La primera comunión

Por Katou Yuu

AVERTENCIAS: yaoi, yullen, semiAU a partir del 170. Cristianismo, misas, oraciones. ¡No apto para sensibles! *en serio*

DISCLAIMER: D. Gray –man pertenece Katsura Hoshino.


Volvían de una difícil misión que les había hecho doler la cabeza, ni siquiera Allen con sus trampas había podido ganarle al fantasma en la partida de ajedrez, Kanda había resultado un caso perdido simplemente dijo que era un juego estúpido y al final Link tuvo que salvar el día para volver con la inocencia intacta, estaban por marcharse de vuelta a la central cuando fueron recibidos por el padre de iglesia, el padre Federico parecía un hombre amable, le había tenido paciencia a Miranda que no había entendido aún el gesto de pedir la contraseña. Kanda irascible solo le gritó a la pobre mujer y Allen salió en su defensa iniciando una disputa entre ellos, Miranda se sentía culpable de crear tal situación.

El padre calmado les dejó entrar para que pudieran regresar aunque las palabras entre Allen y Kanda hacían eco dentro la iglesia, solo sonreía mientras pedía al señor que perdonara sus pecados en su mente. Link miró reprobatoriamente a Kanda mientras le recalcaba sus malos modales a lo que Kanda solo le respondió de lama gana "que se callara"

Volvieron a la central, a la oficina de Komui para dar el reporte de la misión exitosa cuando comenzaron a discutir nuevamente, Link quería ignorarlos pero ya le comenzaba a resultar desesperante y Miranda estaba al borde del colapso. Komui vio la nube negra venir.

- Así que han cumplido con la misión, ¡los felicito muchachos!

- Tsk.. ha sido una tontería de misión.

- Lo dices porque perdiste apenas moviste tu peón, ni siquiera sabias que el caballo se movía en L

- ¿Qué dijiste Moyashi de mierda?

Link se aclaró la garganta ruidosamente y miró seriamente a ambos y luego a Komui.

- Supervisor tengo una petición que hacerle por el bien de los exorcistas, sé que esto no me compete pero la situación se sale de control.

Komui le pidió que se explicara. Link le contó la manera en que ambos exorcistas se habían comportado frente al padre Federico fuera y dentro de la iglesia.
Las peleas entre ambos tenían a todos con los nervios de punta, ya los buscadores habían presentado quejas de las incontables veces en que sus mesas llenas de comida habían sido volcadas en sus peleas, las enfermeras se alarmaban por la cantidad de heridos innecesarios a causa de los daños colaterales entre Kanda y Allen y los encargados de lavandería ya estaban hartos de las manchas de sangre.

Si bien los exorcistas pertenecían a la iglesia católica, era claro que profanaban muchas leyes a causa del deber, así que Link sugirió un castigo ejemplar para ambos después de relatar cómo ambos jóvenes habían rodado por el mármol de la iglesia del padre Federico, dándose puñetazos y haciendo volar las bancas. Costos que la Orden, el presupuesto de Komui, debía cubrir.

Komui se horrorizó al pensar en lo que costaría restaurar las bancas de maderas preciosas y pulir el piso del lugar. Negó con la cabeza y después de parecer lo más serio posible, decidió que la idea de Link era buena.

Kanda y Allen debían aprender a respetar sirviendo a la iglesia.

Ambos se tensaron al ver que las miradas se posaban sobre ellos, Allen tragó saliva ante la mirada tan seria que tenía Komui.

Kanda soltó un bufido diciendo que no tenía por qué pagar por culpa de las provocaciones del Moyashi y de su estupidez, se iba a marchar y entonces Komui tomó su decisión:

- No es tan sencillo Kanda-kun, me temo tener que hacer esto pero han ido muy lejos - vio a Allen también, se le pusieron los pelos de punta - Tendrán que disculparse con el padre Federico por los daños causados - Kanda rodó los ojos y Allen solo respiró un tanto más aliviado - Su castigo solo comienza allí, no quería obligarles a esto pero pasaran una temporada con el padre Federico en su iglesia para enmendar los daños ¡y no volverán hasta que logren completar la comunión!

Ambos se quedaron perplejos, ¡no podía ser cierto!

- ¿Qué mierda es eso? - dijo Kanda arrugando la frente.

- No lo sabes, ¿estúpido afeminado? - dijo Allen con suficiencia

- Precisamente... porque estoy seguro que ninguno lo sabe, tendrán que ir a catequesis. Véanlo como un aprendizaje, después de todos, seguirán siendo exorcistas. Si no se volverán santos, al menos espero que aprendan a respetar la iglesia y el monstruoso papeleo que tendré que hacer para pagar sus daños.

Ambos fueron por sus cosas y como era tradición, no pararon de pelear y amenazarse hasta que sus caminos se separaron.

Link también tendría que ir. Aunque había recibido todos los sacramentos, era su deber ir a donde Allen y registrar el progreso.

Leverrier fue debidamente informado del asunto y dio su consentimiento, El padre Federico recibió con júbilo la noticia. La puerta a Francia volvió a abrirse y tres personas cruzaron, Ya los esperaba el padre con una sonrisa amable.

- Llegan justo a tiempo para escuchar la misa de la tarde - dijo el padre apurándolos a pasar. Kanda y Allen tenían mala cara pues estarían untos una buena temporada. A pesar de haberse negado mil veces (sobre todo Kanda) Allen tuvo que ceder pues Komui lo amenazó con agregar los daños a la lista de deudas que cargaba por Cross. Allen sólo tuvo que provocar un poco a Kanda para que tomara el reto.

Seria pan comido, pensó.

El padre les indicó que podrían tomar asiento donde les resultara más cómodo, con ayuda de alguno de sus ayudantes había removido la bancas destruidas a una esquina, Allen vio con pena el destrozo.

Tomaron asiento en una fila del centro, algunos creyentes comenzaban a llegar, el padre les dejó allí para ir a preparar lo referente a la misa. No pensaban que escuchar la misa sería tan terrible.

Allen vio a Link sacar de su bolsillo un pequeño libro.

- ¿Qué es eso Link?

- Son algunas oraciones, solo repaso - dijo con la vista fija en el libro.

Allen tenía años sin siquiera ver una misa, solo había podido apenas escuchar una misa que el padre de la iglesia que se había compadecido a dar en nombre de Mana cuando murió.

El padre Federico fue al altar y entonces comenzó la misa.

Unas palabras de parte del padre y luego un canto que hizo eco en toda la iglesia por parte de los niños del coro.

Kanda que tenía los brazos cruzados se comenzó a enterrar los dedos por encima de la ropa con fuerza mientras se mordía el labio inferior y fruncía en ceño, era un ruido ensordecedor para él.

Allen miró con una sonrisa la reacción de Kanda.

- ¿Ya comienzas a enloquecer? Bakanda? - dijo y de inmediato Link lo calló con un "shhhh".

El padre Federico vestía una sotana blanca y algo que, desde la perspectiva de Kanda, parecía una bufanda mal puesta. De inmediato se dio paso a la primera lectura en latín. Por supuesto no entendieron una mierda. Allen volteó a ver a los feligreses, todos parecían concentrados, miraban al piso y algunos, con cara de pena, unían sus manos en forma de rezo. Las mujeres iban con la cabeza cubierta y os hombres se habían quitado los sombreros.

Se levantaron imitando a los demás, Link parecía concentrado y repetía el unísono algunas palabras que Kanda sintió demasiadas como para memorizarlas. Se sentaron, se pararon, se volvieron a sentar, ahora se leyó la primera lectura y se volvieron a parar mientras se anunciaba el evangelio y todos parecían hacer señas raras con las manos sobre sus frentes, cara y pecho. Kanda seguía cruzado de brazos, Allen había tratado de imitar un poco. El coro cantaba al compás del órgano y él sólo quería taparse los oídos. Allen buscaba con la mirada al coro, se imaginaba que estaban a un lado, atrás del padre, justo a la puerta, por fin se calmó cuando Link le señaló arriba y pudo ver a los niños en trajes blancos cantando desde un balcón.

Algunas personas se levantaron de las bancas después de recitar el padre nuestro que Allen había querido seguir pero se encontró enredando su lengua con todas aquellas palabras, vio a Link apartarse haciendo la fila, se pregunto por qué iba allí, le iba a seguir pero Link le dijo que no podía, que esperara allí sentado.

Entonces vio al padre darles de comer lo que parecía ser una fina rebanada de pan, hasta Link había recibido el pan, regreso hasta la banca y se arrodillo en silencio, el padre estaba dando pan gratis? no se lo podía creer! se vio tentado a hacer la fila mientras Link rezaba.

- Walker ¡¿A dónde vas?!

- ¿Eh?.. yo...

- No puedes comer la ostia si no has hecho la comunión.

Kanda rio desde su lugar, burlándose de su poca resistencia cuando veía comida. Allen vio apenado ya como el padre le daba la ultima ostia a una niña.

Ella si podía comer pan y él no.

Allen tenía hambre, Komui lo había lanzado a ese cruel lugar sin permitirle comer por última vez lo que Jerry le preparaba.

Al menos se estaban moviendo, hace un rato, cuando el padre se puso a hablar, ni siquiera había distinguido cuando no estaba hablando en latín. Había regañado a algunos feligreses, por lo que había podido entender, pero el sueño que comenzaba a sentir no le había permitido saber qué más decía el padre Federico. Había cabeceado varias veces y Link lo codeó sin piedad. Kanda seguía inmutable, aunque con toda esa práctica de horas meditando quedarse quieto no debería representarle problemas.

Olvidado el rencor de la "ostia", el padre les pidió que se dieran el saludo de la paz. Todos se estrechaban las manos como si se estuvieran presentando. Allen tomó las manos de la gente a su alrededor con una gran sonrisa y decía "¿Cómo se encuentra?" "¿Cómo se llama?" "mucho gusto". Kanda no se había levantado de su asiento a pesar de que algunas señoras le había picado el hombro para que les diera la paz…

Sentarse, pararse, la limosna. Allen se tocó los bolsillos, no tenía ni un centavo. Link dio la limosna y no hizo más que sentirse culpable.

Kanda no se movía.

Cuando los cantos y las ofrendas terminaron, el padre les dijo que podían ir en paz. Link y Allen salieron de la banca y se dirigieron al padre que ahora estaba rodeado de gente besando sus manos.

- Vayan con el hermano Francisco, les mostrará sus habitaciones, iré con ustedes en cuanto termine mis deberes - dijo el padre Federico sonriéndoles.

Link y Allen buscaron con la mirada a Kanda, seguía sentado en la banca. Su flequillo ocultaba sus ojos cerrados, se había quedado dormido.

Allen dejo escapar una risilla, le quería hacer alguna maldad para despertarle pero Link le detuvo tomándole del brazo y Kanda pareció despertarse al instante algo desorientado viendo meticulosamente hacia los lados, no había nadie, ni el Moyashi ni Inspector pero les vio allí cerca del altar el mocoso se cubría la boca con sus manos, era evidente que se cubría de que sus carcajadas fueran escuchadas.

Kanda se levanto mascullando algunas maldiciones a su paso, serian llevados a la residencia, un joven hizo el favor de orientarles e indicarles sus habitaciones.

Como seria evidente Link y Allen compartirían habitación y el tendría una para él solo, sonrió devolviéndole el gesto al moyashi.

Dejó sus maleta dentro de la habitación, decorada con una cruz de madera y algunas imágenes del salvador, simplemente trató de ignorarlo, sería un infierno su estadía en ese lugar. Nunca antes se había dormido meditando, aunque cerraba sus ojos y dejaba su mente en blanco siempre estaba alerta, pero los cantos y las palabras que nunca parecían acabar le terminaron adormeciendo, vio una pequeña biblioteca donde habían unos cuantos textos, pudo identificar un libro muy grueso. "La biblia" desvió su mirada viendo que los demás libros eran más de lo mismo, no podría siquiera leer para entretenerse.

El padre volvió luego de haber realizado sus deberes, solicito hablar con ambos, dijo que no estaba molesto por lo que había pasado con las bancas que los perdonaba pero que entonces deberían cumplir con la condición impuesta por la central, no sería tan difícil solo debían aceptar al señor en su interior, por la mañana comenzarían con su preparación y les entrego las que serian sus nuevas vestimentas.

Allen extendió la suya, era un vestido. Negro y sin ningún adorno, pero vestido al fin. El joven Francisco les indicó que llevarían esos uniformes de seminaristas pues los de exorcistas eran ostentosos, oro, plata, cruces... en cuanto habían cruzado al puerta de la residencia habían hecho un voto de humildad y obediencia. Vivirían de forma sencilla, tal como nuestro señor Jesucristo lo había hecho.

Después de ponerse el vestido, dejar sus armas y doblar sus ostentosos uniformes, el hermano Francisco los llevó de recorrido por las instalaciones.

De inmediato un aroma dulce llenó el ambiente, Allen quería que lo llevaran a las cocinas

Kanda inmediatamente se burló, ¿no podía siquiera controlarse ante la mención de comida? siempre tenía hambre ese mocoso. El padre amablemente les llevó a la cocina donde habían algunas personas ayudando en la preparación de alguna extraña bebida.

- ¿Qué es? - preguntó Allen por mera curiosidad sentía la boca aguársele.

- Rompope, es para la cena - le explicó el padre.

- Cena - musitó por inercia, se había olvidado de la cena por un momento - ¿Qué habrá para cenar?- sus ojos se iluminaron.

- ¡Walker! - saltó Link reprendiéndole se disculpó con el padre mientras le musitaba que fuese lo que fuese era lo que había, después de todo no estaba en la Central donde Jerry le prepararía todo a su gusto, Kanda rodó los ojos y supo que no habría soba para él entonces...

El padre solo sonrió y les siguió guiando por las demás áreas de la iglesia, no había mucho para explorar podría comprar esto apenas como una pequeña parte de la Central y Kanda se dio cuenta de que tampoco tendría un lugar para entrenar ya se comenzaba a inquietar y todo por culpa del estúpido Moyashi.


NOTAS: En realidad no es un fic para celebrar el cumple de Kanda pero igual espero que lo hayan disfrutado, este es un nuevo fic que estaba comenzando, pensaba tomarme un break con Love Line -se que me odiaran- pero me dieron ganas de publicar esta historia antes de continuar, después de todo es algo corto, no creo que pase de 2-3 capitulos más. Por si no recuerdan al padre Federico aparece en el capitulo 170 ;D

Tal y como decía en las notas, realmente no es apto para sensibles y fanáticos religiosos, puede herir la sensibilidad de algunas personas, así que están advertidos en si continuar o no con la historia...

P.D: No me hago responsable de los daños a terceros.