Perra psicótica

Disclaimer: Naruto y todos sus personajes no me pertenecen. Son propiedad de Masashi Kishimoto. Yo sólo escribo por diversión y sin ánimo de lucro.

Advertencia: AU (Universo alterno).

-¡Tenías que abrir tu puta boca, Karin! Sabes perfectamente que hablar no es lo que se te da mejor con ella. -bufó el.

-Jódete. -fue lo único que dijo mientras avanzaba, tambaleándose. Se soltó del agarre de Suigetsu y continuó por sí misma, pero no duró mucho. A los cinco pasos tropezó y cayó estrepitosamente al suelo.

Maldijo en voz alta, interrumpiendo el silencio de la madrugada.

-¡Hey, ya no quiero más problemas por tu gran boca! -se quejó el de cabello con reflejos azulados mientras se agachaba, nuevamente, para ayudar a la pelirroja a levantarse. Esta intentó zafarse de su agarre, pero en tremendo estado de ebriedad era una acción casi imposible.

-¡Yo no te pedí que cuidaras de mí! No te necesito, grandísimo imbécil. -refutó mientras lo empujaba.

Suigetsu negó con la cabeza.

-Claro, porque borracha y con tacones pudiste habértelas ingeniado para burlar a los guardias de seguridad que te querían agarrar por empezar una pelea con la novia de Sasuke.

-¡Ella empezó, no yo! -se defendió mientras cruzaba sus brazos sobre el pecho. Bufó y se quitó los lentes para frotarse los ojos. -Además, lo tenía todo controlado.

-Por supuesto. -comentó con sarcasmo.

-¡No es como que a ti te interese lo que me sucede, idiota! -soltó.

-¿Qué no me interesa? ¡Dices qué no me interesa cuando te llevé tan sólo por Sasuke, perdiéndome de ir con Jūgo a terminar el proyecto que Orochimaru nos ha dejado!

-De todos modos ibas a terminar sin coger.- canturreó.

-¡Te ayudé cuando Ino quiso lanzarse contra ti!

-En diez minutos la iba a tener rogando.

-¡Recogí tu cabello seis de cinco veces que vomitaste!

-Eres un cursi.

Suigetsu se palmeó el rostro, derrotado.

-Me importas, Karin.

Fue entonces que un par de brazos rodearon su torso. Suigetsu parpadeó confundido cuando su rostro se encontró a centímetros del de Karin, la cual estaba sonrojada y con una expresión de tranquilidad infinita. Justo cómo solía ponerse con Sasuke en momentos menos oportunos.

-Y te lo agradezco mucho, Suigetsu. -murmuró inclinándose hacía su rostro.

Cerró los ojos, pero en lugar de sentir los cálidos labios de la chica, recibió una patada en la entrepierna.

-En verdad pierdes el control cuando pasas mucho tiempo sin follar con lo primero que tenga falda. -empezó a caminar, ignorando el cómo éste se dejaba caer al suelo cubriéndose su zona dañada.

Mientras lagrimeaba, miró con odio la silueta de la pelirroja, cubierta con el saco que él le prestó para cubrir su vestido sucio de alcohol.

Karin era una desgraciada. Esa era una verdad irrefutable que jamás cambiaría; pero si no fuera así, probablemente a Suigetsu no le gustaría tanto. Porque él la adora tanto como la detesta.

-Maldita... perra psicótica. -jadeó adolorido.

Sí, la detesta. Pero no podría vivir sin ella.

Éste ha sido un regalo para azukideinuzuka. ¡Espero te haya gustado!

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