La relación de Bulma y Vegeta despues de la saga de Cell ¿cómo se consolidó hasta llegar a lo que vimos en la saga de Boo? Este es mi primer fic, espero que les guste.

Dragon Ball y sus personajes pertenecen al grandioso Akira Toriyama

Pensamientos en primera persona y flashback estan en cursiva

CAPITULO 1

Cierta científica de ojos azules se encontraba frente a su ordenador personal, cualquiera pensaría que se encontraba trabajando en algún algoritmo para algún nuevo invento. Nada más lejos de la realidad.

Estaba inmiscuyéndose en los archivos gubernamentales ¿con qué objetivo? Simple crear una identidad para el padre de su hijo. La existencia de su hijo era aún un secreto para el mundo pero como todo secreto tarde o temprano se revelaría y ella debía estar preparada para ese momento.

Luego de horas revisando actas matrimoniales de las últimas décadas encontró lo que buscaba. Hirohito y Nagako Ouji un matrimonio que gobernaba un lejano país oriental, luego de que aquel pequeño país fuera declarado en democracia tras una revolución sangrienta optaron por la Capital del Oeste para vivir en calidad de asilados políticos; tiempo después fallecieron en un trágico accidente automovilístico, sin dejar descendencia y sin familiares cercanos, puesto que habían muerto en la revolución.

Eran perfectos, ellos serían los padres de Vegeta al menos legalmente. De esa manera podría presentarlo como el príncipe que realmente es. Lo documentó todo para que pareciera que luego de quedar huérfano el ahora único hijo de aquel matrimonio Vegeta Ouji, fuera acogido y criado por el famoso Dr. Briefs, por su conocida naturaleza solidaria nadie se sorprendería con esto.

Era la historia de amor perfecta Vegeta Ouji y Bulma Briefs crecieron juntos como hermanos, ambos fueron educados mediante tutores particulares. Ambos viajaron juntos por el mundo cuando ella tenía 16 años y él 17, para ello le creó un pasaporte donde se registraba el mismo trayecto que ella había hecho. Al regresar a la Capital del Oeste Vegeta Ouji comenzó a estudiar en la Universidad del Oeste, pero ¿Qué estudió? Sabía que la Universidad nada le negaría a su padre, pues era el profesor más prestigioso de esa institución y ella quería que su esposo sea considerado inteligente por la sociedad, en efecto en lo suyo Vegeta era considerado un genio y ¿Qué era lo suyo? Él decía que ya no pelearía se la pasaba todo el día tirado en la cama viendo televisión, estaba muy deprimido, esa fue otra razón por la cual decidió darle una vida legal en la tierra, quería que sintiera que tenía un lugar propio en el universo, un hogar.

Tal vez debería consultar con Vegeta los detalles de su nueva identidad. Sí, eso haría y también sería una buena excusa para sacarlo de la cama y con mucha suerte tal vez de la casa o ¿por qué no volver a compartir la cama? A fin de cuentas no lo habían hecho desde dos noches antes del despertar de los androides, y de eso ya habían pasado meses.

Con estos pensamientos dando vueltas en su cabeza, Bulma apagó su computadora y salió de su laboratorio personal, ya eran las 17 hs es decir su jornada laboral ya había concluido. Se dirigió a la cocina, dónde su madre ya tenía listo el té.

-Mamá, ¿Dónde está Trunks?

-Tu padre lo llevó al parque, en cualquier momento llegaran, mi lindo nietecito ya debe tener hambre.

Bulma sonrío al pensar en las rabietas del pequeño semisaiyajin.

-Y ... ¿Vegeta?

-El joven y apuesto Vegeta otra vez no bajo a almorzar. Le lleve algo de comer a su habitación, por cierto muy poca comparada con las cantidades que solía comer, aún así solo almorzó poco más de la mitad.

El corazón de Bulma se estrujó al escuchar esas palabras, desde el día que Mirai Trunks volvió a su tiempo estaba así y de eso ya habían pasado meses, cuando se lo reprochaba, él respondía que como ya no entrenaría, su cuerpo ya no necesitaba tantos alimentos. La primera vez que le dijo que ya no pelearía, que ya no entrenaría simplemente no se lo creyó pensó que sencillamente se encontraba aturdido por todo lo ocurrido durante los juegos de Cell, hasta tenía proyectada una nueva y mejorada cámara de gravedad.

-Y entonces conocí una nueva pastelería, Bulma ¿me estás escuchando?

-eh, ¿Qué decías?

-Ay querida andas muy distraída tal vez lo que les falta a ti y al joven Vegeta son unas vacaciones, tal vez la luna de miel que aún no tuvieron.

-Mamá nunca nos casamos -Su madre definitivamente era muy distraída pensó.

-Tienen un hijo, eso no fue de casualidad, a mi no me engañas, nada fue un error. Pasó porque los dos quisieron que pasara. Ya están casados pero sin papeles.

Bulma se quedó sin palabras, nunca había visto de esa manera su relación con Vegeta. Es que la verdad sea dicha ni ella sabía cómo o porque estaban juntos no había razón ni lógica en su relación.

Bulma no podía creer lo que Vegeta le había dicho mientras la tenía arrinconada contra la pared de su laboratorio.

Minutos antes Vegeta había llegado exigiendo como siempre que reparara los robots de entrenamiento, ella gritó que esperara que tenía trabajo, que acababa de asumir la presidencia de la empresa, concluyó su diatriba con un NO SERÉ TU ESCLAVA. Apenas sus ojos azules se cruzaron con los gélidos ojos de él, se estremeció recordando con quién estaba tratando, recordando el día en que él llegó por primera vez a la Tierra.

Al siguiente segundo ella ya estaba atrapada entre la pared fría y metálica de su laboratorio y el musculoso y perfecto cuerpo de ese hombre; Estaba tan pegado a ella que sentía su corazón latir contra el suyo, las manos de él sostenían sus muñecas hacia arriba, se miraron a los ojos, él acerco sus labios a sus oídos y le susurro:

-Silencio, tu serás mi mujer.

Ella aún asustada, al menos eso quería creer a fin de cuentas en esa situación ese era el sentimiento más lógico, no supo que decir, solo lo miró incrédula a los ojos, en ese momento su razón se rompió en pedazos, lo que sucedió después fue tan frenético, tan delirante que lo único que podía asegurar que nunca se había sentido tan mujer como esa mañana y que nunca sería mujer de otro que no fuera Vegeta.

El llanto de su pequeño bebé la sacó de sus evocaciones, Trunks ya estaba siendo alimentado por su madre.

-Tu mami hoy está muy distraída –Le dijo la Sra. Briefs a su nieto.

El Dr. Briefs solo sonreía mientras bebía té. Como era posible que ni siquiera se diera cuenta que su padre y su hijo ya llegaron del paseo al parque, definitivamente la distraída era ella y no su madre.

-Mamá, deja yo lo alimentaré

-Claro pequeña –dijo haciéndose a un lado.

Su pequeño vástago le sonrío inocentemente cuando ella lo tomo en sus brazos.

-Mamá – pronunció perfectamente el bebé de un año de vida.

Ella lo observaba detenidamente mientras devoraba la leche del biberón con esa mirada tan peculiar heredada de su padre.

-Mi niño – susurro, recordando a su contraparte del futuro y todo lo que había sufrido por crecer sin su padre. Estaba decidida a no permitir que al pequeño que tenía en brazos le sucediera lo mismo.

Esa misma noche, luego de dormir a su pequeño se encaminó a la habitación de Vegeta. Hace un mes y poco que no lo veía pues él simplemente no salía de su habitación y ella lo amaba demasiado y no soportaba verlo en ese estado depresivo, se auto convenció de que tarde o temprano él regresaría a ser el mismo de siempre sin la ayuda de nadie. Ahora se daba cuenta de que se había equivocado, solo rogaba estar a tiempo de reparar su error. Había tantas cosas que nunca le había dicho, es que al principio de su relación ella simplemente no se fiaba, era solo sexo, había llegado el momento de decirle todas esas cosas a Vegeta.

Criticas, sugerencias, por favor dejen reviews.