Avatar no me pertenece...
Gracias por los Reviews.
Pergamino
Habían pasado ya dos noches desde la visita de Yue, Sokka no había vuelto a saber de ella y tampoco se había atrevido a leer lo que esos pergaminos contenían. Todo su cuerpo temblaba con la sola idea de pensar en las cosas que estarían escritas en ellos. Su cabeza daba miles de vueltas con preguntas que no se atrevía a responder ¿Qué pasaría si decía que Yue no lo amaba? ¿Qué si decía que solo lo había querido? No se quejaría, eso era seguro, con su cariño era suficiente… sin embargo aunque intentara ocultarlo, lo que el esperaba era saber que ella sintió amor por él. El mismo amor que él sentía hacia la mujer de cabellos blancos.
- ¡Valor! ¡Valor!- se repetía a si mismo
En medio de la noche nadie podía escuchar los pobres alaridos que el chico soltaba mientras intentaba armarse del valor suficiente para, de una vez por todas, leer lo que Yue le había regalado. Sin duda alguna le era difícil, pero la duda también lo mataba y tener la respuesta a todas las preguntas que alguna vez había tenido… ahí en sus manos, simplemente no podía permitir que el miedo le impidiera llegar a ello.
Con el corazón en la garganta, el joven guerrero se aventuró a abrir el pergamino, ante sus ojos se extendió un escrito bastante amplio, lleno de letras, algunos cuantos números y algunos cuantos fragmentos sueltos. No iba a negarlo, estaba a punto de vomitar debido a los nervios que sentía.
Comenzó a leer lentamente las líneas que estaban escritas, imaginando que era su voz la que le narraba…
"En el momento en el que lo vi mi respiración se contuvo, jamás imagine encontrarme a alguien como él en la tribu agua del norte. Seguramente sería alguien que venía de otro lugar, quizá de nuestra única tribu hermana, la tribu agua del sur ¿Qué como lo sé? Es fácil, al ser la princesa de esta tribu conozco a todos los del pueblo.
Cuando llegaron al palacio con el Avatar me sorprendí bastante, había escuchado que el Avatar había regresado, más no que era un niño de 12 años acompañado de otros dos niños. Me sorprendió la valentía que mostraste al decir que tú también querías entrenar como un guerrero, mejorar en tu combate. Fue entonces que puse un poco de más atención en tus rasgos… Tus ojos y tu sonrisa. Cuando menos lo pensé mi corazón ya latía con fuerza, como un potro desbocado.
Al conocerte más me pareció bastante graciosa y entretenida tu forma de ser, eras la primera persona que no me trataba como la "Princesa Yue" para ti simplemente era una mujer, una amiga, alguien con quien te divertías y podías ser tu. Sin pensarlo mucho me fui enamorando de ti poco a poco.
No fue hasta que me declaraste tu amor cuando comprendí que todo estaba perdido… yo estaba prometida con otro hombre que no amaba y el tampoco me amaba a mi… solo eran acuerdos de familia, y antes estaba bien, no tenia problema con eso, comprendía que era por el bien del pueblo y que era mi responsabilidad. Hasta que llegaste a mi vida todo en lo que podía pensar era en el deber y la responsabilidad, pero ahora había algo nuevo. La posibilidad de ser feliz con una persona que me quería y que yo quería.
Fue inevitable salir huyendo de ahí ¿Qué podía hacer? Yo estaba comprometida, comprometida y amándote a ti. Mi corazón había encontrado un hogar dentro del tuyo y latía con fuerza, deseando estar contigo y dolorido al comprender la realidad… tú y yo jamás podríamos estar juntos. ¿Qué podía hacer? ¿Dejar a mi pueblo e irme contigo? ¿Enfrentarme a mi padre y decirle que a quien quería era a ti? Y si no funciona ¿Qué si él al final no me ama? ¿Cómo puedo ser valiente? Si de repente me embarga el miedo de enamorarme de verdad de un muchacho de la tribu agua del sur, que quizá con el tiempo no llegue a amarme.
Miré atrás con lágrimas en mi rostro y tú seguías ahí, mirándome… pude ver en tus ojos que no era mentira, de verdad estabas dispuesto a enfrentarte a todo con tal de estar a mi lado, si tú estabas dispuesto a intentarlo ¿qué me impedía a mí hacerlo? Nada… absolutamente nada, si tú estabas dispuesto a luchar por mí, yo haría lo mismo. Mágicamente los miedos se habían ido. No había marcha atrás, aria y le diría a mi padre que no tenía intenciones de casarme con alguien que no amaba, le diría que quería conocerte más y de ser posible entablar una relación seria contigo. Lucharía contra todo y contra todos con tal de estar a tu lado.
Todo estaba preparado, sabía lo que tenía que hacer, pero me había costado muchísimo trabajo encontrar el valor necesario para enfrentarme a mi padre, pero lo hice… le dije todo aquello, le dije que te amaba y que quería estar contigo, que no quería casarme con mi prometido, que solo te quería a ti. Al inicio pareció que no lo entendía… de hecho se enojo bastante e incluso me prohibió verte… fueron los días más difíciles por los que había pasado. Estaba molesta, no respetaban mis sentimientos. Entendía bastante bien el hecho de que mi padre quisiera que me casara con alguien que pertenecía a la tribu agua del norte, con alguien que tenía un puesto algo en la sociedad, pero eso no exentaba el hecho de que no me hacia feliz y odiaba que no lo entendiera.
Los días pasaron de una manera lenta y tortuosa… podía verte a lo lejos, pero no podía hablarte y yo veía que tu también sufrías con eso… No era justo.
Cuando nos íbamos a reunir… por fin después de tanto tiempo… la nieve negra comenzó a caer del cielo. Todo iba mal y tanto mi padre como tú me dijeron que me protegiera y que huyera de ahí. Lo intenté, yo no era una luchadora, fui enseñada para la diplomacia y la pacificada… no servía para las guerras y estaba más que segura que si me quedaba, solo sería una distracción para las personas que se preocupaban por mí. Todo marchaba a la perfección… hasta que mataron a la luna.
No lo pensé mucho, ni si quiera me di cuenta cómo fue que llegué al lago en donde se encontraban nuestras deidades… sabia que solo yo podía ayudar a salvar a mi pueblo, sabía que solo yo podía recuperar ese equilibrio que se había perdido… solo yo tenía la capacidad de hacerlo ¿Cómo iba a negarme? ¿Cómo iba a decir que no podía hacerlo cuando negarme significaba el fin de todos los que amaba? Cuando significaba tu fin… no, no podría hacerlo.
El corazón me latía fuerte, estaba realmente aterrada… sabía que iba a morir… que parte de mi iba a morir, esa parte que podía estar contigo. Estaba cerca… podía sentirlo, estaba a punto de devolverle la vida a la luna y de decirte adiós… pero tú, como buen y honorable guerrero estabas en tu lucha. Al igual que tu… yo también seria valiente y me enfrentaría a esto con la cara en alto, por mi pueblo, por el futuro de los reinos y sobre todo… por ti.
No sentí cuando mi cuerpo dejo de ser mío y calló inerte en el suelo, solo abrí los ojos y ahí te encontrabas tu, abrazando el cuerpo que solía pertenecerme y llorabas… llorabas como si hubieses perdido algo sumamente valioso para ti. Me dolía el corazón al verte tan desolado por mi, pero tenias que saber que yo seguiría siempre ahí para ti.
De manera milagrosa, logré comunicarme contigo y aunque moría por quedarme a tu lado no iba a dejar que nada ni nadie me quitara lo más hermoso que había tenido, el sentimiento de amor que sentía por ti, ese sentimiento de que querer que estés feliz por el resto de tus días, conmigo o sin mi… Cuando era niña yo no creía en encontrar un amor como el que contaban en las leyendas, desde que nací estaba destinada a casarme con el hombre que mi padre eligiera para mi… no al hombre que amara. Y ahora te encontré a ti… ahora entendía que cada cosa que me había pasado en la vida, incluso esta guerra me había llegado a conocerte.
No había duda, te amaba cuando tenía cuerpo material y te amo ahora que estoy en el mundo de los espíritus, no tengo dudas de que volvería a hacer lo mismo con tal de que tu vida fuera feliz, con tal de que estuvieras vivo y con esperanza… Yo sé que quizá en esta vida no estemos juntos, pero no por eso te prives de encontrar a alguien que se gane tu corazón.
Sigue fuerte y sé feliz que de esa manera yo también lo seré. Te amo y te amaré hasta que la luna y el sol dejen de existir para regresar a la tierra y volver a encontrarte.
Sé feliz, vive, sueña, ríe, ama y déjate amar. Eso es todo lo que yo deseo para ti."
Sokka se secó las lagrimas que habían caído involuntariamente sobre su rostro, ya no le importaba ser un guerrero y no mostrar debilidad o alguna emoción, el estaba feliz. Yue lo había amado. Lo seguía amando y estaba feliz de haberlo encontrado en su vida.
Ella había dado su vida por él, para que pudiese vivir, para que pudiese disfrutar su vida. Miró hacia el cielo que se encontraba completamente aluzado con las estrellas y sobre todo con el brillante resplandor de la luna.
- Gracias Yue- dijo el muchacho- Yo también te amaré… por más de mil años.
Sokka se dio la vuelta y comenzó a avanzar hacia la roca en donde dormiría esa noche, sabiendo que la mujer que amaba quería que fuese feliz. Sin darse cuenta que la luna ahora le sonreía y brillaba más hermosa que nunca.
Esta historia es cortita... espero que les haya gustado y bueno que en el foro también les agradara... como dije es la primera vez que escribo algo para esta pareja y personalmente me gusto lo que hice con ello. Espero que lo disfrutaran.