Mago Angelical

Neon Génesis Evangelion: Creando un Destino Parte II

Escrito por:

Erendir y AlexMRC


Evangelion, sus personajes e historia son de propiedad de los autores, ambas historias están escritas sin ánimo de lucro y con el único fin de entretener.


Capítulo 5 – ¿El adiós dura para siempre?


Varios días habían pasado desde que WILLE hubiera reconquistado el Geofront. La batalla había sido increíblemente dura, y las consecuencias se podían ver tanto en el propio cuartel como en los alrededores. Todos los miembros de la antigua Hydra estaban ahora siendo juzgados por todos sus crímenes, incluyendo a los pilotos de Jaeger. Las enormes máquinas de guerra habían sido destruidas durante la guerra, y lo poco que quedaba de ellas había sido el propio mago el que había dado fin a su existencia, dejando solo un buen montón de chatarra inservible, a menos que se reciclará.

Todos los empleados de WILLE se dedicaban a limpieza y mantenimiento incluido pilotos de los EVAS; exceptuando a los que estaban hospitalizados por sus razones correspondientes. Varios equipos reparaban el agujero de la ciudad hacia el Geofront siendo ayudados por gente de otras naciones. El mundo les había enviado ayuda y víveres a los ciudadanos, quienes luego de tanto tiempo finalmente volvían a sus casas para recuperar sus tranquilas vidas. El mago ayudaba con lo que se requería, levantando escombros grandes y demás mientras otros auxiliaban a heridos de aquella batalla, pues más de un refugio fue dañado en el último enfrentamiento.

El aire de tranquilidad se volvía a sentir en todas partes, las personas suspiraban de alivio y WILLE los protegía a la vez que restauraba poco a poco lo que se había perdido.

Las unidades EVA que aún se mantenían al 100% de su capacidad ayudaban al arreglo de maquinaria de la ciudad y el Geofront. Actividades de soldadura o de construcción que avanzaban muy bien gracias al apoyo de los titanes. El Wunder había sido prestado a la ONU con seguimiento de agentes de WILLE para patrullaje y protección, Misato dijo que era una organización subordinada de la ONU llamada S.H.I.E.L.D. o algo así.

El mago, mientras tanto, observaba el paisaje que le ofrecía el Geofront. Su mirar pensativo y en lo que se concentraba fue tal que no se dio cuenta cuando Misato se había acercado a él para platicar.

-Buenas Shinji. ¿Qué pasa por esa cabecita tuya?

-Oh, hola Misato. Pues, para ser sincero, estoy pensando en mi viaje de vuelta.

-¿Te marcharás ya? -preguntó Misato al joven mago.

Ya habían solucionado el problema en aquel mundo, ya todo estaba en paz. El mago había pasado demasiado tiempo allí, meses. Debía añorar su hogar, su dimensión.

-Lo he pensado, volver a casa y arreglar el problema que hay allí, con los Ángeles y compañía. ¡Pero oye, queda nada para que estas dos den a luz! ¡No puedo perderme eso! Cuando los bebés hayan nacido, intentaré entrar en contacto con mi maestra.

-Me parece bien, si eso te deja tranquilo y feliz no hay ningún problema. Aquel día creímos que Asuka daría a luz pero fueron solo síntomas de la sincronización con el Evangelion. Por suerte se encuentra estable y la pequeña está sana. –la Comandante sonreía con notoria satisfacción pues el mago le había tomado cariño a ese mundo; le reveló también que Asuka y Shinji no tendrían un hijo sino una niña, que nacería en una época donde las guerras no estarían más por un largo rato. Observó al mago con algunas dudas, si él también quisiera hijos o algo así; supo que tenía dudas debido al mirar entre nostálgico y triste del castaño quien no dejaba de observar hacia otra dirección pensando en quién sabe qué.

-Con que una niña… –sonrió el mago de Fairy Tail luego de unos segundos de estar pensando,

El joven mago había crecido rodeado de niños, los hijos de las diversas parejas del gremio, y el propio baby-boom que hubo no mucho después de la guerra contra Alvarez. Era por eso que no le incomodaba pensar en hijos, pero dentro de muchísimos años. Apenas tenía quince años, así que prisa no tenía ninguna, pero la posibilidad estaba allí.

XXXXX

Ya casi un mes había pasado desde el final de la guerra y todo había avanzado mejor que antes, el mago aún seguía en sus labores de limpieza y demás pero la ciudad había terminado de ser limpiada y casi reconstruida. Los edificios y el Geofront volvían a la normalidad así que para el mago ya no habían muchas cosas que hacer. De vez en cuando visitaba al mexicano para platicar, éste le contaba sobre diversas historias graciosas o chistes entre los cuales se sentían a gusto. El mago admiraba un poco el ver a Alex tan alegre a pesar de haber perdido un ojo en combate y ser torturado de esa manera durante la guerra; también supo que Ritsuko le estaba preparando algo al mexicano y aún seguían a la espera.

En las tardes paseaba por allí disfrutando de la tranquilidad en la que Tokio-3 se respiraba y también pasaba algo de tiempo con las futuras madres Asuka y Rei. Justo en ese momento en el departamento del Shinji de ese mundo estaba el mago preparando una comida grande en compañía de su contraparte, ambos se movían con una coordinación tal que dejaban sorprendidas a las presentes allí. Misato sonreía complacida y Asuka expectante observaba a dos exactos de su esposo cocinandole a ella; creía que era un sueño pues nunca se imaginó tal cosa y Rei platicaba a gusto con Alex, quienes al acabar de comer regresaron a su respectivo hogar.

Luego de la cena y la plática llena de risas y demás Misato tuvo que salir siendo acompañado por el Shinji de ese mundo, pues iban a comprar más comida. Por lo que el mago y Asuka se habían quedado solos en el departamento. La pelirroja leía buscando por un buen nombre para su hija, revisando entre las páginas por algo que la convenciera sin lograr demasiado.

-¿Aún no le dan un nombre a su hijo? –pregunta el mago secando sus manos pues acababa de lavar los cubiertos y trastos de allí, para luego tomar asiento al lado de la pelirroja dejando la pequeña toalla a un lado de la mesa. Observando el libro que llevaba la pelirroja con todos los nombres tachados.

-Es niña, y aún no nos decidimos por algún nombre. –respondió Asuka para acomodarse, sobó un poco su estómago al levantarse y acomodarse en el pequeño sillón cerrando el libro con separador. Volteó hacia el mago un poco sonriente con la mano aún sobre su vientre ciertamente pensativa por el nombre. –Falta muy poco para que nazca y aún no logramos darle un buen nombre. –rió un poco la pelirroja descolocando un poco al mago, pues aún le costaba acostumbrarse a esta actitud alegre y sumisa en la pelirroja.

-¿De verdad? Pues vaya que sois selectivos con ese asunto. –suspiró un poco Shinji para ponerse a pensar un poco imaginando los posibles nombres para la pequeña descendiente de los Ikari –Podríais poner nombres de algún personaje literario, o de alguna película.

La pelirroja dudaba un poco y su expresión pensativa permanecía inalterable. Rascó un poco su barbilla y entrecerró sus ojos pensando en algunos de los muchos nombres que había leído o escuchado por allí. Su hija debía tener un buen nombre así que no cualquiera sería para ella; mientras buscaba el mago propuso algunos.

-Está Lúthien, Marta, Serena, Eri, Isabella, Arwen, Natasha…

-Natasha parece un buen nombre, aunque suena como el de una rusa rara… Aún así me gusta. –replicó la pelirroja cuando le vino a la mente un pensamiento de su madre. Ya no recordaba cómo se llamaba y eso le preocupó por un momento. –Mi madre pasó por algo muy horrible cuando yo era niña. Un día ya no era la misma y trataba a una muñeca como si fuera yo… –relataba la pelirroja con cierta inquietud esperando así recobrar el nombre de su madre. Podía recordar su cabello largo, sus ojos azul claro y cómo sonreía con alegría. Sus recuerdos pasaron a ser lamentables, de repente recordó cuando encontró a su madre colgada. A pesar de que hacía algún tiempo le dolía hasta lo más profundo de su ser hoy en día solo sentía lástima. Sabía en ese momento que su madre no era la misma en ese momento. –Kyoko… –susurró entonces teniendo la respuesta a su incógnita. Tanto tiempo tenía ese nombre sellado y ese día pudo al fin recordarlo. –Kyoko Ikari se llamará.

El mago ladeó la mirada con una media sonrisa, pues encontró en cierto modo tierno que la Segunda Elegida decidiera ponerle a su hija el nombre de su propia madre. Aún así se encogió en hombros con satisfacción. Asintió y completó su sonrisa para juntar sus manos y hablar.

-Llamar a vuestra hija con el nombre de su abuela…, un gran homenaje me parece. Ambas hicieron grandes sacrificios por vosotros dos y toda la Humanidad. –afirmó con respeto el mago.

Recordó un poco a su madre entonces siendo solo fugaces imágenes las que por su mente pasaban. Sí, tenía idea de que su madre había participado en Gehirn, pero supo que murió y nada más. Luego de recordar una imagen de su madre cerca del EVA 01 no hubo nada más. El siguiente recuerdo fue de él llorando abandonado por su padre y la intervención de la Maestra Mavis con motivo de su preparación para lo que venía y el recibimiento de la gente del gremio.

-Espero que el nombre le agrade a mi Shinji, créeme que no me acostumbro aún a tener dos Shinji Ikari aquí. –mencionó Asuka un poco divertida poniéndose de pie para servirse un vaso con agua

-Me alegra que no me hayas pedido hacer un trío con vosotros dos, porque eso sería tan extraño que superaría cualquier otra cosa.

Asuka le dirigió primero una mirada asesina, pero al final acabó por reírse. El mago soltó una ligera risa y la chica caminó con cierta incomodidad hacia la cocina, cosa que llamó la atención del mago ya que aquello no parecía muy normal.

-¿Te sientes bien? –cuestionó inclinando su cabeza y mirando en dirección a la cocina hacia donde la pelirroja terminaba de tomar su agua. Notó entonces un líquido en el suelo, el cual dió por hecho que era agua. –Dejaste caer algo de agua cerca de tus pies, no te vayas a resbalar.

-No he dejado caer nada. –dijo confundida la pelirroja mirando hacia el piso. Sus ojos se abrieron atentamente notando que un líquido se había escurrido por sus piernas y su respiración empezó a agitarse, junto a un creciente y punzante dolor en su costado.

El mago abrió los ojos todo lo humanamente posible, quedando horrorizado.

-¿Eso es…, lo que creo que es…?

-Acabo de romper aguas… –alcanzó a decir a duras penas antes de caminar con lentitud sosteniéndose de cualquier cosa con tal de no caer, sintiendo entre miedo y emoción a la vez. Río levemente y se inclinó en el momento en que un poderoso dolor se hizo presente.

-... Ayyyyy… ¡Mierda! –exclamó entonces el mago poniéndose de pie y extendiendo el sofá cama que acababa de encontrar en el departamento de Misato, que intuyó Kaji usaba cuando lo castigaban. Ayudó a la chica a recostarse y luego de aquello se hincó al lado del mueble sosteniendo la mano de la chica.

Por la cabeza del mago surgió una idea, pero no estaba seguro. Asuka le miró, dándose cuenta de que estaba debatiendo consigo mismo con fiereza.

-¿Qué pasa?

-Estoy pensando en usar uno de mis poderes, pero no sé cómo podría afectar a tu hijo, por eso me daba tú entre hacerlo no, pero creo que no voy a arriesgar tanto. –respondió para buscar su teléfono, pues el padre debía estar presente en el nacimiento de su hija, ¿O no?

Tomó el teléfono y se detuvo un momento sintiendo un muy poderoso agarre, pues la pelirroja había sufrido el dolor de una contracción apretando el cojín del mueble y cualquier otro objeto que tuviera en su otra mano, en este caso la mano del mago. El chico volteó hacia su contraria implorando que le soltara y notó la expresión fiera de la chica sobre él.

-¿Te me vas a quedar mirando o vas a llevarme al hospital? –preguntó la demonia Langley sin soltar la mano del mago. Respiró de forma pesada y miró hacia otro lado sintiendo otro fuerte tirón.

-¡Ahí estaba el demonio pelirrojo! –El mago no esperó demasiado y marcó al número del Shinji de ese mundo pues Asuka lo miraba con una furia aún mayor; esperó en la línea mientras sonaba el típico sonido de espera y mentalmente apresuraba a su contraparte para que respondiera.

-*¿Hola?* –se escuchó desde el otro lado del auricular al igual que de fondo varias mujeres que hablaban en lo que parecía una fila de espera o algo así.

-Hola colega. Escúchame atentamente… ¡Vente pa' ca cagando leches! ¡Tu hija va a nacer! ¿Me oyes? ¡Ya va a nacer! ¡Así que ven antes de que tu esposa me fracture la mano! –exclamó sin rodeos el joven mago al ser preso de otro apretón por parte de la chica quien seguía a la espera de ayuda.

Hubo un silencio muy incómodo desde el otro lado de la línea, luego una frase inaudible de Shinji y poco después un grito emocionado de quien parecía ser Misato. Asuka alcanzó a escuchar para después arrebatar el teléfono de las manos del mago liberando así su mano.

-¡Shinji Ikari, hijo de perra! –el mago no dijo nada, pues se estaba concentrando en usar su poder para aflojar el agarre de la pelirroja y así deje de intentar romperle la mano –¡Ven aquí ahora mismo!

-*Wow, guarda la calma que ya vamos para el auto de Misato y te llevamos al hospital.* –dijo Shinji sin ser intimidado aunque en el fondo lo estuvo un poco; se escuchaba el movimiento desde el otro lado y Asuka sintió otro fuerte tirón que le hizo quejarse, pudo escucharse desde el teléfono como Shinji le pedía a Misato acelerar el paso y esta afirmaba.

-No creo que lleguemos al hospital… –dijo Asuka con voz un poco baja pero notable enojo volviendo a respirar y cerrando sus ojos en un inútil intento por pasar de ese tormento. –Oye, ¡Mago! –habló solicitando al Shinji de la otra dimensión.

-Dime. –habló el castaño con su mano ya repuesta de aquel dolor.

-¿Podrías traerme algunas toallas del cuarto de Misato, un poco de agua caliente y algo que pueda apretar? Por favor… –imploró Asuka con una voz que era muy distinta a la fiera de hace un rato, cosa que descolocó a Shinji, quien tardó unos segundos yendo como proyectil hacia la primera habitación, en la cual encontró una pelota de esponja que puso en la mano de Asuka quien luchaba por no gritar por el dolor de su labor de parto.

Asuka entonces no pudo evitar gritar del dolor mientras que en una mano sostenía el móvil y en la otra apretaba el juguete de goma que se deformó ante tal presión. La pelirroja colgó el teléfono para después ponerse a respirar esperando a que el mago llegara con lo que le había pedido. Poco luego de eso el mago llegó con un juego de toallas, varios cojines y una cubeta con agua tibia que puso en una mesita.

-Joder, joder, joder… ¡No me prepararon para esto! –Exclamó un tanto alterado el mago con una ligera gota de sudor en la frente, chasqueando sus dedos rápidamente y sin saber que hacer ahora. En el gremio nunca había pasado por algo así.

-¡Por Dios! ¡Yo soy la que está de parto! –gritó Asuka apretando más el cojín a su lado mientras se acomodaba sin dejar de inhalar y exhalar.

-¡Pero tu llevas meses preparándote junto al imbecil que te dejó preñada! ¡Es mi primera vez ayudando en un parto! ¿Dónde está Wendy cuando se la necesita? –preguntaba el mago con notable molestia al ser el único que se encontraba para tal tarea, lamentando no haber ido en lugar del otro Shinji a comprar comida al otro lado de la ciudad.

-Quien sea que pudiese no está, así que... ¡O me ayudas o te asesino! –amenazó la pelirroja tomando por el cuello de la camisa a Shinji dedicándole una mirada tan fúrica que habría intimidado hasta a los más valientes del gremio del mago. ¡Era la viva imagen de Erza o Mirajane cuando estaban embarazadas!

-"¿Mi Asuka será así cuando esté embarazada? Mal rollo." –pensó el chico mirando con cierto nerviosismo a su contraria, que luego de soltarlo le ayudó poniendo una sábana sobre ésta, quien ya tenía las piernas separadas a punto de empezar el esfuerzo para que su hija saliera y conociera el mundo.

-¡Oh venga ya! ¡No puedo hacer de matrona! –Exclamó nuevamente aterrado.

Él pensaba en ayudar en todo lo que pudiera… ¡pero no en ver la entrepierna de Asuka y ayudar a un bebé a salir de ahí dentro! Si bien estaba dispuesto a ayudarlos, era solo para eliminar amenazas posibles y no para recibir niños.

-¡Cállate y ayuda!

-¡Ohhh mierda! –el mago rascó su frente resignado cuando un sonido se hizo presente en la puerta, podía ser su salvación esperando a su otra versión, pero se desplomó su esperanza cuando cierto mexicano entró con una laptop al departamento.

-Hola Shinji, ya he reparado el problema de tu laptop y... –el mago simplemente suspiró resignado para acercarse al joven que acababa de llegar y miraba con su único ojo la escena, ante la cual se paralizó con cierta duda y temor. Pudo escucharse un sonoro "¡No es posible!" de parte de la pelirroja a lo que el mexicano puso el portátil sobre otra mesilla. –Oh mierda, llegué en mal momento...

-No, ¿En serio? ¿En qué lo has notado? –preguntó con sarcasmo el mago –Bueno, ya que estás aquí, échame una mano.

-Ah no, hermano. Yo te traigo lo tuyo y me largo. ¡Adios y buena suerte! –estuvo a punto de salir del departamento pero como si de magia se tratase (irónicamente) la puerta no estaba en su sitio, el mexicano suspiró sobando sus sienes y cuestionó. –¿Ya empezó a empujar? En serio, esperaba hacer estas cosas en el parto de Rei, no en el de Asuka.

-Y yo no esperaba ayudar jamás en un parto, pero aquí estoy –gruñó Shinji mientras volvía a donde estaba la pelirroja.

-¿Dónde está el marica del padre si se puede saber? –pidió el pelinegro con agotamiento, evitando la mirada penetrante y fiera de Asuka, que seguía esperando al par masculino presente.

-Pues espero que llegando, porque como no te aseguro que no podrá tener más hijos –siseó con tono de promesa –Bueno, ¿ahora qué? –preguntó al otro adolescente.

-Si mal no recuerdo, es revisar la dilatación…, pero me da miedo hacerlo, siento que si miro va a lanzarme algo. –respondió el mexicano sin querer ir a ver y esperando no tener que ver nada.

-Dudo que haga falta mirar para eso, ¿o me equivoco? –preguntó a Asuka.

-Yo que sé, ¡Solo hagan algo! –gritó nuevamente amenazando a ambos con una botella de cristal sacada de abajo del mueble…, Misato y sus costumbres.

-¡Ni que yo supiera qué demonios hacer! –exclamó Shinji.

-Espera, buscaré en el dios internet… ¡Vamos primero a Wikipedia! –replicó el chico abriendo la computadora portátil generando una pestaña en el navegador y tecleando para dar con un instructivo que los ayudara.

-... creo que debería haber llamado a un hospital en vez de al estúpido del padre... –murmuró el mago mientras observaba al mexicano.

-Según Asuka no hay tiempo, entonces no sé a quién más traer o que hacer. –contestó Alex desde el portátil revisando en las páginas de internet algo útil en esos casos.

Asuka gritó nuevamente de dolor y el mago intentó usar su poder para calmar dicho dolor, lográndolo para suerte de todos los presentes, sobre todo de la pelirroja.

-Veamos…, brindar seguridad a la madre... –dictaba Alex leyendo la página que había encontrado. –Alentar a la madre a empujar… Oh no… ¿Por qué me hacen esto? ¿Cómo vamos a saber si la cabeza del bebé ya salió si nadie quiere mirar? –se quejaba con notoria molestia el joven sobando su ojo sano, deseando que el Shinji de su mundo se hiciera presente ya.

Asuka miró a ambos jóvenes frente a ella. Deseaba que fuera su marido el que estuviera allí, o un médico, pero no era ninguno de los dos casos. En su lugar tenía a una contraparte de su marido venido de otro mundo y a un tuerto que definitivamente no quería para recibir a su hija. La pelirroja suspiró con decepción empezando a empujar para recibir a su hija antes de que se cansase y fuese más complicado el nacimiento.

-Las cosas claras y el chocolate espeso. –murmuró el mago –Soy el único aquí con el poder de curar y, aunque no me haga ni puta gracia, me parece que soy el más apto para echar una mano… Pero tengo la sensación de que el sexo no me va a interesar en muchos años –murmuró lo último.

-Si van a ser así las cosas, adelante Shinji. –alentaba con cierta inseguridad el mexicano colocándose al lado de Asuka y esperando que el mago no se pusiera nervioso al mirar.

El mexicano inclinó su cabeza por el dolor pues la pelirroja había tomado su mano para apretarla con una presión infernal. El chico apretaba los dientes mientras golpeaba el suelo con su mano libre lamentando haber entrado justo en ese momento.

-Ay madre mía… –murmuró el mago mientras inspiraba y suspiraba varias veces, preparándose para ver algo nada agradable…, o eso suponía.

-Asuka…, me rompes la mano... –dijo en voz baja mientras la chica le devolvía la mirada, se estaban tardando demasiado.

-¡Cállate desgraciado de mierda!

Shinji tragó seco y bajó la cabeza para ponerse a la altura adecuada.

Al no escuchar nada y ver el cuerpo tenso del mago, Alex supuso que él debía haber tomado su lugar más para evitar el agarre de Asuka que cualquier otra cosa. Estaba tuerto así que no vería toda la parte traumática.

-De acuerdo, entonces puja. –respondió poniendo un trapo en su boca para morderlo mientras Asuka empezaba a hacer esfuerzo para dar a luz, fue un gruñido de dolor que pasó a un grito. El mexicano cerraba su ojo soltando un chillido cuando el agarre se intensificó. –Vamos Shinji… ¿Qué ves?

-... –el mago simplemente se quedó en silencio ante la mirada desesperada de Asuka, quien ya sudaba por el esfuerzo y de un adolorido mexicano.

-Esto no es ni medio normal… –escucharon murmurar al mago.

-¿De qué hablas? ¿Está saliendo el bebé o no? –insistió Alex mientras sus huesos crujían por la fuerza aplicada por la pelirroja, sentía como si su mano estuviera siendo aplastado por el pistón hidráulico que alguna vez había visto machacar cosas en internet.

-S-si… Su cabecita asoma... –alcanzó apenas a decir con una voz vacía de vida para ese momento, pues el impacto le pegó a tal grado que casi no se podía mover.

Asuka entonces empujó con mayor fuerza (o eso se pensaba debido al grito que pegó al hacer ese esfuerzo) buscando así que su pequeña saliera y de paso provocando más fracturas en la mano del mexicano quien hacía unos segundos dejó de sentir sus dedos.

-Si…, está saliendo… Antepasados, dadme fuerzas…

-La vas a necesitar... –apenas dijo Alex y le pasó una manta pequeña al mago, volviendo a su intento de escapar de la trampa para osos.

Asuka volvió a gritar, haciendo otro esfuerzo. Shinji, que estaba por vomitar, evitó que lo que había ingerido no mucho antes abandonara su estómago, reuniendo fuerzas para ayudar a esa pequeña criatura a salir al mundo exterior.

Alex alcanzó a divisar un reloj notando que habían pasado dos horas y media desde que entró al departamento de Misato, abrió su ojo sorprendido porque apenas y parecían minutos desde que hubiera entrado. Entonces intentó escapar de nuevo, mientras la pelirroja continuaba en su labor de traer al mundo a la pequeña. Realmente habían pasado casi cinco horas desde que la labor de parto empezó, la pregunta era ¿Qué tanto habían estado haciendo Shinji y Misato?

-Dos horas y media… ¿Dónde demonios están? –cuestionó el joven pelinegro con preocupación y molestia.

-¡Voy a matar a ese hijo de la grandísima puta! –gritó Asuka mientras daba un nuevo empujón –¡Y tú sal de una maldita vez! ¡No seas como el cabronazo de tu padre!

-Sí, a Shinji a veces le gusta hacerla de emoción… No sabía que era hereditario... –quejó el mexicano volviendo a inclinar su cabeza ante el nuevo esfuerzo de la alemana, esperando que este calvario terminara para poder descansar y recuperarse de su mano –Oye Shinji, ¿qué tal va todo?

-...

Le pareció escuchar algo, pero era tan bajo que apenas y entendía algo.

-¿Compañero?

-Dos y dos son cuatro, cuatro y dos son seis, seis y dos son ocho y ocho dieciséis~ –canturreaba para asombro de Alex quien levantó una ceja ante la canción.

-¿En serio? ¿Cantando? –replicó con asombro y molestia observando al castaño.

-Colega, llevo dos horas y media en esta posición, observando a esta pequeña desgraciada que lleva con la cabeza fuera dos horas ya y aún no quiere salir. ¡Y no puedo sacarla yo! ¿Es que acaso el ser pilotos de Evangelion tiene algo que ver con la complicación de éste parto!

-¿Y no tienes algún poder que pueda hacerlo? ¿Telequinesis o algo así? –cuestionaba el mexicano sin poder creerlo empuñando su mano restante y entendiendo poco después la estupidez de su pregunta.

-¿Crees que no lo habría usado ya si pudiera? Demos gracias a que la niña está respirando.

Aquel embarazo era de lo más extraño para el mago. Tenía vagos conocimientos, pero se supone que una vez el bebé asoma la cabeza, el resto del cuerpo sale en apenas minutos. ¡Ahí era justo lo contrario! ¡Llevaba con la maldita cabeza afuera dos horas! ¿Qué demonios le pasaba a esa niña?

-Asuka, sabía que eras cerrada desde que te conocí pero. ¡Esto ya es pasarse! ¡Por favor! –gritaba el pelinegro tuerto mientras Asuka soltaba su mano para propinarle al chico mexicano una bofetada.

-Que gusto me acaba de dar ver eso –murmuró el mago sonriente.

-¡Cierra la boca remedo de pirata! –gritaba en respuesta la orgullosa alemana mientras el mexicano se levantaba para recuperarse del golpe.

-Espera un segundo… Si estabas pujando en serio… ¿Verdad? –cuestionó el mexicano mirando a Asuka molesto, pero la chica guardó silencio, dándole esta vez un puñetazo que le hizo dar una vuelta cayendo en el suelo.

-¡Asuka, Asuka! –los tres inquilinos de la casa levantaron sus cabezas hacia la "entrada" a la casa, pues reconocían aquella voz.

-¡Misato! –chillaron los tres.

La peli morada entró de un salto, quedando congelada al ver el panorama. Shinji, el de aquella dimensión, entró respirando pesadamente, blanco como la nieve. Éste avanzó lentamente hasta colocarse al lado de la pelirroja, sustituyendo a Alex, quien lloró de alegría.

-Lamento la tardanza, pero ya estoy aquí… Ya estoy aquí...

Algo pasó justo cuando Shinji cogió la mano de su esposa. No supieron qué era, pues fue más una sensación que todos los ajenos al matrimonio Ikari. Fue entonces que, ante el asombro de todos, la niña comenzó a sacar el resto del cuerpo, siendo éste recogido suavemente por el mago, quien la colocó en la toalla que sostenía Misato. El mago cortó entonces el cordón umbilical y la niña comenzó a llorar.

-¿Qué carajo acaba de pasar? –cuestionó Alex impactado.

-Llamadme loco pero… –el mago clavó su mirada primero en la niña y luego en su contraparte –me parece que ésta no quería nacer sin que su padre estuviera al lado… Nuevamente lo diré… ¿tendrán los Evangelion algo que ver con esto?

-"Eso o su madre estuvo fingiendo hacer esfuerzo para que el padre estuviera aquí." –pensó Alex mirando a Asuka con sospecha mientras que los llantos de la pequeña inundaban la sala.

Suspiró relajando su mano y poniéndose de pie sin saber si golpear al Shinji de su mundo o mirar a la pequeña niña que lloraba en brazos del mago. Era muy confuso y recalcó mentalmente su arrepentimiento de haber entrado en ese momento.

Misato estaba embobada mirando aquella pequeña criatura, pasándosela poco después a Asuka, quien la cargó en brazos, y la niña dejó de llorar. El rostro de ambos progenitores estaban blancos por el esfuerzo, pero el brillo de felicidad pura en sus ojos delataba la gran felicidad que estaban sintiendo en aquel momento. La atmósfera en aquel lugar había cambiado por completo.

-Espero que no pase lo mismo cuando Rei se ponga de parto. –murmuró Alex observando a la niña en brazos de su madre.

La pequeña tenía los ojos cerrados, su cabello castaño se asemejaba al de su padre y su pequeño rostro al de su madre. El Shinji de ese mundo se sentó a un lado de su mujer abrazando a esta, quien lloraba de la felicidad al tener a su pequeña finalmente.

XXXXX

Los médicos tardaron bastante poco en llegar a aquella casa para revisar el estado de madre e hija. La rapidez de su llegada asombró al mago y Alex.

-Oye, ¿cómo es que habéis tardado dos horas y media en llegar? –cuestionó Alex a Misato.

-Bueno… –la mujer desvió la mirada mientras se rascaba la mejilla –Hazme caso, mejor no saberlo…

El jefe de los médicos se acercó a Misato para informar.

-Debo decir que ha sido un embarazo de lo más extraño, pero ambas están bien. La niña está más que sana. –afirmó para el alivio de todos, quienes suspiraron aliviados.

-Ya veo. Muchísimas gracias doctor.

-Nada que agradecer. –asintió en respuesta para recoger su equipo de revisión y retirarse de allí. Pues la mayor parte del trabajo estaba hecha.

Misato volteó hacia el mago, acercándose para poner una mano en su hombro, dudosa, pues el chico tenía una mirada similar a la de Rei cuando aún no llegaba cierto mexicano. El chico volteó a ver a la pelimorada y ambos tomaron asiento en un sofá de allí.

-Shinji, ¿Te encuentras bien? –preguntó la mujer tratando de calmar al joven que parecía estar por sucumbir ante una crisis nerviosa.

-No…, no estoy bien… He visto cosas… Cosas de mujer… –respondió sufriendo un leve tic en uno de sus ojos mirando a la nada, con traumas que lo habían regresado a sus cuatro años de edad y lo habían regresado con tal velocidad que parecía su alma haberse quedado en otro sitio.

-A ver, déjame decirte que ESO no es siempre así…, sólo durante el parto.

-... lo siento Asuka…, pero me parece que tendrás que buscarte a otro… –susurró el mago.

Misato no tuvo duda en que no hablaba de la Asuka de aquel mundo mientras que el mexicano escuchaba aquella conversación. ¿Tan malo era? Empezaba a temer cuando Rei diera a luz…, peor caso pues ella tendría gemelos.

-Puta madre. –susurró Alex mirando al suelo aterrado, con los ojos bien abiertos y por primera vez pensando en escapar tomando una personalidad similar a la de Shinji al inicio de toda la guerra contra los ángeles.

Al poco rato, Rei había ido para visitar a la familia y ver a la pequeña, estaba muy ilusionada con ser madre y quería cargar en brazos a la pequeña Kyoko. En la entrada del departamento estaban el mexicano y la peliazul; Alex se había vendado su mano después de ponerse un bálsamo y platicarle a Rei toda esa experiencia, comentando a su mujer el miedo que tenía por el parto de la Primera Elegida a lo cual la chica solo rió pues le parecía divertida la actitud de Alex.

La pareja entró en el departamento donde aún Asuka estaba en la sala pues no tenía intenciones de ponerse en pie debido al dolor intenso de sus piernas y Rei se enterneció al ver a la niña en brazos de su madre.

-Es preciosa, tan pequeñita. –dijo Rei con voz suave acercándose a donde estaba Asuka recibiendo una sonrisa por parte de esta; Alex se había sentado y con su mano vendada trataba de tomar una taza que estaba en la mesa.

-Su nombre es Kyoko, igual que mi madre. –afirmó la alemana mostrando a la pequeña para que la peliazul pudiera verla y así mismo Asuka extendió a su hija hacia Rei quien gustosa la sostuvo en sus brazos.

-Es un bello nombre, ¿Podrías ayudarme con dos nombres para niños? –sonrió Rei haciendo mimos a la pequeña.

Mientras tanto...

-Oye, ¿Tú no podías curar? –preguntó Alex al mago cuando ya estuvo irritado de seguir intentando tomar la bebida con su mano lastimada.

-... pues creo que sí. –respondió el susodicho como si fuese lo más normal del mundo, recibiendo un levantamiento de ceja del mexicano.

-... ¿Y cuando piensas curar mi mano? –preguntó un poco irritado el mexicano observando al mago.

-... Me parece que nunca.

-¡Oh, vamos amigo! ¿Por qué no? –insistió el mexicano de forma inútil, el mago negó con la cabeza y Alex suspiró resignado a quedarse manco temporalmente,

-Yo estuve viendo TOOODO durante el parto y tu le cogiste la mano. Me parece que la experiencia ha sido igualitaria. –ante aquellas palabras del mago, Alex solo bajó la mirada sabiendo que era verdad. Se encogió en hombros y se relajó poco a poco. O al menos eso intentó.

-Con lo que pasó hoy dudo que quiera estar en el parto de Rei, pero aún así debo hacerlo. Me guste o no. –Alex abrió los ojos asustado para luego agitar un poco su cabeza y observar nuevamente al mago.

-Tienes que estar presente. De todos modos míralo por el lado positivo, esta vez nadie te va a lastimar la mano. –el mago rió un poco divertido al decir aquello mientras el mexicano buscaba calmarse, mirando a Rei que cargaba a la niña.

No lo había notado pero sería muy difícil el parto de dos bebés; el ya muy crecido vientre de Rei le hacía sentir temor.

Mientras tanto el Shinji de ese mundo platicaba con la peliazul y con su esposa de manera amena, Misato tomaba un café al lado de Kaji, ambos con muy felices rostros al ver que los pilotos hacían sus vidas felices. No se imaginaban cómo sería ese mundo si hubieran tomado otras decisiones, si no estuviera Asuka, si no estuviera Alex o si Shinji hubiera decidido quedarse como el cobarde llorón que era al principio.

-Oye, ¿Mari, Kaworu, Touji, Hikari y Kensuke han sido avisados? –preguntó el mago a nadie en particular al recordar a los otros.

-... Ya decía yo que se me olvidaba algo –murmuró Misato dándose una palmada en el rostro.

-Le estoy marcando a Touji para que vengan. –dijo Alex usando su mano sana para teclear el número del deportista.

Cuando respondió le pidió que viniera junto a Hikari, pues tenían un aviso muy importante que hacerle a ambos. Poco rato después a Kaworu y Misato llamó a Mari, quien estaba con Kensuke en ese momento. Mientras llegaban los demás se dedicaron a seguir conversando amenamente.

No supieron si fue casualidad o destino, pero los cinco llegaron al mismo tiempo, adentrándose en la casa sin llamar. Todos saludaron y demás mientras tomaban un lugar en la sala llenando aún más el lugar. Kaworu se acercó a los demás chicos mirando a la niña no sin antes felicitar a la pareja por el nacimiento; Mari insistía a Kensuke en tener un hijo mientras el joven de lentes se negaba pues sentía que no estaba listo.

Mientras el Shinji de ese mundo cuidaba a la pequeña, Asuka jugaba con el estómago de Rei como si fuera una niña. La peliazul solo sonreía ante aquello pero sí sentía cierta incomodidad; no tanta como para apartarla pero sí como para estar un tanto intranquila.

Alex y el Shinji mago contaron el parto de dos horas y media, asombrando a todos los presentes, aumentando su curiosidad cuando contaron lo sucedido con la llegada del Shinji de aquel mundo.

-Eso es muy extraño, pero tengo una teoría. –habló Kaworu –El ser pilotos de Evangelion ha modificado un tanto nuestro ADN, y creo que el pilotar durante el embarazo afectó en cierta manera. Por mucho que Asuka empujara la niña no terminaba de salir, sólo se asomó. No fue hasta que llegó el padre que terminó de nacer. Quizás, y solo quizás, exista una profunda conexión entre los padres y el bebé. Mencionasteis una sensación cuando se tomaron de las manos, ¿No? Un intercambio de energía, o algo semejante, para dar el último empujón al bebé.

-En eso están en lo cierto, fue algo extraño pero sí sentí algo. –afirmó el Shinji de ese mundo sin soltar a la pequeña, algo pensativo por la teoría que le había planteado Kaworu.

Tenía demasiado sentido todo aquello.

-Eso quiere decir que Rei y Mari pasarán por algo así, o eso parece. –dijo Kaji pensativo –Y existe la posibilidad de que Hikari pase por algo semejante.

La mencionada ladeó la cabeza mientras Touji se sonrojaba furiosamente, en su mente no planteaba aún formar una familia con la chica. Hikari a su vez sostuvo su rostro entre emocionada y avergonzada, en su mente se imaginaba al lado de Touji con un lindo niño.

-¡Oye, oye, que estamos muy lejos de eso! ¡Ni siquiera estamos casados, y no tenemos prisa! –exclamó el susodicho desvaneciendo poco a poco los pensamientos de su novia, quien suspiró resignada a esperar aún más tiempo.

-Sólo es una posibilidad. Digo, no sabemos si ésto solo afecta a padres que hayan pilotado un Evangelion o también afectará si solo el padre o la madre han sido pilotos.

-Pues en ese caso… –Kensuke se ajustó las gafas mientras sonreía de manera divertida –Touji, Mari, Kaworu, comenzad a crear a vuestra descendencia.

Mari estalló en carcajadas mientras Kaworu se reía. Touji intentó golpear a su amigo sin éxito. El resto también se rió, pero entonces cierto par comenzó a hablar en voz baja.

-Oye Shinji. –llamó Rei al mago, luego de haber acabado de hablar con Asuka y que esta dejara de jugar con su vientre. Tocó al mago del hombro y sonrió ligeramente como si de un asunto privado se tratase.

-¿Sí Rei? ¿Se te ofrece algo? –preguntó el mago volteando y centrando su atención en la peliazul, quien le tomó de la mano para ir al balcón; sitio que estaba silencioso y que era perfecto para hablar en privado. –¿Para qué me trajiste aquí?

Ante las incógnitas del mago, Rei tomó asiento en una banca cerca del borde del balcón, invitando al castaño para que se sentase a su lado. Un poco confundido el joven hizo caso para que Rei le mirara con serenidad.

-Dime Shinji, ¿Qué sabes del Evangelion Unidad 01? –preguntó sin más la joven de cabello azul mirando al mago, quien no pareció entender su pregunta en un principio.

-Bueno…, pues alguna que otra cosa, ¿Por?

-Quiero contarte algo, pero no si es que ya lo sabes. Así que responde, ¿Qué sabes del EVA 01? –insistió la chica con mirada calmada mientras se reclinaba un poco en la banca de allí aún expectante por su respuesta.

El mago se rascó la cabeza pensativo.

-Bueno, sé que no es un simple robot; sé que fueron construidos por Gendo Rokubungi y Gehirn antes de pasar a propiedad de NERV y que necesitan un piloto joven para andar. –relataba el mago sin muchas ideas concretas ya que no había profundizado en el asunto. Si bien sabía sobre la conexión entre la unidad y su piloto no conocía más detalles de ello.

-Ya veo, bien… Por si lo recuerdas o no, tu madre Yui Ikari participó en el desarrollo de las primeras unidades EVA. ¿Sabías eso? –continuó interrogando la chica.

-Si, eso lo sé. Y que la madre de Asuka también ayudó en su construcción…, pero ambas murieron... –recordó Shinji sin saber aún cuál era la intención de Rei con aquellas preguntas.

-Sí… te voy a relatar algo que me contó Kaworu, algo que sucedió hace varios años en tu mundo. –empezaba a relatar Rei mientras Shinji seguía con sus dudas respecto a aquella situación. –Verás… durante el desarrollo del Evangelion Unidad 01, se cuestionaban en aquel entonces quienes iban a ser los pilotos de aquellas máquinas. No se habían hecho pruebas con humanos y se dieron cuenta de que el cuerpo del Evangelion necesitaba un alma para funcionar al cien por ciento de su capacidad...

El relato de Rei empezó a abrir los ojos al mago, tenía ideas muy lejanas de que era a lo que se refería la chica o quizá quería negar de alguna manera aquel hecho. Antes de dar por seguro algo que aún no le terminaban de relatar decidió seguir en silencio escuchando a la chica.

-Tú estabas ahí, eras un niño muy pequeño… Tu madre te sonrió mientras vestía un traje de conexión para el Evangelion, el que usas ahora… Entró al EVA y empezaron las pruebas de sincronización…

El mago simplemente no podía creer lo que escuchaba. Sus ojos se abrieron del impacto al grado que hasta Rei dudó en si debía continuar o no. Pero, al ver que se mantenía expectante, la peliazul decidió continuar. El propio mago le diría cuando detenerse.

-Las pruebas parecían ir bien al principio, tu jugabas tranquilamente en otra habitación… Ajeno a todo lo que ocurría en el hangar del EVA, no estabas al tanto de que algo iba mal en el experimento de contacto… La sincronización de Yui subió a niveles catastróficos llegando hasta el 400%...

La respiración del mago empezó a ir de forma errática poco a poco, imaginarse semejantes escenas le provocó un vuelco en el estómago. Haciendo que olvidara cualquier otra cosa de ese día, su mente estaba atrapada en memorias perdidas hacía años. Cómo se acercó a la ventana para mirar a la Unidad 01 sin saber que su madre estaba por irse para siempre.

-Gendo aseguró que había sido un accidente, pero en realidad era un plan para sabotear al EVA y atrapar un alma que pudiera sincronizar contigo… Tu madre quedó atrapada en cuerpo y alma dentro del Evangelion Unidad 01

-Sabía que era un desgraciado de mierda, pero también sé que amaba a mi madre sobre cualquier cosa, incluso yo... Pero esto… Esto es demasiado incluso para él…

Rei quería decir algo para consolar al mago, pero simplemente no sabía cómo. En lugar de eso se quedó en silencio con la mirada baja sin poder mirar a Shinji. Sabía que iba a reaccionar así y de todos modos le dolía. Por alguna razón le dolía que el mago se sintiera tan mal.

-Ahhh… Bueno, el pasado pasado es. No puede cambiarse, ¿verdad? –Rei quedó sorprendida por las palabras del mago. Esperaba que reaccionara de forma violenta o mal hablada, como solía ser normal en él, pero aquella reacción tan calmada le descolocó –No me mires así, haz el favor. Cuando quiero sé controlarme. Y como he dicho, el pasado no puede cambiarse…, supuestamente. ¡No voy a meterme ahora con la teoría del viaje en el tiempo! Pero a lo que iba, si es verdad que el alma de mi madre está dentro del EVA, ¡pues mejor para mí! Ahora sé que no está muerta, en parte, y puedo despedirme de ella adecuadamente una vez llegue el momento. En cuanto a Gendo y SEELE… –La tan conocida sonrisa de guerra del mago hizo acto de aparición –Ohhhjojojojojo… Me encargaré de ellos como se debe… jojojojojo…

-Pues bien, ya que así vas a hacer las cosas. –sonrió Rei literalmente sin saber que decirle al mago, luego de eso se levantó para acariciar el cabello de Shinji y entrar de vuelta al departamento de Misato. –Puedes entrar o estar un rato afuera, no te molestaremos.

-Gracias. La verdad es que me quedaré aquí afuera un rato. –respondió el mago con su tradicional sonrisa y la peliazul asintió para deslizar la puerta y entrar cerrando esta nuevamente. El mago se había quedado solo con sus pensamientos.

Pasó un largo rato hasta que decidió volver adentro. En verdad no había nada que hacer, salvo disfrutar del agradable ambiente que había por la recién nacida, ya limpia y dormida.

Un buen día.

XXXXX

Un mes después llegó el parto de Rei, solo que ésta vez dicho parto se realizó en el hospital, estando la madre rodeada de profesionales, un lujo del cual Asuka no pudo disponer en su momento.

El mexicano solo se dedicaba a estar allí para darle ánimos a Rei, quien tenía una actitud completamente opuesta a la de cierta pelirroja. Ella en los dolores fuertes respiraba buscando calmarse y no gritaba, cosa que disipó cualquier miedo de Alex ante un apretón poderoso de su recién recuperada mano o un repentino golpe en el rostro donde se hallaba su nuevo ojo izquierdo, cortesía de la doctora Akagi.

Fuera de esa habitación esperaban el mago, Kaworu y Misato. El joven de cabello plateado solo observaba el evento como si lo estudiara, siendo cautivado por la forma de comportarse de los hombres; hay que recordar que Kaworu fue el primer ángel y que había abandonado esa naturaleza hacía mucho tiempo.

La peliazul respiraba con agitación mientras el sudor formaba una leve capa encima de su piel, estaba por nacer el primero de los gemelos y Alex estaba más que nervioso por el evento. Aún así no iba a separarse de su mujer sabiendo la conexión que tenían por ser pilotos del EVA.

El joven mago había sido informado de forma tardía por Misato y se encontraba caminando lentamente hacia el hospital. No tenía prisa alguna, pues eran dos los que debían llegar al mundo, y no se fiaba de Rei. ¿Quién le negaba que fuera una Asuka 2.0 durante el parto? Nada, que no se fiaba de nadie respecto a ese tema. Cuando llegó al lugar donde estaba Rei de parto, y Alex a su lado, se encontró sólo con Misato. Ambos se saludaron con un gesto de cabeza y esperaron pacientemente la llegada de los gemelos.

Rato después de aquello, tanto Shinji de ese mundo como Asuka hicieron acto de presencia llevando a la pequeña Kyoko en un carrito. El castaño nacido en ese mundo se aproximó al joven de cabellera plateada para platicar y la Comandante de WILLE solo observaba con ansias pues ya quería ver a los pequeños.

-Veo que Rei lo está llevando con mucha calma, ¿No crees? –Asuka habló al mago mientras que tenía a la pequeña en sus brazos, sonriendo y observando por la ventanilla.

Sabían que el primero iba a salir porque esta vez la peliazul gritó por el dolor, unos cuantos huesos crujieron y las palabras que lanzaba la chica hacia Alex fueron tan fieras que el mexicano se quedó paralizado.

-Y allí tienes tu calma. –sonrió el mago mientras Ayanami insultaba y le gritaba cosas al mexicano en su lenguaje natal como "Tú me hiciste esto, hijo de tu puta madre" y demás palabras despectivas que redujeron al pelinegro a un cachorro temeroso –Que gusto me da –Sonrió enormemente con satisfacción.

-A tí te pasará lo mismo –advirtió Asuka con una sonrisa mordaz.

-Au contraire, mon cheri. –el mago sonrió de la misma manera –Si algún día toco a mi Asuka y tengo niños, que después de ver lo tuyo dudo que la toque algún día, –Asuka hizo una mueca– no seré tan estúpido como para estar junto a ella durante el parto. ¡Oh no, por supuesto que no!

Unos minutos pasaron pues ya llevaban varias horas con Rei en labor, para que el primero de los niños decidiera por fin salir a la luz. El llanto del pequeño fue sonoro mientras los doctores cortaban el cordón umbilical y lo limpiaban, un pequeño de cabello azul oscuro que era la viva imagen del padre. Alex olvidó el dolor por completo alentando a Rei a seguir empujando.

-Y allí tienen al pequeño Daniel. –sonrió la pelirroja mientras observaba desde la ventana, Shinji de esa realidad sonreía emocionado y Misato conmovida dejaba caer lágrimas de emoción mientras que Kaworu hacía más grande su sonrisa.

-Es tan precioso. –afirmó la pelimorada extendiendo sus manos como queriendo agarrar al pequeño rompiendo en llanto esta vez. Iba a darle muy duro a Kaji para tener uno de esos.

-Realmente ustedes se ven más conmovidos por este tipo de circunstancias. –mencionó Kaworu para soltar una leve risa observando a Misato llorar como niña en el suelo.

Mientras tanto dentro de la sala de partos Rei sonreía sudorosa y en parte cansada, estaba satisfecha al escuchar el llanto de su pequeño y ahora iba a dar lo que le quedaba de fuerzas para que saliera el otro.

-Destroza mi mano si quieres, pero hay que terminar con esto. –dijo el mexicano con completa decisión sosteniendo la mano de su mujer y con una media sonrisa para motivarla. Rei asintió y volvió a su labor de empujar sin soltar la mano de su marido, quien se mantenía en silencio y susurraba palabras de apoyo para que diera lo mejor de sí, transfiriendo sus fuerzas sin saberlo para que ella se esforzara.

-Ya llegamos. –saludó Mari llegando por los pasillos acompañada de Kensuke, quienes tomaron su lugar cerca del resto que esperaba el nacimiento de los gemelos. El joven de lentes no pudo evitar sonreír divertido al ver a Misato en el suelo llorando como niñita y Mari empezaba a filmar el evento.

-¿Es necesario filmarlo Mari? Además, ¿Cómo encontraste mi cámara? –preguntaba el chico mientras Mari le tapaba la boca con la mano.

-Estaba en tu caja debajo del sillón junto a tus mangas y revistas pornográficas. –respondió con total calma la chica mientras todos los presentes volteaban hacia Kensuke.

Hasta un par de enfermeras habían cortado su plática al escuchar aquello. Peor aún, Misato dejó de llorar para mirar con confusión y leve asco al chico. El resto solo lo observaba con expresión neutra y Kaworu igual, sin saber a lo que se referían.

-Oh venga ya. –intervino el mago –TOOODOS han tenido algo semejante. ¿Quién no ha buscado en internet pornografía o se ha comprado revistas guarras o a saber? –increpó a todos los que miraban con asco al chico de gafas –Y no olvidemos que aquí tenemos a dos parejas de menos de dieciocho años con niños. ¡Un poquito de por favor!

-Yo tengo una pregunta. –dijo Kaworu levantando la mano como si fuera un alumno a punto de preguntar a su profesor. Ese gesto llamó la atención del mago.

-Dime alumno Kaworu.

-¿Qué es pornografía o como se diga? –cuestionó de forma calmada el joven de cabellos plateados.

La pregunta sonó tan inocente que la gran mayoría quedaron impactados por la incógnita, mirando ahora todos a Kaworu, incluido la pequeña Kyoko, aunque no por el mismo tema.

-Bueno, puedes preguntárselo a Alex o mi contraparte de aquí. Son, junto a Kaji, los más expertos en ese tema.

-Créeme mago, el Shinji de aquí era más virgen que nada antes de que llegara. Quizá alguno de tus amigos si tenía revistas, pero este idiota solo guardaba mangas de robots o de series aburridas. –mencionó una decepcionada Asuka siendo observada por su Shinji, que entrecerró los ojos al escucharla.

-Cierto, pero ha tenido una niña contigo. Eso quiere decir que tuvo que buscar información para darte hasta en el carnet de identidad.

-No diré nada al respecto. –respondió el Shinji de ese mundo apartando la mirada cuando escuchó el llanto de un niño nuevamente y centrando la mirada en la peliazul que estaba dentro de aquel cuarto.

-Lo que yo decía –sonrió el mago mientras atendía al llanto.

-Y le damos la bienvenida ahora al pequeño Alberto. –sonrió Mari filmando todo aquello, el resto miró hacia el ventanal del pasillo mientras que dentro Rei lloraba de la felicidad siendo acompañada por un tranquilo pero feliz mexicano.

Un par de minutos luego de eso uno de los doctores se encaminó hacia la puerta tras revisar el estado de los niños y pedir reposo a Rei. La puerta se deslizó y el doctor hizo a un lado su cubrebocas para hablar.

-La paciente está bien, pueden pasar a verla. Solo no hagan mucho ruido, ¿Quieren? –pidió el doctor haciéndose a un lado de la puerta cediendo el paso a los presentes.

Fue así que los pilotos y demás entraron a la habitación de Rei, observando a los gemelos de esta. Alex acariciaba el cabello de Rei y le quitaba el sudor mientras los demás tomaban lugar cerca sin apartar la vista de los niños.

-Vaya que son lindos. –mencionó Kaworu sonriente ante la escena. Alex le devolvió la mirada de igual manera junto a Rei.

Misato entonces se colocó al lado del mago con una ligera sonrisa, sin apartar la vista de los niños quienes dormían tranquilamente. El silencio se había hecho en aquel lugar. Las sorpresas ya habían finalizado.

-Bueno, ahora os toca saborear el agridulce. –comentó el mago, llamando la atención del resto.

-¿Por qué dices eso? –cuestionó Kensuke al igual que Mari.

-Las noches serán muuuuuy duras. Recuerda que los bebés sólo hacen tres cosas: comer, cagar y dormir. –terminó de sentenciar el mago, pero Misato lo observaba con expresión nostálgica, pues sabía que pronto habría que despedirse.

Aunque sabían que el mago no era de su mundo ya lo consideraban como amigo íntimo y otros casi como un hermano. El mexicano soltó una leve risa para mirar a los presentes notando las expresiones de Misato, sabiendo poco después lo que la mirada de la Comandante decía.

-Volverás a casa, ¿Verdad? –cuestionó esta vez Kaworu hacia el mago llamando la atención de los presentes, quienes luego voltearon hacia el Shinji viajero entre universos.

El mago sonrió entonces con leve nostalgia en su rostro para levantar la mirada observando a los demás, tenían razón pues ahora le tocaba a él la labor de volver a casa. Ya había sido demasiado tiempo el que transcurrió sin saber nada de su universo y era hora de volver a llamar a su maestra.

-El adiós no durará por siempre, ¿Verdad? –cuestionó el mago sonriendo con serenidad ante la mirada entre alegre y triste de los presentes.

XXXXX

(Inicia música: Halo 4 OST - 117 de Neil Davidge)

Los nacimientos habían tenido lugar, así que ya era hora de volver a su hogar, o por lo menos su hogar temporal. Tal y como se había propuesto, en cuanto pasó un par de semanas del parto de Rei, comenzó a intentar ponerse en contacto con Mavis invocando todo su poder de golpe día tras día. Alguno pensaría que era un esfuerzo inútil, pero para el joven miembro del gremio más fuerte de Fiore, Fairy Tail, aquella era la única manera. Mavis ya conocía su firma mágica, por decirlo de alguna manera, y seguramente le estaría buscando por todo el multiverso. Sólo debía ser persistente.

Al noveno día de comenzar aquella rutina, en las afueras de la ciudad fortaleza Tokio 3, Misato y Ritsuko se habían ido junto al joven mago. Verle hacer tal cosa era fascinante, y los datos que pudiera recabar la doctora sería oro puro. Dado que aquel espectáculo duraba diez minutos a lo mucho, el mago había pedido al resto no ir día tras día para verle hacer eso. Aquella rutina podría llegar a ser muy aburrida. Al final, al quinto día, sólo ambas mujeres adultas continuaban yendo con él, cada una por su motivo.

-Bien, vamos allá –susurró mientras cerraba los ojos y se concentraba.

Ritsuko preparó su instrumental científico y Misato simplemente se encogió de hombros. De pronto, como era costumbre, el mago expulsó una insana cantidad de aura, toda la que tenía en un solo torrente. Aquella era una enorme presión para su cuerpo, pero era la única manera que se le ocurría para lograr captar la atención de la Primera Maestra de Fairy Tail.

Una vez que el mago dejó de expulsar aura, pues había llegado a su límite, esperaron pacientemente durante varios minutos hasta que, ante el asombro del trío, apareció una cúpula dorada surgía de pronto, y dentro de la misma hacía acto de aparición el cuerpo de una niña de larga cabellera dorada. El joven mago sonrió satisfecho mientras observaba a la primera maestra del gremio Fairy Tail. Misato y Ritsuko quedaron sorprendidas, pues aquella persona era una niña, o tenía aspecto de niña. ¿En serio era la Maestra?

-Maestra Mavis, ya pensaba que no lograría dar conmigo. –mencionó el mago sonriente y feliz de ver por fin a su Maestra.

La rubia sonrió como tanto solía hacer.

-Ha sido una tarea harto difícil cosa, pues tu desaparición y acabar en otra dimensión era algo no fácil de resolver.

-Bueno, al menos me ha encontrado. –Shinji volteó para mirar a ambas mujeres –Y ahora me voy. Muchas gracias por todo. Ha sido divertido. Despedidme al resto.

-¡De eso nada! –exclamó Misato al tiempo que ponía sus manos en las caderas. –Usted, jovencito, no se marchará de aquí hasta haberse despedido adecuadamente de todos. –regañó la peli morada sorprendiendo un poco a la Maestra Mavis.

El mundo en el que había llegado sí que se parecía demasiado al de su alumno, salvo por algunos cambios en cuanto a tecnología y otras cosas como el mar rojo por ejemplo. Hallar a su alumno o esa dimensión en específico fue complicado, aunque quizás no tanto, pues esa realidad parecía ser una terminal donde se podrían enlazar otros pocos universos vecinos. Decidió no profundizar en su descubrimiento y le dirigió la mirada a Shinji.

-Pero…

-Tranquilo Shinji –Mavis cortó la queja del joven, sorprendiéndole –Por lo que veo has estado aquí bastante tiempo cuando allí han pasado varias horas desde tu desaparición. Podemos esperar a que vengan tus amigos de aquí y así despedirte adecuadamente.

-... está bien…

Misato, feliz porque aquella niña estuviera de acuerdo con ella, sacó su teléfono y comenzó a llamar al resto.

Unos minutos pasaron desde que Misato hizo la llamada a todos los cercanos al mago en ese universo y allí se reunieron todos. Desde el alto mando de WILLE y los pilotos, como Touji junto a Hikari, Kensuke junto a Mari y demás. Todos con una sonrisa y un poco tristes por la despedida.

-Así que ha llegado la hora de partir Capitán. –sonrió Alex siendo el primero en acercarse al mago, estando a un metro y medio frente a él con Rei detrás de sí sujetando el carrito con los gemelos a bordo de este. –Fue un placer conocerte y contar con tu ayuda… Espero que algún día, solo tal vez, nos visites, o quién sabe… Quizá nosotros te visitemos.

-Shinji, fue un gusto conocerte. Espero que salves tu mundo y le des la paz que merece… Gracias por todo. –sonrió Rei para abrazar al mago, sollozó un poco y se separó del abrazo para luego volver a hablar. –Prométeme que vas a arreglar a la Rei de tu mundo, ¿Sí?

-Hermano, ¡Voy a extrañarte mucho! –dijo Touji quien se acercó al mago luego de que Rei regresara con su familia. –Espero que seamos tan amigos como en tu mundo, si puedes dale un empujón con Hikari. ¿Puedes?

Touji se apartó del mago mientras que Hikari le sonreía. Luego, de entre el grupo, salió Kaworu, quien caminó hasta poner una mano en el hombro del mago.

-Salva a tu mundo, mi querido amigo. Toma como ejemplo la paz de aquí para motivarte y da el máximo para conseguirla en tu realidad. –el chico de cabellos plateados sonrió y regresó con el grupo, fue Asuka quien tomó la palabra ahora.

-Sé que soy o era muy orgullosa, ¿Puedes darle un par de palabras de apoyo a la 'Yo' de allá? –pidió con suavidad la pelirroja entregando al mago una foto instantánea de un par de días atrás, donde estaban todos allí reunidos. La chica puso la fotografía en el bolsillo de la camisa del mago y regresó a su sitio con un par de lágrimas en los ojos.

Mari y Kensuke le dieron las gracias, Kaji le dijo que se cuidara mucho y le regaló un reloj con las iniciales de WILLE. Misato abrazó al mago en llanto acariciando su cabello y sollozando nuevamente. La mujer se retiró el colgante de cruz y se lo pasó al mago.

-Dile a la Misato de allá que sea valiente. –la mujer se unió al grupo y el mago miró el colgante de cruz, donde se leía grabada en metal la palabra "Ganamos".

-Me da gusto saber que hay más de nosotros por allí peleando contra los ángeles. –tomó la palabra el Shinji de esa realidad. –Serás un héroe para tu mundo, estoy seguro de eso; solo no te rindas nunca. Algo que debes recordar es que debes levantarte sin importar cuánto caigas… Nos vemos, hasta pronto Shinji.

El castaño natal de ese universo tomó su lugar junto al resto, quienes le sonreían al mago que estuvo en silencio gran parte del rato sucedido. Todo lo que pasaron, quedaría grabado en sus memorias para siempre; el mago había aprendido mucho en aquel mundo y más que nunca estaría dispuesto a salvar el suyo, para respirar esa paz que había conocido, para crear su destino donde todos serían felices.

Unas leves lágrimas comenzaron a salir por los ojos del mago, pero rápidamente se las limpió, respirando profundamente, sonriendo a todos los allí presentes.

-Bueno, pues ya nos hemos despedido todos. Espero que no volváis a pasar por una experiencia semejante a ésta. Y quién sabe, quizás en el futuro logre aprender esta magia y venga a visitaros antes de que me busquéis vosotros. Ah, y por supuesto que echaré una mano a vuestras versiones de mi mundo, que no os quepa la menor duda –el joven mago no sabía qué más decir, así que simplemente dijo aquello –¡Nos vemos!

Y con una gran sonrisa, ambos magos penetraron en el hechizo, el capullo dorado, y desaparecieron de aquella dimensión, dejando a los propios habitantes de esta sonrientes y a la vez triste por la despedida. No mucho después dieron media vuelta y se marcharon para disfrutar de una vida pacífica.

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Mago Angelical/Creando un Destino

Fin...


Erendir: bueno, pues hasta aquí esta colaboración, este crossover. Nos ha llevado mucho tiempo finalizarlo, pero estamos más que satisfechos con el resultado. Espero que vosotros también lo estéis.

AlexMRC: Lo prometido es deuda, aquí está el final de esta historia y como ya dijo mi camarada, ojalá lo hayan disfrutado tanto como yo escribiendo. Con este proyecto terminado podemos dar continuidad tanto a otros personales como en conjunto. Recuerden que participamos en la Comunidad de Escritores haciendo historias de EVA para ustedes. Es una despedida temporal, nos verán por aquí un buen rato ;)