Una nueva historia de Maria Holic, Cassandra Lilith Mircalla, la contraparte de tu fic "El príncipe y el rosario"

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Una mujer con unas ropas algo fuera de lo común se encontraba parada frente a las puertas de Ame no Kisaki, por fin había llegado y daría inicio a su más grande tarea.

Caminaba a paso lento por la escuela, admirando la belleza que le mostraba, con sus frondosos árboles, el pasto que parecía perfecto para dormir ya que las flores le daban un aspecto realmente cómodo, en una sola palabra lo podía describir "paraíso". No todos los días se tienen ese tipo de oportunidades, pero antes de seguir maravillándose con el paisaje, se cuenta de una variable que no considero.

Que por estar distrayéndose ya no sabía por dónde la llevaban sus pies, ahora tendría que esperar a que él la encuentre o que ella se encuentre con alguien, y tal parece que la suerte estaba de su lado, de lejos noto que alguien se acercaba, agradeció al cielo y fue a donde estaba la persona.

Se encontró con una mujer de curiosa cabellera gris y desinteresados ojos de color miel, ella quedo impactada ante la belleza de la mujer, algo nerviosa le hablo, pero la respuesta que recibió no fue una muy agradable

- No creí vivir para ver a la Torre Eiffel caminar

- Disculpe, en realidad buscaba

- Deje de fingir que no me escucho señorita rascacielos

- Es que buscaba el cami…

- No de ni un paso más o hará la tierra temblar – después de ese último comentario se sintió deprimida, ¿Por qué siempre se burlaban de su estatura?, iba a responderle, pero una voz conocida y que le alivio se acercaba y muy apurado

- Con que aquí estas, te he estado buscando desde hace minutos

- Lo siento me perdí

- Por eso te dije que esperaras en la entrada – el hombre se dio cuenta de la presencia de la peli gris, provocando que se sonrojara – Shinouji-kun, ¿Qué hace por aquí?

- Buenos días Padre Kanae, ahora mismo voy por un encargo de Shizu-sama, pero me encontré con la señorita y me distraje, así que me retiro, nos vemos luego – el peli rojo veía embobado por donde se había ido la peli gris, por su parte la otra mujer que ahí estaba solo reía un poco, hace tiempo que no lo veía, pero se notaba que no había cambiado para nada.

- Toichiro-san? – el peli rojo salto de sorpresa, ella nunca lo había llamado por su primer nombre

- Miyamae-kun, ¿qué significa eso?

- Nada, solo quería comprobar algo, hace años que no hablamos y me doy cuenta que no has cambiado en nada

- No sé a qué te refieres – la peli azul se masajeo el puente de la nariz – pero luego me lo explicaras, por ahora debes ir con Shidou-kun – ella asintió y comenzaron a caminar, quedando atrapada por el encanto de la escuela, en verdad que iba a disfrutar su estancia ahí.

Pero su atención se vio cautivada por la estatua de Maria-sama, ignorando olímpicamente al Padre Kanae, se acercó a la figura, tenía que verla más de cerca. Realmente hermosa, no solo por la imagen de la mujer, sino por la tranquilidad y paz que representaba, en el convento había muchas más, pero ninguna que desprendiera un calor tan familiar. El peli rojo molesto fue a donde Kanako, iba a reñirle por dejarle con la palabra en la boca

- Miyamae-kun ¡MIYAMAE-KUN!

- ¿Qué sucede Padre Kanae? – pregunto sin voltear a verlo

- ¿Porque viniste para acá? – la peli azul que se encontraba de espaldas al peli rojo, tranquilamente se giró y respondió

- Eso es muy simple, como no venir y saludar a Maria-sama, ella cuida la escuela y vela por todas las personas que residen aquí, como las que no lo hacen, realmente han sido bendecidos con tenerla aquí, no lo crees Padre Kanae – una gran sonrisa se formó en los labios de Kanako, tal vez fuera la activa imaginación del peli rojo, pero le pareció ver un aura brillante alrededor de la peli azul – yo diría que dé cual se fumó –

El peli rojo se sonrojo enormemente y se giró para que no lo viera, aunque Kanako no entendía nada, primero la regaña y luego la ignora, pero se dio cuenta de que el hombre estaba tan rojo como un tomate – ¿estás bien?, te has puesto colorado

- Si, si, perfectamente Miyamae-kun – la mujer no muy convencida asintió, pero para quitarse la preocupación con su mano toco la frente del hombre – que… ¿qué haces?

- Shhh… reviso que no tengas fiebre, no, tu temperatura está bien, quizás sea el sol – buscando en su bolsa, saco una botella de agua que entrego al peli rojo – bébela toda, seguro que te falta hidratarte

- Miyamae-kun, eres la diosa de la humildad

- ¿Qué dijiste? – pregunto confundida

- Nada, olvídalo – bebió todo el líquido de la botella – bueno, ahora vámonos, que Shidou-kun nos está esperando

- Sí, pero ¿quién es Shidou-kun?

- El director de la escuela, recuerda que la Madre Julieta te explico que debías hablar con él

- Si… - su respuesta no convenció al peli rojo, pero él entendía la razón, acaricio la cabeza de Kanako, quien soltó un enorme y pesado suspiro

- Andando – ella asintió, tarde o temprano esta situación se le iba a presentar y tal parecía que sería más temprano


En la escuela, específicamente la oficina del director, un rubio organizaba documentos, sellaba, firmaba y rompía. Tenía una enorme cantidad de trabajo y papeleo, pero lo peor del caso es que debía aceptar que una novicia fuera a ayudar en la escuela, maldecía que la tal Madre Julieta fuera una amiga de su abuela, lo demás ya podrán imaginárselo.

Escucho leves golpes provenientes de la puerta, dejo que la persona pasara, quien era nada más y nada menos que su asistente Matsurika

- ¿Que se te ofrece?

- El padre Kanae ya está aquí junto con la señorita

- Hazlos pasar – la peli gris asintió, se retiró unos minutos, y regreso con el peli rojo, Shizu le indico a Matsurika que ya podía irse – Padre Kanae, ¿Dónde está ella?

- Miyamae-kun, sal de ahí – Kanako se puso al lado del peli rojo sin ver a Shizu – supongo que querrá hablar con ella en privado, me retiro, Miyamae-kun si necesitas algo estaré aquí cerca – Kanako asintió

- Pase y siéntese si es tan amable – y así lo hizo, cerro despacio la puerta y trago saliva

Fueron 5 eternos minutos, no decía nada, realmente era una mala situación. Le comenzaban a sudar las manos y temblar, ¿Por qué estaba tan nerviosa?, escucho el sonido de algo chocar contra el escritorio y que el rubio se aclaró la garganta – disculpe mi descortesía, mi nombre es Shidou Shizu y ¿usted?

- Miyamae… Miyamae Kanako, es un gusto conocerlo

- La Madre Julieta me ha explicado con lujo de detalle la razón del porque ha venido

- Si, ella cree que el venir aquí es la mejor manera de forjar mi conducta y disciplina, tiene una gran confianza en el sistema educativo y disciplinario de la institución

- Es muy cierto, pero lo que tengo que preguntarle es ¿usted que viene a hacer aquí? – el tono de voz que uso le causo escalofríos a la mujer

- Bueno… yo… este…

- Hable claro

- ¡SI SEÑOR!, yo vine para ayudarles en todo lo posible y aprender de los lineamientos que siguen aquí, además de también dar una mano en todo lo necesario al Padre Kanae

- Debe de tener en claro que no recibirá un sueldo, pero si un techo y alimentación

- Lo sé, no se preocupe

- También debe saber que no dará clases en ningún momento, solo tareas manuales, se quedara en una de las habitaciones del dormitorio n° 2 de chicas, cualquier duda que tenga pregúntele a Matsurika o al Padre Kanae, ya puede retirarse, para que se acostumbre vea todas las instalaciones, si se requiere su ayuda para otra situación se le informara con tiempo – la peli azul se levantó de la silla e hizo una reverencia, saliendo de la oficina – esa sí que es la novicia más estúpida que he conocido

Caminaba por los pasillos de y en cuanto llego a los jardines, lo suficientemente lejos como para que nadie la viera, se dejó caer en el pasto, realmente fue difícil y ese hombre le daba miedo, su mirada casi parecía que la atravesaba, aunque tenía un lindo color.

Escucho la voz del Padre Kanae, que corría apresuradamente al localizarla, vio que hasta cargaba su valija y bolsa

- ¿Porque no me dices que ya saliste?

- Lo siento, pero, tenía que tomar un poco de aire fresco, no me gusta estar encerrada en una habitación solamente con un hombre de compañía, es mucho para mi

- Eso lo sé – la mirada de Kanako se tornó sombría, el peli rojo dejo la maleta en el pasto y se dispuso a sentar al lado de Kanako – ¿hace cuánto que no conversamos de esta manera?

- Muchos años, ya no si ni cuantos

- Si, hablando de años, recuerdo que cuando tenías 5 años siempre les decías a tus padres que te casarías conmigo – de solo recordarlo, la piel de Kanako se puso chinita, chinita

- ¿Porque tenías que recordármelo?

- Perdón, pero estarás bien, la escuela es muy tranquila, harás un buen trabajo y podrás consagrar tu vida a dios

- Eso espero…

- No te desanimes, ¿Dónde te quedaras?

- En el dormitorio de chicas n° 2 ¿por? – él negó

- Será mejor que dejemos tus cosas, mañana empiezan las clases y debes estar preparada para lo que necesites

- Entonces vamos para allá Toichiro, digo Padre Kanae – tomo su maleta y se fueron para el dormitorio de chicas n° 2


Ya en el lugar, a la mujer le pareció un poco curioso ver a una pequeña niña con orejas de gato barriendo en la entrada

- Buenos días Padre Kanae, ¿Quién es la señorita que lo acompaña?

- Ella es Miyamae Kanako-kun es novicia y ha venido a dar un poco de su tiempo para apoyarnos en la escuela

- Ya veo – analizo de pies a cabeza a la peli azul, la vio por un lado y luego por el otro, moviendo sus orejas gatunas muy feliz dijo – se ve que eres una señorita educada y con buenos principios pero… - su voz se tornó sombría y aterradora – en este dormitorio se siguen ciertas reglas, las cuales espero se mantengan tal cuales Miyamae-san – ella asintió un poco nerviosa – que bien, vamos adentro que te mostrare tu habitación, pero usted no puede pasar Padre Kanae, recuerde que estos son los dormitorios de chicas

- Si, lo sé, nos vemos mañana Miyamae-kun, permiso Ryocho-sensei

- Hasta luego Padre Kanae – ambas mujeres entraron al dormitorio, caminaron por los pasillos, hasta llegar a la puerta de madera que indicaba su cuarto, entraron y Kanako quedo maravillada

- Y ¿qué te parece?

- Esta perfecta… am…

- Puedes decirme líder de dormitorio o si se te hace más fácil, solo Dios

- ¿Dios? – la mujer neko asintió – muchas gracias

- Me retiro, seguro aun tienes mucho que debes arreglar, por cierto te he dejado un paquete de DVD exclusivos sobres las reglas del dormitorio n° 2 con un especial de los lineamientos de Ame no Kisaki

- Se lo agradezco

- Solo velos, o si no, no podrás ser una monja y la Madre Julieta se molestara contigo

- Como sabe que…

- Nos vemos luego Miyamae-san – salió del cuarto

La novicia se dejó caer en la cama, a penas llego y ya tenía mucho que arreglar, vio la hora en su reloj y aún era demasiado temprano, pero luego se fijó en el paquete que Dios le dejo, tal vez sería una buena idea comenzar con sus deberes.

Los tomo y salió a buscar a la líder de dormitorio para que le facilitara una TV y un reproductor de DVD. Al llegar con ella no solo le dijo que los tenia, sino que la llevo a una habitación donde estaban conectados ambos aparatos, inserto el disco y tomo asiento en el sillón que allí se encontraba y le dio play con el control remoto

"Bienvenida a la guía electrónica de reglas del dormitorio n° 2 de chicas de Ame no Kisaki a partir de este momento conocerás cada uno de los lineamientos que rigen este edificio, mas algunos puntos importantes, por lo cual prepárate para las siguientes 36 horas 59 minutos y 12 segundos más importantes en tu orientación"

En ese momento prefirió mejor leer el libro.

La peli azul salió de la habitación con unas enormes ojeras y en su brazo izquierdo la caja con los discos, afuera la esperaba una sonriente líder de dormitorio

- Fue instructivo Miyamae-san?

- Si mucho – le entrego la caja – yo debo ir a dormir un poco

- Bien, buenas noches Miyamae-san

Llego a su habitación y cerró la puerta, para después solo tirarse encima de su cama, demasiadas horas para memorizar 150 reglas y 3000 apartados.

Escucho la alarma y se levantó agitadamente, volteo para un lado luego al otro y tomo su alarma, la cual marcaba las 7:00 AM y el desayuno se sirve a las 7:30 AM

Entro al baño y se ducho en 5 minutos se puso un cambio de ropa limpia y fue al comedor, llego 10 minutos antes

- Buen día Miyamae-san

- Buen día…

- Toma como es tu primer día te daré el desayuno, pero a partir de mañana, tú debes traer tu propia comida – la peli azul asintió y tomo la charola que le ofreció, se fue a una de las mesas, llamando la atención de las estudiantes que ahí comían

Una de ella se acercó y se sentó frente a ella

- ¿Sucede algo? – pregunto nerviosa

- ¿Es una monja? – ella negó – entonces ¿porque esta vestida de esa manera?, acaso es una pervertida

- No, yo soy una novicia

- Y ¿qué hace aquí?

- Vine a ayudar en la escuela

- Entiendo – después de eso ya no pregunto más y la peli azul comió tranquilamente, se levantó y llevo los paltos a la cocina para después lavarlos.

Salió del edificio, junto con unos libros, sentir los rayos de sol en su piel, le relajaban y al mismo tiempo la adormecían.

Llego a la escuela y busco por todos lados al Padre Kanae, pero nada, quizás había llegado demasiado temprano, lo esperaría en la sala de maestros, estaba cerrado, se deprimió, escucho pasos los cuales se acercaban más y más.

En cuanto la persona llego, la peli azul se sorprendió

- Miyamae-san, ¿qué hace tan temprano aquí?

- Pues… yo… vine con el Padre Kanae

- Él viene hasta las 9:00 AM – abrió la puerta y entro – puede esperarlo aquí o ir a buscarle – ella negó y le siguió pero manteniendo una distancia segura

Llegaron a la oficina del rubio, en ese punto ella decidió mejor esperar fuera, pero Shizu le ordeno que mejor entrara y ella prefirió obedecer a tener una discusión, no quería ninguno problema especialmente uno con él. Tomo asiento en un sillón que ahí estaba, y abrió el libro, quizás un poco de lectura pueda distraerla, paso una página, luego otra, pero las palabras comenzaban a bailar en los renglones y ya no tenían nada de coherencia, al igual que sus parpados se sentían realmente pesados, cerro un poco los ojos solo para descansar la vista

El sonido de teclas era lo único que se escuchaba en el lugar; el rubio se estiro en su lugar y continuo con su trabajo, le pareció raro que la novicia no dijera nada más sobre el Padre Kanae, así que sin dejar de ver la pantalla dijo

- Seguro que ya debe de estar en clases, ¿no cree? – absoluto silencio – podría ir a ver – silencio, se molestó – no estaba muy apurada – seguía sin responder, ya muy enfadado se paró y fue a donde la mujer – he estado hablándole desde hace rato y usted…

- Zzz…

- Está dormida – se pasó la mano por el cabello, y comenzó a mover a la peli azul del hombro, pero no reaccionaba – Miyamae-san, Miyamae-san

- Hmmm… - se removió molesta y empujo la mano del rubio, este se irrito más y zarandeo a Kanako, que muy lentamente abrió sus ojos. Quien sea que la haya despertado se las iba a pagar muy caro.

Abrió completamente sus ojos y se encontró con unos tan diferentes a los suyos, pero realmente hermosos, con un color tan bello, que la verdad no lamentaba haberse despertado, claro hasta que prestando más atención reconoció que el portador de tan bella mirada era nada más que Shidou Shizu, saltando del susto y terminando en el suelo.

Se levantó adolorida y con la cara algo rasponeada

- ¿Está bien?

- Si, si – rio nerviosamente – me he quedado dormida, lo siento – hizo una reverencia, el rubio suspiro y masajeo su sien, estaba pensando en qué clase de criterios tendrían en ese convento

- No se preocupe, pero, ¿Por qué se quedó dormida?

- Pues es que ayer vi la video guía del dormitorio de chicas n° 2 de Ame no Kisaki, junto con un especial de las reglas de la institución, que duro 36 horas 59 minutos y 12 segundos

- Ya veo, quizás debí haberle advertido sobre Ryocho-sensei

- ¿Ryocho-sensei?, ¿ese es el nombre de la líder de dormitorio? – el rubio asintió – ¿qué pasa con ella?

- Algunas veces es un poco excéntrica con respecto a sus ideas – la mujer no entendía a que se refería con eso – luego se dará cuenta porque se lo digo – tocaron la puerta – adelante – era el peli rojo, que por su cara ha estado buscando a Kanako por todos lados

- Disculpa las molestias Shidou-kun, pero debo llevarme a Miyamae-kun para indicarle sus tareas

- ¿Enserio? – pregunto emocionada la mujer, que como rayo salió de la oficina, lo cual no agrado mucho al rubio y el peli rojo se disculpó y se fue, dejando solo a Shizu que iba a volver a su trabajo, pero la puerta se abrió de golpe

- Shidou-san, muchas gracias por dejarme estar en Ame no Kisaki y que no se molesta por haberme dormido – sonrió de oreja a oreja – hare mi mejor esfuerzo – y se fue

- Esa sí que es una mujer de lo más inepta, seguro que solo dedicara su vida a dios por su estupidez – regreso a su escritorio y dio re-inicio al trabajo, pero, la imagen de Kanako dormida llego a su mente, nunca había visto a una persona dormir tan tranquilamente, sin ninguna preocupación, casi podría decir que se veía linda, movió su cabeza de un lado a otro, pero que tonterías estaba pensando, seguro que el cansancio y estrés eran los culpables de todo


En los jardines de Ame no Kisaki una peli azul y peli rojo caminaban tranquilamente, hablando de cualquier tema, llegaron hasta un enorme invernadero cubierto por flores, pasto y en medio un frondoso árbol de flores de cerezo, la peli azul se emocionó mucho, no se había equivocado, realmente era un paraíso

- Miyamae-kun tu primer tarea será regar las flores, cambiarlas de maceta y colocar unas en macetas, cortaras las hojas de los arbustos y las ramas del árbol, ¿crees poder terminarlo?

- Claro que si – ya había subido sus mangas y ponerse unos guantes

- Me alegra ver que inicias con tanta energía

- Obviamente – respondió cargando un saco de tierra

- Y también me pone contento ver que ya puedes hablar de manera normal con Shidou-kun, tal parece que has superado tu fobia a los hombres – y se le cayó el saco, volteando a ver de manera aterradora al peli rojo - ¿qué?

- ¿Cómo que, qué?, mi fobia es algo serio, no se cura de un momento a otro, tu sabes muy bien la razón, realmente no entiendes nada

- Perdón, entonces explícame tú, ¿porque puedes hablar conmigo de manera tan normal?

- Tu eres diferente

- ¿Diferente en qué?, ¿porque nos conocemos de años?

- Pues en parte sí, pero además tu eres un pervertido, ya sabes, de esos de los que te puedes burlar sin tener remordimientos

- ¿¡QUE!?, yo no soy eso

- Si, si lo eres, desde el preciso momento en que nos vimos me di cuenta – molesto se fue del lugar – tan delicado como siempre, oh bueno, a trabajar


El día se pasó volando y el sol se ocultaba en el horizonte, la novicia Kanako estaba más que feliz, pudo terminar todo el trabajo y ahora descansaba con la espalda apoyada en el árbol, algo agotada se levantó y guardo todas las herramientas de jardinería, sacudió sus manos y se quitó los guantes, rio un poco aun con ellos puestos sí que se manchó, iba a sacudirse la falda, pero la vio y si, igual de sucia, salió del invernadero, lo mejor sería volver al dormitorio y tomar un buen baño.

Caminaba tranquilamente, pero algo no le agrado, y era que… se había vuelto a perder, no era posible, si solo tenía que ir derecho y ya, y lo hizo, entonces ¿Dónde rayos estaba la escuela?, siguió caminando, salto un arbusto y nada, sería mejor comenzar a elaborar un mapa de toda la escuela, pero antes de seguir lamentándose y planeando sus actividades extras, se encontró con una elegante mansión estilo europea

- Realmente es impresionante, iré a preguntar el camino a los dormitorios – ya estaba por llegar ala enorme puerta, y en ese momento el mundo se le puso de cabeza - ¡AH!

Abrió lentamente los ojos, acostumbrándose a la luz del lugar, sostuvo su cabeza, seguro que se había metido un buen golpe

- Ya despertó – algo mareada, volteo a la derecha – Buenos días, señorita dormilona

- ¡AH! – salto del sillón y casi cae de no ser por él

- Eso podría dejarle una marca y sería un desperdicio para un rostro tan bonito

- ¿He?, ¡WUAH! – se soltó del agarre para ir detrás del sillón

- Ajajaja, que mujer tan rara, realmente me sorprendí de verla en mi trampa, esperaba que Shizu-sama cayera en ella, pero igual no estoy tan decepcionado

- Rindou no ves que la estas asustando – dijo una suave voz que tranquilizo a Kanako, pero al ver a esa persona quedo muy sorprendida – no sería mejor que te presentaras y después prepárale un baño y ropa limpia

- A la orden – se acercó a la peli azul quien se agarró fuertemente al respaldo del mueble, tomo la mano derecha de Kanako y la beso, la mujer ya podía ver el cielo y a la virgen Maria – un gusto conocerla, Shinouji Rindou, si necesita algo, no dude en pedírmelo – se fue de la habitación, dejando petrificada a la pobre peli azul, la peli rubia se acercó a donde Kanako

- También perdoneme a mí, aún no hemos sido presentadas como se debe, Shidou Mariya un placer conocerla – extendió su mano la cual algo desconfiada tomo Kanako – no este nerviosa

- Lo… inte… intentare… - no podía dejar de ver a la chica – usted… es usted…

- ¿Si yo soy yo?

- Quiero decir… ¿es la hermana de Shidou-san?

- Si, su hermana gemela

- Entiendo… - Rindou entro, avisando que el baño ya estaba listo

- Él la llevara al baño ya después baje para cenar

- Gracias – siguió a Rindou hasta el cuarto de baño, entro y se encerró, vio que cerca de la tina estaba una canasta para poner su ropa


Fue un relajante baño, pero la ropa… no era exactamente lo que esperaba, como podría salir usando un camisón tan corto, el color era bonito y tenía adorables adornos, pero era demasiado extravagante para su gusto, además cabe mencionar un pequeño detalle, uno que siempre quedaba muy bien oculto por su ropa, y hablando de su ropa, no se suponía que estaba en la canasta, ¿en qué momento se la llevaron?

- Tal vez debí esperar al Padre Kanae… - escucho que tocaban la puerta - ¿Quién es?

- Soy Mariya, Kana-chan ¿te quedo bien la ropa?

- Algo… - respondió deprimida

- Perfecto, la ropa que traías ya está limpia, Rindou la puso en mi habitación, ¿quieres ponértela ya? – la peli azul abrió la puerta y algo avergonzada salió

- Si, por favor…

- Entonces sígueme – ella asintió, no podía evitar cubrirse con sus brazos, era tan vergonzoso – sabes ese camisón te queda genial

- No, no creo…

- Claro que sí, tienes el cuerpo perfecto para ese tipo de ropa – llegaron a la habitación de la rubia – entra, volveré en un momento, tomate tu tiempo

- Gracias por su hospitalidad ¿Shidou-san?

- Solo dime Mariya, de acuerdo – la peli azul asintió, cerró la puerta y se quedó sola, rápidamente fue a donde la cama para verificar que su ropa estuviera bien, en su chequeo noto algo de color negro con encaje, se sonrojo hasta mas no poder, incluso le traían lencería, pero demasiado llamativa, jamás usaría algo así. Suspiro y tomo por la parte de abajo el camisón, pero la puerta de la habitación se abrió de golpe, asustando a la mujer

- Mariya, donde dejaste el… y usted que hace…

- ¡AH! – tomo un zapato y se lo arrojo, pero él cerró la puerta y la volvió abrir - ¡AH! – tomo la lámpara, pero volvió a cerrar, la tercera vez que abrió la puerta él entro tranquilamente, ignorando a la mujer que se encontraba asustada y molesta, rápidamente tomo una cobija y se enredó en ella sentándose en la cama hecha bolita, cerro fuertemente los ojos, quería que se fuera, tenía miedo

- ¿Qué hace en mi casa? – ella no respondió, él seguía con su búsqueda de la dichosa carpeta – ¿es sorda? – esa mujer quien se creía para ignorarlo, fue hacia donde Kanako se encontraba, para seguir buscando, estaba agachado, abrió la puerta del mueble donde se supone había una lámpara y bingo encontró la carpeta, se paró y volteo a ver a la mujer que estaba hecha bolita en la cama, quien se creía para venir y destruir su propiedad, todavía que la deja quedarse en su escuela, tomando la cobija, destapo a Kanako, que se quedó estática ante el acto, pero luego reacciono cuando el rubio de manera violenta tomo su cara para que lo viera directo a los ojos – escúcheme bien – cerro los ojos, presiono más el agarre, la lastimaba, pero fue suficiente para que lo viera - he permitido que venga a MI escuela, lo entiende, MI escuela, no puede llegar y hacer lo que le plazca, eso significa, no venir a MI casa y estar tan tranquila, hay reglas sabe, y si no las obedece me veré en la penosa necesidad de olvidar que usted es una monja, ha entendido – esos ojos, sus ojos… ¿Por qué los de su hermana eran tan dulce?, en cambio los de él eran crueles, podía sentir el odio en ellos. Tenía mucho miedo y quería salir corriendo, realmente los hombres son los seres más crueles del mundo, una lagrima salió de manera natural y cayo inconsciente – que mujer tan patética – salió de la habitación


Lento, muy lento se levantó y con ambas manos tomo su cabeza, todo le daba vueltas, enfoco su mirada en un punto, hasta que dejara de moverse, analizo todo el lugar, pero no le era conocido, luego vio su ropa y se espantó, ¿Por qué traía eso?

Si, era porque se había ensuciado la suya y Mariya muy amablemente le presto esa y luego fue a cambiarse, pero en cuanto se iba a quitar el camisón…

- ¡AH! – se quitó el camisón y se puso su propia ropa, doblo la prenda que amablemente la rubia le presto y salió de la habitación. Bajaba las escaleras, y en ese momento se encontró con el peli rojo - ¿Qué haces aquí?

- Eso es lo que yo debería preguntarte, te he estado buscando por todos lados, pero Shinouji-san me dijo que aquí estabas

- Si, la cosa fue que… como te explico

- Saliste del invernadero y giraste a la izquierda, caminaste en línea recta y llegaste a la casa de los Shidou, en términos simples te perdiste – la peli azul asintió avergonzada, mientras una pequeña nube gris se apareció encima de su cabeza – bueno ya no importa, será mejor irnos

- De acuerdo – haciendo acto de presencia, llegaron los gemelos Shidou, el peli rojo vio a Mariya y se sonrojo, Kanako rio, realmente no ha dejado de ser como es.

El rubio noto la mirada tan cariñosa que Kanako le daba al peli rojo, por alguna razón eso le molesto, normalmente las mujeres siempre lo ven a él, siempre a él, y esta se distraía viendo a un hombre tan tonto como el Padre Kanae

- Shidou-kun, le agradezco por cuidar de Miyamae-kun

- No hay de que Padre Kanae – sonrió dulcemente, ahora en verdad que el hombre parecía un tomate, Kanako no puedo evitar reír, era tan gracioso, pero sintió la penetrante mirada de un rubio sobre ella y eso no le agradaba, para nada, opto por guardar silencio y esconderse detrás del Padre Kanae

- Nosotros ya nos retiramos

- Tan pronto, quédense a cenar, seguro que Kana-chan debe tener mucha hambre

- No queremos causarle molestias

- No es ninguna molestia, es todo un placer poder tenerlo en nuestro hogar, quédense, por favor – otra brillante sonrisa y el Padre Kanae acepto

La cena fue muy tranquila, la conversación fue de lo más amena, pero por alguna razón Kanako sentía un aura de pura maldad y eso no le gusto para nada, en cuanto llegara a su habitación, rezaría todo un rosario.

Vaya manera de empezar y terminar su primer día en Ame no Kisaki, ser una novicia nunca le había resultado tan problemático.

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Gracias por leer este nuevo proyecto, hasta el próximo capitulo