Saint Seiya: Siguiente Generación.
Fanfic escrito por: Andrómeda
Primera Fecha de publicación: 3 de junio del 2011; para la página de Facebook: Yuna De Águila (Saint Seiya Omega Ω)
Edición: Rankakiu
Disclaimer: Saint Seiya es propiedad de su autor Masami Kurumada; así como de TOEI Animation LTD.
Nota de la Autora Andrómeda: "Este fic no es sólo sobre Saint Seiya, es para fans de Kurumada, pues es la unión de dos universos que irán comprobando capitulo a capitulo. Espero sea de su agrado"
Andrómeda.
Nota del editor: No hace mucho tiempo que había visto y leído la historia de la autora Andrómeda, en la página de Facebook que administra (Yuna de Águila Saint Seiya Omega Ω). He de decir que la historia que ha creado me ha encantado. No solo eso, sino que además, logré verle potencial suficiente para ser compartido en esta página, ; por lo cual he pedido permiso a la autora Andrómeda de editarlo para que no infringiera las reglas del sitio y así poder publicar un fic de acuerdo a los estándares establecidos. Sin más que agregar, espero sea de su agrado.
Rankakiu
Han pasado 200 años desde la leyenda de Seiya y sus amigos. La humanidad, junto con la tecnología ha avanzado a grandes saltos. Sin embargo, la humanidad no deja de dañar su hogar: la Tierra. Los dioses ya no soportan los errores de la humanidad. Pero, para fortuna de los seres humanos, la Diosa Athena aún cree en ellos; y por ese ideal ha vuelto a nacer. El Patriarca se ha encargado de cuidarla, y procurarle un nombre, llamándola Sara. Ahora, en este tiempo, la Diosa Athena tiene 15 años…
Siguiente Generación.
Capítulo 1: Un nuevo comienzo.
El santuario.
—Hoy, frente a todos nosotros y ante Athena-sama, dos guerreras se enfrentan por la legendaria armadura de Pegaso; —dijo el Patriarca— Alejandra y Selenia. —Terminó su discurso, mencionando el nombre de los dos contendientes.
—La famosa Selenia, heredera del héroe, Seiya-sama… no creas que solo por eso ganaras; la armadura solo la puede tener alguien tan perfecta como yo— dijo Alejandra, una joven de cabello rubio y largo, con vestimenta de aprendiz y portando una máscara de diseño simple.
— ¡Hum! Eres una creída… pero me gustará arrancarte ese "lindo" cabello que tanto cuidas —lo dice Selenia de una manera divertida. Es una joven de cabello castaño oscuro, corto y revuelto, como el de un hombre. Viste ropa de aprendiz y porta una máscara que deja ver sus ojos, los cuales son de igual color que su cabello.
— ¡Maldita mocosa! —Espetó Alejandra con frustración; se prepara para el combate—. ¡Ya verás que yo ganare la armadura de Pegaso! —exclamó lanzado un golpe; más sin embargo…— ¿Pero qué…?— su oponente Selenia ya no está.
— ¡Te lo dije! —expresa Selenia de una manera divertida —. ¡Yo entrene durante 6 años y no pienso perder!
Alejandra comienza a dar diversos golpes, pero solo le da al aire; Selenia demuestra su agilidad y flexibilidad, solo esquivando cada golpe de la rubia.
—"No pensé que Selenia fuera tan hábil, si solo ha hecho tonterías por todo el Santuario…" — pensó el Patriarca, recordando un suceso.
Hace cuatro años atrás…
Un soldado del Santuario entra a la cámara del Patriarca, con una pequeña Selenia, colgando de su playera.
—Señor, esta niña solo está lanzando piedras a los que cruzan por la casa de Sagitario.
—Suéltala — dijo el Patriarca. El soldado obedece y se retira.
— ¡Selenia! ¡Es la quinta vez en dos días que te traen por algún problema que tú ocasionas! —Regañó el Patriarca.
— ¡Me aburro! — exclamó la pequeña. — Darío-san se fue a no sé dónde porque usted lo mando, además de que esta con Elliot; así me aburro más. — clamó Selenia, cruzándose los brazos de manera molesta. — ¿Por qué no simplemente me dan la armadura de Pegaso y todos contentos? —expresó.
— ¡Selenia! —volvió a regañar el Patriarca.
En el tiempo presente, el Patriarca seguía observando la batalla, cuando de pronto una pequeña risa interrumpió su atención.
— ¡Sara-sama! —dijo, volteando a ver a una chica de ojos azules, y cabellos violetas… la Diosa Athena.
—Selenia, ganara, yo lo sé — dijo Sara con determinación.
Mientras, en la arena de batalla, Alejandra sigue sin poder asestar un solo golpe a Selenia.
—Ya me aburrí de solo esquivar, así que le daré fin a todo esto — dijo Selenia, preparándose en el acto.
— ¡Eres una tonta! — exclamó Alejandra, totalmente enojada.
— Bien yo quería jugar un rato más, pero me aburro…
La chica de cabello castaño retrocede un paso, Alejandra piensa que la chica se descuidó e intenta darle un golpe, pero la castaña solo da una pirueta, haciendo que sus pies rocen el cuerpo de la rubia.
— ¿Qué intentas con eso? — preguntó Alejandra en un estado de furia…sin embargo, la chica rubia cae de repente, sorprendiendo a todos los presentes que miraban la escena, incrédulos.
—Creo que me pase, y para el colmo no le he puesto nombre a esta técnica. — añadió Selenia, rascándose la cabeza.
—Sor… sorprendente… Selenia ha ganado el combate. ¡Ella ha ganado el derecho de portar la armadura de Pegaso! —Exclamó el Patriarca, siendo secundado por los aplausos de los espectadores.
— ¡Gracias, gracias! ¡Ya saben: yo soy la mejor! —dijo Selenia, haciendo reverencia. Pero, mientras hacía sus payasadas, no se da cuenta de que su contrincante se levanta.
— ¡MALDITA! —Alejandra se dirige a la castaña con una rabia incontrolable.
— ¡Detente Alejandra! ¡La pelea ya terminó! — Exclamó el Patriarca, intentando detenerla en vano.
—Siempre dije que eras una exagerada—expresó Selenia. — Te daré mi mejor golpe; y esta técnica si tiene nombre: ¡PEGASUS RAIN OF STARS! —gritó la castaña, desatando su cosmos.
La chica rubia se sorprende ante la magnitud del ataque de Selenia. Recibe de lleno la técnica, causando que Alejandra caiga al suelo inconsciente ante el ataque Selenia.
—Selenia, has demostrado ser una guerrera digna de nuestra confianza. Por eso te entrego la armadura de Pegaso que perteneció a Seiya, tu ancestro. Pero recuerda mis palabras: la armadura te ayudará en tu lucha por la justicia y la paz; nunca para beneficiarte en algo egoísta. —dijo el Patriarca.
—Gracias señor. Así será. —Respondió Selenia.
Tras ganar la contienda y recibir la Pandora Box de la armadura de Pegaso, Selenia se dirigió a la Casa de Sagitario.
—Me alegra tu triunfo, creí que solo payasearías toda la pelea. — Dijo un chico, que expresó una sonrisa sarcástica. Poseedor de una cabellera color café, teniendo el mismo tono en sus ojos; de 22 años de edad, portaba un rostro de actor de comercial, lo que lo hacía sumamente guapo.
— ¡Elliot! —Respondió Selenia alarmada. —Me asustas. Además… no tenías por qué dudar, yo soy la mejor. —Concluyó.
—Eso ya lo sé. —Dijo Elliot, acercándose a Selenia, despeinándola con la palma de su mano en el acto.
— ¡Espera! ¿Y Darío-san? —Preguntó Selenia, quitando suavemente la mano del chico de su cabellera.
—Fue con Javier por la armadura de Leo. —Respondió Elliot.
—¿Javier-kun ya es un santo Dorado? ¡Genial! ¡Ya los tres somos santos! —Dijo Selenia con singular alegría. — Darío-san es un buen maestro; debe de estar orgulloso. — Se nota la alegría en sus ojos.
—Eso no lo dudes… logró educar a la niña problema. ¿No es la hazaña más grade? —Elliot lo dice de manera burlona.
— ¡Oye!
— ¿Selenia-san, estas ahí? — Se escucha una pequeña y tierna voz.
— ¡Ah! ¡Sharon, entra! —Selenia se dirigió a una chica, de cabellos verdes, piel blanca, ropa de aprendiz un poco holgada, portando una máscara que deja ver sus labios rosados. Acto seguido, Sharon entró. — ¡Hola! ¿Qué pasa? —preguntó
— ¡Hola Selenia-san, Elliot-san! — Saludó cordialmente la chica de cabello verde.
— ¡Siempre tan educada! Bueno, ¿Qué pasa? —Preguntó.
—Bueno, Oka-sama nos quiere ver con el Patriarca. Dice que ya estamos todas reunidas, con tu triunfo. —Respondió.
— ¿En serio? ¡Ah, es cierto! Tú también ya tienes tu armadura. —acotó Selene. —Entonces, ¿vendrán las demás? —Preguntó.
Continuará…