Fujoshi issues

Inercia

Es la propiedad que tienen los cuerpos de permanecer en su estado de reposo o movimiento, mientras la fuerza aplicada sea igual a cero.

Serían aproximadamente las seis de la tarde cuando la castaña se cubrió la boca con la mano para dejar escapar un pronunciado bostezo, resignada al llegar a la estación del metro y encontrarse con la típica aglomeración que se producía al llegar el horario de fin de jornada laboral, miró a la derecha, esperando que hubiese menos gente y así poder agenciarse uno de los asientos del final del vagón; así es, ya tenia su plan trazado, sonrió con malicia, sería cuestión de mantenerse lo suficientemente cerca de la puerta para en cuanto esta se abriese, hacer un escudo con su brazo y pasar exitosamente al ultimo asiento, el que esta al lado de la ventana y la escalera de emergencia y que usualmente es el ultimo en ocuparse debido a que, las "sardinas humanas" en su desesperación solo se descuartizan vivas por los asientos del centro. Caminó hacia su puesto de batalla resguardando su mochila en la parte frontal y colocándose los auriculares para hacer más llevadero su trayecto, conocía tan bien ese lugar, que sabía exactamente donde se situaría la puerta desde antes que se detuviera el tren.

El sonido siseante del metro deteniéndose llenó el pasillo de la estación, Elizabetha se acercó a su objetivo, sin embrago antes de llegar algo… no, alguien le empujó hacía un lado para abrirse paso, dejándola tan desorientada que antes de poder reñirle al chico que había frustrado sus planes ya se encontraba en el mar de gente siendo empujada, despeinada, pisoteada y casi asfixiada por ese grupo de personas, era un hecho que por más que lo intentara ya no hallaría un asiento vacío, pensó en salir de ahí pero ni bien se empezó a mover para acercarse de nuevo a la puerta, el sonido de "bip" que indicaba el cierre de las mismas hizo acto de presencia acompañado del movimiento, que en combinación con la mala postura que la ojiverde había adoptado en su desesperado intento por salir de ahí, le hicieron caer de culo al suelo.

Como consecuencia un cuerpo conserva su estado de reposo o movimiento rectilíneo uniforme si no hay una fuerza actuando sobre el.

Apenada y adolorida se puso de pie como pudo, usando a la gente a su alrededor como agarraderas provisionales.

-ánimo, solo son diez estaciones, seguro por la cuarta alguien bajara- se animaba mentalmente Elizabetha sosteniéndose de la estructura metálica alrededor del asiento- pero que calor hace aquí- suspiró y se deshizo del corbatín del uniforme escolar guardándolo con su mano libre en la mochila.

"Biip"

Segunda estación y la cantidad de personas a su alrededor se duplicó, en un instante ya se encontraba de frente a los asientos del medio del vagón (los que están en línea recta) con esfuerzo logró asirse a la agarradera del techo, pues era bajita y sus brazos inconvenientemente cortos, mas que sostenerse parecía que la chica estaba colgando del techo, miró por la ventana y se dio cuenta del porque el ambiente caluroso y la marabunta de gente, llovía… así que era normal que todos buscaran llegar secos a casa aun teniendo que pagar un poco mas para ello, fue cuando bajo la mirada que lo vio ¡el estúpido (y no por ello menos sensual) chico que la había empujado al entrar! No confundiría a alguien tan peculiar, su cabello platino y desordenado era como un anuncio de neón que indicaba seguramente su posición en todo momento, ahí estaba cómodamente sentado, aferrándose a su mochila negro con blanco y un ridículamente tierno parche con estampado de pollitos, e iba profundamente dormido.

"Biip"

Los brazos le dolían pero si se soltaba en ese momento, a saber hasta dónde iría a parar, además era divertido ver a ese "bishonen" dormir, sintió la falda de su uniforme subirse peligrosamente, volteo lista para golpear al desafortunado pervertido mas se contuvo al ver que no era otra cosa que una sombrilla enganchada a su ropa por parte de la punta y sujeta al brazo de un señor cuarentón que le daba la espalda sin prestar atención, Elizabetha acomodaba sus prendas cuando…

"Biip"

A penas pudo detenerse improvisadamente del respaldo del asiento del muchacho cuando el tren comenzó a moverse, pensó en estirarse y sostenerse del "tendedero" pero si lo hacía corría el riesgo de embarrarse en el albino si fallaba lo cual era bastante probable considerando que sus manos comenzaban a transpirar.

-no debí pararme hoy de la cama- Elizabetha se encontraba semi encorvada hacia adelante, noto que la lluvia había cesado así que trató de abrir un poco la ventana y digo trató porque…

"Biip"

Otra manada de gente entro en la siguiente estación, noto que era inevitablemente empujada hacia adelante, miro sobre el rabillo del hombro para notar a dos señoras bastante corpulentas detrás de ella "tiene que ser una maldita broma" pensó Eli.

"Biip"

La nueva postura se volvía mas y mas incómoda, la morena se encontraba formando un ángulo obtuso sosteniéndose con ambos brazos a cada lado del asiento del chico y por ende de su cabeza mientras sus rodillas, tan pegadas a las del muchacho lastimaban una barbaridad, la mochila colgando de su brazo y lo peligrosamente cerca que sus voluptuosidades se encontraban de la cara del recién bautizado como "bello durmiente" no ayudaban demasiado.

"Biip"

Aprovechó en la parada siguiente para abrir un poco la ventana y poder respirar puesto que, además del calor, un horrible olor a humanidad permeaba el ambiente, solucionado eso, busco mover un poco sus piernas, pero en ese momento la gran señora a sus espaldas hizo un movimiento empujando a Elí y obligándole a adoptar una patética postura con la pierna derecha del muchacho entre las propias y su larga falda a cuadros metida como pantalón bombacho entre las mismas, trató de concentrarse en su música, nada como un poco de Daisuke Namikawa para olvidar el espectáculo que estaba montando, de su lado derecho, un par de chicos rubios bastante parecidos entre sí reían cada cual a su manera; uno tan discretamente que solo se podía notar el temblor de su cuerpo, el otro tan descaradamente que tuvo que retirarse las gafas para secar sus lagrimas, si, reían de ella, pero no se les podía culpar, desde su ángulo seguramente parecería que estaba acosando al dormilón en plan femme fatale.

"Biip"

A cada movimiento del metro notaba como la señora tenía a bien recargar cómodamente todo su peso en ella, los brazos le temblaban, no solo soportaban su peso y el de la mochila sino también el de "Miss Mastodonte", ¿y el chico? Bien… bien dormido.

"Biip"

"llego a casa, me ducho, veo junjou romántica, reviso si ha actualizado mi fic favorito y después duermo como piedra, si buen plan" pensaba Eli sumergida en la música para olvidar un poco la presión a la que su menudo cuerpo era sometido, en ese momento la música de su reproductor mp3 dejo de sonar para cambiar por los diálogos de un par de chicos en japonés, mismos que no tardaron en volverse gemidos y alaridos de placer "casi olvido que los tenia en lista de reproducción, suerte que esto no tiene demasiado volumen" agradeció Eli, no sabría como reaccionar si todos escucharan su amado Cd drama hard yaoi de UsUk, el tren paró en seco antes de la siguiente estación, todos se inclinaron hacia el frente del vagón en un efecto dominó que casi la hace caer, el albino por fin abrió los ojos dejando ver su tonalidad rubí, miro hacia atrás para saber donde se encontraba, al girarse de nuevo se topo de frente con un par de senos y una chica de ceño fruncido que parecía decir sin palabras "no he acabado así por gusto, así que guardas silencio y quitas tu vista de ahí o te mato". Y, como si las leyes de la física hubieran decidido que aun no tenían suficiente diversión a costa de la húngara, su auricular izquierdo cayó, en la frente del muchacho, quedo colgando, balanceándose de un lado a otro entre los jóvenes.

"ah! A-America, yamete ah!"

El sonrojo en el rostro albino demostraba que sus neuronas habían hecho clic, miraba con cara de circunstancias a la castaña quien sonrojada, parecía suplicar con la mirada que el otro no dijera nada, una gotita de sudor resbaló por la sien morena de la chica que no podía creer la mala suerte que tenía

"Biip"

—yo…—habló por fin el albino con voz ronca moviéndose un poco, lo cual provocó un roce de sus rodillas contra las piernas de Elizabetha. —Disculpa— dijo por fin sosteniendo entre sus dedos el auricular.

Eli se sonrojó hasta límites insospechados y tradujo su vergüenza en un enojo inexplicable. — ¿¡Pero que crees que haces!? Perve...—

— ¡Qué no mujer! Déjame bajar, es mi estación—replico el chico atrayendo varias miradas ante el alboroto. Como pudo, Eli se zafó del agarre al que parecían someterle todos a su alrededor, el muchacho se levantó dejando ver lo alto que era a comparación de la pequeña húngara, quien aprovechó para sentarse en el puesto ahora vacío. Antes de avanzar pasillo adelante, el joven miró a la chica y le soltó un no muy amistoso:

—tsk, valla marimacho…—

Lo que ocurrió a continuación se puede describir en tres pasos: El pie de ella se enganchó al del albino, quien tropezó, y finalmente… cayó de bruces al suelo.

SEPARADOR

Las clases estaban próximas a iniciar, Elizabetha miraba yaoi en su móvil mientras llegaba el profesor.

—tomen asiento chicos, tengo un anuncio que hacerles— el profesor Roderich había entrado, Eli ya conocía la rutina, sabía que tenia suficiente tiempo para leer otra página de doujinshi mientras el profesor se daba cuenta de que no le prestaba atención y le espetaba un "¡Guarde eso Hérdérvary".

—el día de hoy, un estudiante se nos une, llego de Alemania y cursara en este grupo adelante, preséntate— indicó el profesor.

gutten morgen, soy el increíble Gilbert Beilschmidt es un gusto alegrarles el curso con mi asombrosa persona— se presentó animosamente el chico, Elizabetha no prestaba atención hasta que recordó haber escuchado esa voz antes, levantó la vista de su móvil para encontrarse al chico del tren. Se levanto del asiento ruidosamente, Gilbert le reconoció al instante de verla de pie.

—tú…— señaló Elizabetha con la mano que aún sostenía el móvil.

— ¡TÚ!—respondió el teutón con el mismo gesto.

— ¡Pervertido!—

— ¡Marimacho!—

— ¡Guarden silencio!— el profesor les llamó la atención. —y señorita Hérdérvary ¡guarde eso por favor!—

Definitivamente iba a ser un curso interesante…

Fin

Tsukiko Braginski