N/A
Estuve ausente un tiempo porque mis ideas no se organizaban pero ya lo están, he decidido hacer esta nueva historia que tiene algunos toques personales, de verdad espero que la acepten.
Es más o menos un universo alterno, no por completo pero tiene destellos del mismo, espero que la reciban bien y me brinden su apoyo.
Disclaimer:
Princes Of Tennis no me pertenece.
Resumen:
Hoy me desperte, ella era mi mundo pero yo no era más el suyo, duele, duele mucho, ella tiene a alguien más, me siento vacío, la necesito, duele verlos juntos, duele ver que ella es feliz con alguien más, duele por muchas razones... necesito que alguien me rescate, necesito que alguien me saque del pozo, no quiero estar solo en esto... dices que tú sonrisa la provoco yo pero después lloras, ahora mismo estas llorando, no te entiendo, los "te amo" que le dije a ella nunca seran tuyos, nunca... nunca digas nunca porque yo esperare...
No Estás Solo
Capítulo 1: Nueva Mañana
- ¿Q-Qué? - un chico de cabello pelirrojo procesaba lo que su novia le acababa de decir, tenía que ser una broma de muy mal gusto justo el día de su aniversario... estaba terminando con él, así sin más, no, no podía ser cierto - Lo siento... me enamore de alguien más - comento ella con la mirada baja, un hueco se hizo presente en su corazón, ¿de alguien más?, ¿cuándo?, ¿cómo?, ¿cómo es que no se había dado cuenta de ello? - Dime que es una broma - susurro con miedo en su voz y dolor, demasiado dolor.
Su novia castaña negó con la cabeza, era su segundo año en la universidad, llevaban siendo novios desde su primer año de secundaria, él se había encargado de que nunca le faltara nada, de que nunca se olvidara de que la amaba, siempre era detallista, llegaba puntual a sus citas, Dios le había demostrado demasiado cuanto la amaba, era injusto lo que le estaba haciendo y mucho más porque no era justo que le dijera que se había enamorado de alguien más cuando él siempre la había tratado como el ser más importante en su vida, incluso más que a Sakuno, su mejor amiga.
- Lo siento de verdad Marui - aseguro ella colocandose de pie para acercarse a donde se encontraba sentado, se escuchaban los sonidos de las aves, las risas de los niños pero él solo escuchaba como su corazón se rompía por completo - No te vayas - pidio mientras la tomaba de la mano, ella solo le sonrió para besar su frente y dar media vuelta, no lloraba, Dios ella no estaba llorando, él solo quería llorar, llegar a su casa y correr a su habitación para meterse dentro de sus edredones, dolía demasiado, en verdad.
No salía ningún sonido de sus labios, su garganta parecía no funcionar, quería gritarle que no se marchara pero no, no podía ser, ella ya se marchaba, la vio alejarse, no miraba hacía donde se encontraba, no vio cuanto tiempo paso, no escucho nada más, solo escuchaba el sonido de sus pasos alejandose cada vez más y más, no veía nada que pasaba... no se dio cuenta de que estaba comenzando a llover, nada de nada, solo podía escuchar que se había enamorado de alguien más, eso no podía ser cierto, ella lo amaba.
Dolía como si estuviera nadando en hielo, claro que nunca lo iba a demostrar o al menos eso pensaba, las gotas de lluvia se escuchaban con suavidad, mañana tenía un exámen en la universidad no podía darse el lujo de resfriarse pero al parecer así iba a ser, de pronto dejo de sentir la lluvia sobre su cabello, alzo la mirada y se encontro con esa sonrisa que en estos momentos odiaba más que nada en el mundo, él no quería que nadie le sonriera, odiaba que ella sonriera como si no hubiera un mañana quiza por eso había puesto tierra de por medio.
- Mañana tienes un exámen, no creo que quieras faltar - su voz, su maldita voz era lo que más detestaba porque la que hasta hace unos momentos era su pareja detestaba igualmente, se levanto y ella de inmediato retrocedio con la sombrilla en un gesto de nerviosismo, siempre lograba esa reacción en ella - ¿Qué haces aquí? - pregunto con un tono frío, nunca le hablaría así porque era su mejor amiga pero desde que comenzo a salir con Yura dejo de hablarle, dejo de verla solo a ella, dejo de ser importante en su vida.
- P-Pase hace dos horas por aquí y te vi, estabas solo, cuando llegue a casa comenzo a llover así que volví - contesto como si nada aún sin mirarlo, él odiaba esa maldita debilidad que por instinto poseía Sakuno, era como un cervatillo que estaba aprendiendo a caminar, le daba asco el solo pensar que había gente como ella, nunca en su vida había tenido esos pensamientos pero el haber terminado con Yura estaba sacando ese aire que creía olvidado, dio un largo suspiro para verla con calma, tenía ropa fresca.
Era un año menor que él, asistía a primero de la universidad estudiando gastronomía, siempre le había gustado, desde que era una niña o eso recordaba - Vuelve a casa - señalo mordazmente y ella negó con la cabeza mientras lo miraba, sus ojos mostraban ese ángel puro que poseía, brillaban con luz propia, eran de color caoba mientras que su cabello era cobrizo, este se encontraba rizado y peinado en una coleta baja, era hermosa, ahora entendía porque Seiichi, su amigo gustaba de ella, no sabía que relación tenían y poco le importaba.
- E-Estás mal, esta lloviendo - comento casi en un susurro y él solo sonrió, como odiaba que se comportara así con él, odiaba que se preocupara demasiado por su persona, no iba con ella o al menos eso pensaba - ¿Por qué te preocupas por mí? Desde hace mucho tiempo que no somos nada, el que te vea en el campus y medio salude no es nada, absolutamente nada - ataco este y la sintió tensarse, adoraba esa reacción, siempre había pensado que sentía algo por la cobriza pero no era nada, nada comparado con el amor de Yura.
- L-Lo sé... solo quería ver si estabas bien, sabes que siempre estare para ti, cualquier cosa que necesites - hablo ella con suavidad y solto un bufido, como le molestaba que siempre tratara de consolar a las personas, le sacaba de quicio que se preocupara por él cuando no eran nada, ni siquiera conocidos porque hace mucho que habían dejado de serlo - ¿Cualquier cosa qué necesite? ¿Si en este momento te pido que me dejes tener relaciones contigo para desahogarme qué dirías? ¿Si en este momento te tomo del brazo, te arrastro hasta mi auto, conduzco hasta un motel qué harías? - pregunto con calma.
La observo temblar, lo sabía, sabía que ella estaba enamorada de él, era tan ilusa por pensar que algún día habría algo entre ellos, es decir, no iba a negar que era bien parecida pero no le gustaba - A-Aceptaría, lo que necesites siempre encontrare la manera de dartelo - contesto a sus preguntas en un susurro bajando por completo la mirada, sonrió, bien, si eso quería, aparto la sombrilla de ella para cerrarla, Sakuno temblo al sentir la lluvia más no se quejo, la tomo del antebrazo para comenzar a arrastrarla hacía su auto, si eso quería pues entonces estaba bien.
La cobriza no decía nada, solo se dejaba llevar, lo amaba demasiado que era capaz de soportar sus tonos de voz cuando se dirigía hacía ella e incluso iba a soportar el calentar su cama o la cama donde irían por unos instantes porque él lo necesitaba, lo amaba, sin embargo, siempre dolía que le hablara de esa manera, que la utilizara para cosas como esas pero no se quejaba porque él era su todo, lo había amado desde que eran niños pero cuando él encontro a su persona especial todo se acabo, la relación que poseían se termino por completo.
- Estas a tiempo de salir corriendo - alzo la mirada y observo el auto del pelirrojo que se llevo a la boca con toda la calma del mundo una paleta, siempre le habían gustado los dulces, siempre - ¡Sakuno! - ambos voltearon la cabeza y observaron a Seiichi corriendo a donde se encontraban, Marui hizo una mueca de desagrado, no es que su amigo no le agradara pero estaba molestando sus planes - H-Hola - saludo ella con una leve reverencia a lo que el pelirrojo solo encarno una ceja, odiaba que siempre fuera tan cortés.
- Te vas a resfriar - señalo este mientras se despojaba de su suéter para colocarselo por los hombros, ella se sonrojo y él solo bufo, odiaba que fuera tan pura - Interrumpes algo importante Seiichi - comento mordazmente y este lo miro con furia mientras negaba con la cabeza - ¿Dónde dejaste a tu novia Bunta? - pregunto este apartando con cuidado a Sakuno de su lado, el guardián de su presa, Dios como lo estaba odiando en estos momentos - Me dejo - contesto como si no le importara aunque no era así porque la amaba demasiado.
- Lo siento pero si nos disculpas, ella y yo tenemos cosas que hacer - tomo de la mano a Sakuno que lo miro por unos segundos y solo solto un suspiro, se acerco a donde ellos para deshacer ese agarre ante la sorpresa de los dos - Es al revés, tengo cosas pendientes con ella - su amigo estaba tratando de procesar a que se refería con ello cuando condujo a la cobriza hacía su auto - Sube, no tengo todo el día - una vez ella estuvo dentro emprendio la marcha, miro por el retrovisor al ojilila que desperto de su pequeño trance cuando escucho el sonido del motor.
De inmediato el celular de ella comenzo a sonar, la vio tomarlo entre sus manos, antes de que contestara se lo quito bruscamente y lo hecho en los asientos traseros, tal y como había dicho no tenía todo el día, tenía que estudiar además de que necesitaba encontrar la manera en la que Yura regresara a su lado, por el momento solo se iba a quitar el estrés que sentía con Sakuno.
Antes de darse cuenta habían llegado al hotel, un buen hotel porque él podía costearlo, ventajas de venir de una familia adinera igual que Sakuno, antes de darse cuenta la tenía en la cama mientras mordía con un poco de fuerza sus labios, mucho antes de procesar la idea la despojo de su ropa de manera brutal, quiza nunca le había pasado por la cabeza estar haciendo eso con ella, no le paso por la cabeza sentirla temblar, no le paso por la cabeza las lágrimas que salieron de sus ojos cuando le arrebato la virginidad.
Eso era sorprendente, sabía que tenía una amistad muy buena con Seiichi y había pensado que entre ellos había algo más pero no, no era así, era todo lo contrario, la sintio aferrarse a las sábanas, él odiaba que durante el acto lo abrazaran, antes de empezar se lo había dicho así que ella no lo estaba tocando, ese privilegio solo lo tenía Yura, nadie más, se concentro solo en él, no pensó en ella en lo absoluto, una vez hubo terminado salio de ella para caminar a la ducha, poco le importo si estaba bien porque después de todo ella misma había accedido a eso.
Después de media hora salio y la observo con los ojos cerrados, si se había quedado dormida era su problema, salio de allí como si nada, pago por la habitación todo el día y salio para abordar el auto, emprendio la marcha hacía su casa puesto que tenía que estudiar para su exámen, no podía faltar ese día porque la calificación era el 70% de esa materia, reprobar no era una opción.
Los rayos del sol entraron por las persianas despertando poco a poco a Sakuno, le dolía todo el cuerpo, tenía una leve mordida en el hombro derecho además de que sentía el sabor métalico en sus labios, no fue consciente de que estaba llorando hasta que sintió sus mejillas mojadas, siempre había soñado con que su primera vez fuera con el hombre que amaba, al menos en ese aspecto estaba bien pero no había estado bien que no fuera especial, que la tratara como poca cosa, dolía demasiado.
Se levanto y cayo al suelo de inmediato, no podía ni siquiera con su propio peso, sentía las piernas de gelatina, sus labios dolían un poco, camino como pudo al sanitario, su aspecto no era mejor, era una nueva mañana pero ella no lo sentía así, miro la hora en su reloj, lo bueno era que tenía clases hasta el medio día, se adentro en la ducha sintiendo como el agua lavaba su primera experiencia en el acto carnal del amor, quería olvidarla porque no había sido como ella siempre había soñado, había sido con Marui pero eso solo incrementaba su dolor.
Poco a poco se deslizo en los azulejos del sanitario abrazandose a sus rodillas, el dolor era demasiado, se sentía utilizada en todos los aspectos, solo dejo que el llanto fluyera.
Marui estaciono su auto en la universidad, bajo colocandose los lentes y entonces sus ojos se abrieron, agradecía que tuviera lentes, su novia, el amor de su vida estaba besando a Niou, ¡su amigo!, ¡su compañero de equipo en tenis!, ¿qué diablos?, tuvo que controlarse para no ir donde él y romperle cada hueso de su cuerpo, tomo aire y trato de seguir con su camino, dolía ver que los labios de ella conectaban con los de alguien más, dolía ver que le regalaba esas sonrisas que siempre se había encargado de plasmar en su rostro.
- ¡Marui! - trono un poco su cuello para mirar hacía donde ella lo saludaba con una mano en el aire siendo vista por algunas personas por no decir todas las que caminaban, era obvio, eran la pareja del momento en el campus y el verla a ella sin él sería el chisme de la nueva mañana por no decir del año, saludo como pudo a su ex novia que le lanzo un beso al aire para voltear donde Niou, "te amo" leyo en sus labios, esas palabras eran suyas, no podían ser para el imitador, no podían, se contuvo para no ir en busca de pelea.
Camno hasta que alguien choco con su espalda, dio media vuelta dispuesto a decirle tres cosas a esa persona pero guardo silencio al ver a Sakuno tratando de tomar aire - L-Lo siento - se disculpo agitada alzando la mirada, sus ojos se abrieron al verlo, la sintio dar un paso hacía atrás instintivamente, su expresión era de miedo y dolor, jamás la había visto de esa manera, bueno, solo una vez y aquella ocasión él se había encargado de colocar la misma expresión, iba a decirle tres verdades cuando la vio retroceder y salir corriendo de allí como alma que lleva el diablo.
Dio media vuelta y la observo chocar con más personas pero igual seguía corriendo, por lo general ella se hubiera quedado disculpando pero al parecer hoy no era sí, le resto importancia, ella no le importaba en lo absoluto.
Doblo el pasillo mientras retenía las lágrimas cuando fue jalada de la mano con suavidad, se encontro con ese aroma que bien conocía y dejo caer sus libros al suelo mientras se aferraba a la camisa de Seiichi, este solo la sujeto con fuerza mientras ella daba rienda suelta al dolor que sentía - Pequeña... ¿qué hiciste? - pregunto este en un susurro y ella solo lloro más fuerte, se sentía culpable en todos los sentidos, en primera porque había roto sus convicciones de entregarse a su esposo, al amor de su vida.
Pero no era su culpa que el amor de su vida fuera justamente Marui, en el corazón no se mandaba, ella había luchado tanto por olvidarlo cuando él le dijo que era odiosa, que no quería volver a hablarle más de tres palabras pero no lo había conseguido por el contrario el amor crecio, odiaba a su corazón por aferrarse a alguien que tenía novia, que la amaba porque bien sabía que Bunta no la quería, él mismo le había dejado en claro que ni siquiera eran conocidos, era injusto que la persona que siempre la hacía sonreir aunque no lo supiera fuera justamente la persona que la hiciera derramar las más amargas lágrimas.
El pasillo estaba completamente deshabitado cuando observo a Yura guardando sus cosas en su casillero, el imitador no estaba, no dudo en acercarse hasta donde ella ganandose un respingo de parte de la persona que más amaba - Te amo, no importa que tú no me ames tenía que decirtelo, eres lo más importante en mi vida, te amo y sabes que luchare por ti - ella solo le sonrió a manera de disculpa, abrio los labios pero el sonido de unos libros cayendo al suelo los distrajo a ambos, Marui miro a Sakuno que trataba de levantarlos con manos temblorosas.
La iba a matar, eso iba a hacer - Nos vemos después - Yura salio de allí huyendo mientras la cobriza hacía lo mismo pero eso no se iba a quedar así, corrio donde ella para detenerla por el brazo siendo consciente de que la lastimaba, la estrello contra un casillero escuchando su quejido - M-Me lastimas - susurro ella con voz temblorosa, podía sentir el miedo que le tenía, eso solo incrementaba su deseo de querer acabar con ella - No mientas, siempre has deseado esto o ¿me equivoco? - pregunto con calma mientras su mano viajaba hacía su cadera.
La sintió tratando de removerse - N-No te equivocas pero no quiero esto así, detente... y-yo t-te a-mo - pidio en un susurro inaudible que solo lograba sacarlo más de quicio, estrello su puño en el casillero escuchando el grito de miedo de ella - Vete, no quiero que vuelvas a hablarme, lo que paso ayer fue horrible, no sirves ni siquiera para complacer a alguien, no me mires, los "te amo" son solo de Yura nunca van a ser tuyos, no quiero amarte y no va a suceder, ¡vete! - le grito con furia mientras ella lloraba.
Escucho sus pasos veloces y sonrió tranquilo, no, él no iba a ser el único lastimado, alguien más iba a salir lastimado, no iba a ser el único hundiendose en el pozo, Sakuno iba a caer con él, al menos eso iba a calmar un poco el dolor... solo un poco.
N/A
Espero les haya gustado.
Gracias por leer.
Espero me apoyen.