Neji.

¿Cuánto tiempo llevaba allí sentado? Saque mi teléfono celular del pantalón. 12:30 am; tres horas habían pasado y allí estaba yo, sentado frente a ella observándola respirar. Ella me hacía sentir inseguro de lo que quería. Pero lo que tenía claro era que la quería junto a mí por siempre.

-Hinata –Pensé en voz alta. Cerré mis ojos; estaba un poco cansado ya que no había dormido para nada el día anterior.

-¿Neji? –Mi pecho brinco y vi sus pequeños ojos abrirse lentamente. Sonreí al ver como ella sacaba una mano de la cobija y rascaba su ojo izquierdo -¿Qué haces…? –Puse un dedo sobre sus labios.

-No hagas tanto ruido –Le susurre y me acerque a su rostro. Vi cómo se sonrojaba.

-Neji –Miro a otro lado.

-Perdona si te he despertado –Me disculpe y acaricie su mejilla. Sus ojos volvieron a fijarse en mí y sus labios temblaban.

-No te preocupes –Me dijo levemente. Me quede fijado en ella, era tan hermosa –Neji ¿Cuánto tiempo llevas ahí? –Su expresión cambio drásticamente.

-No hace mucho –No quería sorprenderla diciendo que ya llevaba horas.

-Oh –Mordió sus labios –Ven –Me sorprendí al ver como ella se pegaba a la pared y dejaba un espacio pequeño en su cama.

-¿Segura? –Pregunte dudoso; ella me había evitado y ahora esto me parecía confuso.

-No hagas que me arrepienta –Escondió su rostro con la sabana. Reí. Me levante del suelo y me senté sobre su cama. Ella estaba completamente envuelta como un capullo de mariposa. Me acosté a su lado y mire al techo –Esto…

Mire a su dirección y ella estaba mirándome.

-¿Sí? –Me acerque a ella y estaba a centímetros de su boca.

-Lo siento –Bajo su mirada –Fui grosera; por no darte la cara –Quise acariciar su rostro y decirle que no había problema, y después besarla –Pero lo he estado pensando y… -¿Y? –Solo fue por un día ¿verdad? –Me entumecí –Y como fue así; tal vez podamos a ser como antes –Sonrío.

-No –Le dije y ella abrió sus ojos.

-¿Neji?

-No entiendes Hinata –Le dije enojado.

-¿Qué? –Ella ahora me miraba confusa.

-Yo te quiero Hinata –Le dije directamente.

-Yo igual a ti Neji –Volvía a sonreírme tiernamente.

-Sigues sin entender –Comente burlón y ella volvía a estar confusa.

-Te quiero como a una mujer; no como mi prima –Le susurre. Ella abría más sus ojos.

-¿Cómo? –Sin más me la abrace y le di un beso casto.

-Que te quiero –Susurre contra sus labios. Ella respiraba pesadamente y ocultaba sus ojos bajo su cabello –Hinata –Aparte su cabello y vi como una pequeña lágrima bajaba por su mejilla –No –Tal vez yo era el único que sentía amor por ella. Me aleje rápidamente de ella y me levante de la cama sin darle la cara –Lo siento –Camine hasta la puerta y gire el pomo.

-Neji –Me llamo –Por favor –Mire el pomo de la puerta. No deseaba verla; no sí tenía lágrimas en su rostro, por mí culpa –No te vayas –Arrugue la nariz. Me gire y allí estaba ella sentada sobre la cama, teniendo una mano sobre su pecho –Yo…Yo igual te quiero… -Bajo la voz pero pude oírla bien.

-Pero tienes miedo.

-Sí –Me miro directamente –Pero no sé qué hacer –Otra lagrima cayo –Me duele el pecho. Cerré la puerta y camine de nuevo a ella.

-¿Enserio me quieres? –Me senté al lado de ella.

-Sí –Contesto rápidamente.

-Bésame –Le susurre. Ella mordió sus labios –Te creeré si me besas –Aseguré esperando alguna respuesta. No lo vi venir, pero ella unió sus labios con los míos, para luego alejarse sonrojada. Sin más me abalance sobe ella.

-¿A eso le llamas beso? –Pregunte burlón colocándome sobre ella.

-Neji –Mi nombre se escuchaba precioso proviniendo de ella. La bese dulcemente; no quería actuar como un animal, en vez de eso, quería que ella supiera lo cuanto la quería, apreciaba, respetaba y amaba. Me separe unos centímetros de ella.

-Te quiero –Dije y ella acaricio mi cabello.

-Y yo a ti –Mi corazón brinco. Volví a unir mis labios con los de ella y el beso se profundizo cada vez más, hasta llegar a oírse nuestras respiraciones entre cortadas. Aleje las sabanas de ella y pude sentir su piel caliente y suave. Deje de sostenerme de las almohadas; quería sentir su piel. Baje mi mano hasta tocar ligeramente su cintura haciendo que ella se estremeciera –Estas frio –Sonreí por su comentario.

-Abrázame –Le pedí gentilmente, y así lo hizo. Volví a besarla y estaba decidido: estaba volviéndome adicto a sus labios y a su aroma.

-Neji –Escuche un quejido. Levante mi rostro encontrándome con el de ella.

-¿Sucede algo? –Ella acariciaba mi cabello y lo colocaba tras mis orejas.

-Te quiero –Sonreí.

-Lo sé –Me dirigía a besarle de nuevo pero ella me detuvo.

-Quiero que… -Aparto su mirada –Me demuestres cuanto me quieres –Los dos nos miramos en silencio relajando nuestras respiraciones.

-¿Mi tío? –Ella me callo con un suave beso.

-Por favor –Me dijo. Ya no podía más.

Me abalance contra su cuello y comencé a besarlo y morderlo gentilmente, haciendo que ella se sobresaltara. Mientras hacía esto, acariciaba su cintura y su abdomen con mis manos; lentamente comencé a subir el pijama hasta llegar cerca a sus pechos.

-Eres hermosa –Le susurre y baje a su abdomen. Su piel estaba de gallina. Le di un pequeño beso a su ombligo y ella río; luego bese todo su abdomen hasta terminar en lamidas suaves y cosquillosas que me hacían poner duro. Baje la mirada hasta encontrarme con sus bragas las cuales quite lentamente sin dejar de besar su cuerpo.

-Neji –Gimió ella llamando mi atención. Levante mi mirada y me fije en que ella estaba más sonrojada que nunca –Por favor –Sentí mi polla ponerse dura bajo mis pantalones al ver como mi chica hacía gestos provocadores.

-Lo haré –Deje su cuerpo y subí a besar sus labios –Quita tus bragas–Le susurre al oído y ella asintió. Mientras veía como ella se las quitaba, yo estaba quitándome la camisa y desabrochando mis pantalones. Sería mejor no quitarnos todo, ya que no sabía que podría pasar mientras nos uníamos para ser uno.

Una vez que ella se había vuelto a tumbar en la cama abrí sus piernas mirándole a los ojos.

-Te quiero Hinata –Le dije y me puse sobre ella.

-Mucho –Tomo mi rostro entre sus suaves manos –Mucho –Repitió y beso mis labios lentamente. Acomode sus piernas y baje un poco mis pantalones liberando mi erección de ellos. No deje de besarla, quería quedar para siempre de esa manera junto a ella. Amarla. Acomode la punta de mi erección en su entrada y la escuche suspirar.

-Aquí voy –Y entre lentamente en ella. Los dos suspiramos de placer y volvimos a besarnos con lentitud, mientras yo comenzaba a moverme dentro de ella de la misma manera. Duramos varios minutos así y la verdad me excitaba más la manera en la que nos encontrábamos abrazados para no hacer ruido alguno. Nunca había sido una persona de ir lento; pero con Hinata lo haría.

-Neji –Escuche mi nombre de sus labios –Más –Me sorprendí un poco.

-¿Estas segura? –Acaricie su frente. Ella asintió y frunció el ceño en el momento en que empecé a moverme más rápido; no brutalmente, sino de una manera amorosa y posesiva. Estaba tan caliente y apretada que deseaba hacerlo más placentero para ambos. Así que decidí bajar sus piernas dejándolas a los costados de mi cuerpo y la gire para que ella quedara sobre mí. Me miro nerviosa –Tranquila –Le dije.

-Es que, no sé –Comento nerviosa.

-No Hina, estarás bien. Lo haré yo –Iba a acostarla sobre mi pecho, pero me sorprendió al ver como ella comenzaba a moverse lentamente sobre mí. Gemí y cerré la boca de golpe. Pasos. Mierda. Ella al igual se quedó congelada sobre mí durante unos segundos; pero luego vi una mirada juguetona sobre su rostro. Enarque una ceja al ver como ella sonreía pícaramente. Entonces volvió a moverse sobre mí causándome respirar con dificultad, ya que no quería gemir por si nos descubrían.

Me molesto un poco ver como ella comenzaba a cabalgarme con más rapidez haciéndome excitar más rápido, y yo estaba allí asustado el que nos descubrieran en esa pose. Mi tío me mataría. Así fueron pasando los minutos y los pasos no cesaban de ir y venir; y Hinata no dejaba de moverse volviéndome loco. Estaba a punto de llegar gracias a ella y su estrecho sexo; pero luego se detuvo.

La mire y ella solo se acostó sobre mi pecho; mordí fuertemente mi boca al sentir como ahora ella movía sus caderas de arriba abajo apretando sus paredes y estrujando mi pene en su interior. Maldición. Y luego explote en ella, recibiendo un beso de su parte que detenía mis quejidos y los gemidos de ella.

No sé cuánto tiempo estuvimos así; pero no deseaba separarme, ella lo hizo primero y me miro a los ojos aún sobre mi pecho.

-Guau –No dije, solo moví mis labios para que ella entendiera. Ella sonrío y acomodo su cabeza en mi cuello –Descansa –Le susurre y caímos rendidos en su cama.

(Siente meses después).

Aplaudió toda la sala al ver como los estudiantes lanzaban sus birretes al aire. La graduación había llegado y mi tío le había comprado un anillo de oro a su hija mayor con las iniciales de su nombre y la escuela. Desde mi puesto la pude contemplar hablando con sus amigos y amigas que le abrazaban y lagrimeaban. Estaba bellísima.

-¿Qué harán después? –Escuche decir a mi tío.

-No sé, tal vez viajar –Trague saliva –Ella realmente quiere estudiar en el exterior –Mire a mi tío quien me observaba seriamente. Resoplo.

-Cuídala bien Neji –Le escuche decir y luego se fue de allí dejándome solo con Hanabi.

-Aún le duele –Le escuche decir a mi sobrina.

-Lo sé –Afirme y vi como él llegaba a abrazar a Hinata.

-Pero, está feliz de que seas tú –Mire a mi sobrina quien estaba a mi lado jugando con su vestido purpura oscuro dejando marcar su cintura pequeña.

-No sé cómo mi tío te ha podido comprarte ese vestido –Ella se miró y luego me miro ceñuda.

-¿No me queda bien? –Alzo una ceja.

-Solo que –Reí –Ahora tendrá que soportar a tus novios –Ella me golpeo en el brazo y luego miro a otro lado sonrojada –Se sobre Konohamaru –Ella saltó y me fui de allí a ver a Hinata. Mientras caminaba ella se despedía de sus amigas y luego se fijó en mí dándome una cálida sonrisa. Llegue hasta ella y la abrace.

-Estoy muy orgulloso de ti –Asegure y ella beso mi mejilla.

-Gracias por venir –Asentí.

-Tu padre no quiere que viajes –Resoplo de frustración –Será difícil para él tener que dejarte ir, ya que has sido una madre para él y tu hermana –Asegure.

-Bueno, pues tendrá que conseguir a alguien que le ayude mientras volvemos –Miramos a su padre.

-Pues ha dicho que sí –La sorprendí y ella solo me abrazo.

-Es la mejor noticia –Se sonrojo.

-Bueno, así tendremos tiempo para los dos –Ahora estábamos a centímetros e nuestros labios.

-Claro –Comento picara.

-Pero también tendremos tiempo para pensar cómo explicarle esto –Y toque su vientre. Ella solo se río y se separó e mí.

-Tendremos tiempo –Y nos tomamos de la mano para salir de allí seguidos de Hanabi y mi tío. La verdad Hiashi tendría otro desmayo al saber la nueva noticia; bueno, así había sucedió el día en que nos descubrió en la cama de Hinata semidesnudos.

THE END.


Espero os haya gustado

Y agradezco por todos sus comentarios que me aconsejaron y apoyaron a continuar

esta historia hasta este ultimo capitulo.

Como ya sabrán,

Seguiré haciendo historias de esta pareja en un futuro para los fans del NejiHina.

Agradezco y me despido.

Besos y abrazos.