Este fic es para Bertha Nayelly ya que quería leer un Style mío, y ya que me lo pidió decidí escribirlo para ella; así que si estás leyendo esto espero que disfrutes el fic.

La pareja principal es Style, pero habrá Creek, Gregstophe y Stolovan (clyde x kevin). Para los que quieran Dip, habrá, pero muy leve y se mencionará menos que las otras parejas secundarias. ¿La razón? Apenas domino esa pareja. Lo siento por los que esperen Bunny, pero no me gusta esa pareja. También habrá un leve Candy.


Pasó semanas enteras pensando en si debía decirlo o no, y su manía de analizar todo con sus pros y sus contras no le ayudaba mucho. Las largas noches que pasaba boca arriba en la cama pensando en qué podría pasar después de decir la verdad le estaban matando poco a poco. Lo que le ocurría al joven Kyle Broflovski es que desde hace varios meses se había dado cuenta de que era gay. Y no era ninguna tontería pasajera, a sus 17 años era gay. Realmente él no le daba mucha importancia a ello, pues para él no era nada malo ser homosexual. Pero su tormento estaba en la permanente duda del "qué dirán", entre otras. Porque… ¿Lo aceptarán sus padres después de eso? ¿Sus amigos se comportan igual que él? ¿Los de su instituto le odiarán? ¿Acabaría siendo apartado de los demás? No lo sabía, pero quería saberlo. Había usado esas semanas para pensar y prepararse psicológicamente para lo peor, así que ya era hora de hacer pública su preferencia sexual… Primero a sus mejores amigos: Stan, Cartman y Kenny. Sabía que Stan le apoyaría por ser los mejores amigos, que Cartman se reiría aún más de él y que Kenny seguramente lo apoyaría. Luego debía decírselo a sus padres… Eso era lo más difícil, no tenía ni idea de cómo iban a reaccionar.

La luz del sol iluminó su rostro al tiempo que abría la puerta principal de su casa, el día de confesarlo todo había llegado. Con la mochila colgada, caminó directo a su instituto. La temperatura era demasiado alta como para ser propia de un pueblecito de montaña donde casi siempre hace frío y está nevando, quizás esa era una pequeña señal del destino. Pasó por la vieja parada del bus donde se solían reunir él y sus otros tres amigos para coger el autobús e ir al colegio, añoraba las peleas con Cartman ahí por más que las odiase antiguamente. Ahora la parada estaba desierta; una pena, la verdad. Siguió andando hasta encontrarse con Stan, que lo esperaba en la puerta de casa.

-¡Hey Stan! –Le saludó el judío cuando estuvo a su lado.

-¡Hey! –Le devolvió el saludo, agregando una sonrisa. –El gordo y Kenny ya se han ido, así que no hace falta que pasemos por sus casas.

-¿En serio? Mejor. –Pensó en voz alta Kyle y empezó a andar.

-¿Por? –Preguntó Stan siguiendo a su amigo.

Se hizo el silencio por unos minutos, ambos chicos andaban sin decir absolutamente nada. Stan esperaba por la respuesta del judío, y éste permanecía callado pensado en cómo decirlo. Finalmente, Kyle optó por resolver sus mayores dudas antes de anunciar nada más.

-Stan… Si yo fuese diferente a los demás, ¿seguiríamos siendo los mejores amigos? –Preguntó, mirando a su amigo directamente a los ojos.

-No lo dudes, jamás dejaremos de ser los mejores amigos. –Respondió Stan al instante para tranquilizar al pelirrojo que parecía preocupado por algo.

Siguieron caminando hasta llegar a las puertas del instituto. Antes de entrar Kyle cogió la mano de Stan para indicarle que parase. Ese era el momento de hacerlo.

-Stan, yo… Soy gay… -Murmuró, bajando la mirada automáticamente para evitar ver la reacción de su amigo.

Otra vez el jodido silencio que ya estaba desesperando a Kyle. Si tardaba tanto en responder, entonces seguro que no iba a aceptar su homosexualidad. ¿Por qué le picaban los ojos? ¿Por qué tenía unas irremediables ganas de llorar? Porque si Stan no aceptaba su preferencia sexual, ¿quién lo haría? Aunque quien más le importaba de sus amigos era Stan, así que perderlo por ello sería un golpe muy duro para él.

-Stan… -Iba a hablar, pero se quedó mudo cuando sintió unos brazos rodeándole y estrujándole con fuerza. Levantó la cabeza, el pelinegro le estaba abrazando.

Stan murmuraba cosas que Kyle no podía entender, y sinceramente mejor no entenderlas… Él estaba sin palabras, Stan no parecía muy sorprendido ni decepcionado, sino feliz. Casi parecía que le había tocado la lotería o algo mejor. Cuando iba a apartarle por sus propios medios, ya que le estaba asfixiando, Stan se soltó y entró corriendo al instituto. El judío se quedó allí, como un idiota, pensando en qué cojones le había pasado a Stan. Si hubiese sabido antes lo contento que se pondría, le hubiese comunicado su homosexualidad meses antes…

En fin… Mejor no calentarse mucho la cabeza y entrar ya al instituto. Entró, todo parecía medianamente normal. Faltaban tres minutos para que empezasen las clases, todo el tiempo que necesitaba para hablar con Kenny. Y hablando del rey de Roma, adivinen con quién se cruzó Kyle…

-Kyle, ¿sabes por qué Stan está tan contento? –Preguntó Kenny cuando vio al pelirrojo. Había visto hace nada a su amigo pelinegro saltando y corriendo por los pasillos como si le hubiesen dado la mejor noticia del mundo, y a Kenny le pareció que estaba drogado o algo parecido.

-Le he dicho que soy gay. –Respondió Kyle, matando así dos pájaros de un tiro. Por un lado le contaba a Kenny sobre su homosexualidad, y por el otro le respondía a su pregunta.

-Ah… Entiendo… -Respondió Kenny, utilizando la misma reacción que utilizaría cualquiera ante una situación casual. –¿Vienes?

¡¿QUÉ?! ¿Acaso Kenny no había entendido? ¡Kyle Broflovski era gay! Se lo había dicho en su cara y Kenny se lo tomaba de esa manera tan jodidamente tranquila. Debía de haber entendido mal, seguro.

-Kenny. Yo. Soy. Gay. –Repitió Kyle, asegurándose de que el contenido del mensaje era claro.

-Vale. Pero. Tenemos. Que. Ir. A. Clase. –Respondió de igual manera Kenny.

¿Qué le pasaba hoy a todo el mundo? Primero Stan se alegraba demasiado y luego Kenny ni se sorprendía por el hecho de ser gay. Dios… ¿Había habido una abducción extraterrestre y no se había enterado? En fin… Sólo le quedaba ir a clase y en el recreo hablaría con el gordo, que seguro se reía de él. Y por raro que suene, quería que se riera de él un poco por ser gay, así se aseguraría de no estar en otro planeta ni de estar en un sueño.

Las tres primeras horas pasaron más o menos rápido. Stan atendía a las clases, Wendy protestaba si algo no le parecía bien, Cartman la abucheaba, Tweek soltaba cada dos por tres uno de sus grititos, Craig ya estaba en la oficina del Sr Mackey, el Sr Garrison maldecía a quien le hubo transferido a este instituto… En resumen, un día normal. El recreo llegó y Kyle ya se estaba preparando para las burlas de Cartman. Cuando lo pilló desprevenido lo agarró de la camiseta y se lo llevó a rastras a un lugar alejado, y en ese momento agradeció a Dios que el castaño hubiese adelgazado un poco en estos últimos años, seguía siendo el gordo del instituto, pero al menos ahora era más fácil de arrastrar.

-¿Qué mosca te ha picado, estúpido judío? –Preguntó indignado, estaba a punto de conseguir su ración de comida en la cafetería y el estúpido de Kyle le había arrastrado de repente.

-Soy gay, adelante, ríete de mí. –Ordenó Kyle, ganándose una mirada escéptica por parte del otro.

-¿Por qué debería reírme de ti?

-Porque soy gay, me gustan los hombres. –Repitió, ganándose otra mueca de Cartman.

-¿Qué hay de divertido en eso? –Preguntó obviamente confundido, o más bien, ofendido. Se podía reír por muchas cosas, pero no le veía la gracia a ser homosexual.

Kyle estaba al límite de su paciencia… Nadie se extrañaba por la noticia, y lo más raro era que Cartman no sacaba provecho de ello para burlarse de él. El instituto estaba patas arriba, ¿qué iba a ser lo siguiente? ¿Que el Sr Garrison se hiciese asexual? Suspiró lentamente, tratando de contener las ganas de gritarle a Cartman, porque lo estaba haciendo sólo por joder, ¿verdad? Quería hacer como si no le importara para después reírse de él y humillarlo el doble, seguro. Y Stan actuaba así para engañarle y Kenny no le prestaba atención, sí, era todo una conspiración contra él. ¡Dios! ¡Se estaba volviendo paranoico!

-¡¿Qué le ocurre a todo el mundo?! –Gritó de repente Kyle, haciendo que Cartman diese un pequeño bote en el sitio de la sorpresa. –Stan parece alegrarse, Kenny ni le da importancia y tú no te ríes de mí. ¿Qué está ocurriendo? –Cogió al más gordo de la camiseta y comenzó a zarandearlo desesperadamente.

El castaño, molesto, se zafó de su agarre y esperó pacientemente a que su amigo se relajase.

-Lo que ocurre, Kyle, es que hay tantos homosexuales en el instituto que ya no es gracioso. –Respondió Cartman, dándole indirectamente a Kyle todas las repuestas que necesitaba… La mayoría, por lo menos. Ya tenía la respuesta de por qué Kenny se lo tomaba de esa manera.

-¿Tantos homosexuales? –Preguntó arqueando una de sus cejas.

Vale, puede que ya tuviese la solución a una pregunta, pero no tenía ni idea de qué homosexuales hablaba Cartman. Él no conocía a ningún chico gay, sí demasiados maricas, pero ninguno gay.

-Ah… Kyle… ¿En serio? ¡Todos son gays! –Casi gritó el castaño, molesto por la ignorancia del otro. Se quedó callado por un momento, dándose cuenta de algo. –Bueno… La mayoría… -Rectificó, eludiéndose a sí mismo y a un par de chicos más.

-Debes de estar bromeando… -Murmuró el judío, pasándose la mano por la cara como acto casi reflejo.

Cartman sabía que Kyle a menudo era cerrado de mente, y como suelen decir, una imagen vale más de mil palabras, así que se lo llevó a dar una vuelta por el instituto. Andando, llegaron hasta los columpios donde algunas parejas solían sentarse. Allí estaba Nicole, siendo empujada suavemente por Token.

-¿Dónde están aquí los gays, culón? –Preguntó Kyle con aire de superioridad.

Y es que Token y Nicole habían sido novios desde el colegio cuando Cartman los encerró a los dos en los vestuarios sólo por ser negros, pero aparte de eso los dos habían conectado y habían decidido llevar su amor más allá de los estereotipos. Sin duda, una linda pareja a ojos de la mayoría.

-Tranquilízate judío inquieto, todavía no hemos comenzado.

Siguieron caminando. Cartman se paró cuando ambos chicos pudieron ver cómo Clyde, el amante de los tacos; y Kevin Stoley, el fan de la guerra de las galaxias jugaban al balón. Kyle se sorprendió, jamás había visto al anti-social de Kevin jugando al balón en vez de estar leyendo alguna de sus revistas raras. Pero eso no tenía nada de gay, dijese lo que dijese el culón. La pelota se le escapó a Clyde y le acabó dando fuertemente en la cara, dejándole en el suelo retorciéndose, exagerando demasiado a ojos del judío y exagerando aún más cuando comenzó a gritar. Lo extraño fue que Kevin se acercó y en vez de gritarle que se callara, se sentó a su lado y le abrazó hasta que dejó de llorar.

-Eh… Quizás sólo sean buenos amigos… -Siempre quedaba esa opción para Kyle, porque no iba a darle la razón al culón de ninguna manera.

-¿Te crees que cada vez que esos dos maricas quedan juntos es sólo para hablar de tacos y de la guerra de las galaxias? Por Dios Kyle…

No se lo podía creer… No podía entender cómo Clyde y Kevin habían acabado juntos, si no tenían nada que ver entre ellos. Quizás había estado tan ocupado en los estudios y aclarando las ideas de su cabeza que había ignorado por completo a casi todo el mundo y ciertas cosas habían cambiado. Pero no por ello todos debían de ser homosexuales…

Cartman resopló, sabiendo por ende los pensamientos del judío. Lo guio hasta la cafetería para enseñarle otra cosa y de paso echarse algo a la boca, que las tripas ya le empezaban a rugir, y eso que sólo llevaba media hora sin comer… Kyle lo siguió, tenía curiosidad por saber qué otras parejas habían por ahí aunque dudaba que hubiese alguna más que Kevin y Clyde.

En la cafetería estaba el cafeinómano del instituto, más conocido como Tweek Tweak. Específicamente estaba enfrente de la máquina expendedora de café. Se rebuscaba desesperadamente los bolsillos, posiblemente en busca de una moneda para poner en la máquina y conseguir su preciado café, pero no encontraba ninguna. Metió las manos en los bolsillos del pantalón una y otra vez, pero nada. Craig llegó, metió una moneda en la máquina y pulsó el botón del café espresso y de la leche merengada. Cuando Kyle pensaba que sólo lo había hecho por joder, le entregó el café con una sonrisa que jamás había visto en Craig.

-Bueno, es sólo un pequeño favor… -Lo justificó Kyle con el único argumento que se le ocurrió.

-Tú sólo espera… -Dijo con una sonrisa que casi se podría clasificar de maldad. La típica sonrisa que pones cuando has preparado una broma y alguien está a punto de caer en ella.

Tweek aceptó de buena gana la bebida y en menos de un minuto ya se la hubo bebido, y cómo es que no se quemó la lengua fue algo que Kyle no supo, pero lo importante no era eso. Después de beberse el café, Craig se le quedó mirando de una manera extraña. El rubio resopló, miró a todos lados y le dio un rápido beso en los labios al pelinegro.

Fue entonces cuando Kyle no pudo más y se fue de ahí, seguido por Cartman. Se quedó con la mirada perdida mirando hacia la ventana que daba al patio trasero del patio en el que por regla no solía haber nadie. Definitivamente se había estado perdiendo demasiadas cosas últimamente… Los romances, al igual que los rumores, son muy rápido a la hora de extenderse, y él no se había enterado de esos dos.

Iba a rendirse, pero al otro lado de la ventana distinguió la figura de alguien a quien no veía en mucho tiempo, ya que dicho sujeto no era muy amigable e iba a un curso inferior a él; Christophe DeLorne. Sí, el mismo Christophe que les había ayudado en La Resistence y el mismo que había sido asesinado por los perros guardianes por culpa de un error de Cartman. Aunque había revivido por obra de satanás jamás se habían vuelto a hablar. Definitivamente ese sujeto desaliñado, malhumorado, loco, ateo y resentido con la vida no podía ser gay.

-Se está retrasando… -Murmuró Cartman sin razón aparente.

Kyle iba a preguntar, pero sus dudas fueron resueltas cuando un rubio inglés apareció en el patio trasero. Era Gregory, un chico inteligente y popular entre las chicas que se mudó de Inglaterra y fue transferido por error a un curso superior, pero que en poco tiempo lo volvieron a transferir a un curso menor, el que le pertenecía. El de pelo castaño no lo había visto, así que se acercó sigilosamente y para asustarle, empezó a imitar en su oído a un perro ladrando. El francés se puso blanco y dio un brinco en el sitio. Gregory pronto se dio cuenta de que se había pasado cuando vio los ojos vidriosos del otro, definitivamente no era muy buena idea retomar traumas del pasado… Le abrazó y a diferencia de lo que pensaba Kyle, el otro se dejó abrazar.

-Como ves su relación va más allá de La Resistence. –Señaló lo obvio Cartman.

-Pero… ¿Y Damien? –Preguntó Kyle con la esperanza de que no todo el mundo fuese gay.

-Gay.

-¿Pip?

-Gay.

-¿Kenny?

-Bisexual.

-¿Butters?

-Gay.

Dios… Todos eran gays menos Cartman y Token… ¿Cómo cojones no se había dado cuenta antes? Tenía que dejar de estudiar tanto y empezar a socializar más. No tenía ni idea de todos los gays que había en el instituto. ¿Por qué Stan no le había dicho nada? Un momento… ¡Stan!

-¿Y Stan? Stan no es gay.

-Jajaja esa es buena Kyle. –Se rio Cartman sin saber que lo decía en serio. –Me voy al salón de clases, luego nos vemos judío marica. –Se despidió Cartman, y cabe resaltar que lo de marica era por costumbre.

Kyle se quedó clavado en el sitio, con la mirada perdida y la cara pálida. ¿Stan era gay y él no sabía nada? Debía de ser una broma, ¿verdad? Una cruel broma por parte del culón de Cartman. Pero… ¿Y si no era así? Su cabeza estaba por estallar, todo le parecía demasiado confuso en ese momento. Lo único que tenía claro es que iba a tener una larga charla con su mejor amigo…


¿Qué os ha parecido? ¿Os ha gustado?

La mayoría estaréis pensando... Déjate de parejas que no nos importan y céntrate en Style! Yo os digo... Tranquilos, que todo a su tiempo...

Bertha, tú querías un Style y aquí está.

Si he apresurado las cosas o no ha sido mucho de vuestro agrado, lo siento... Narrar en tercera persona no es mi fuerte, lo tengo que reforzar. Además he escrito esto en la madrugada porque no podía dormir.

Dejo de enrollarme...

Hasta el siguiente capítulo mis amados lectores! owo