Mártires
Disclaimer: Harry Potter y todos sus personajes no me pertenecen. Son propiedad de J.K. Rowling. Yo sólo escribo por diversión, sin ánimo de lucro. Esta historia participa de Desafíos "Buscando la inspiración" del Foro First Generation: The story before books.
Escogí el número 7 de la lista sorpresa, y me tocó:
Lugar Mágico: Ministerio de Magia. Criatura: Hombre Lobo. Poción: Matalobos. Género: Drama. What If: ¿Y si Teddy Lupin hubiera heredado la licantropía de su padre?
¡Espero que lo disfruten!
-Llegas tarde. -permitió que la figura encapuchada cruzara el marco de la puerta y se instalara en el pasillo. Abrazaba fuertemente un bulto entre sus brazos, cómo si su vida dependiera de ello.
-Lo lamento, tuve que ir al Ministerio de Magia.
Sin dejar de sostenerlo con su brazo derecho, descubrió su cara y miró fijamente a Snape. Este la examinaba de arriba a abajo.
-¿Y bien?
Tiene que obligarse a hablar. El tema le recuerda a Remus, y no ha pasado mucho tiempo desde su muerte cómo para que pueda mostrarse cómoda al mencionar algo que se relacione con él.
Pero era necesario. Por Teddy.
-Teddy... él... él heredó la licantropía de Remus. -tragó saliva y miró a su pequeño en brazos. Este gimoteaba mientras dormía. Lo acurrucó contra su pecho y enfrentó la mirada de Snape.
Remus habría acudido a Snape al descubrir su verdadera lealtad. Estaba segura.
Él bufó.
-Ya es casi luna llena... Y tú preparabas la Poción Matalobos para Remus, así que...
-Eso fue estando bajo el mando de Dumbledore.- masculló.- No por voluntad propia. Y créeme que no me gustaría añadir 'alma benéfica' a mi historial para que Skeeter lo publique en El Profeta. Mi respuesta es no.
Iba a pasar al lado de Tonks, pero esta lo detuvo a tiempo. Apenas y lo tomó de la manga de su túnica. Reparó en su cabello opaco y sus enormes ojeras. El resultado de la guerra se reflejaba en ella a la perfección. Estaba destrozada.
-Severus... por favor.
Se maldijo a sí mismo por seguir vivo. No lo merecía. O tal vez sí, sí merecía pudrirse antes de morir. A cambio, el maldito de Lupin debería seguir vivo. Por ella. Por su hijo. Lo miró. Le recordó tanto a ése hombre-lobo. Agotado. No parecía tener paz consigo mismo.
No le agradó Lupin, pero escuchar a Nymphadora rogar le hizo considerarlo. No era la primera vez que escuchaba ese lamento en un momento decisivo.
-Será mejor que mañana no llegues tarde o lanzaré la poción Matalobos por el drenaje.- advirtió.
Sus palabras tomaron desprevenida a Tonks, tanto que su cabello empezó a tomar un poco de brillo. Apenas y se notaba, pero era claro cuanto alivio significaba para ella.
-¡Gracias...!
-Y será mejor que no menciones esto a nadie, Nymphadora. ¡Nadie! -susurró fulminándola con la mirada.
Antes de que ella volviera a agradecer señaló la chimenea. Tonks asintió, mucho más aliviada que cuando entró, y utilizó la red flú para regresar a su hogar. Sin su presencia, Snape se dejó caer en una silla cercana y se restregó el rostro con las manos.
El niño frágil y pequeño le había convencido. Era huérfano. Su padre estaba en la lista de Daños colaterales cuya mención no importaba realmente. Una viuda más y otro huérfano en ése podrido mundo.
Primero con el hijo de Potter y ahora con el de Lupin. Parecía, se dijo con una sonrisa amarga, que sólo servía para procurar a los hijos ajenos.
¡Han sido 500 palabras exactas! Espero que les haya gustado. Me encantó participar con algo diferente c'x
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¡Saludos!