Nota: Hice este fic por puro capricho de querer un crossover de estas parejitas, quería algo divertido, pero término con drama (creo que no puedo hacer cosas divertidas). En fin, como Noki me apoya en todos, pues aquí estamos x)

Advertencia:

Este fic será realizado por dos autoras, yo narro el primero desde la perspectiva de Kise Ryouta.

Kuroko no basket no nos pertenece, es propiedad de Fujimaki Tadatoshi.

Samurai Flamenco no nos pertenece, es propiedad de Manglobe.

Capítulo Uno: Las cosas son completamente diferentes.

Había ropa tirada por todos lados en aquella habitación, siendo esto prueba de que no había habido tiempo para ordenarlas en la noche anterior, las sabanas de la cama también parecían bastante desordenadas, como si en la noche hubiese habido una batalla en aquella única cama que ahora estaba ocupada por una sola persona que seguía recostada, cubriendo su cuerpo simplemente con una delgada tela, mientras observaba aburrido a la segunda persona que estaba en la habitación, esta persona si tenía la ropa puesta y al parecer iba bastante arreglado.

¡Aominecchi! ¡Aominecchi! ¿Cuál de las dos chaquetas me queda mejor? —Un entusiasmado rubio sonreía mientras mostraba dos chaquetas de colores distintos, una negra y una café. Estaba cerca de la cama, donde un moreno le observaba algo aburrido.

¡Ninguna! …Mejor quítate toda la ropa y regresa a la cama. —Le había contestado, mientras seguía mirándole con atención, aunque sin quitar el rostro aburrido.

Pero… ¡no puedo!—Se quejo el rubio, mientras hacía una mueca infantil e intentaba no considerar la tentadora propuesta que le había dado su reciente novio. — No puedo, tengo que trabajar… es primera vez que hago comerciales y debo verme bien, por eso necesito tu ayuda ¡anda Aominecchi! ¿La negra o la café?

Bah, que aburrido… —El moreno se dio la vuelta y cerró los ojos pareciendo que iba a volver a dormir. —La negra, modelito… la negra.

Entonces la negra. —Kise sonrió feliz de que le hayan aconsejado que vestir, luego mira a su pareja. —Aominecchi, no te enojes… Prometo intentar regresar temprano. —Siguió mirándole, notando que este no le respondía. Se acerco más a la cama, se inclino un poco para poder hablarle de más cerca. —Regreso temprano y hago lo que tú quieras, no solo desnudarme. —Había dicho esto con un lindo sonrojo adornando sus mejillas, rápidamente Aomine se había movido, tomando del brazo al rubio y empujando hacia abajo para que cayera sobre él, luego rápidamente atrapo con su boca, la boca del rubio y empezó a besarle salvajemente. Ese trato había funcionado perfectamente, aunque esa mañana si termino por llegar tarde a trabajar.

o-o-o-o-o-o-o

Ese recuerdo había llegado a su mente, mientras se miraba al espejo y comprobaba de que estaba perfecto para ir a trabajar y es que la situación era muy similar a la del recuerdo, la misma habitación, casi a la misma hora, las mismas dos personas, la escena era igual como lo habían sido muchas otras mañanas, pero esta vez había una pequeña diferencia… no, no era una pequeña diferencia, era una gran y horrible diferencia.

—Hoy voy a regresar tarde, Aominecchi…— Kise dijo esto sin mucho ánimo y no era por el hecho de que le entristeciera volver tarde a casa, más bien era porque…

—Haz lo que quieras. — Porque al moreno no le importaba eso, le había respondido sin siquiera mirarle, sabía que estaba despierto, solo abrió los ojos unos segundos y luego se volteo para seguir durmiendo.

—No quiero seguir perturbando tu glorioso sueño, pero ¿hoy no tienes trabajo? —Aprovecho de recordarle aquello, aunque sabía que quizás no le iba a agradar para nada eso a su novio. —Un policía no debería llegar tarde a su trabajo.

— ¡Que molesto que eres! …ya lárgate y déjame dormir. —

Las cosas habían cambiado bastante, ahora había discusiones casi todos los días, peleaban por cualquier cosa, por cualquier mínimo detalle… incluso Kise que no se molestaba con tanta rapidez, se estaba poniendo cada día más caprichoso y se enojaba por cualquier cosa.

Aunque no quería pensar aquello, aunque le doliera lo que estaba pasando, era un hecho más que claro, de que la relación se estaba empezando a marchitar, de que si las cosas seguían así muy pronto tendrían que ponerle fin a su historia, aunque aún Kise pensará que era demasiado pronto y conservaba un poco las esperanzas de que las cosas se arreglaran.

Termino por salir de casa, sin volver a pronunciar ninguna palabra a Aomine, temía de que volvieran a terminar discutiendo, temía volver a escuchar alguna palabra hiriente de la persona que más amaba en el mundo o peor, temía que él mismo soltara alguna estupidez. Esperaba que al menos el trabajo le distrajera un poco.

o-o-o-o-o-o-o

Aun era demasiado temprano cuando salió del trabajo, al parecer la sección fotográfica no había salido nada de bien y decidieron que era mejor continuarla mañana. Apenas eran las cinco de la tarde y Kise no tenía idea que haría con todo ese tiempo sobrante, lo único que sabía era que debía llegar tarde a casa, más tarde de lo que llegaría un policía.

Al acercarse a las puertas transparentes de la editorial de la revista en donde saldrían sus próximas fotos, pudo notar fácilmente que afuera llovía con bastante fuerza ¡cada vez estaba siendo peor su día! No había venido con su auto, no tenía paraguas ¿qué iba a hacer? Solo quedaba salir a mojarse o…. Miro a su derecha y aprecio la hilera de paraguas que colgaban cerca de la muralla…esa era su salvación. Se acerco a uno de los paraguas de color celeste, lo tomo rápidamente dispuesto a salir a la intemperie, sin embargo alcanzo a dar apenas dos pasos cuando sintió que alguien le tomaba del brazo y le detenía, sorprendido miro hacia su derecha y vio al muchacho causante de su detención.

— ¡No! Kise-san no puedo permitir que alguien como usted haga esa clase de cosas. —había dicho el modelo de la agencia Caerser Pro, empeñado en detener a Kise, como si su vida dependiera de ello. — ¡Robar es algo muy malo!

— Pero…pero… no es robar, ¡es pedir prestado! —Tiro de su brazo intentando soltarse del agarre. — ¡Mañana lo voy a devolver! — Y es que Kise no tenía idea porque tanto escándalo, si al parecer los paraguas era de la editorial, puestos para que los trabajadores los tomaran y los devolvieran al otro día.

— Los paraguas son los objetos más robados en Japón, la gente no le da importancia a eso, pero no por eso vamos a permitir ese círculo de delincuencia. — El muchacho de cabellos castaños, seguía forcejando con Kise, esta vez tomando el paraguas y tratando de quitarlo de las manos del rubio, pero Kise tampoco se iba a rendir con facilidad, tiro del paraguas en un intento porque el otro lo soltara, ambos tirando de un extremo, daban más una imagen de dos niños pequeños peleando por un juguete, que la de dos atractivos modelos.

— ¿Circulo de delincuencia? Pero si estos paraguas son de…. — Fue interrumpido abruptamente.

— ¡Kise-san! —El modelo de cabellos castaños, alzo la voz y decidido miro a Kise. — ¿Qué pasaría si ese paraguas fuera el ultimo recuerdo de alguien que ya no se encuentra en este mundo, dejado para la persona que más quiere? Un recuerdo valioso para el dueño de ese paraguas y usted quiere arrebatarle ese recuerdo. — El modelo bajo la mirada y es que todo lo que estaba diciendo lo decía en serio.

Entonces Kise al escuchar aquellas palabras, no pudo evitar soltar aquel paraguas de golpe. Se sentía como una persona horrible por intentar quitar un recuerdo valioso de alguna otra persona, a pesar de que el paraguas era de la editorial, a pesar que de cualquiera podía tomar prestado un paraguas, porque para eso estaban ahí, todo eso quedo en el olvido con aquellas palabras, Kise ya no podría usar jamás un paraguas que no fuese de él. Finalmente miro al otro modelo y sonrío sintiéndose un poco avergonzado por el horror que casi iba a cometer. — A nadie le hace mal mojarse un poco. —le dijo, mientras el otro regresaba el paraguas en donde había estado antes.

—Es un alivio que haya recapacitado. — El modelo de cabellos castaños le devolvió la sonrisa. —Sabía que Kise-san no era esa clase de personas. —Le sonrío a Kise y luego le tendió su mano. — ¡no me he presentado! Soy Hazama Masayoshi….

—Sí te conozco, eres el nuevo modelo de la agencia Caeser Pro. —dijo esto, mientras empezaba a caminar hacia afuera y el otro modelo le seguía, al parecer iban hacía el mismo lugar.

—No pensé que Kise-san me conociera…—Rió bajito, casi para sí mismo. —Mi manager seguro se alegrara por este encuentro, ella siempre habla de lo buen modelo que es. —Siguieron caminando, mientras seguían charlando, pero al salir del edificio, la lluvia les golpeo fuerte en el rostro al dar el primer paso al exterior, al parecer el clima no iba a mejorar y Kise cada vez se arrepentía más de no haber traído su auto. Miro al otro modelo y noto que este tampoco traía paraguas.

— ¿También olvidaste tu paraguas? —Al menos el rubio no se sentía como el único que no le prestaba atención al tiempo.

—Yo no uso paraguas. —Le respondió mientras se ponía el gorro de su chaqueta, aunque eso no le iba a resguardar para nada de la lluvia. — Tampoco tengo autos, siempre mi representante me trae al trabajo, pero suelo usar una bicicleta para transportarme cuando estoy en casa. —Esto lo había dicho en un tono algo entusiasta.

— ¿No tienes auto, ni paraguas? Entiendo lo del auto, pero el paraguas…—No tenía sentido que alguien no usara paraguas, a no ser que fuera un amante total de la lluvia, miro a Hazama, esperando respuestas, pero este estaba hipnotizado mirando a la vereda, hacia un montón de personas, al parecer había visto algo que había captado por completo su atención.

— ¡Goto-san! — Entonces los ojos del castaño se iluminaron, probablemente no había escuchado lo que el rubio había preguntado, al haber divisado a aquel "Goto-san", su atención se había ido directo hacía aquella persona.

Kise miro hacía donde estaban el montón de persona, curioso por saber quién era aquel que él otro modelo había mencionado y es que le parecía conocido aquel entusiasmo y alegría que ahora Hazama estaba transmitiendo con tan solo haber visto a aquel sujeto. Un hombre de casi la misma altura que Hazama se acerco a ellos, se veía joven, pero al parecer era mayor que ambos modelos.

—Sabía que iba a encontrarte todo mojado por la lluvia. —Se acerco al muchacho más joven, mientras le cubría con el paraguas que él traía. — Te dije en la mañana que debías llevar un paraguas, pero tú aun sigues con esa idea de no usarlos…—Al parecer no se había percatado de la presencia del rubio modelo.

—Perdón Goto-san, pero aun tengo miedo de mi pasado criminal. — Ahora una linda sonrisa acompañaba el rostro del castaño. — Pero Goto-san, ¿por qué estás aquí? ¿No tenías trabajo? —La mirada de Hazama seguía fija en el recién llegado, ambos daban una imagen bastante familar y Kise no pudo evitar mirarles, manteniéndose en silencio.

—No, la tarde es libre para mí, ahora quedo a cargo el muchachito nuevo…—Da un suspiro, con un rostro algo preocupado. —Espero que haga las cosas bien… —Su mirada también se fija en el rostro de Hazama, se acerca más a él, pone su mano libre en la espalda de este para acercarle más, su rostro comienza a acercarse cada vez más al de Hazama, acortando la distantica, dispuesto a…

— ¡No! ¡Goto-san! —Rápidamente Masayoshi había empujado a Goto, para alejarlo, mientras su rostro se sonrojaba con intensidad. —Hay mucha gente, no es un crimen, pero a las demás personas le va a molestar… además….

— ¿Además? —El hombre de cabellos negros, acerco su mano a la frente de Hazama y quito un papel de su frente, que había llegado ahí con el viento que ahora estaba empezando a correr. —¡¿Ah?! —Su rostro también se sonrojo levemente. — ¿No estarías pensando que yo te iba a besar?

—Shh…Goto-san. —Asustado, Hazama puso su mano sobre la boca de Goto, esperando que no se haya escuchado lo que este había dicho, pero ya era demasiado tarde, si hubiese sido más atento quizás la tercera persona que estaba ahí, no se abría enterado.

— ¡Ustedes dos son novios! —Había dicho en un tono algo fuerte, casi en un grito, haciendo que la parejita se asustara esta vez por que las demás personas no hayan escuchado el gran descubrimiento del rubio.

—Kise-san, más despacio…—Hazama había liberado la boca de Goto, para esta vez acercarse a Kise y prepararse en el caso de que también tuviese que callarlo.

— ¿Qué dices? ¿Cómo voy a ser novio de este friki? — A pesar de sus palabras, Goto tenía un leve sonrojo que delata que lo que había dicho era una completa mentira. Kise no pude evitar reír de la adorable parejita que tenía delante.

— ¡No diré nada, no diré nada! —Seguía riendo, mientras que la parejita se ponía cada vez más nerviosa. — Hazamacchi, creo que no solo tenemos en común el hecho de ser ambos modelos. — Dejo de reír para sonreírle a la parejita. —Venga, ya no les interrumpo más…pero mañana luego del trabajo hay que seguir hablando Hazamicchi.

— ¿Hazamacchi? — El otro modelo no comprendía demasiado porque el "cchi", pero no le dio mayor importancia. —Sería un honor tener una conversación con Kise-san. —El modelo menor le dedico una sonrisa entusiasta.

—Entonces está decidido. Ahora no les interrumpo más, que tengan un lindo día. —El rubio le devolvió la sonrisa, mientras le dedicaba una última mirada a la parejita, luego se despido haciendo un gesto con la mano, se dio la vuelta y caminó por la acera en dirección contraria de donde iba la pareja. Fue inevitable que esos recuerdos no afloraran en su mente, una situación similar a la de ellos, unos primeros días conviviendo juntos y una pareja que estaban en plena fase de amor total.

o-o-o-o-o-o-o

Aquel día no estaba lloviendo, pero si una capa de nieve cubría el suelo, debido a que los días anteriores un fuerte nevazón había azotado la ciudad. Kise tenía veinte años y recién se estaba haciendo un modelo más conocido, ya no era solo un modelo de revista, ahora estaba aprendiendo algo de actuación para poder grabar comerciales, eso era precisamente lo que estaba haciendo aquel día, intentando grabar una pequeña escena de un comercial en donde él solo tenía un papel extra.

Estaba tan entusiasmado que cuando salió del edificio, resplandecía de felicidad, más aun al saber que Aominecchi iría a buscarle aquel día, luego irían a comer algo para finalmente regresar a su departamento, a su nuevo nidito de amor, como le gustaba nombrarle el rubio, aunque a Aomine le pareciera tonto el nombre y demasiado cursi.

Buscó por ambos lados de la acera para ver si divisaba al moreno, tenía pensado correr hacia él y darle un fuerte abrazo, no le importaba si lo tiraba al suelo, tampoco le importaba si las personas le miraban. Miro por todos lados pero no diviso a la persona que estaba buscando, bajo la mirada y comenzó a preguntarse si acaso Aominecchi había recordado que hoy había quedado con ir a buscarle al trabajo, a lo mejor solo se le olvido, después de todo no era tan importante, ya que siempre se iban a ver en su "nidito de amor", así que puede que ahora cosas como ir a buscarlo al trabajo ya no debían de ser tan importantes….

Estaba comenzando a caminar cuando fue detenido por una bufanda que rápidamente había sido colocada en su cuello, miro hacia atrás y vio a la persona que estaba buscando con tanto anhelo.

Si serás tonto, seguro pensabas que no iba a venir. —Aomine estaba justo detrás del rubio, mirándole, mientras ponía la bufanda en el cuello de Kise.

Es porque tú seguro te estabas escondiendo de mí. —Hizo un puchero fingido, mientras intentaba contener sus ganas de arrojarse en los brazos del moreno, pero luego se pregunto ¿Por qué no? — ¡Aominecchi! ahora te pienso arrojar al suelo por haberte escondido de mi, ¡ya verás! Se arrojo en los brazos de su novio procurando usar bastante fuerza, mientras el moreno intentaba devolver el abrazo y no caer al suelo, realmente poco les importaba lo que la gente diría.

o-o-o-o-o-o-o

— ¿Qué? ¿Qué solo se han besado una vez? —Kise había levantado la voz, debido a la sorpresa que se estaba llevando. Algunas personas que estaba a sus alrededor miraron curiosos, pero luego siguieron comiendo y charlando en aquel restaurante en donde ahora se encontraban los dos modelos.

—Sí…solo una vez —El modelo de cabellos castaños, volvía a tener un sonrojo en sus mejillas y estaba bastante nervioso por su confesión. —

— Pero si… — Recordó la escena que había visto ayer en la tarde, mientras seguía mirando curioso a Masayoshi, que se encontraba sentado delante de él. —Pero si note como estaba a punto de besarte cuando fue a buscarte al trabajo. —Seguía desconcertado por lo que había sabido hace unos pocos segundos. — Imposible, ¿cuánto tiempo llevan?

—Unos meses desde que le pedí que nos casáramos…—Sonrío levemente al haber venido ese recuerdo a su memoria.

— ¿Qué le pediste qué? …

—Pero Goto-san no iba a besarme en ese momento, él solo estaba quitando un papel que estaba en mi rostro.

— ¡Te iba a besar! — Al alzar de nuevo la voz, nuevamente algunas personas que estaban en el Restaurante les miraron. — ¡Además tú también pensaste que te iba a besar! —Miro a Masayoshi, que solo respondía con una pequeña sonrisa, al parecer sintiéndose bastante avergonzado por haber creído algo así. —Pero ¿qué clase de relación tienen? ¿A caso no son novios?

—No estoy muy seguro…—Masayoshi solo se limitaba a sonreír, mientras respondía. Kise dio un gran suspiro y luego se dispuso a hablar.

—Escúchame bien Hazamacchi, voy a ayudarte y te daré algunos consejos, pero necesito que me expliques bien tu situación…—Sonrío brillante, creyéndose todo un "senpai", estaba dispuesta en ayudar a darle un empujoncito a aquella relación que le recordaba tanto al comienzo de la suya, aunque eso implicara que algunos recuerdos nostálgicos aparecieran en su mente.

Notas finales:

Si no lo publicaba ahora, no lo publicaba nunca… La verdad es solo una idea loca que se me ocurrió cuando termine de ver Samurai Flamenco, así que el fic será corto y sencillo. Aún así espero que les haya gustado. ¡Muchas gracias por leer!

Bye