¡Hola! Lean las acotaciones de abajo, por favor.
Disclaimer: Naruto no me pertenece, es de Masashi Kishimoto.
El sabor del alcohol caló su garganta, dejando fuego a su paso líquido. La lengua la sentía entumecida y tenía un extraño sentimiento en el pecho. Se había sentido muy alegre al principio, pero ahora la enfermiza necesidad de verlo era insoportable. Dolía.
Las migajas de su pelea seguían punzando y ella había sido la que se había enfurecido, por lo que buscarlo era contradictorio. Se regañó por ser tan débil cuando se trataba de Gaara.
Se había dicho una y otra vez que no lo perdonaría tan fácil. Se lo juró. Si Gaara no tenía tiempo para acordarse al menos de su aniversario, entonces ella debía… ¿Qué debía hacer?
—Alejarme del maldito hasta que me compense.
Oh, pero nunca funcionaba. ¡Cuántas veces había intentado hacerse la difícil y terminaba colgada del cuello del Kazekage! Tres veces al menos en los últimos dos meses. Rayos.
Se fijó en las demás personas que la acompañaban en la taberna. Tres jóvenes en una esquina lejana, probablemente regresaban de una misión, pues se veían maltratados y sucios. Además de ellos, sólo habían dos ancianos cerca de ella en la barra, charlaban en voz alta sobre sus enfermedades. Era mitad de semana, por Dios, ¿podría ser más deprimente?
Dejó dinero en la barra y se despidió en voz baja del tabernero, el frío atosigador del desierto la quemaba. Frotó sus brazos y ensimismada dirigió sus pasos por inercia a la casa de Gaara.
Se quedó afuera, esperando que por arte de magia el pelirrojo se diera cuenta de su presencia y bajara por ella. No iba a suceder, no era una película tonta de… ¡Se mueven las cortinas, Gaara me verá!
No, falsa alarma, sólo era el viento.
Cuando pasaron quince minutos con sabor a falta de amor propio, decidió marcharse.
Al día siguiente, con lentes oscuros y resaca monumental, decidió decantarse por otra estrategia. Abrió la puerta del despacho de Gaara y estaba a punto de gritarle como si se le fuera la vida en ello, pero un ramo de rosas en la mesa la dejaron fría.
—Lamento no recordar nuestro aniversario, Matsuri.
Gaara escribía sin prestarle demasiada atención, causando que la castaña se desesperara.
—¡Esa no es una buena disculpa! —gritó con los puños apretados.
—¿No te gustan?
Apenas despegó los ojos del papel y la veía apresurándola a continuar.
—Sí, pero… Quisiera que me prestaras más atención.
Gaara no dijo nada, se alzó de hombros y bajó la pluma.
—Matsuri, tú sabes que no tengo tiempo para pensar ni en mí.
Con el hígado rogándole que no se embriagara más, se retiró sin tomar las rosas. Cerró la puerta sin fuerza y soltó una risita irónica mientras bajaba las escaleras.
—Es lo que hay, tómalo o déjalo, chica tonta. —se dijo en voz baja tronando sus dedos sin ningún entusiasmo.
Oh, Gaara, ojalá fuera un papel importante para que me leyeras…
El kage se juró no volver a cortar flores de su invernadero para Matsuri, si igual no las iba a aceptar.
Hola de nuevo, chicos y chicas. Hoy tengo dos anuncios, uno bueno, uno malo. Empezaré con el malo.
Voy a tomarme un descanso de Amargo y Dulce de algunos meses, porque tengo varios proyectos por empezar y no quiero estar disculpándome por retrasarme mucho con la actualización de estos OS y drabbles.
La buena noticia es que este proyecto no se ha acabado. No, señor, habrá más Amargo y Dulce, mi meta es hacer cien xD hahaha, y apenas estamos empezando. Quiero decir que me siento muy feliz porque ya casi alcanzo mi meta de los 100 reviews, aún faltan varios, pero nos estamos acercando, y el review número 100 tendrá un premio especial.
Además, los invito a vigilarme de cerca, pues uno de los proyectos que quiero comenzar es un GaaMatsu más elaborado. Si quieren ponerme en alertas, sería muy bueno para que vean lo que se viene. (Si alguien es fan de Kankuro, Shikaku y Yoshino, NaruSasuNaru, Rasa y Karura, etc, estoy segura que les alegrarán mis alertas)
Creo que eso es todo, me despido, recuerden que no es un adiós, ¡es un pequeño descanso! Besos y contribuyan con su review. Sé que se quieren ganar el premio del número cien.
PD: ¡Me tardo más de un mes y llego con un drabble! No sé porqué me siguen amando, chicos. (?) *Nadie la ama*