Your Song

Este fanfic participa en el reto "Mystrade, el musical" del foro "I am SHER locked".


1: Bridezilla

La grabación inició y la imagen en la cámara de video era de un probador muy elegante, con grandes espejos que permitía ver todos y cada uno de los ángulos, una mullida alfombra roja adornaba el lugar y varias sillas de caoba estaban repartidas para la comodidad de los acompañantes. En una mesa había una selección de galletas, canapés y una jarra con café colombiano y té Twinings, y por supuesto, no de bolsita, si no de caja de diseñador con cucharilla especial para tomar la mezcla de hojas y echarla en la tetera.

La persona que estaba arreglando la cámara de video se colocó frente a ella, se acomodó el cabello y se alisó el vestido, después, muy seria dijo:

"Hola buenos días, me llamo Anna y este el día de grabación número cuarenta y cinco. Hoy estamos listos para la prueba del traje de la "novia", es la segunda cita y esperamos que no haya ningún incidente."

En la imagen apareció de repente un hombre alto, delgado pero fuerte, piel ligeramente bronceada y cabello negro con algunas canas, muy pocas, pero visibles.

"¿Qué demonios haces Anna?", dijo al ver la cámara grabando, la chica se encogió de hombros y trató de restarle importancia. Había llevado la cámara a todos lados en las últimas semanas y había documentado día por día. Estaba de vacaciones, no tenía nada que hacer y era sumamente divertido encargarse de lo que tenía que ver con la boda. No era como si de verdad estuviera encargada, pero se había vuelto incondicional de la organizadora de bodas y le encantaba ir a los viveros para escoger las flores y con el pastelero para aprobar el diseño y sabor del pastel.

"Quiero grabar todo, será un lindo recuerdo", respondió la chica ante la cara enojada de su hermano, quien remató con una mueca antes de seguir al sastre detrás de una cortina.

Anna se sentó en una de las sillas, en un momento estaría por llegar el novio, su padrino, el novio del padrino, quién por cierto era padrino de su hermano. Aquello era una complicación de lo más adorable. Había muchos hombres a los que probar hermosos y elegantes trajes y con la boda a la vuelta de la esquina, era un momento muy importante. Tomó una revista de la mesa, el nuevo número de Vogue, la hojeó sin darle importancia hasta que se encontró con una nota de una página donde decía textual "Colaborador del Primer Ministro anuncia su matrimonio". La foto de su hermano y de Mycroft Holmes caminando sobre Baker Street acompañaba la nota, donde abundaba sobre la carrera política de Mycroft, dando muchas generalidades y nada de información personal.

Sobre su hermano se escribía: ".. contraerá matrimonio con el prominente criminólogo Gregory Lestrade, quien actualmente trabajaba en Scotland Yard…" Sonrió. Anna se sentía orgullosa de aquello, de que su hermano a base de esfuerzo hubiera conseguido llegar todo lo lejos posible y de verdad, lo que le faltaba.

Se abrió la puerta de aquel probador y ella de inmediato se levantó a recibir a los demás. Ahí estaban Mycroft en persona, ataviado con un traje gris de corte perfecto que lo hacía ver delgado y estilizado, también Sherlock vestido de manera un poco más casual, con la camisa sin corbata y las mangas arremangadas. John como siempre, con su pantalón blanco y su camisa del mismo color, parecía fugado del hospital, se le veían ojeras oscuras y en cuanto se sentó en la silla, comenzó a cabecear.

-¿Exámenes? –preguntó Anna y Sherlock tan sólo asintió con la cabeza.

El padre de Mycroft y Sherlock entró al final, sonriendo de oreja a oreja y listo para probar y adorar el traje que le presentaran, la verdad es que el señor no tenía ningún problema con la ocasión y estaba más que feliz. Y para completar la comitiva, su hermano pequeño, Peter, quien usaría su primer atuendo formal, previamente nunca habían tenido la ocasión así que quería verse muy bien sin perder estilo.

Aunque todos sabían a lo que venían, estaban conscientes de que la persona detrás de las cortinas era Greg y que debían esperar a que saliera sin osar interrumpirlo. Normalmente su hermano mayor era una persona amable y de carácter alegre, sin embargo, recién estaba sufriendo una serie de cambios difíciles de explicar.

-¡No! –gritó la voz inconfundible de Greg- ¡No puede ser!

Y aquello era el principio del fin, Anna lo sabía, no por nada entre las chicas del Yard, era ahora conocido como la "novia". Era una mala broma, pero su mejor amiga Sally se lo decía todos los días y parecía que ahora se lo tomaba muy en serio. Había una serie de ejemplos que todo mundo parecía obviar, como la rabieta sobre las invitaciones, porque el color no había sido de su agrado o caos de las flores, que por un error en la fecha, acabaron inundando su nueva casa. Aventó varios paquetes de las mismas a la calle sin tener ningún tipo de consideración.

Pero nadie decía nada, porque Greg estaba cargando con mucho estrés al que no estaba acostumbrado, y lo que tendrían que hacer al día siguiente era muestra de ello. Para Anna podía ser divertido, pero para Greg era casi tortura. Estaban invitados a un boda de un integrante de la nobleza, a la misma acudiría durante algunos minutos la Reina, y tenían que acudir porque no sabían nada de protocolo.

Y tenían que saber de protocolo, porque resulta que a su boda con Mycroft, estaban confirmados para asistir el duque y la duquesa de Cambridge, sí, William y Kate, el heredero al trono de Inglaterra y su esposa plebeya. Y eso era porque la Reina tenía un compromiso del que no podía excusarse y aunque Mycroft trató de cambiar la fecha de la boda, se topó con que su "novia" pegó el grito en el cielo y decretó que o se casaban en esa fecha o no se casaban. Aquello había sido un drama, habían tenido que intervenir los señores Holmes para tratar de calmar los ánimos y era que Greg estaba cansado, la boda literalmente se había transformado, ya no era algo familiar, era casi un evento de estado.

Anna sacudió la cabeza, debía dejar de pensar en su hermano como la "novia", un día lo iba a decir en voz alta y se iba a meter en un gran problema. Por ahora, lo importante era decidir si es que alguien entraba a ver porque Greg estaba gritando una y otra vez que no era posible, aunque ya lo imaginaba la razón. Le había dicho una y otra vez que los trajes hechos a la medida no toleraban que subiera de peso, que debía cuidar su alimentación y dejara de beber café de sabores y las donas que la maliciosa de Sally compraba.

Una y otra vez.

-¡Al demonio! –gritó Greg y salió hecho una furia de detrás de la cortina, para toparse directo con Mycroft, quien se vio un poco sorprendido por encontrarse con los brazos llenos de un Greg que estaba más que furioso. Anna debía aceptar que Mycroft intentó tranquilizar a su hermano, pero no estaba en un estado en el que fuera receptivo al diálogo. Greg se soltó de los brazos de su novio y cuestión de segundos se quitó el chaleco, la camisa y los pantalones, si, precisamente esos que no le habían cerrado, todo frente a la cámara. Los aventó sin ningún cuidado y se regresó por su ropa detrás de la cortina, se vistió a toda prisa y sin decir absolutamente nada, abandonó el probador.

Anna tenía tapados los ojos y cuando los abrió, el rostro impávido del resto de los testigos le indicó que todo estaba mal, que aquello no tenía nada parecido a un "momento para recordar" y que hubiera sido mejor no presenciarlo. Pero bueno, la verdad es que si ponía mucho empeño, entendía a su hermano, aunque claro, podría tomárselo con más tranquilidad. Era una boda inmensa, había ya trescientos cincuenta invitados y ellos no conocían más que a un puñado, lo cual molestaba de cierta manera a Greg porque sentía que se casaría enfrente de una bola de extraños a quienes no les importaba un comino su vida.

Además, principio Mycroft tenía pensado un lugar elegante pero pequeño, Darmouth House, a Greg le había encantado, pensando en las maravillosas fotografías que podían tomar en las escaleras y en los salones con piso de madera. Pero una vez que la lista de invitados se hizo más grande, tuvieron que buscar otro lugar más adecuado y terminaron en The Waldorf Hilton. La verdad sea dicha era un lugar precioso, pero para Greg era pretencioso e inmenso y había aceptado porque Mycroft pudo recitar la lista entera con nombres, apellidos y de dónde lo conocía.

Apagó la cámara, había sido un desastre pero como ya estaban ahí pues todos probaron sus trajes y se hicieron las correcciones adecuadas. Al final del día cada quien fue a su casa, en el caso de Anna y Peter era la casa de los padres de Mycroft, donde Peter, el hermano menor, llevaba ya casi un año viviendo y ella, ocasionalmente cuando regresaba de Oxford en algunos fines de semana y en vacaciones. Porque ellos, los Lestrade, vivían antes en un lugar terrible que a duras penas se mantenía en pie y que necesitaba miles de reparaciones para las cuales no tenían dinero para costearlas, por lo que los padres de Mycroft habían insistido en que compartieran su casa, porque era más grande de lo que ellos necesitaban y porque adoraban a los hermanos de Greg.

Habían pasado muchas cosas en la vida de Greg y Mycroft, desde el momento en que se conocieron hasta cuando decidieron casarse y al final de ese camino estaban ahí, a tan poco tiempo de concretrarse, de tener su vida juntos, aunque de cierta manera ya habían empezado. Tenían una casa en el barrio de Mayfair, un lugar elegante y caro, algo que el mayor de los Holmes podía permitirse, aunque claro, tenían una hipoteca del tamaño del mundo que esperaban podrían pagar en un tiempo que fuera menor a diez años. Pero era su hogar, la habían estrenado hace poco menos de tres semanas y aun no tenía muebles, un sillón, la cama y el refrigerador, lo demás tendría que ser minuciosamente escogido para que fuera adecuado y aceptado en la vida diaria de los Holmes-Lestrade.

Anna suspiró, recordaba el drama que fue el que Mycroft sugiriera que Greg debería cambiar legalmente su nombre por Holmes. No era para tanto, si no quería pues no y ya, pero en cambio su hermano había pegado de gritos y se había ofendido por semejante propuesta. Pero bueno, era tiempo de dejar los problemas atrás y disfrutar la cena de la señora Holmes y seguramente, más en la noche, pasar horas viendo capítulos de Downton Abbey.


Es un poco gracioso, este sentimiento, no soy de esos que puede ocultar fácilmente

No tengo mucho dinero, pero si lo tuviera, compraría una gran casa donde ambos pudiéramos vivir

Mycroft encontró a Greg acostado en el piso de lo que sería la biblioteca, ahora sólo un conjunto de libreros vacíos esperando un mejor momento para ser adecuadamente llenados con obras cumbres de la literatura, además de todo aquello que le gustase a su futuro esposo. Tenía cierta afición por las novelas fantásticas que Mycroft no acababa por entender, pero no por eso lo excluiría de los estantes. Suspiró. Aquello se estaba convirtiendo en algo difícil de manejar y sin embargo no podía darse por vencido, cada escena que armaba Greg le recordaba lo mucho que él no quería una boda así, que lo más sencillo habría sido una ceremonia con la familia en el jardín de la casa de Windsor y listo, tendría un esposo feliz y podría entonces disfrutar de la serenidad doméstica que tanto adoraba.

Pero por supuesto, las cosas no iba a ser así, porque ya estaba comprometido con todo el asunto y acudirían personajes importantes de la política y no había manera de echarse atrás.

-Lo siento, no entiendo qué es lo que sucede -dijo Greg y se acercó a él, debió haber estado muy concentrado porque no se dio cuenta en qué momento se levantó del suelo.

-No pasa nada amor, yo sé que es mucho estrés y todo esto no es lo que pensabas que sería-respondió Mycroft y lo abrazó como siempre hacía, logrando tranquilizarlo.

-Gracias -murmuró Greg sobre su hombro.

-Pero de verdad debes dejar las donas -dijo tratando de bromear sobre el asunto.

-¡No te me acerques nunca más!

Y el drama empezaba de nuevo.


Gracias por leer y pues comienzo un reto más contra reloj pero espero poder lograrlo.

Cuando leí la letra de Your Song de Elton John, esto fue lo que apareció en mi mente y resulta, que quedaba perfecto como Epílogo para otro de mis fanfics (Encuentros) y aunque no lo hayan leído, pueden leer este.

Lo único que deben saber para entrar en contexto es que Greg tiene dos hermanos, Anna y Peter, ambos menos que él y que durante años ha sido responsable de ambos porque su padre está en la cárcel y su madre los abandonó. Que la relación entre Mycroft y Greg ha sido intensa pero corta y que la decisión de casarse ha sido cosa de un momento de locura pero lo han logrado llevar hasta casi el final. Y listo, todo lo demás puede ser ignorado... o bien pueden ir a leer Encuentros y eso me haría muy feliz jejeje.

Ahora, comentarios bienvenidos, los agradezco de corazón, tengo hasta el 30 de junio, así que espero poder escribir otro capítulo un poco más al rato.

Ah por cierto, entren al foro de ffnet de I am SHER locked, no es forzoso que escriban para que puedan participar, los lectores son igual de importantes. Y también pueden darle Like a Fuck Yeah Sherlock en Facebook.

Saludos a todos.