: la emperatriz.
Dilema…estoy enamorado. De una emperatriz que casi me mata con unas tijeras…pero que igual me tiene loco: Seiko Akashi.
¿Cómo terminé así?
Recuerdo el día en que la conocí: a la gran Seiko Akashi, la emperatriz de rakuzan.
Yo volví de Estados Unidos, había estado entrenado para la "Winter cup". Mientras caminaba para encontrarme con los otros, me encontré con una escena muy poco normal, todas las chicas de la generación milagrosa estaban reunidas, entre ellas estaba Tetsuna y Furihata. No entendí el por que…pero cuando la vi a ella sentí un gran deseo de retarla, ya que yo quería superar a la "generación de los milagros" (No porque fueran mujeres, si no porque mi meta es ser el n°1 en Japón).
A lo lejos pude apreciar a una joven de mediana altura, cabello rojo largo, sujeto apenas por una coleta, sus ojos eran de dos colores, y su uniforme era de la preparatoria rakuzan. Definitivamente ella era la chica de la que Tetsuna me había hablado antes.
Al llegar me mostré sonriente. Cuando me acerqué donde ella y las demás estaban me pidió que me retirara, pero yo no accedí, aunque admito ella tenía una aura aterradora, continúe adelante. Ella a decir verdad era totalmente hermosa, pero…bueno, digamos que no tuve tiempo de pensar o meditar en eso pues antes de darme cuenta, unas tijeras se dirigían hacia mi otros, ella había intentado apuñalarme con ellas…y no por juego, lo supe cuando sentía un hilo de sangre recorrer mi rostro. ¡Por poco y no la esquivo!
Ella dio un buen discurso, me asombraba lo que decía, ¿En verdad jamás había perdido nada en su vida? Para ser un chica era la mas fuerte que había visto…no mostraba tener debilidad. Seiko tomó las tijeras y sujetó su coleta de cabello (la cual por cierto era muy larga) y la cortó de un tajo, quedando su cabello a la altura de su mentón. Supongo que eso fue algo muy significativo ya que todos estábamos mirando anonadados…definitivamente ella tenía una aura imponente.
Tetsuna y yo, una vez que las demás se fueron comenzamos a hablar.
—Eso fue algo…extraño…—Dije con una sonrisa, simplemente no creía lo que acaba de pasar.
—Ella va en serio…sabes…Ten cuidado cuando te topes con Seiko-chan, ella siempre va en serio…
—Huh ya veo…
Pensé que las cosas se quedarían así, simplemente un encuentro deportivo, pero no fue así.
Mientras caminaba me topé con el equipo rakuzan, nos miramos todos fijamente, pensé que solo se irían o algo así, pero Seiko caminó hacia mi, con una sonrisa tranquila y la mirada serena y fría. Miré sus manos, asegurándome de que esta vez no tuviera un objeto punzo cortante en manos. Todos esperábamos lo mismo, ya que a juzgar por la mirada de sus otros compañeros, ellos pensaban que tal vez Seiko me mataría o algo así…pero de nuevo me equivoque, y todo el caos ocurrió cuando de sus labios salieron las palabras:
"—Saldrás conmigo—"
¿Qué?, ¿Esa mujer hablaba en serio?
—¡T-Tienes que estar bromeando…! ¿Por qué crees que saldría contigo? —Ella solo afiló su mirada, la sonrisa continuaba, y simplemente como si de un juego se tratara soltó.
—Porque me interesas, y todo lo que yo quiero lo consigo, no puedes negarte…aquí esta mi número. —Puso un papel en mi mano y se dio la vuelta. Y justo cuando yo iba a renegar Reo, el chico del otro equipo se quejó.
—¡S-Sei-chan! ¡¿Por qué el si puede salir contigo?!
—Por qué me interesó—Espetó sencilla callando cualquier queja—. Como sea…Kagami-kun, no llegues tarde—Sonrió de lado y dándose la vuelta desapareció con todo su equipo.
¿Por qué ya no dije nada? ¡Porque ya no tenía palabras! Nunca me había topado con una mujer tan directa y autoritaria, ni siquiera en América. ¿Qué no se supone que las mujeres de Japón son más tímidas y lindas?
Por lo visto no cuando se trata de la emperatriz. Fui a hablar de esto con Tetsuna, ya que ella era un chica y conocía a Seiko…no tenía yo ni idea de que hacer, algo en mi me decía que si me atrevía a negarme a ir a una cita amanecería respirando de un tubo y es lo último que yo necesitaba.
—¿S-Seiko-chan t-te invito a una c-cita? —A decir verdad por la expresión que puso Tetsuna comprendí que Seiko no solía hacer eso.
—Si, lo acaba de hacer…incluso me dio su número…Kuroko… ¿Qué debo hacer?
—Aceptar…no he sabido de nadie que la rechace…—Supongo que Tetsuna llegó a la misma conclusión que yo: Me matará si digo que no.
—Pero yo no se nada de citas…Menos como una chica como ella. ¿No me dijiste tú, que ella era como una princesa?
—Puedo decirte lo que le gusta…has tu mejor esfuerzo.
—¿Y si me acompañas?
—No puedo…Saldré con Satsumi-kun este viernes…y no quiero interrumpirlos a ambos—En pocas palabras, no había salida, tendría una cita con la gran emperatriz. Faltaban dos días para que llegara el viernes…y en esos dos días me esforzaría por pensar en algo, tal vez alguna cafetería o lugar a donde ir…tal vez si le preguntaba a las demás chicas de la generación de los milagros…tal vez ellas sabrían que decirme.
Primero me topé con Atsuki. La compañera de mi amigo Himuro, y según me dijo Tetsuna, una de las mejores amigas de Seiko.
—¿EH? ¿Aka-chin te invitó a una cita? —Ni ella se lo creía, mientras comía algunas barras de caramelo, meditó un poco. —A Aka-chin le gustan mucho las cosas de arte, los libros y eso…—Tal ves un museo no estaría mal, algo de culto…pero no se aun me faltaban mas opiniones.
Por lo tanto fui con Midori, una chica que según escuche de Atsuki siempre jugaba con Seiko, y era digamos como su segunda mejor amiga. Al toparme con ella no se veía muy contenta, aunque en realidad ella tampoco creía lo que le decía.
—¿Como es que Seiko te invitó a ti? Eso no tiene nada de sentido…En fin, no lo arruines o date por muerto—Fría como siempre se acomodó las gafas, me miraba con total disgusto. —Algo raro has de tener, normalmente ella no sale con tontos
No sabía si sentirme halagado o ofendido por ello. Pero ya mejor no renegar. Después de unas horas de rogar y rogar ella me dijo que a Seiko le gustaban los paisajes y las caminatas por lugares lindos, y que de preferencia conociendo lo tonto que era, que no dijera nada idiota pero que tampoco me quedara callado…Eso fue de mucha ayuda…supongo.
Ahora lo importante…invitarla. Lo mejor es que la llamara ahora, si no, sería una cita último momento…y creo que eso sería lo peor. ¿Ya tenía pensado a donde ir? No, pero posiblemente ya pensaría algo en el momento. Armándome de valor, marqué el número que ella me dio.
—¿Hola? —La voz sonó y me petrifiqué, pero debía hacerlo ya.
—S-Seiko-san, soy yo, Kagami Taiga, es para lo de nuestra cita…y-yo.
—Ah, Kagami-kun, solo dime Seiko, por favor…—Esa mujer quería matarme, era…d-demasiado…n-no se.
—S-Seiko, de nuestra cita, creo que…sería lindo, si accedieras a pasear conmigo…Podríamos…ir al parque…aunque si quieres otra cosa…—Me sentía peor que un retrasado mental, tartamudeaba, me costaba hablar, pero justo cuando pensé que ella diría algo…solo escuche una preciosa risa.
—Esta bien, creo que suena correcto, ¿A qué hora?
—Podría pasar por ti…a las… —Ella me interrumpió, por lo visto algo no le sonó bien.
—No, nos encontraremos en un punto. En la cafetería que esta por el parque.
—De acuerdo…nos vemos ahí a las cuatro.
—Bien, no llegues tarde, Kagami-kun—Su tono de voz era mas suave que cuando la conocí, como si fuera otra persona. Ella colgó, y yo aun necesitaba ayuda. Despues de todo lo que me dijo Midorin…
Tal vez si le preguntaba alguien que no me odiara tanto… Tal vez Ryoma Kise sabría algo…
—¿!E-EH!? ¿S-SEIKO-CHII? —Parecía que le daría un infarto a la chica rubia. Yo en verdad no entendía que era lo extraordinario…o de verdad todas me estaban tirando de feo, o Seiko era la chica mas cotizada que jamás aceptaba citas. Yo esperaba que la respuesta correcta fuera la segunda.
—¡Si! ¡Ahg! Solo dime que le gusta, no se que hacer para la cita—Ya ni siquiera entendía nada, cada vez quedaba menos tiempo para la cita, y yo esperaba que ella pudiera ayudarme.
—La verdad no se mucho…pero, te diré algo… ¡Arréglate! Pareces un jugador callejero…Seiko-chan tiene gusto por lo chicos guapos…que se ven bien
Bueno, ahora definitivamente me estaban diciendo feo y desarreglado, aunque no podía esperar menos de una chica que es modelo y en sima juega básquetbol…solo me quedaba aguantarme, dejar que dijera feo cuantas veces quisiera.
—¿Podrías ayudarme con eso? Tu pareces saber mucho más de moda—Nunca me había importado algo como la moda, unos jeans y la camisa eran suficiente para considerarme vestido. Pero, como de nuevo digo que…no quiero que me maten, será mejor que ella me vista como si fuera un muñeco o algo así. Y además eso le agradó por que sus ojos comenzaron a brillar como estrellas cuando le pedí su ayuda.
Ella aceptó, e inmediatamente me arrastró al centro comercial. ¡Solo dios sabe cuantas tiendas pise!
Miles de trajes, millones de pantalones, conjuntos, zapatos, sombreros, y accesorios. ¡Esa mujer estoy segura que se quería acabar todo mi dinero! Bueno…no me importaba tanto, pero nunca había gastado yo tanto dinero en ropa. Ya que la linda rubia no solo me compró ropa para la cita, me obligó a cambiar todo mi aguarda ropa.
—Creo que con eso ya esta bien—Canturreó mientras miraba una lista, en ella, la lindura se tomó la molestia de escribir todo lo que yo necesitaba. Mientras tanto ahora yo lloraba por mis ahorros derrochados y las miles de cajas y bolsas que traía en las manos, aunque por lo menos sus siguientes palabras me reconfortaron.
—Sabes Kagami-chii, no eres un chico feo, creo que se porque Seiko-chii se fijó en ti, pero aun así la ropa linda siempre ayuda, llámame antes de ir a tu cita, para que te arregle el cabello. —Un giñó suyo, un beso en la mejilla y la chica desapareció de mi vista. La cita con Seiko sería mañana. Solo me quedaba confiar en esta ropa, tratar de no hacer nada tonto…y asegurarme que se divierta ella.
(Si, kagami olvidó el echo de que ni quería esa cita, y comenzó a pensar en cómo hacer que esa linda chica, Seiko, pudiera disfrutar la cita. Que tierno ¿Cierto?)
Aun estaba nervioso, y Tetsuna estaba ocupada, y yo no quería hablar con los demás del equipo de mi cita…por obvias razones, no quería que mi entrenadora me estrangulará por salir con alguien del equipo contrario, y tampoco que Hyuuga me matara.
Así que le llamé a Himuro, esperaba yo que él pudiera ser mi "hermano" en momentos como estos, el siempre había tenido encanto natural y claro un gran sentido de cómo tratar a las mujeres…cosa que yo nunca he tenido. Mi celular sonó varias veces, hasta que él contestó.
—Tatsuya…hola, necesito tu consejo.
—¿Eh? Eso es extraño, nunca me pides ayuda~ well then. Dime en que te puedo ayudar
Una respuesta muy positiva a decir verdad a como él era normalmente. —Mañana tengo una cita…necesito conejos… ¡Dammit! ¡Im so nervous!
—Sí, sí. Entonces ¿Saldrás con esa chica de tu equipo?
—No, no. Ella solo es mi amiga y tienen novio, voy a salir con una chica…Seiko, del equipo rakuzan.
—¿Con Seiko-san? ¿La amiga de Atsuki? No bromes ¿Cómo conseguiste una cita con ella? —Por lo visto, incluso Himuro comprendía la gravedad del asunto. Definitivamente una cita con esa pelirroja era algo totalmente increíble.
—Ella me ordenó salir…pero, tú me conoces, siempre lo arruino con las chicas—La mayoría me tomaba por insensible o por poco romántico, pero…era inevitable así soy yo, no es con mala intención ni nada.
—No puedo creerlo…Pues, supongo que…deberías ser tú…pero sin ser tan tú
—Eso es de mucha ayuda…—Reí sarcástico, simplemente no me era de ayuda. Claro que no fingiría ser alguien que no soy, ni siquiera por una chica como ella. Pero tampoco quería meter la pata como siempre.
—Se sensible, escúchala con atención, no te distraigas, muestra interés…ya sabes: Caballerosidad. —Escuché una risa por el celular, Himuro por lo visto veía mi situación como una mala comedia, e igual yo lo estaba haciendo, pero me sentí mejor con eso, supongo que decía la verdad…si es con una chica, debo mostrar ser caballeroso…aunque no sea bueno en ello.
—Bien eso haré, nos vemos luego. —Himuro se despidió de mí, y me deseó suerte y yo me fui a mi casa, al llegar estaba tan agotado por todo que solo me tiré en la cama, mientras miraba el techo muchos pensamientos me invadieron, por ejemplo: la imagen de Seiko…su cabello…su mirada, como casi me arranca la cara con las tijeras.
"Me pregunto que me ha visto a mi" Me seguía preguntando, ella no parecía el tipo de chicas que salieran con el primero que se les cruza, tenía que ver mayor razón que la que ella dio.
Rendido ya, cerré los ojos. Y simplemente esperé a que el día siguiente llegara.
Al despertar, estaba nervioso, no podía creer que el día había llegado. Las piernas me temblaban, cuando me cepillaba los dientes parecía que en mi mano había un terremoto…si, no había duda ¡No estaba listo!
Abrumado salí a correr, supongo que di más vueltas que de costumbre porque volví arrastrándome a la casa, al menos los nervios corporales se habían ido, pues mi mente aun era un lio, mucho peor que el de mi habitación.
Mientras me daba una ducha trataba de hacer una simulación de mi cita con ella, pero todo lo que pensaba o decía en mi mente terminaba con ella matándome o en un desastre total. Ni las chicas de Estados unidos me habían puesto así de nervioso…tal vez ¿Y si hablaba con ella como con Tetsuna?
"No, ¡no!, no funcionaría nunca…mala idea". Aunque pude hablar con ella por teléfono…claro, si es que a eso se le podía llamar conversación.
El tiempo se me acababa. Ya era medio día…Al salir tomé la ropa que me compré con Kise y me vestí, aunque sentía que algo estaba mal. Traté de arreglarme lo mejor posible, lo hice tantas veces, que antes de darme cuenta ya eran las dos de la tarde.
"Tengo que llamarla…"
—Kise…necesito tu ayuda, mi cita es a las cuatro y…
—¡EN SEGUIDA VOY! ¡AGUANTA KAGAMICHII! —Si no me destrozó los tímpanos fue por milagro. Antes de darme cuenta, ella había colgado, y en treinta minutos mi timbre sonó
—Kagami-chii….llegamos y vamos a ¡Ah!... ¿Q-Que? ¡Estas peor que horrible! —Ella gritó alarmada, y antes de darme cuenta, Midori, Kise, Atsuki y Tetsuna estaban en mi puerta.
—Pero… ¿Q-Que hacen todas ustedes aquí?...
—Bueno, no queremos que te vaya mal con Aka-chin…
—Además tienes que usar el lucky ítem para no arruinarlo
—Tienes que esforzarte Kagami-kun…
—Veras Kagami-chii…Seiko-chii es una gran amiga, y todas estamos algo emocionadas…y queremos que todo salga bien…para ambos, que tengan una linda tarde, Seiko no suele salir con chicos…así que…bueno ayudaremos un poco.
Vaya, si que la apreciaban a pesar de todo, y la verdad yo haría lo mismo. Así que simplemente suspire y sonreí mas confiado que antes.
—Bien chicas, hagamos que esto sea todo un éxito, ¡soy todo suyo!
Kise se encargó de arreglarme a su manera, y también dejó mi cabello de manera correcta. Mientras Midori me decía todo lo que debía hacer y no hacer al estar con Seiko, además me recordó miles de cosas sobre modales, me dio un lucky ítem de acuerdo a mi signo y me deseo suerte. Atsuki también me dijo algunas cosas, y me dio los dulces favoritos de Seiko. Tetsuna me recordó que debía también yo mismo, y que Seiko se daría cuenta si sobre actuó…y lo más importante que me dijeron todas "relájate"
—Seiko-chii es una chica difícil, pero es muy agradable…solo no le tengas miedo como todos los demás
—Bromea pero sin ser tonto, Aka-chin tiene buen sentido del humor
—Muestra interés real, si no mejor vete, a ella le gusta la gente sincera, pero tampoco te pongas totalmente a su altura…
Yo asentía como niño de escuela, tenía que aprender, y hacer lo mejor. Solo sería una cita ¿Verdad?
A las tres y media salí de casa, todas me desearon buena suerte, y yo ya me sería mejor cuando pensaba en la cita ya no tenía tantos nervios, sería mejor que tomara las cosas con una buena actitud.
Mientras caminaba pensaba muchas cosas y solo respiraba tranquilo, por fin llegué a la cafetería, comencé a buscarla, y de echo fue fácil, ya que su cabello relucía entre la multitud, pero entonces cuando la vi…
nunca… nunca…jamás creería… ¡Que ella era tan hermosa!
Claro, ya había visto su rostro antes…pero, con el uniforme deportivo de su escuela no se apreciaba mucho. Frente a mi estaba Seiko, preciosamente vestida con un vestido primaveral, sus cabello rojo estaba hermosamente arreglado y tenía un lazo negro atado. Su figura era femenina, delicada…como una preciosa muñeca.
—S-Seiko…espero no haberte echo esperar
—No, justo ahora acabo de llegar…Te vez bien por cierto. Kise tiene buen gusto. —Soltó una risita traviesa alzando una ceja, esa chica era totalmente perspicaz. Me ponía los pelos de punta.
—¿E-Eh? ¿C-Como lo supiste? —Esperaba no haberlo arruinado.
—Digamos que ya conozco sus gustos, pero tranquilo…te sienta bien…ahora vamos—Era amable, mas amable de lo que pensaba. Nervioso y algo exaltado le sugerí que comenzáramos con nuestro paseo.
—¿Empezamos nuestra cita Seiko?
—Esta bien, Kagami-kun