Aquí les traigo el 4to. capítulo de la historia, que por cierto... lamento los retrasos...

El capítulo ya estaba listo desde hace mucho tiempo pero en uno de los formateos de la computadora... pues... ya saben... se fue el archivo. Y desde entonces ya nunca volví a tener la inspiración para el capítulo nuevamente… hasta ahora…

Espero les guste, y por favor... Disfruten.
Recuerden:
—Hablando—
*Pensando*
(Comentarios Míos o Aclaraciones)
Notas al final del capítulo [Si es que las hay, y ya no hay # entre la historia.]


Capítulo 4: Dejar el pasado, y ver al futuro.

Len y Lenka, dos grandes amigos que se conocieron por accidente, y aunque sólo se conocían desde hace poco tiempo (un día para ser específicos), su amistad era tan fuerte como una roca.
Los problemas parecen acompañar a Len a todas partes, no importa donde esté, siempre sucede alguna desgracia.
En esta ocasión, no fue para él, sino para Lenka, quien acababa perder a su padre...
Lenka lloro por un tiempo... y Len no se apartó de su lado.
Paso el tiempo, sin embargo no parecía que algo cambiara

Len se detuvo a pensar lo que estaba sucediendo.
*¿Por qué ocurren tragedias a personas tan buenas?* pensaba Len. *Puede que no conozca la razón... Pero, definitivamente tengo que ayudar a Lenka.*

Len con la intención de elevar el ánimo de Lenka, le propuso salir a dar un paseo por la ciudad.

Lenka aún entristecida acepto la proposición.

Len llevo a Lenka al parque donde podría respirar airé fresco y tener una atmósfera más agradable para la vista.
—Es agradable estar aquí, ¿no te parece?— inicio la conversación Len.
—Si...— le contesto Lenka aún deprimida, aunque reconociendo las palabras que Len le decía.
El aspecto del parque era muy bonito; desde flores hermosas a los alrededores, hasta las personas que paseaban a sus mascotas, con una sonrisa en el rostro. Sin duda era un lugar para que esa hermosura y felicidad se le pegasen a uno mismo.

Lenka sonrió un poco al ver tal paisaje. Aunque le dolía la muerte de su padre, sabía que llorar no arreglaría nada. Así qué, de nuevo empezó a sonreír.
—Me encanta tu sonrisa.— comento Len.
—¿Eh... Que...?— pregunto Lenka un poco sonrojada, no esperaba tal halago de parte de Len. Aunque eran amigos, tales palabras saliendo de su parte, sonaban un tanto cálidas, en comparación a que lo hubiese dicho cualquier otra persona.
—Quiero decir, que es mejor cuando estas feliz, y esa sonrisa es como una luz que ilumina a todos. No se sí me explico.— decía Len tratando de explicar lo que sus palabras significaban.
—Gracias Len. Realmente sabes cómo subirme el ánimo.—
—No, no. Realmente no es nada...—

Len había conseguido su objetivo. Hacer sonreír nuevamente a Lenka.

Lenka ya parecía ser la misma de antes, y Len lo pudo notar.
—¿Quieres un helado?— pregunto Len.
—Me encantaría. Pero tú...— aunque fue interrumpida por Len.
—No te preocupes por el dinero. Yo invito.—

Y antes de que Lenka contestara algo más, fue corriendo hacia un puesto de helados, a comprar.

Len aunque no sabía que sabor le gustaría a Lenka, ordeno 2 de sabor de banano (banana, plátano. Como quieran llamarle.)

—No sabía que sabor te gustaría, así que pedí del mismo que el mío.—
—Me dejaste sin preguntar que sabor me gustaría.— bromeo ella.
—Je, je, discúlpame—
—¿Es de banano?—
—Emmm... si. ¿Te gusta?—
—¡Es mi favorito!—
—¿En serio? ¡Igual el mío!—

Sin querer, habían descubierto otro gusto similar, y eso en cierta forma los unía más...
Mientras disfrutaban del helado, Len continuaba hablando...
—¿Sabes? Parece como si este parque y yo, estamos conectados.— continuo hablando Len.
—¿A qué te refieres?— le contesto Lenka.
—Pues, muchas cosas han ocurrido aquí.—
—¿Así? ¿Cómo cuales?—
—Pues, aquí fue al primer lugar que vine tras perder mi casa. También donde te conocí y tome tu bicicleta...—
—Ni me lo recuerdes.— dijo bromeando.
—Y también conocí a esa chica y su hermano. Todo eso y otras cosas más que he vivido en este lugar. Desde trabajos, hasta mi sitio de diversión desde que era pequeño. Este parque significa mucho para mi.—
—Este parque ha estado aquí desde hace 20 años, ¿no es cierto?—
—Si, la estatua que está en la entrada, así lo demuestra. Hace 20 años...—
—Parece un lugar especial en tu vida.—
—Si, aunque este sitio sea un lugar que ha marcado mi vida, ¿no puedo vivir sujetándome a él? ¿Cierto? Tengo que salir adelante...—
—No podemos vivir atados a un sitio, o algún objeto, o persona; sin duda, tu sabes muy bien lo que significa "vivir".—
—En realidad... No se qué significa "vivir", pues las respuestas son tan diversas, que es difícil definir esa palabra. Yo pienso que "vivir", es pasar tu vida rodeado de tus seres queridos, divertirse, aprender, llorar, equivocarte, arreglarlo... Es sin duda algo que no se puede explicar, sólo depende de ti, el que pienses que vives tu vida al máximo.—

No sabían como habían terminando de ese tema, aún así, las palabras de Len eran acertadas.

Lenka reconoció tanto sus propias palabras como las que Len decía, si quería salir adelante, debía de olvidar (en cierto sentido) la muerte de su padre. Y enfocarse en lo que le vendría más adelante.

Puede que halla perdido a su padre, pero tenía su hermano y su madre, además de tener un amigo como Len, que siempre estarían a su lado.

Len y Lenka tras comerse el helado, regresaron a la casa de Lenka.

—Gracias por dejarme quedar una noche más, Lenka.—
—No es molestia alguna. Además, no te puedo dejar en la calle así nada más.—
—En serio, muchas gracias.—
—Deja de agradecerme que hagas que me sonroje.— dijo bromeando.
—De acuerdo, ya lo dejo.—

Ambos llegaron a la casa, aun conversando y riendose de las diferentes cosas que se contaban. Al entar vieron a Rinto, quien estaba sentado en el sofá.

—Hola hermano.— saludo Lenka felizmente.

—Hola...— saludó sin ganas. No por sentirse triste ni nada de eso... sino que no tenías ganas de hablar... No se había dado cuenta de Len, aunque al instante en que lo vio, solo le lanzó una mirada fría. Y se marchó de la habitación sin decir nada.

—Parece que no le agrado...— dijo Len con una gota de sudor en su cabeza.

—¡Déjalo! Es un loco.—

—Espero no causar ninguna molestia realmente...—

—Ya, ya, no digas eso. Ya se le pasará, debe de estar deprimido por lo de papá... eso debe ser.—

Posiblemente eso sea... Rinto debía de estar triste por haber perdido a su padre, eso era...

Justo en ese momento, sonó el teléfono...

Lenka corrió a contestar la llamada.

—¡Aló! ¿Diga?— Saludó Lenka a quien estaba llamando a través de dicho aparato.

—¿Lenka? Soy yo, mamá.—

—Mamá, dime ¿ocurre algo?—

—Sí, necesito que me hagas un favor. Necesito que vayas a la casa de mi hermano.—

—¿Hasta allá? Está al otro lado de la ciudad...—

—Sí, disculpa que te pida este favor... mi hermano quiere que vaya a recoger unas cosas hasta allá... pero no tengo tiempo para eso. Hijita... Necesito que vayas...—

—Bien... lo haré...—

—¡Gracias hija! No te preocupes por el trasporte... paga un taxi... no te compliques la vida.—

—Ok.—

—Adiós, tengo que trabajar, te veo pronto.—

—Adiós.—

Ahora otro problema, parecía que la vida de Lenka y de Len, estaba llena de problemas... salían de uno, entraban a otro...

—Len...— llamó la atención del ojiazul.

—¿Sí? ¿Se te ofrece algo?—

—Mira... Mi mamá quiere que vaya a recoger unas cosas... pero seguramente tardaré mucho... y si te quedas aquí con mi hermano, es posible que haya problemas por su culpa...—

—Bueno, no hay problema. Te acompaño...—

—Será mejor que esta vez lo haga sola... pero gracias por ofrecer tu ayuda...—

—¡Ah! Bien... Saldré a caminar un rato... no hay problema.— contestó Len, pensando que había incomodado a Lenka.

Len pensó que posiblemente sea sobre algún asunto familiar... por esa razón Lenka había rechazado su ayuda...

Era algo que no podía evitar... o sea, era un asunto familiar. Y él no era de la familia.

—Bueno, entonces... nos vemos más tarde.— dijo Len, antes de abrir la puerta principal.

—Bien... solo no te pierdas por el camino...— bromeó Lenka.

—Trataré de no hacerlo.— bromeó él antes de irse.

Empezó a caminar sin rumbo alguno, solo caminaba por las calles de la ciudad sin ningún motivo ni dirección...

—Otra vez yo solo...— comentó para sí mismo. —Ahora, ya solo falta que aparezca Gumi y...— no terminó de decir lo que tenía planeado decir, porque se topó de frente con alguien. —¡Auch! ¡Disculpe! Fue mi culpa...— se disculpó con la persona que impactó.

—No hay problema...— respondió la persona.

Aun no se había visto al rostro, solo se disculparon... pero al levantar la mirada para ver con quien habían impactado... se sorprendieron un poco.

—Gumi ¿eres tú?— preguntó Len... al ver a la señorita con quien había chocado.

—Sí... Len...— dijo con un leve sonrojo en sus mejillas… que en realidad no eran evidentes…

—Este… veo que ya estás bien…— dijo Len no muy seguro de como iniciar una conversación… —Digo, por lo que pasó, sería normal que uno no quisiera volver a salir a la calle por un buen tiempo…—

—Pues ya ves, no es ese mi caso.— Explico.

En ese momento aparece Gumo, quien estaba algo agitado por estar corriendo…

—Gumi… no… te alejes de mí… de… esa manera…— respiraba agitadamente entre cada frase… y mantenía su cabeza agachada y sus manos las apoyó en sus rodillas pues estaba exhausto… no se había percatado de Len…

—No te apartas ni un momento de mí… pareces chicle…— respondió Gumi, sin voltear a verlo y un poco enfadada con él…

—Pero, no puedo dejarte ir por allí… sola…— dijo el sobreprotector hermano… y en ese instante se dio cuenta de Len, justo en el momento que levantó la mirada… —¡Oye! Tú eres el chico que estaba con mi hermana…— dijo ahora dirigiéndose a Len…

—Bueno… se puede decir que sí…— Respondió Len.

—Pues si lo que quieres es salir en una cita con mi hermana la respuesta es que no…— ¿Cita? ¿Quién mencionó esa palabra?

La cara de Gumi se puso de un rojo encendido… ya que le dio vergüenza y algo de pena lo que su hermano estaba diciendo… en especial porque en cierta forma si quería eso… y el hecho de que a ella le gustaba Len. Y Len… pues no se esperaba eso…

—¡Hermano!— gritó Gumi muy molesta con Gumo… y que en cualquier momento le daba un golpe de lo furiosa que estaba…

—¡Es broma, es broma!— dijo rápidamente y se protegía la cara con ambos brazos… —Solo quería ver tu reacción… y un castigo por desobedecerme…—

—Serás…— dijo Gumi en voz baja y dándole la espalda a su hermano…

—En fin… lo siento Len. No quería incomodarte.— se disculpó Gumo.

—No es nada… de veras…— a Len no les molestaba lo que Gumo había dicho.

—¡Que maleducado soy!— se regañó Gumo al recordar una cosa… —Ni siquiera me he presentado correctamente… Soy Gumo Megpoid y como sabrás soy hermano mayor de Gumi, tu "novia".—

Gumi no soportó más y le dio un fuerte golpe en la cabeza…

—¡Deja de molestar!— gritó mientras lo golpeaba. Y Gumo caía al suelo de tal impacto…

—No tienes por qué ser tan agresiva…— dijo Gumo con un chinchón en la cabeza…

—Como se ve que se llevan bien…— dijo Len al ver lo divertidos que podían ser.

—Len, me preguntaba si nos querías acompañar.— dijo Gumo levantándose y limpiándose el polvo de la ropa… —Será una forma de agradecerte por lo que has hecho.—

—No tienen por qué agradecerme nada… no fue nada…—

—Oye… vamos. De lo contrario me negaré en su boda…—

Gumi solo le devolvió una mirada asesina… y Gumo entendió que si decía algo más, seguramente asistirían pero a su funeral…

—Acompáñanos, nos divertiremos juntos.— trataba de persuadir Gumi a Len.

—Si no es molestia…—

—Claro que no. ¿Verdad hermano?—

—Bien, vayamos todos a divertirnos un poco.—

Y toda esa tarde Len se divirtió junto a los hermanos peli-verdes… fue una tarde muy divertida para todos…

Gumi por su parte, quería estar siempre junto a Len, y esto no le molestaba en lo absoluto a Len… aunque no podían faltar las molestas bromas de Gumo… las cuales en más de alguna ocasión pasaban la raya, y Gumi no le tenía perdón…

—Len, me he divertido mucho, espero que podamos repetir esto pronto.— dijo Gumi con una sonrisa de lado a lado.

—También me he divertido mucho… sinceramente ha sido la tarde más divertida de mi vida…— Contestó Len.

—Yo no diría lo mismo…— dijo Gumo, con unos cuantos moretones en la cara…

—Tú tienes la culpa…— dijo Gumi, indiferente de las quejas de su hermano…

Len se divertía en serio con ellos…

—Bien, Len, ya es tarde, y debemos irnos…— dijo Gumo —No te molesta que te dejemos en esta parte de la ciudad, ¿verdad?— preguntaba pues estaban en el parque.

—No, no me molesta para nada.—

—De acuerdo, cuídate.— dijo Gumo, antes de empezar a caminar junto a Gumi. —¡Ah! Una cosa más…— dijo antes de voltear nuevamente hacia Len… —Espero ansiosamente el día en que ustedes dos se casen…—

—¡Gumo!— grito una ruborizada Gumi…

—Jajaja es broma. Solo quería decir que si necesitas ayuda, puedes acudir con nosotros… seguramente Gumi, ya te dio su número telefónico, ¿cierto?— al terminar de decir esa última frase, miró con una cara pícara, a su hermana.

—Sí, ya intercambiamos números. Y gracias por lo de hoy.—

—De nada… Hasta pronto, chico.— dijo Gumo antes de darse la vuelta y tomar rumbo.

—Adiós… Len…— dijo Gumi, despidiéndose de su héroe y amor en secreto.

—Adiós, Gumi. — se despidió Len de su amiga.

Len observaba como los dos hermanos se alejaban de él…

—¡Eeeeeh! Sí que eres popular, Len.— habló alguien a sus espaldas. Aunque reconoció esa voz casi instantáneamente.

—¡Lenka! ¿Qué haces aquí? Pensé que…— ya no había terminado la frase porque Lenka le interrumpió.

—Pensaste que todavía estaba lejos, ¿no es verdad?—

—Para ser sincero sí…—

—No querías presentarme a tu novia, ¿verdad? — dijo pícaramente.

—Ella… ella no es mi novia.— no estaba nervioso ni nada, es solo que no se esperaba eso de parte de Lenka.

—Bromeo, bromeo.— reía Lenka. —Mejor vamos a casa, se está haciendo de noche, y no quiero que te pierdas…—

—Jaja… que graciosa…— rio sarcásticamente Len…

Como siempre, las charlas que ambos tenían eran muy divertidas y cada vez descubrían que tenían mucho en común… desde algo tan pequeño y trivial hasta algo que parecía ser casi imposible…

No tardaron mucho en llegar a la casa de Lenka. Y en cierto sentido, Len estaba más tranquilo, ya que Lenka ya no parecía triste ni desanimada… sino todo lo contrario, ya estaba actuando como siempre lo hacía…

Esa noche, cenaron solos, por así decirlo, ya que Rinto no los quiso acompañar a la mesa… y mejor se fue a la sala…

Tras la cena, no ocurrió gran cosa… lo mismo de siempre. Y Len se fue a acostar tranquilamente a su cama esa noche, sabiendo que sus dos amigas, ya estaban bien, y que probablemente dormían felices… al igual que él, de tener un amigo en quien confiar… así como él confiaba en ellas…


¿Qué les pareció el capítulo de hoy? Espero que bien…

Lamento los retrasos… nuevamente… no tenía la inspiración para terminar el capítulo… ya que como expliqué, se borró en un formateo… pero ya pasó… probablemente pase otro poco de tiempo antes de publicar el siguiente capítulo. Así que no se inquieten…

Bueno, a lo que vamos, las notas…

NOTA #1 CHICLE: Goma de mascar. Dulce pegajoso que uno mastica…

NOTA #2 GUMO: Sería Gumiya, aunque me pareció mejor ese nombre… pero díganle como gusten.

Solo eso… y sin más que agregar, me despido de todos(as) quienes lean este fic…

Aprovechando, les recomiendo darse una vuelta por mis otros fics… en especial el de Pokémon Lo malo de ser el elegido… ¡Está que arde! En serio… lo dicen los fans… no yo…

Ahora sí, ADIÓS.